∆ Capitulo Once ∆
Punto de vista de Hipo
"El mundo se arrodillará ante nosotros, y la gente que no está con nosotros es el enemigo, y todos ellos nos temerán".
Me quedé sentada en aquella enorme cama desnuda, solo siendo tapada por aquellas sábanas pensando y dándole vuelta a aquellas palabras no salían de mi mente repitiéndose en mi cabeza, Drago sin duda estaba demente pero no dudo que aquellas palabras sean ciertas y no solo promesas o amenazas sin respaldo ya lo he visto con mis propios ojos Drago tiene el poder y los recursos, tiene una gran flotilla de barcos a su disposición y sin contar al gran número de dragones bajo su control así si quisiera ya hubiera acabado con todo Berk o con la tribu Berserker o con alguna otra tribu sin problema alguno.
Pero ya no quería seguir pensando en eso y cambié los pensamientos a otros, que voy a hacer con la "furia nocturna", se que Drago puede controlar y dominar al dragón sin problemas pero eso me atormentaba su forma de controlarlos, sus gritos, gestos e incluso golpes con su bastón son suficientes como para controlar hasta un "pesadilla monstruosa" un dragón que sin problemas es capaz de matar y acabar con toda una aldea hasta sus cimientos.
Me levanté y miré lo que iba a usar, era un vestido largo de color azul oscuro, con mangas largas colgantes con una capa de piel gris blanca para mantenerme abrigada, junto con un par de botas largas de piel, me vestí lentamente y me trencé el cabello, una vez vestida fuí hacia la pequeña mesa donde se encontraba fruta, carnes ahumadas y vino, tenía hambre un poco de hambre, así que empezé a comer y me servi un buen trago de aquel vino. Nunca me imaginé que alguna vez pudiera comer como ahora lo hago y sin contar que ahora también busco las bebidas alcohólicas, ya sea vino un poco de hidromiel, sin duda este lugar me está cambiando y no solo físicamente si no también mentalmente, e incluso podría decir que sentimentalmente no sé si solo era por la extraña lujuria que empezaba a surgir o en realidad estaba empezando a amar a Drago y su extraña loca forma de amarme, termine de desayunar y decidí salir a la cubierta pero extrañamente también lleve mis nuevos materiales para dibujar otro regalo de mi marido, una vez abrí la puerta y ahí estaban mis guardias para evitar que haga otra locura aunque ya no he pensado en escapar.
La caminata hacia la cubierta no fue demasiado larga, talvez por el hecho de que ya me acostumbré a vivir dentro de esté barco de guerra.
Narrador en tercera persona.
Hipo busco un buen lugar en dónde sentarse, para encontrar aquella inspiración para dibujar pero no había nada más que mar por dónde viese y en la cubierta solo estaba Drago dando órdenes a sus guerreros, para ponerle una armadura a otro dragón, y con suspiro de frustración dejo sus materiales de dibujo ella realmente quería dibujar algo o más en específico el rostro de su marido Drago ya su rostro sería un desafío ya que todas aquellas cicatrices o gestos sin duda sería un reto, por por ahora no había visto ningún ángulo bueno para dibujarlo. El sonido de algo chocando y golpeando le interesó así que se levantó y avanzó hasta el origen del ruido, claro siempre acompañada por sus guardias y al verlo se sorprendió era el Furia Nocturna el cual estaba en una jaula grande pero no mucho, ni tampoco muy chiquita, era lo suficiente espacioso para que se moviera.
Hipo avanzó hasta estar e frente a la jaula, pero se llevó un susto ya que el dragón no la noto y fue a estrellarse con la jaula para intentarla destruirla ya que no podía utilizar su ataque de plasma ya que tenía un bozal que impedía abrió su hocico para que pudiera escupir fuego.
Punto de vista de Hipo
Vaya que asustó de dió el dragón hasta me hizo caerme de sentón, mis guardias rápidamente se acercaron a levantarme y a preguntarme si no me paso nada pero respondí que estoy bien trataron de alejarme de la jaula pero me negué, vi que el Furia Nocturna tenía un bosal que le impedía que pudiera atacó con su plasma.
– "¿Disculpa pero el dragón no ha intentado nada o ha comido algo?" Y su respuesta ya la sospechaba.
"Nada jefa, Drago ordenó que se le negará la comida", aquella respuesta me hizo recordar un comentario que Drago me dijo está mañana antes de levantarse e irse, pero el también algo que me sorprendió fue que me dijo jefa, no no no deja eso para después tengo otros asuntos. – "Ve por un pecado crudo" ordene.
"Pero…"
– "Pero dijiste pero, te di una orden" por primera vez mi voz no tenía ningún signo de timidez, al contrario mi tono era serio e incluso una versión muy suave al tono que usualmente usa Drago, uno de los guardias rápidamente obedeció y salió corriendo por el pez, una vez lo ví irse me voltee pero me que sin habla ya que nunca me imaginé que pudiera ordenar y mucho menos a los soldados de Drago ellos por mucho eran más rudos que la gente de Berk y mucho más sangrientos que los Beserkers.
Y con un suspiro me volví a acercar a la jaula, pensado que efectivamente el estar aquí con Drago me está cambiando estoy madurando y eso no se si es bueno o malo, la voz del guardia que traía el pescado me saco de mis pensamientos. Tome el pecado y ordene que abrieran la puerta de jaula y lo vio tenían miedo de hacerlo pero al mismo tiempo no querían desobedecer mis órdenes, era un miedo mucho más grande que yo le digiera a Drago que no obedecen mis órdenes al abrirse entre ví a los guardias que querían seguirme y meterse, pero no los deje al contrario los alejé de la jaula lo suficiente como para darles tiempo que pudieran hacer algo si me ven en peligro.
Aún recuerdo lo que leí una vez en el libro de dragones "La descendencia impía del rayo y la muerte misma. Nunca te enfrentes a este dragón". Quizás sea demasiado tarde para eso. "Tu única oportunidad: escóndete y reza para que no te encuentre". No voy a mentir tenía miedo pero ya estoy aquí y no voy a retroceder, no después de mostrar que puedo ser algo más que un simple juguete – "Aquí voy, Odin protegeme".
Narrador en tercera persona.
Los vigilantes encargados los dragones notaron la conmoción que había hecho la esposa de Drago, y sin duda estaba dudoso de dejarla seguir con lo que va a hacer pero su curiosidad era mayor así solo se pusieron a ver claro atentos ante cualquier signó de peligro y así empezaron a exparcir el rumor y poco a poco más y más gente se reunieron aunque muy discretamente no querían que el dragón se pusiera a la defensiva.
Hipo ya en la jaula quería quitarle el bozal al Furia Nocturna para que comiera, pero al dragón se movia de lugar evitando la a toda costa y siempre a la defensiva y gruñendo, los minutos pasaban y cada intento por quitarle el bozal fallaba lo que frustraba a Hipo pero si el dragón era terco ella podía ser más terca, así que sin miedo alguno aguardo bien el pescado entre su vestido y se lanzó sobre el Furia Nocturna y con un poco de suerte pudo agarrar el bozal. Agarró y se aferró al bozal mientras el dragón se movia, se sacudía y se levantaba tratándose de quitársela, los minutos en lo que trato se sintieron horas, pero al fin Hipo pudo quitarle el bozal y por la misma inercia fue lanzada, y por azares del destino volvió a caer sobre su tracero.
Todos los que observaban se sorprendieron no cualquiera se atrevería a tanto, en tierras lejanas habían oído un dicho que decía "Agarra al toro por los cuernos", pero solo esa chica, la jefa y esposa de Drago, literalmente agarró a un dragón de su hocico y este no era cualquier dragón.
Hipo dio suspiro de cansancio fue un reto sin duda pero estaba orgullosa y satisfecha había logrado quitarle el bozal, el Furia Nocturna también se sentía bien sin el bozal, así que olfateo el aire pero en el aire solo podía percibir el aroma del pescado así que curioso solo dió media vuelta hasta estar enfrente de Hipo la cual desprendía aquel aroma y ella con cuidado mostró el pescado el dragón .
Punto de vista de Hipo
El Furia Nocturna me olfateó y le tendí el pescado con nerviosismo mientras de repente se relajó, sus pupilas pasaron de ser rendijas enojadas a orbes curiosos. Me miró fijamente mientras su oreja temblaba. Me sorprendió su repentino cambio de comportamiento, pero se veía tan lindo. Se acercó lentamente y abrió la boca. – "Eh, no tienes dientes, no tenía idea de que fueras..." La Furia Nocturna de repente saltó hacia adelante y me arrebató el pescado de las manos, de repente aparecieron dientes, desgarrando el pescado en pedazos mientras lo tragaba. Rápidamente me aparté, por miedo a que tomara mis manos junto con el pescado y retrocedí. Se lamió los labios y me miró. – "Chimuelo." murmuré.
De repente empezó a olfatear y a caminar hacia mí. Instintivamente retrocedí y caí sobre mi trasero una vez más, arrastrándome hacia atrás mientras él continuaba avanzando hacia mí. Me detuve cuando llegué hasta la pared de la jaula, dejándome sin adónde ir. – "No, no, no, ya no tengo más". Supliqué, esperando que me perdonará.
De repente escuché algo en su estómago. Su garganta hizo un sonido de hik y dejó caer la mitad de la cola del pescado en mi regazo. – "Eww..." murmuré.
El dragón retrocedió y se sentó como si de una persona se tratara. Me senté más cómodamente y sostuve en mis manos el pescado que acababa de arrojar. Él me miró y yo lo miré, sin saber qué hacer. Junté mis rodillas contra mi pecho, sin saber qué hacer. Miró al pez y luego a mí. Yo hice lo mismo. ¿Él quería que lo hiciera? No... ¡Uf! ¡Oh maldición!
Suspiré y de mala gana me llevé el pescado a la boca y le di un pequeño mordisco. – "Mm..." Traté de hacer que pareciera que sabía bien, esperando que él terminara el resto por mí. Sus orejas se dispararon y su cabeza ladeó hacia un lado cuando hice el sonido. Mantuve el pescado en mi boca, decidida a no tragarlo mientras intentaba que él tomara el resto.
De repente, tragó. Oh Odín... Le lancé una mirada y dije: – "No puedo creer esto". Tragué fuerte, tratando de evitar que volviera a subir mientras me estremecía ante la cosa horrible que acababa de comer. La Furia se lamió los labios.
Lo miré y sonreí. Entonces el dragón me miró entrecerrando los ojos y comenzó a abrir los labios en una especie de sonrisa. Me sorprendí pero no pude evitar encontrarlo tan adorable...
Dejé el pescado a un lado y lentamente me levanté, extendiendo mi mano para tocarle la nariz. Una vez que me acerqué demasiado, me enseñó los dientes, sus ojos volvieron a convertirse en rendijas y se alejó hasta el otro lado de la jaula.
Y con un suspiro me levanté e hice lo más sensato, darle su espacio y tiempo, así que me acerque a la puerta ví como uno de mis guardias me abrió la puerta y una vez afuera la volvió a cerrar con llave para evitar que escapé. Pero antes de irme vi a alguien o más bien vi a Drago acercándose lentamente a mi, estaba nerviosa y sudando a mares cuando estaba en la jaula con el Furia Nocturna y le tenía miedo, pero ahora le tengo más miedo a Drago. Sin embargo lo que sucedió no me lo esperaba Drago me abrazo tan fuerte y me dió una mirada de orgullo, algo muy diferente a lo que me había acostumbrado, pero lo que me sorprendió más fueron sus palabras – "Te dije que eres especial, y tendrás al mundo bajo tus pies".
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