Capítulo 4

Regresaba a su casa con fastidió, por fin logró graduarse, aventó la banda con coraje a su cama, ¿a qué costo consiguió su banda?, ese bastardo de Mitzuki lo había engañado, a pesar de sentir las intenciones en su chakra, las ignoró por la emoción de pasar la prueba, comenzó a llorar con tristeza y frustración, era demasiado débil, ahora sabía porqué la gente lo odiaba y lo repudiaba, a pesar de todo eso no se rendiría, quería ver una vez más a su adorado Itachi.

Usaría de todo para lograr su meta, si era necesario usar el chakra rojo lo haría, se valdría también de ello para hacerse fuerte, debía pensar cómo acceder a él, estaba seguro de haber sentido la presencia del zorro dentro suyo, trató de calmarse, se acostó en su cama viendo el techo, cerró sus ojos lentamente, comenzó a concentrarse, los minutos pasaban, no se rendiría, por un momento sintió que se perdió, apareció en una coladera, entró a su espacio mental, el pequeño no tenía miedo, avanzó con pasos decididos siguiendo el chakra lleno de odio y tristeza, paró un momento a analizarlo, ese chakra se parecía demasiado al suyo, pero multiplicado por mucho, mordió sus labios con duda, siguió su camino, llegó a una cámara con una celda gigante, paró frente a la jaula sabiendo quién se encontraba en su interior, se inclinó colocando su cabeza en el suelo en completa sumisión. El zorro abrió lentamente sus ojos, observó al pequeño, sonrió al verlo en esa pose, el gigante podía leer sus pensamientos y sentimientos - ¿qué es lo que quieres humano?-

El pequeño se hacía bolita al escuchar la grave voz con un gruñido de advertencia - kyubi-sama, no soy nadie, no merezco su atención, pero quisiera que me ayudara, quiero ser poderoso, no quiero causarle vergüenza al estar dentro de alguien tan débil- el zorro sonrió divertido con sus palabras salameras, sabía perfecto para qué quería hacerse fuerte -déjate de estupideces, puedo leer tu mente - el rubio se puso rojo, se tiró al suelo con el pecho pegado a la superficie fría, se giró, vio de cabeza al gigante - lo lamento - el zorro volteó sus ojos - te ayudaré, lo único que pido es que arranques un trocito de ese sello para poder sentir el exterior por medio de tuyo - el pequeño giró con rapidez observándolo con cuidado, sonrió al sentir que no mentía, asintió feliz, corrió a los barrotes trepando por uno de ellos, el zorro sonrió- ¿no me tienes miedo?, puedo asesinarte a esa distancia- el rubio sacaba su lengua en concentración para subir hasta el sello - puedo sentir tu chakra, no siento intención de que me quieras matar - el rubio giró su rostro hacia el zorro, sonrió con vergüenza, subió con velocidad al sello, arrancó un poquito de él - con eso es suficiente-

-Bien cachorro, esos bastardos te jodieron bastante, ahora será más difícil conseguir el pergamino que te indicaré, pero es necesario que lo obtengas, es tuyo, lo robarás y aprenderás de él, es la historia de tu clan, tus técnicas, tu dinero ¿entiendes?- Naruto abrió los ojos con sorpresa, asintió decidido, un malestar enorme crecía en su interior - esos bastardos me escondieron mi origen, hijos de puta, me las pagarán - el zorro sonrió satisfecho- haremos esto, tenemos que vigilar el lugar, manda clones. El pergamino Hokage sagrado lo sacaron de ahí, así que no sospecharán que quieras entrar nuevamente-

....

El pequeño por días mandó a algunos clones con henges a vigilar con cuidado la torre. El zorro le explicó la utilidad de los clones de sombra y su secreto. Naruto se grabó los horarios y cambios de turno en la vigilancia del lugar, los había estudiado por días, lamió sus labios con diversión. Les habían dado un mes de vacaciones antes de juntarse con su equipo gennin. El Uzumaki estaba listo para recuperar lo que le pertenecía, compró ropa barata color negro para usarla ese día, usó un henge, caminó con tranquilidad hacia la torre Hokage, subió las escaleras, cambió de henge a un anbu, trató de sentir los chakras cercanos, podía ver desde su ángulo al shinobi quedándose dormido, sonrió con triunfo, se acercó lentamente, golpeó su nuca con fuerza. El vigía cayó desmayado, Naruto entró a la habitación, jaló de las piernas al guardia hacia dentro dejando un clon con el henge del guardia en el lugar. Cuando acomodó al shinobi maniatado junto a la puerta, creó cinco clones, comenzaron a buscar el pergamino, buscó uno que tuviera el remolino de su clan en el sello, revolvió pergamino por pergamino, aventando los que no ocupaba, vació cajones completos,bno encontraba nada, mordió sus labios con ansiedad, pudo sentir un leve movimiento bajo su pie, bajó la mirada, sonrió con maldad, levantó el pedazo de madera del suelo, bingo, dos pergaminos relucían en el lugar, uno con el símbolo de su clan y otro que llamó su atención, tenía el símbolo Uchiha, con una sonrisa lo tomó, los guardo en su bolsa de herramientas. Se enderezó, sacó un frasco, lo abrió con asco, había tomado gotas del agua que salía de los basureros, la revolvió con excremento de perro, comenzó a rodear todo el cuarto sin omitir ni un espacio, tapó su nariz evitando que la esencia lo tocara.

Cuando terminó, salió del lugar, entró al baño de la torre trabando la entrada, de su bolsa de herramientas sacó un jabón que nunca había usado, se sacó la ropa y la incendió en el bote de basura, mientras él se bañaban con el agua del lavabo con velocidad, había creado algunos clones para lavar el baño y eliminar su presencia, cuando terminó, salió por la ventana de atrás hacia un río, nuevamente se baño y regresó a los rostros Hokage, en el ojo derecho del cuarto Hokage metió los pergaminos, esperaría tres días hasta que fuera descartado como culpable, regresó a su casa, durmió tranquilamente.

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