•Capítulo sexto•[Editado]
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Erza Scarlett:
Corrí por las calles de Magnolia que en tan poco tiempo ya vestía de blanco. Corría sin aliento como si mi vida dependiese de ello. ¿De que querrá hablar mi madre?. Ni siquiera dejé que Jellal me llevara, estoy dispuesta a darlo todo por regresar a esa casa y arreglar las cosas. El camino se me hacía infinito y yo estaba rotundamente cansada, mis piernas y mis pulmones ya no daban a basto. Y por fin me detuve frente a la gran reja que daba entrada a la mansión. Corrí por los jardines hasta llegar a la puerta y una vez allí me recibió la empleada que apenas me vió dibujó una hermosa sonrisa de alivio.
-Gracias a Dios está sana y salva señorita-me saludó muy cordialmente.
-Gracias Bisca, me alegra saber alguien además de Mira y Lyon se preocupa por mí en esta casa-exclamo y le doy un abrazo a la chica de cabellos verdes.
Me adentro en el salón y allí, en su trono está sentada ella. Con su cabello escarlata tejido en dos largas trenzas, con su vestido negro que le da un aire de soberbia inimaginable, con esa cara seria que parece venir así de fábrica y con la pequeña taza de té en su mano me mira omnipotente. Se me congela la sangre cuando la veo tan tranquila. Me hace una seña para que tome asiento frente a ella y sin dudarlo lo hago.
-Verás Erza, si creíste que podías ir a refugiarte junto a los Fernándes sin que yo me enterara tienes un serio problema-se pone en pié y comienza a caminar a mis espaldas como si me asechara-sabes que tarde o temprano yo siempre voy a saberlo todo, quieras tú o no, apenas llevas un día fuera de casa y ya algunos miembros de la estrella andan comentando que te han visto con un chico de cabellos azules y necesito preguntarlo: ¿estamos hablando de un Fernándes?
Sé que responder positivamente y ver a Irene ponerme una etiqueta con un precio son la misma cosa así que niego rotundamente mientras ella bebe de su té.
-No puedo permitir que andes por ahí con libre albedrío, no mientras lleves mi apellido-suspiro aliviada tal vez esperaba que dijera cosas peores-pero por otra parte no puedo darle abrigo y comida a la persona que destruyó el matrimonio de mi hija y entonces se me ocurrió... ¿por qué no ofrecerte un trato?
Psicológicamente en ningún momento me preparé para una bomba de este calibre y sabía que no podía ser nada bueno. Irene siempre desprendía un olor a azufre y un misterio. Estaba segura de que el golpe bajo venía pronto y lo confirmé apenas retomó el diálogo.
-Necesito una empleada-ahora si estaba confundida, no tenía ni maldita idea de que hablaba o que quería de mí pero necesitaba que esclareciera el asunto antes de que me colapsara el sistema nervioso central en menos de un minuto.
-¿Que tengo que ver yo con eso?-interrogo y ella alza una ceja como si la respuesta fuera la cosa más obvia del mundo.
-¿Quieres estar de vuelta?-asiento al instante sin pensármelo dos veces, no descansaré en paz hasta que logre dejarlo todo claro y en orden-pues sé mi empleada y poco a poco irás recuperando tu lugar en esta casa, el que te ganes, por supuesto, así me ahorro los rumores a los que da lugar tu insensatez y tú te aferras a esta familia como lo has hecho siempre, las dos nos beneficiamos con esto.
-¿Y alimentar tu ego con mi humillación?.Tienes que estar bromeando-le digo sin ningún remordimiento y ella sólo sonríe como si estuviera posando para la portada de una revista
-Exacto. Y no, no estoy bromeando. Solo quiero saber hasta donde eres capaz de llegar y que eres capaz de hacer para regresar a esta casa-vaya, así que me está retando. Esta bruja cree que voy a dar reversa.
-¿Cuando comienzo?-sus ojos se abren de par en par dejando ver su sorpresa.
-¿Eso significa que aceptas?-coloca ella la taza sobre la mesita que nos separa y regresa a la posición anterior.
-No sabes de qué soy capaz madre, y voy a demostrártelo-me pongo en pié y la miro como devolviéndole el reto.
-El mismo carácter de tu padre, tú y Gildarts son la misma cosa-frunzo el ceño y ella se pone de pié frente a mí, clavando sus ojos en los míos.
-Si estás tratando de ofender a mi padre debes saber que... -no me deja termirnar y pone una de sus manos en mi hombro.
-No es una ofensa, es un elogio-explica con su voz severa y yo me quedo anonadada. Creo que en muchos años no había recibido nada así de ella. Se retira calmada. -no la tendrás fácil, nunca la has tenido fácil. Y sé que aunque parezca la antagonista algún día me comprenderás. Puedes empezar hoy mismo. -y sin decir ni media palabra más desapareció. O sea que mierda se supone que haga.
Subo las escaleras a toda velocidad y trato de abrir la puerta de mi cuarto pero está cerrada con llave. Doy unas cuantas vueltas al pomo pero nada ocurre.
-Ah-escucho la voz de Irene a mis espaldas y me giro casi de golpe-no debes entrar ahí, esa es la habitación de Erza- no comprendo nada ¿que mierda?
Obvio que es mi habitación, de no serlo no estaría tratando de entrar como una maniática.
-Falleció hace años en un incendio-agrega y me quedo helada.
¿Me estás enterrando en vida Irene?
-Oh, no sabe cuánto lamento su pérdida. Sé lo que es la pérdida de un familiar querido, como por ejemplo mi madre y no sabe usted cuanto daría por su regreso-paso junto a ella chocandole con uno de mis brazos. Siento como lo agarra y tira de él hasta tenerme frente a frente.
-No te pases de lista conmigo Cenicienta-ruge prácticamente mientras sus ojos desprenden fuego flameante-no me hagas arrepentirme.
-Entonces no me metas en tu psicodélica obra teatral Bernarda Alba-le digo y siento como suspira enfadada. Si pudiera me arrojaría escaleras abajo. Pero siento que he dicho lo que debía decir. A veces quiciera saber el por qué de ese comportamiento tan siglo XVIII.
-Pronto será la hora de la cena, ve preparando la mesa-ordena y yo sin chistar me dispongo a caminar rumbo al comedor-pero antes pídele a Bisca que te entregue tu nuevo uniforme. No vas a pasearte por esta casa con esas pintas de adolescente rebelde de los 70's
Asiento calmada y voy en busca de la chica de cabellos verdes, que, aunque reiteradas veces se negó a formar parte de esta función de circo terminó por entregarme la vestimenta que me correspondía.
Y así, vistiendo un vestido sencillo de color negro con un lindo lazo blanco al cuello de la parte superior a forma de corbata desfilé hasta el comedor y me dispuse a acomodar cada cubierto de plata donde correspondía, dejando, obviamente, mi lugar como si en él no se sentara nadie hace años. Mamá se paseó por allí para verificar el correcto cumplimiento de su orden.
-Puedes ir junto a Bisca, te llamaré en cuanto necesite tus servicios.-esa fue la severa orden y desaparecí de su vista.
Mirajane Strauss
Los copos de nieve caían sobre Magnolia con mayor intensidad ahora, la Navidad se acerca y lamento que Erza no pueda acompañarnos para estas fechas, aunque me siento un poco feliz por ella, corre el rumor de que está con los Fernándes, supongo que allá está mejor que aquí, además, parecía muy feliz hoy en la mañana cuando la ví en el centro y fuera quien fuera el chico que la acompañaba sin lugar a dudas la quiere bien. Mi estómago ruge, desde que llegué del centro he estado en la habitación evitando a mamá y no es hasta ahora que me dispongo a salir, Lyon también está en marcha al comedor y veo a Lisana salir de igual forma. Una vez nos sentamos a la mesa y comenzamos a devorar todo como si hubiéramos pasado la hambruna de 1345. Mamá de un momento a otro llena su copa de vino y sin previo aviso o remordimientos lo derrama lenta y tortuosamente sobre el suelo de mármol.
-Oh, vaya que despiste-dice con el mayor cinismo que he visto nunca-¡empleada nueva!-grita y todos nos miramos extrañados ¿nueva?. Mamá no cambia de empleada así por así. Pero cuando la vemos aparecer todo se congela, el silencio aturde a todos y cada uno de los miembros de esta familia menos a Irene, que parece disfrutar el drama. Ahí está Erza con su hermosa cabellera recogida en un alto moño y rebajándose a estar arrodillada frente a mamá limpiando lo que "accidentalmente" derramó. Una rabia inaudita corre por mis venas como arsénico y me levanto de golpe dando una palmada en la mesa, la rabia hormiguea en mis extremidades y camino hacia Erza. De un solo tirón la pongo en pié, la pobre me mira un poco sorprendida y asustada en general.
-No voy a aguantar esto madre-chillo y Lyon se levanta- si quiere humillar a Erza va a perder a otro de sus valiosos artilugios porque prefiero irme de este infierno antes de ver como continúa con esta esclavitud-mantengo a Erza sujeta del brazo y siento como tiembla.
-¿Me estás amenazando Mirajane?-se pone ella en pié también-veo que me equivoqué en vuestra crianza. ¿Alguien más va a protestar?
-Erza nos quitó las vendas, ya no podemos seguirte ciegamente-habla Lyon y yo arrastro a Erza lejos de todos ellos.
-Siempre fuiste muy unida a Erza ¿no Mirajane?. Tal vez lo lamentes el día en que te pase lo mismo que a Ercy-sus palabras me entran por un oído y me salen por el otro.
-La gran diferencia entre Ercy y yo es que yo nunca dejaría a un cretino como Natsu entrar en mi cama y de hecho tampoco me habría casado con él, así que debes agradecerle a Erza que tu queridísima hija no se haya revolcado con un maleante que la iba a utilizar por ilusa-ni siquiera yo mido las magnitudes de mis palabras y abandono del lugar con Erza adjunta y no me detengo hasta llegar a mi cuarto.
-Mira...-trata de gesticular alguna palabra pero no pienso escuchar su discurso.
-¿Pero que mierda te crees que haces Erza?-le grito y ella se pone a la defensiva, aprieto mis puños evitando no darle un golpe por conformista. Solo Erza sabe echarse los problemas del la gente a los hombros y caminar a todas partes con ellos.
-Recuperar mi lugar en esta casa-me chilla ella de vuelta y yo niego rotundamente.
-¡Y un demonio!. Prefiero perderme de aquí y no regresar nunca antes que servir a Irene cómo una esclava ¿que problema tienes para entender el concepto de amor propio?-mi voz resuena en cada rincón , si no la hago entrar en razón la veo muy mal en este mundo.
-Dime que no lo habrías hecho por Lissana-me quedo en silencio y por primera vez entiendo su posición-dímelo Mirajane. Joder-las lágrimas salen de sus ojos con sinceridad-solo traté de estar ahí para ella por una maldita vez en la vida.
La abrazo y la siento temblar de la impotencia. Obvio que lo habría hecho por Lissana o por ella misma inclusive. Y el simple hecho de pensar que esa pude ser perfectamente yo me estremece completamente, Erza inició una revolución en esta casa y la pagó de la peor manera posible, sería egoísta de mi parte no apoyarla.
-Lo haría por ella y por tí Erza, lo haría sin dudarlo. -murmuro y siento como su respiración se tranquiliza y como su llanto cesa lentamente. Si hay una persona que merece respeto en esta casa es sin lugar a dudas Erza, porque ha sabido dar todo de sí en el momento que lo sintió necesario sin pensar ni por un segundo en sí misma.
-Gracias Mira-murmura ella y la estrecho entre mis brazos esperando a que se recupere y una vez lo ha hecho se separa de mi y me mira con una pequeña sonrisa.
-Hoy vas a dormir aquí conmigo-sonrío y ella lo hace de igual forma.
-Necesito entrar a mi cuarto y recuperar mi móvil de alguna manera-me mira suplicante y yo suelto el pequeño moño que retiene mi cerquillo para usar el gancho con otros fines.
-De eso me encargo yo, no te preocupes-le digo enseñando el pequeño accesorio metálico y ella sonríe con malicia-quédate aquí.
Erza Scarlett:
Mirajane desapareció tras el portazo y yo quedé sola en su habitación. Era un sitio bastante acogedor de cortinas violetas y alfombras blancas y negras, hace ya bastante tiempo que no venía al cuarto de Mira, normalmente era ella la que acudía al mío. Me siento en la pequeña repisa tapizada junto al inmenso ventanal y solo se percibe la negrura de la noche y los blanquísimos copos de nieve caer. Me pregunto... ¿que estará haciendo Jellal?. Siento como el corazón se me encoge cuando pienso que me fuí sin siquiera despedirme. Simplemente salí corriendo sin mirar atrás. Me siento tan estúpida al pensar y hacerme ilusiones con que me iban a querer de vuelta, pensé que tal vez me dejarían regresar y pasar la página. Encontrar la luz.
-Yo suelo dormir ahí a veces-la aterciopelada voz de Mirajane revienta la burbuja en la que estaba inmersa , ella se sienta a mi lado de frente al cristal. Sus orbes azules hoy brillan más que la última vez.
-¿En serio?-le pregunto sonriendo, parece bastante cómodo pero yo ni muerta dormiría junto a un cristal en el segundo piso.
-Si-dice y se pierde en el ir y venir de los copos de nieve en la ventana.
-Mira... Con respecto a aquella noche yo... -le digo y creo que va a soltar una lágrima. Entonces no me equivoqué al pensar que ella estaba recordando aquella vivencia. A mi mente viene la imagen que conservo de un año atrás, en la que una Mirajane miraba sin brillo alguno en los ojos el mismo lugar al que estamos dirigiendo nuestra atención nosotras, y hago un esfuerzo por no recordar las escenas anteriores.
-Fuiste la única persona presente y seguirás siendo la única en saberlo. Ya está superado. -ella me regala una sonrisa y extiende su mano hasta la mía depositando mi móvil en ella
-Oh vaya, lo lograste entonces-sonrío y me apresuro a ver los mensajes que tengo. Son de un número que no tengo registrado pero sonrío apenas los leo.
Desconocido:
Juv me dió tu número ¿que tal con tu madre?
5:33pm
Desconocido:
Hey, ¿estás de vuelta?
6:25pm
Desconocido:
Erza, al menos da una señal de vida :'(
6:58pm
Desconocido:
Juv dice que lo normal es que andes con el móvil todo el día, así que deberías haber leído ya.
7:44pm
Desconocido:
Ok, ya me estoy preocupando
8:55pm
Desconocido:
Dime que esa bruja no te hizo nada.
9:06pm
Suelto la carcajada y Mirajane que estaba a mi lado leyendo todo tampoco puede evitar reír. Me apresuro a responder antes de que le de un infarto al pobre. Apuesto que desde las 5:33 de la tarde no sé ha podido despegar del teléfono.
Yo:
Hey, calma John Doe, estoy bien.
Me hace gracia el nuevo nombre que le acabo de asignar a nuestro prófugo y me adelanto a registrarlo con ese mismo apodo. Mirajane me da un pequeño golpecito con el codo.
-No sé quién es tu John Doe pero te puedo asegurar algo Jane, lo traes loco-sonríe y siento como el calor invade mi rostro.
-¿Tu crees Mira?-le pregunto mientras ella sólo sonríe con seguridad.
-¿Que si lo creo?. Si estás hablando del chico de cabellos azules con el que te ví en el centro comercial hoy en la mañana ni siquiera lo dudo. Apostaría la fortuna de los Strauss. -dice ella sin el menor arrepentimiento y en el momento en que pienso preguntarle cómo es que nos vió mi teléfono suena.
John Doe:
¿Eso significa que no debo llamar al FBI, a la CIA o a la NASA?
Yo:
En primera, no necesitas ser tan exagerado, en segunda ¿para qué a la NASA?
John Doe:
Crees que no verían tu cabello rojo desde uno de los satélites, al menos yo lo vería.
Yo y Mira soltamos la carcajada nuevamente y me dispongo a responderle.
Yo:
Que exagerado. Debería teñírmelo a ver si te hace tanta gracia.
John Doe:
Lo prohíbo. Ni muerto voy a dejar que te tiñas el pelo.
-Yo tampoco-murmura Mirajane y yo sonrío. De momento no sé ni qué responder pero siento un click en la cabeza de Mira que por cierto está apoyada en mi hombro. -lo siento
Antes de que pueda analizar el porqué de que me esté pidiendo disculpas me arrebata el móvil de las manos.
-¡Mirajane, dame eso!-ella corre hasta la cama y se deja caer en ella. Me limito a ver lo que le escribe solo porque en el forzajeo terminé algo liada.
Yo:
¿O qué?¿que harás al respecto?
John Doe:
Lo que sea con tal de no verte pelinegra o rubia. Jesús sería una pesadilla.
Yo:
¿Por qué te preocupas tanto por mi cabello?. Estoy comenzando a pensar que te preocupas más por él que por mí en general.
-¡Mira!¿Que haces?-protesto y ella sólo agitaba su mano en el aire.
-Tu cállate que yo sé lo que hago-dice la muy pesada y yo me resigno a observar como me roba la identidad para filtrar con Jellal tratando de demostrarme qué se yo qué.
John Doe:
No seas tonta, sabes que me preocupo mucho por tí. Ah y respecto a tu cabello, es una de las muchas cosas que me gustan de tí. \(>///<)/. Tu cabello es hermoso.
-¡Que tierno!-exclama Mira y continúa tecleando-vamos a ver su lado oscuro-¿que mierda piensa hacer ahora?, No lo sé...pero asusta.
Yo:
Ah si, lo del cabello lo dicen todos.
John Doe:
¿Que quieres decir Scarlett?
Yo:
Interpreta lo que quieras ¿Doe?
John Doe:
¿De momento olvidaste mi apellido?
Yo:
Sí, puede ser.
John Doe:
Bueno ya que me provocaste...Espero que no lo olvides cuando sea tuyo. Erza Fernándes mmmmm... Suena bien
Apenas leo el apellido trato de cubrirle los ojos a Mirajane pero es demasiado tarde, mi hermana lanza el teléfono contra unos almohadones y se queda estática por un momento.
-¿Un Fernándes?¿Estás saliendo con un Fernándes?-asiento en silencio con el simple movimiento de mi cabeza y ella continúa con su histeria-¿sabes que si mamá se entera que estás saliendo con un Fernándes te pone en un trono?. Pero si yo creí que no había chicos en esa familia, espera , espera, es un chico ¿no?-sonríe con un tic nervioso en el ojo derecho al borde de un colapso.
-¡Por supuesto que es un chico Mirajane!¡Tu misma lo viste!-le chillo y ella asiente pensativa como si acabara de recordarlo.
Yo:
Estás aprobado. Ah y en cuanto al apellido, estoy segura de que ella estará encantada de usarlo.
John Doe:
¿Que rayos?
Yo:
Me presento, soy Mirajane Strauss su hermana mayor y lo siento por usarte de conejillo de indias pero necesitaba saber si estabas apto o no. Así que felicidades J.Fernándes.
John Doe:
Espera, ¿como sabes que soy Jellal?
-Imbécil-gruño por su metida de pata y Mirajane está más blanca que de costumbre, deja caer mi teléfono sobre la cama. Está en shock.
Yo:
Claro que no grandísimo tonto, la J. Era de John, ¿crees que olvidaría tu apellido?.¿por qué crees que siguió usando el J.D? De todas formas acabas de decírselo y está en shock. No te preocupes ella es confiable
John Doe:
Mierda. Yo sabía que esa conversación era demasiado atrevida, tenía que ser el demonio de Mirajane, la última vez que la ví tenía 13 y era tan jodidamente mala como ahora.
Yo:
Hablamos más tarde John ; )
Mirajane seguía tratando de analizar la situación, pálida y helada como un muerto.
-Dime por favor que esa app de mensajes es una especie de ouija que he estado filtreando con un muerto-la voz temblorosa le sale de las cuerdas vocales. Oh, pobre principiante en esta farsa.
-Nope, es solo Skype-le respondo mientras me siento frente a ella-esto es muy raro Mira y muy difícil de asimilar pero es la realidad: Jellal está vivo y lo ha estado todos estos años.
-¡¿Pero como demonios puede estar vivo, si fuimos todos al entierro?!-se exalta ella y le hago una seña con mis manos para que baje el volumen.
-Fue todo una farsa para irse del país y conseguir una nueva identidad porque el territorio nacional no era seguro ¿entiendes?-suspiro, me recuerda tanto a mí ayer tratando de poner mis ideas en orden.
-De entender he entendido, solo que no puedo creérmelo. No se hable más del tema, voy a esperar hasta que los medios lo difundan para confirmarlo, porque de momento no veo nada claro-dice ella y yo me quedo flipando por su tranquilidad ante una situación como ésta así que me pongo en pié y asiento calmada.
-¿Podrías tomar algo de ropa de mi habitación? Necesito darme una ducha. -le pregunto a Mira y ella me observa desde la cama.
-Por supuesto, ahora mismo regreso-se levanta y desaparece por la puerta. Creo que esto de andar clandestinamente en mis cosas con el riesgo de ser pillada le gusta, ella habría sido una chica mala en potencia. A los pocos segundos siento sus pasos de vuelta yo miro concentrada mi móvil de espaldas a la puerta.
-Estás mejorando la técnica-elogio su velocidad en el proceso y escucho la puerta cerrarse-¿no te pillla Lady Tremaine ?-siento su mano sobre mi cabeza.
-No, está ocupada con Cenicienta-siento la voz de mamá revolotear alrededor de mí y pego un salto precipitado por la impresión.-no te preocupes, seré breve. Espero verte mañana en la mesa del desayuno como miembro de la familia, no queremos problemas con Mirajane pero luego quiero que le des una buena limpieza a esta casa y atiendas a nuestros invitados-la miro extrañada y ella asiente-así es, Juvia llamó para asegurarse de que pudiera venirnos a visitar junto a un "primo lejano" y no dejaré que se pierdan el show-sonríe y hace énfasis en primo lejano porque todos sabemos que es muy extraño que aparezca un Fernándes al que Irene no le halla echado el ojo para alguna de nosotras.
Y sin decir más abandonó la habitación dejándome muy confundida. ¿Jellal vendría mañana?. Estoy segura de que va a matarme como me vea de sirvienta, a mi y a Irene. Ya puedo imaginarmelo a lo Ágata Christie.
-Esto huele a azufre y vi a Irene salir de aquí ¿te hizo algo Erza?-se acerca Mira preocupada dejando mi ropa sobre la cama.
No queremos problemas con Mirajane
La voz de Irene resuena en mi cabeza y como si un interruptor fuera presionado sonrío negando con la cabeza.
-Nada de eso, vino a elogiarnos por el "numerito" que armamos en la cena-le contesto y me pongo en marcha al baño con mi ropa.
-Ah, por cierto. Lindo tu cajón de la ropa interior, lo ví y automáticamente pensé: ¿A quien querrá seducir? No me extraña que Jellal resucitara. -siento areder mis mejillas y estuve a punto de lanzarle un zapato por la cabeza.
-¿Que sabrás tú de eso chiquilla?-le sonrío con superioridad.
-Sé bastante, pero supongo que estoy hablando con una experta-sonríe ella y yo me meto al baño. Cierro la puerta y me desvisto mientras lleno la bañera y una vez lista me dejo caer en ella con suavidad mientras siento la agradable sensación del agua caliente. Demoro cuánto creo necesario y salgo apenas término de vestirme.
Decir que me quedé helada es poco al ver un rubio sentado en la cama con Mira al lado.
-¿Quien eres y como entraste?-susurro un poco aterrada de sus pintas de motero esperando lo peor.
¿Secuestrador?¿Matón enviado por los Dragneel para matarme como una rata?¿Ladrón que nos toma como rehenes?¿Algún capó que viene a cobrar alguna deuda familiar?¿Asesino en se...
-Actualmente tu cuñado y entré por la ventana, he de decir que la seguridad en esta casa es pésima-suelto el aire calmada y apenas proceso las palabras pierdo de nuevo el aliento.
-¿Cuñado?. Espera... ¿Tú y Mira?-me quedo estática, si que sabe como sacarme sustos esa demonio - ¿En serio?
-Me presento, soy Laxus Dreyar y tu debes ser alguna de las geme...-no lo dejo terminar y ya estoy chillando.
-¡¿Un Dreyar?!¡¿Estás con un Dreyar?!¿Del lado oscuro del hexágono?-sí, la estrella es la unión de las cinco familias más ricas, el hexágono es como el escalón de abajo, con seis familias de alto rango pero menor que el de nosotros y cuya mitad se dedicaban a negocios un tanto peligrosos. Lo típico, casinos, armamento, mafia.
Y los Drayer son de procedencia rusa ¿lo imaginan?. Son como un tres en uno.
-Esta chica es un poquito lenta ¿no Mira?-lo veo murmurar. A simple vista parece un buen muchacho, trato de ignorar los rumores y me acerco a él.
-Soy Erza Scarlett-extiendo mi mano que no tarda él en tomar.
-Espera Lax...-siento un corrientazo recorrerme todo el brazo y pego un salto soltándole la mano asustada. Mirajane le pega-¡Idiota!. ¡Te he dicho que no juegues con eso!
-Es que la ví tan vulnerable que me hizo mucha gracia-me enseña un pequeño artefacto metálico que despega de su mano y guarda en su bolsillo-lo siento cuñi, suelen decirme que juego muy brusco.
-Así empezamos mal Laxus-protesto un poco aturdida aún-asegúrate de no hacerle eso a Ercy o tendrás que aprender a deshacerte de un cadáver
-Ya sé cómo hacer eso-sonríe orgulloso y me dan deseos de llamar al FBI.
-¿Hace cuanto está pasando esto?-pregunto y la pareja me mira sonriente
-Un año-dice orgulloso el rubio mientras agarra la mano de Mirajane. Estoy tan feliz como sorprendida.
-Si quieren les puedo dar privacidad realmente yo...-digo un tanto apenada.
-¡Ni hablar de eso cuñi!.Además, solo vengo a por una visita rápida-sonríe y se pone en pié. Aprovecho y tiró de su brazo hasta un rincón
-Me caes muy bien y todo pero como le hagas daño a Mira me voy a cargar a todos los Drayer-le digo con mi pose más amenazante mientras lo señalo con un dedo y el pone una de sus manos en mi cabeza.
-Nunca le haría daño a Mira o a cualquier persona en su vida-sonríe él y yo lo miro calmada.
-Mira ha pasado por cosas duras, no quiero que la lastimes por accidente así que sé cuidadoso-le digo con una sonrisa y él mira a Mirajane con cara de tonto
-Si te refieres a ese tipo, el de aquella noche no te preocupes, ya me encargué de él-lo miro pálida y el suelta la carcajada-no lo maté, aunque ahora debe preferir estar muerto... Digamos que le corté lo que pretendía usar esa noche con Mira-yo también suelto una carcajada
-Puedo oírlos-suelta Mira la risa-gracias por preocuparte Erza pero este ogro es completamente inofensivo.
Así vimos como el rubio se marchaba por donde mismo vino y yo miré a la albina con cara de malicia.
-Así que tu tampoco eres virgen ¿no Mira?-ella se sonroja levemente y no tarda en regresar a la cama bajo las mantas.
-No. Así que venimos siendo las ovejas negras de la familia. Me gusta este estatus-sonríe y yo niego
-A mí no tanto, digamos que mi primera experiencia sexual fue básicamente una mierda-le digo y ella niega.
-Ya habrá otras, esperemos que Jellal sea bueno.-sonríe con malicia.
-¡Mirajane!-le grito sonrojada
-No olvides que mi habitación está al lado de la tuya, yo escucharé tooooodo-por Dios Mira si es una pervertida de alto rango.
Y entre risas y comentarios alcanzamos el sueño. Al día siguiente continuamos con la rutina tal y como la recordaba, solo que después del desayuno, aprovechando que Mira de seguro pasaría todo el día en la habitación, le mentí diciendo que iba a pasar el rato con Juvia y Jellal. Y entonces comenzó mi tortura, dos malditos pisos, una sola mujer y una bruja dando órdenes como si yo fuera una autómata.
-¿Dios mamá, puedes tener un poco de paciencia?. Es la primera vez en mi vida que hago esto-le digo a la dictadora que no se cansa de ordenar.
-Apenas vas por el primer piso y ya son las doce del día, no te quejes tanto-siento su voz y me esmero en dejar brillante el mármol del suelo.
Y así fue desde que comencé hasta que terminé. Nunca me había sentido tan agotada, cada hueso y articulación me dolía, solo veía objetos por sacudir, suelos por cepillar, losas por limpiar y acomodar, sábanas por cambiar e incluso muebles por mover porque a última hora se le ocurrió hacer cambios. Y cuando por fin pude sentarme unos diez minutos escuché la voz de Irene.
-¡Trae galletas a nuestros invitados!-siquiera pude analizar lo que pidió, simplemente agarré la bandeja con los dulces y caminé hasta llegar al recibidor.
El sonido tintineante del cristal quebrándose llenó el silencio de la sala. Todo se congeló por un instante para ellos, yo solo miraba al suelo avergonzada y nerviosa.
-Esta familia piensa acabar con mi juego de tasas francés, ayer fue Jessica que me aventó una y por poco me la raja en la cabeza-murmulla Irene por lo bajo pero Juvia y su primo lejano están aún en shock.
-¿Y tú que esperas?. Limpia eso-comienzo a recoger los añicos con las manos desnudas y siento el filoso vidrio hacer un corte en mi carne, sentí una presión en mi brazo que me hizo ponerme en pié y choqué con unos ojos verdes que soltaban chispas de lo furioso que estaba.
-Je...Siegrain, ¿que haces?-murmuro casi en un suspiro.
-Esta tarde tendrá noticias nuestras señora Strauss-fue lo único que dijo antes de arrastrarme fuera de esa casa con Juvia tras nosotros.
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¿Que les ha parecido el capítulo?
Si lo sé, estuvo largo. Well... En mi defensa he de decir que tenía inspiración y como de crueldad iba el caso
💀 digamos que disfruté escribiéndolo💀
Con mucho amor para ustedes mis estrellitas.
Vota 🌟 si te gustó la reacción de Jellal al ver a Erza de sirvienta
Comenta 💬 si hubo algo que te emperró/encantó del capítulo.
El especial Gruvia está cerca.
Si te aburre esperar a la siguiente actualización (más bien edición) pásate por mi perfil, tal vez te guste mi otra historia Mujer de lujo
Y te repito, si eres nuevo en la historia NO continúes leyendo hasta la próxima edición, aunque haya cap, hasta que no veas •Capítulo séptimo• no lo abras, ese es el lado oscuro, además he modificado tanto el contenido que siquiera vas a enterarte de algo.
Besos
✂------------------------Hannah Blue-----------------------
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