- "Te dije que eres especial, y tendrás al mundo bajo tus pies, tu estás destinada a la grandeza". - así Drago acercó a Hipo y le dió un gran beso mientras sus lenguas viajaban dentro de mi boca de cada uno, bailando y lamiendo sus dientes, sabía a pescado crudo, junto a un extraño y asqueroso y a hidromiel con algunos toques de vino tinto que duro bastante hasta que ambos se separaron jadeando y buscando un poco de aire Pero con pequeño hilo de baba que provenía de ambos.

"Esto hay que celebrarlo con un gran festín" - Proclamó Drago todos los hombres en el barco gritaron de euforia, y rápidamente se dispersaron para organizar todo para el gran banquete, los fue cuestión de minutos antes de que un gran mesa central y otras mesas se pusieran en centro del navío; Drago acercó más a Hipo junto a el abrazado la por la cintura, la guío hasta la mesa más grande y una vez ahí se sentaron y sus hombres hicieron lo mismo se sentaron después de ellos, no tardó mucho cuando el cheff y varias criadas subieron a cubierta con grandes cantidades de comida para todos, pero cada platillo era diferente había carne de jabalí, carne de oveja, pescado, pollo y carne de res, y bebidas por montón hidromiel y  vino, sin duda un gran banquete.

Punto de vista de Hipo

No sabía que pensar pues lo que hice no merecía una gran fiesta en mi opinión, sin embargo lo que dijo Drago, no me lo creo ¿yo destinada a la grandeza? Era un chiste de mal gusto pero por qué siento que sus palabras eran la verdad, sin embargo estaba metida en mis pensamientos que fui tomada por sorpresa cuando el me beso; lo sentí era apasionado pero brusco, sentí como me metía su lengua buscando dominar mi boca como muchas veces ya lo ha hecho sin embargo actúe instintivamente yo también moví mi lengua, tratando de luchar con la de el; pero lo que era una lucha por el control se convirtió en una danza de sabores la cual fue duradera hasta que me separé de el por la falta de aire, y una vez más Drago me acerco a el abrazándome por la cadera para guiarme hacia la gran mesa la cual estaba destinada para nosotros, y una vez ya sentados el cocinero junto a las criadas empezaron a servir todos los platillos que habían preparado y sin duda era todo un buffet, había variedad pescados, pollo y carne de vaca; al igual que gran variedad de bebidas desde hidromiel, vinos y cervezas. Así que nos dispusimos a comer, y sin duda todo estaba muy rico, como siempre yo comía tranquilamente y lo más civilizado hasta cierto punto, pues yo veía como y cada uno de los hombres de dragón comían como bestias salvajes (aunque no es que no lo fueran) se metían bocado tras bocado y sin tragar, hablaban mientras aún tenían comida en la boca; pero aún así volteo ligeramente para ver a Drago y me doy cuenta que el es lo más civilizado al comer al igual que yo, el daba bocados grandes pero esperaba hasta haber masticado lo suficiente como para tragar y sobretodo no masticar a con la boca abierta, sin duda cada día descubro más cosas sobre Drago mi marido, loco, psicópata y desquiciado, pero civilizado hasta cierto punto; volví a seguir comiendo, hasta que Drago dejo de comer y se levantó mi curiosidad creció y volteo a ver solo para ver qué el me tendió su mano y me ayudó a levantarme, para después dar un discurso.

— "Hoy es un grandioso día para esta fiesta" – Todos y cada uno de los hombres de Drago gritaron de emoción, sin embargo Drago volvió a hablar. – "Pero tenemos que dejarlos por otros compromisos jajaja, sin embargo que la fiesta continúe". — Entonces puso su carnosa mano sobre mi pierna, haciendo que mi cara se pusiera roja otra vez oi las risas de burla de algunos hombres, pero ya sabía lo que quería, esta era la única forma en que podía complacerlo, así el me volvió a guiar de regreso a nuestros aposentos; donde una vez ahí comencé a desatar mi vestido, mientras que Dragon ya estaba subiendo la falda, su mano real ahuecada entre mis piernas mientras me miraba con pura hambre, ya podía ver el enorme bulto en sus pantalones.

Ya estaba completamente desnuda, el se quitó los pantalones, y me arrodillé, abrí la boca y dejé que mis dedos recorrieran sus testículos mientras mi boca hacía el resto del trabajo, me susurraba cosas dulces, diciéndome lo bien que se sentía. Una vez que eso finalmente terminó, me levantó, tirándome hacia su regazo, sintiendo su polla presionando contra la parte interna de mi muslo, me recostó en la cama antes de empujarse dentro de mí, esta vez no sentía dolor, ni asco, ahora solo había nada más que placer, él cambiaba de posición, esta vez yo estaba arriba y movía mis caderas, sintiendo que me acercaba antes de gritar de placer. Cada vez que hacíamos lo mismo, ya todo era más fácil y como si de una danza se tratara nos movemos como uno solo en esta danza del placer. Aún había dudas si amaba esto o lo odiaba, sé quién es Drago, pero ahora ya me resulta más difícil resistirme, no quería que me hiciera sentir bien, no quería que me diera placer todas las noches, pero era tan embriagante que cada noche lo hacemos era una éxtasis muy fuerte.

Apoyé mi cabeza sobre su pecho, cubierto de cicatrices y quemaduras, y empezé a recorrerlas con mis dedos, preguntándome qué le había causado esto. Luego miraba a su izquierda, preguntándome qué le había quitado el brazo izquierdo, no quedaba nada de él, solo un pequeño muñón, cubierto por una gran prótesis de metal. Drago pasaba sus dedos por mi cabello largo, luego trazaba sus dedos a lo largo de mi espalda. Por lo general, sentía mis costillas, no era la mujer más grande del mundo, de hecho era un esqueleto andante en comparación con otras mujeres vikingas, pero desde que estoy aqui eso ha ido cambiando ahora ya no sentían eh estado agarrando más carne.

No sabía lo que Drago vio en mí, sé que me quería por ese maldito trato que hizo hace años mi propio padre, y cada vez que lo recordaba me enojaba, no creo que lo perdonara nunca aún tenía mucho resentimiento, pero después de todo yo no tenía a nadie que me protegiera, solo era la chica de la que todos se olvidaban nada más que una paria, Berk nunca fue mi hogar y nunca lo será.

Pero este lugar era todo lo contrario, aunque me vigilaban las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, pero a pesar de eso todos se preocupaban por mi incluso Drago con loca y extraña forma de amar. Entonces el miedo a quedarme embarazada empezó a apoderarse de mí otra vez, ya tenía edad para empezar a tener hijos, pero no estaba preparada. No quería tener hijos, no sabía si podría tener alguno todavía. Mi madre tuvo dificultades para traerme al mundo, ahora tal vez tendría que revivirlo todo. No quería morir en medio del parto, dejando a un niño inocente para que lo criara Drago, no, ningún niño debería pasar por eso.

Drago comenzó a besarme de nuevo, me incliné lentamente contra él, dejando que sus labios lamieran y mordisquearan mi cuello y mis pechos. Solté algunos gemidos, más comenzaron a escapar de mis labios cuanto más jugaba con mis pezones. Toda mi cara todavía estaba sonrojada, me acosté boca arriba, dejé que tomara su mano y apretara una de ellas con fuerza, lo que me hizo gemir más fuerte. Lo suficiente para que la habitación hiciera eco, mis piernas se sentían como si cedieran, Drago soltó una pequeña risa, luciendo complacido consigo mismo por hacer esto.

Después de que terminó de jugar con mi pecho, se movió entre mis piernas, lamiendo mis piernas por dentro, enviando escalofríos por mi columna cuando hizo esto. Luego empujó su boca caliente dentro de mi feminidad, haciendo que mis ojos rodaran, haciéndome inhalar profundamente, abriendo mis piernas más.

Continuó haciéndome el amor con su boca, usando su mano divina para agarrarme el culo con fuerza. Se estaba volviendo más codicioso con mi cuerpo, simplemente tomando lo que creía que era suyo. Entonces finalmente llegué al clímax en su boca, lamiendo mi semen directamente de sus labios, me miró con una sonrisa oscura.

"A mi pequeño dragón le encanta rugir para mí" — Dijo con un poco de maldad en su voz. Se subió de nuevo encima de mí y volvió a hacerlo, esta vez el sexo fue más rítmico. Una vez que todo terminó, me acosté en mi lado de la cama, sintiéndome demasiado cansada como para preocuparme si él venía a envolverme en sus brazos; me acomode mejor y finalmente pude relajarme para dormir. Todas las mañanas siempre despertaba abrazada con fuerza por el, y para alguien con un solo brazo tenía un agarre mortal. Y después de un rato caía en un sueño profundo, a veces no me despertaba hasta la tarde, a Drago no le importaba cuánto tiempo dormía, mientras estuviera en nuestras habitaciones todo estaba bien.

A la mañana siguiente una vez más estaba sola al despertar, y pues era normal después de lo de anoche terminé más cansada de lo normal pero no le di importancia Me levanté y miré lo que iba a usar, era un vestido largo de color verde oscuro, con mangas largas colgantes con una capa de piel oso, de un color marrón para mantenerme abrigada, junto con un par de botas largas de piel gris, me vestí y me trencé el cabello en una trenza francesa suelta que se extendía sobre mi hombro izquierdo, y atado con una banda para el pelo con símbolo de dragón, una vez vestida fuí hacia la pequeña mesa donde se encontraba fruta, carnes ahumadas y cerveza, así que empezé a comer.

Una vez termine, tome utensilios de pintura y salí de mi habitación con dirección a la cubierta y de ahí a las jaulas, y como siempre dos guardias vigilandome y siguiéndome, algo ya no le tome importancia asi que seguí mi camino hasta la cubierta; ya en la cubierta como de costumbre oi a Drago gritando órdenes, pero está vez logré ver a Eret hablando con Drago, lo ví que burlo de algo y también vi como Drago lo agarro por el cuello y lo empezó a ahorcar, no pensé más y en eso y me dirigí hasta la jaula de "Chimuelo", no sin antes tomar otros peces. Y ahí lo ví con el mismo bozal para evitar que atacara a alguien, así que suspiré con frustración y enojo así, una vez ahí volví a oredenar le a los guardias que me abrieran la puerta de la jaula.

| Narrando en tercera persona. |

"Les pido amablemente que me abran la puerta" — El guardia dudó por un momento pero la abrió y así Hipo entro a la jaula, sin sospechar que desde la distancia era vijilada por Drago y Eret. Una vez en la jaula hipo hablo suavemente con el "Furia Nocturna".

"Hola amigo me recuerdas soy yo ven, ven amigo vamos a quitarte eso, ¿Quieres?" – Y a pesar de aún ser desconfiado con ella, el Furia Nocturna se acercó lentamente hasta Hipo permitiéndole que ella le quitará aquello que le molestaba. Así Hipo con cuidado le quitó el bozal y lanzando lo más lejos posible.

"Listo, ya está mucho mejor" — Dijo dando unos paso hacia atrás, y para sorpresa de Eret quien tenía la boca abierta era sorprendente, Drago simplemente se burlo de el.

"¿Qué te pasa mucho? Jajaja cierra la boca o se puede congelar la lengua hasta caerse" — Y así Drago se alejo para resolver otros asuntos más importantes, confiando en que todo va estar bien.

| Narra Hipo |

Di unos pasos hacia atrás para que "Chimuelo" se sintiera más cómodo, ví como sacudió la cabeza para después olfatear el aire en busca del pecado, asi que sonreí con diversión — "O me parece que buscas esto" — Dije mientras mostraba los pescados que tenía y los meneaba de un lado a otro, para atraer la atención de "Chimuelo", el cual parecía una gato siguiendo con la vista los pescados; así que le lance los peces al aire los cuales atrapó sin problema; y dos bocados se los acabo, estiré mi mano en su dirección para tocarlo, y al ver mis intenciones me gruño y alejó hasta el otro lado de la jaula, después de unos segundos me acerqué lentamente a él mientras buscaba la posición para estar más cómodo. Se sentó, listo para tomar una siesta. Aproveché la oportunidad para acercarme sigilosamente a él y sentarme a su lado. Cuando me vio, bajó las orejas y emitió un gruñido. Movió el cuerpo y se envolvió el cuerpo con la cola para que no pudiera verle la cara.

Ahora tenía la oportunidad perfecta de examinarlo pero algo en su cola o más bien la falta de algo en su cola me llamó la atención. Me acerqué lentamente a ella, pero de repente levantó la cola para mirarme, así que me alejé tranquilamente. El dragón se puso de pie y decidió dormir en la otra esquina de la jaula, así que me retiré hacia un lado de la puerta de la jaula y comencé a dibujar en mi libreta de dibujo.

El sol empezó a ponerse y finalmente dibuje al dragón, sentí una sombra sobre mí y escuché al dragón ronronear justo a mi lado. Miré de reojo y vi que me estaba mirando mientras dibujaba en sus ojos. Ronroneó ante mi dibujo antes de irse, Miré mi dibujo durante unos segundos más antes de girar la cabeza para ver qué estaba haciendo.

Oí que se abría la puerta al igual que los gritos de los guardias alarmados y miré hacia el dragón mientras éste salía de la jaula y arrancaba una rama a medio quemar con gran trozo de carbón y regreso hasta la jaula y comenzaba a dibujar su propio patrón en el suelo de la cubierta. Me miró y me sonrió antes de continuar, cuando terminó, dejó caer la rama y asintió con la cabeza en señal de aprobación de su trabajo. Me puse de pie y examiné su pequeño dibujo, me acerqué y pisé una de las líneas, lo que provocó que el dragón me gruñera, miré y me estremecí, levanté el pie y comenzó a ronronear, okey, no pises sus dibujos, muy bien anotado. Una pequeña pisca de curiosidad me invadió así que decidí experimentar; puse mi pie de nuevo en el suelo y él gruñó, lo levanté una vez más y ronroneó, le sonreí y crucé la línea, abriéndome paso a través de su dibujo, con cuidado de no pisarlo. Me detuve cuando sentí algo detrás de mí mientras el dragón soltaba un suspiro que me voló el pelo, me di la vuelta y lo vi mirándome, no estoy segura de qué fue lo que me pasó, pero extendí la mano para tocarlo, su ojo tembló y gruñó un poco cuando me acerqué.

Retiré el brazo y respiré profundamente, miré hacia otro lado y cerré los ojos, extendiendo la mano, no llegué hasta el final; pensé que si confiaba en mí, llegaría hasta el final, unos segundos después, sentí algo frío y escamoso presionado contra mi mano, solté un suspiro que no sabía que estaba conteniendo y miré al dragón, su hocico estaba presionado contra mi mano y tenía los ojos cerrados, dio un paso atrás y olfateó antes de mirarme de nuevo y salir corriendo hacia la otra esquina.