Lluvia
-Ahí estaba ella,
Cayendo suavemente,
Sin importar a quien moje,
Sin importar quien no se esperaba su visita,
Solo deseando que alguien le haga caso.
Esperando a alguna persona, a la cual no le estorbe su humeda, fresca y fria presencia.
Ya que ese era su trabajo, molestar.
Su deber era humedecer el mundo, evitar las sequeras, nutrir la naturaleza entre otras cosas,
deberes de los cuales solo los insectos y las plantas llegaban a darse cuenta al parecer.
-Ahí estaba ella,
Paciente y decidida,
Sin prisas,
Estaba dispuesta a esperar el dia y la noche por alguien,
Alguien a quien esperaba con ansias y esperanzas,
Alguien, que no vendria.
-Ahí estaba ella,
Harta de su soledad,
Harta de la ignorancia,
Harta de esperar,
Harta de su deber,
Harta de existir.
Semana tras semana, esperando y esperando por alguien que todavía no aparecia,
Que no apareció, no aparece, y no aparecerá
Harta y triste de seguir teniendo esperanzas fingidas,
desapareció.
Desapareció, para jamás volver.
Para jamás sufrir lo mismo una y otra vez.
Para jamás seguir pensando en un sueño, que no se cumplia,
Ni se cumple.
Ni se cumplira.
-Ahí, ya no estaba ella,
Y no estará,
sin saber que pasa,
Sin saber lo que causó,
¿todo para qué?
Para vengarse,
¿ellos no le hacían caso?
Pues ahora, ella a ellos,
Tampoco.
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