Incredulidad eso era para muchos vikingos al servicio de Drago pues, si te digieran que una chica menor que Drago además de ser su esposa era capaz de domar al dragón más peligroso, escurridizo, de todos los tiempos; muchos de ellos te dirían es mentira fábulas o cuentos para niños, pero para la sorpresa de todos vieron salir al dragón e ir por un tronco a medio quemado y empezar a dibujar justo como Hipo lo hacía (claro solo eran garabatos), pero al pararse y empezar a dar vueltas como en una danza y termina enfrente del dragón y aceptar la mano de su nuevo maestro era una locura indescriptible, y una vez salió Hipo, los gritos de euforia, y de sorpresa de todos y cada uno de los guardias, y soldados resonaron en el barco pues nadie y digo nadie había hecho eso y salir intacto, aque había algunos escépticos; quienes creían que lo que habían dicho sus compañeros era mentira, pero por fin lo vieron y la emoción era latente, muchos de los vikingos la felicitaban pero Hipo no estaba prestando atención ella estaba en su propio mundo.

| Narrando en tercera persona. |

Hipo, salió de la jaula pensando en lo que había sucedido antes... cuando se encontró con el Furia Nocturna de nuevo, nunca en la historia ninguna vikinga o ningún un vikingo había tocado un dragón; claro había excepciones como Drago el cual normalmente le habría gritado o golpeado... pero nunca solo lo habrían tocado, es decir que la sensación fue increíble sería no hacerle justicia a la sensación real, esta sensación fue mucho más que increíble... la sensación de la piel fría y escamosa del Furia Nocturna en su palma... y la forma en que dejó que se acercara a ella...

Salió de jaula aún en su gran e inolvidable experiencia, pero su andar fue interrumpido porque se estrelló contra Eret, así que volteo a verlo.

"Jaja mira quien lo dirá eh, eres una mujer llena de sorpresas" - Comentó con nervios, pero su comentario intrigo a Hipo.

"Eh gracias... creo" - Dijo restándole importancia, sin decir nada más rodeó a Eret para ir a su habitación para comer después de todo ya era tarde y, ya estaba hambrienta, pero una vez más Eret la detuvo - "Solo quería disculparme por dudar de sus capacidades". -

- "Okey estás disculpado, pero ya tengo que irme ha sido un día casi y..." - Respondió aún con duda.

"Oh sí lo lamento por entretenerla más". - Así que Eret empezó a divagar, pero Hipo ya no le prestó atención y siguió su camino, sin embargo Günther uno de los guardias de Hipo lo empujó para que se callara.

| Narra Hipo |

Bueno eso fue extraño, pero ya no le voy a dar importancia, nada ni nadie va a interrumpir mi felicidad así que seguí mi camino. Sin embargo no contaba que me iba a volver a estrellar pero esta vez contra Drago.

"Vaya estás tan emocionada por tu progreso que no has visto por donde vas" - El comentario sarcástico de Drago hizo que me avergonzara - "Disculpa por eso, pero yo diría que si" - Respondí aun avergonzada.

"Jejeje no hay problema mi pequeña dragonsita" - Respondió con gracia, pues no sentí ninguna pisca de burla o maldad. - "Es normal la primera vez yo..." - No termino de contestar pues mi estómago gruñón con tanta fuerza como si un dragón se tratará, sentí mi cara enrojecerse hasta tal punto que parecía una espada en la forga.

"Antes de contarte más, vamos a comer algo" - Solo pude asentir con la cabeza, pues mi vergüenza no me dejaba responder.

Así tuvimos una cena tranquila, y llena de historias, pues me contó gran parte de su juventud un pequeño guerrero de un clan extinto de cual nadie sabe y nadie lo recuerda; un pueblo que vivia con mide por cada incursión de dragones, un pueblo que vivia de la miseria a tal punto que muchos de jóvenes, adultos y niños, morían de hambre, me dijo que llegó hasta tal punto de llegar al canibalismo solo para sobrevivir, pero un día decidió cambiar el destino de el y su pueblo la última incursión y todo sería diferente y así fue, pues en aquella incursión estaba llena de "Pesadillas Monstruosas" uno de los dragones más temidos Pero también había un Furia Nocturna, el defendió su a su familia, su hogar y gente, pero fue inútil, lo perdió todo e incluso un brazo. Pero ese Juro acabar con el "gobierno tiránico" de los dragones de una vez por todas, Drago aprendió a controlar a los dragones con fuerza bruta y finalmente encontró una cría de Salvajibestia en una de sus primeras conquistas y la torturó hasta que se volvió completamente subordinada a él. Nunca había visto a ninguno así cuando lo vea será interesante, también de como reunió y junto a hombres que le son leales hasta la muerte, pero en fin no me contó más, al contrario me llevó hasta nuestra habitación para tener otra noche de sexo salvaje, así que empezé a desvestirme, al igual que el, y cuando quede desnuda completamente me arrodillé para empezar a chuparle su gruesa y dura verga, pero antes de tan siquiera poder chupársela; fuimos interrumpidos porque tocaron la puerta y asi interrumpiendo nuestra diversión, ví como Drago empezó a maldecir y jurar que matará a quien se atrevió a molestar nos.

"Quien se atreve a molestarnos" - Gruño antes de abrir la puerta, por suerte yo me aleje de la vista para taparme con una de las pieles, así que me senté en la cama esperando aque Drago volviera y después de unos segundos, el cerro la puerta y empezó a vestirse, se me hizo raro así que me acerque a preguntarle - "¿Qué sucede?" -

"Vístete y ve a la cama, para que descanses, será un viaje algo aguitado". - La curiosidad me invadió una vez más, así que decidí preguntar - "¿Por qué?" - Termino de vestirse y avanzó hasta la puerta y ahí me contestó - "Nuestros recursos no aguantarán más así que iremos a la isla de las montañas colmillo, para reabastecer nuestras provisiones" - Sin decir nada más se retiró dejándome sola en nuestra habitación, suspiré de alivio y decidí descansar como el dijo, en cuestión de segundos quedé profundamente dormida.

| Narrador en tercera persona |

A la mañana siguiente, como de costumbre se levantó, y se observo en el espejo pero Hipo noto algo nuevo en su apariencia; aumento algo de peso claro sin exagerar pero también noto se estaba volviendo algo ¿voluptuosa? Sus senos y pompas estaban aumentando de tamaño sin exagerar, con una figura curvilínea, y delgada, también agarro altura claro solo unos centímetros; sacudió su cabeza y observar la ropa que usará hoy y era un favorecedor vestido rojo carmesí mangas largas colgantes, y un dobladillo que le llega hasta los pies, junto a la misma capa de piel oso marrón de ayer, para mantenerme abrigada, junto con un par de botas largas de piel marrones, así se empezó a vestir y se trenzo el cabello en una trenza francesa suelta que se extendía sobre mi hombro izquierdo, y atado con una banda para el pelo con símbolo de dragón. Una vez vestida, desayuno y salió a cubierta, junto a su guardia Günter.

Y ya en la cubierta pudo observar no muy lejos la gran isla, y sin duda parecían tres colmillos, pero lo que más le interesaba era un cambio de aires, pues el aire salado del mar ya la habían cansado, y hasta cierto punto asqueado; sus pensamientos por la aparición de Drago así que lo saludo.

"Buenos días." - dijo con una sonrisa nerviosa, y Drago le regreso el saludo.

"Buenos días y dime dormiste bien" - "Si muy bien, creo que estado más casada de lo normal eso es todo".

Drago meditó por un momento lo dicho por hipo, sin embargo no comento nada solo limito a asentir y avanzó hasta ella y la guío hasta las jaulas, ahí fue cuando hablo.

"Los dragones que aún no han sido domandos del todo, serán bajados y llevados hasta una jaula en el coliseo de la isla y estarán ahí hasta que volvamos a navegar" - Ante la información Hipo asintio sin protestar, pero una duda apareció en su mente - "¿E incluso chimuelo?". - Preguntó ella

"¿Chimuelo?" - Respondió Drago con otra pregunta, sin embargo Hipo rápidamente contesto apenada y tartamudeando - "Si m-mi dragón, e-el Furia Nocturna".

"Sobre todo el" - Contestó Drago sin cuestionar el nombre de dragón, después de todo el ya se lo había regalado.

Hipo no era la de pedir algo, pero hoy tenía que hacerlo así se mordió el labio y habló - "M-me p-podrías permitir, bajar yo misma a "Chimuelo" p-por favor" - Drago volteo a verla intrigado ante la petición de su mujer, sabía que era peligroso dejarla hacer eso; así que la vio directo a los ojos y lo vio no había duda ni temor solo un chispa que nunca había visto, asi que acepto.

| Narra Hipo |

Al ser guiada por Drago hasta las jaulas y Drago al hablarme de bajar a los dragones que capturaron a penas ayer, y también a "Chimuelo", me preocupo pues ya había visto como bajaban a los dragones, y hacen lo mismo con "Chimuelo" puede que pierda todo el avance que ya tenía con el, así pregunté si también a Chimuelo, y al darme cuenta que mencioné el nombre de mi dragón, una vergüenza me invadió pues nunca le dije que nombre al dragón. Pero afortunadamente no me cuestión más el nombre de chimuelo, así que le iba a pedir que lo bajara yo, aunque yo no era la de pedir algo pues siempre me las arreglaba solo en Berk ni siquiera a mi padre Estoico el basto, pero hoy tenía que hacerlo así me mordi el labio indecisa así que hablé. - "M-me p-podrías permitir, bajar yo misma a "Chimuelo" p-por favor" - Lo ví que me miró con duda además de buscaba algo escuadriñando mi alma, y aunque tenia miedo de su decisión, no tenia miedo en enfrentarme a el si era por bien de mi dragón.

Solo fueron segundos, pero para mí fueron horas antes de que el aceptará así el me empezó a alejar de las jaulas, pero el empezó a dar ordenes. - "Rápido preparen a los dragones para bajarlos pero dejen al Furia de el se encargará alguien más". - Vio como el me volteo a ver y volvió avanzar has el frente del barco mire en dirección de las jaulas una última vez.

| Narrando en tercera persona |

Drago e Hipo iban caminando a la par cuando oyó gritar a los soldados que desembarcaran en cinco minutos, así que ella impacientemente corrió hasta el frente del barco, ignorando la dos grandes y gruesas cadenas y al dragón debajo del agua que tiraba de barco; Hipo vio varios estandartes plantados en el suelo, en los techos de las casas; la imagen que tenía el emblema era la de una calavera de un Pesadilla Monstruosa con una espada en el centro, era extraño pero no le importaba; lo que le a ella le importaba era buscar una herrería después de todo ella se crío literalmente en una, su infancia y adolescencia se la pasaba aprendiendo y ayudando a Bocón un segundo padre para ella (o más bien su único padre), ella se perdió en sus pensamientos momentáneamente hasta que la mano de Drago se posó sobre su hombro.

"Está isla me es leal y todos aquí saben que ya estoy casado, así que no te preocupes si te hostigan y si es así solo dímelo" - "S-si G-gracias". - Respondió Hipo con ligera vergüenza, sin voltear a verlo.

"Prepárate, no falta mucho para desembarcar". - A Hipo le brillaron sus ojos y se fue corriendo para buscar la forma de bajar a su dragón y amigo "Chimuelo".