Hiro

Nunca me interesó lo que sucedía en la cafetería durante mi ausencia, hasta ahora.

Uno de estos días que regresé exhausto de la vida adulta, mientras comía mí tía me comentó que harían un pequeño cambio en el café. Supuse que que venderían alguna bebida o cualquier otra cosa parecida .

Nunca me imaginé que el nuevo plan involucraría a un par de músicos.

Lo más sorprendente era que la sugerencia de ofrecer musica en vivo fuera de Kyle.

Realmente estaba lleno de sorpresas al igual que Miguel Rivera y Marco de la Cruz.

La primera vez que los escuché tocar me quedé helado. El dúo de mariachis tenían un talento singular y mucho potencial que explotar.

Marco por ejemplo tenía la voz más fina y delicada, quizá llevará más tiempo estudiando música.

Miguel por su parte tocaba con una naturalidad envidiable la guitarra, como si fuese una extensión de él mismo.

Su concierto me pareció un deleite para el oído.

En un mundo repleto y saturado de musica moderna basura, escuchar algo diferente era muy peculiar y singular.

En especial cuando la música nunca me intereso más allá de escucharla por simple gusto.

Su concierto me había cautivado.

Al igual que los ojos marrones de Miguel. Tenían un brillo indescriptible, al igual que una sonrisa que hechizaba.

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"Ya agarraste por tu cuenta las parrandas
Paloma negra, paloma negra, ¿Dónde estarás? Ya no juegues con mi honra, parrandera si tus caricias deben ser mías, de nadie más"

Poco a poco la voz de iba corriendo y paulatinamente la clientela aumentaba. Me daba gusto que tanto mi tía Cass como ellos salieran beneficiados.

Lo único que me apenaba era que yo no podía disfrutar con todo detalle sus presentaciones.

Al principio solo tocaban los domingos, pero por el buen recibimiento que tuvieron del público incluyeron más días. Así que tanto los martes jueves y domingos los tendríamos en el café.

Me sentía un poco incómodo ante su presencia, no porque no me agradaran, más bien porque no estaba acostumbrado a convivir con tantas personas y menos de mi edad.

Los primeros días los observaba desde atrás de la barra.

Todos incluso Baymax y los  aceptaron rápidamente. Quería hacer lo mismo y no comportarme como un excluido social. No sabía cómo acercarme, y una parte mía tenía miedo de ser rechazado

El día menos pensado me llené de valor y decidí hablarles, me arriesgaba a la posibilidad de su desprecio pero no fue así .

Tanto Miguel como Marco me aceptaron de buen modo. Me recibieron con una ardiente calidez abrazadora.

Conforme convivíamos me sentía más cómodo lleno de dicha, era grato volver a tener amigos. Aquel vacío en mi pecho se desvanecía lentamente, reemplazando lo por una sensación de felicidad indescriptible.

Parecía que finalmente después de tanta desgracia, la vida al fin me sonreía.

Holaaa 🙌 que tal, he vuelto a actualizar después de tanto tiempo.

De pronto me han venido ideas a la mente, espero pronto seguir actualizando. Lo intentaré pero no prometo nada, al menos no pronto para no quedar mal.

Espero que disfruten sigan aquí y que disfruten del capítulo. 💜