Degel no sabía cual era la sorpresa que tenían para ellos.
Sasha le pidió que se cubriera los ojos con una venda que le había entregado y con pasos sigilosos fué guíandolo hasta donde lo esperaban.

Llegaron a una habitación, lo ayudó a pasar para evitar algún accidente. Ambos estando adentro Sasha le retiró la venda tratando de no tirar sus lentes.

— ¿Donde estamos? — Se preguntaba un poco ansioso por querer saber que hacían ahí en una habitación solitaria.

— Aquí tendrás que prepararte, escogimos ese atuendo que está en la cama para tí, espero que te guste.

Degel levantó su mirada para ver a la joven pareja de Aspros— ¿Para que es este atuendo? — Respondió mientras tomaba aquellas prendas, era un traje en color blanco, perfecto para él, un poco holgada la camisa para su pancita.

— Degel — Se acercó Sasha con ternura — Aspros quiso hacer algo por ustedes dos y bueno, Deuteros también está con su hermano y lo están arreglando también.

— ¿Arreglando para qué?

Una tercera voz se escuchaba también, mientras se acercaba a ellos dos — Es una sorpresa Degel, ya lo verás.

El ruso conocía a la perfección aquella voz — Señorita Seraphina ¿También está aqui? — Cuestionó sorprendido al verla llegar también.

— Me declaro culpable Degel, también soy parte de esta sorpresa — Contestó la joven de cabellos plateados con una sonrisa.

— No demoremos más Degel, por favor ponte esta ropa y cuando acabes nos encargaremos de arreglarte para que luzcas radiante —Sasha y Seraphina salieron de la habitación para dejarlo a solas y darle privacidad.

El ruso aún no entendía que sucedía pero hizo lo que le pidieron, se vistió y cuando estuvo listo le avisó a las chicas que ya había terminado.

Lo sentaron frente al tocador y comenzaron arreglarle su cabello, un listón en tonos rojizos adornaba su cabello, también cuidaban otros detalles más en su ropa y en su rostro.

— Estás listo vámonos — Sasha y Seraphina lo tomaron con delicadeza del brazo y lo llevaron hasta el lugar donde tenía que estar presente.

Aspros también llevaba a su hermano del brazo, vestía un traje negro con corbata roja.

— Espero que estés listo hermano, porqué hoy también es un día importante para ustedes dos  — Le respondió Aspros mientras caminaban a un jardín muy bonito, adornado de varias flores.

Deuteros observó que habían varios invitados tomando su lugar en las sillas, hasta el frente se encontraba un pedestal... Ahora entendía, era una boda.

— ¿Te vas a a casar Aspros? — Cuestionó el menor.

Su gemelo se limitó a reír, no dijo nada simplemente lo fué guiando hasta el pedestal  — Si es una ceremonia de matrimonio hermano, pero tú eres el novio.

El menor no creía aquello — ¿Es una broma verdad?

— No es ninguna broma, es un regalo de mi parte después de todo lo malo que pasaron. Además se me hizo buena idea compartir mi fiesta de graduación con tu matrimonio, así todos felices y contentos — Susurró Aspros dejándolo en el pedestal y alzando sus pulgares deseándole suerte.

Pasaron unos minutos, el gemelo menor comenzaba a impacientarse, no sabía como se tomaría la noticia su copito. No demoró mucho en llegar, alzó su vista para ver que ahí estaba su gran amor, sosteniendo un ramo de rosas blancas decoradas con listones dorados.

Comenzó a dar algunos pasos hasta donde se encontraba Deuteros, los invitados tomaron sus lugares, mientras que Aspros y Sasha siempre estuvieron cerca de ellos.

Deuteros sentía que su corazón latía con más fuerza al ver que su pareja estaba a escasos metros de él.
Una belleza en su totalidad.

— Te ves hermoso mi copito — Halagó el gemelo menor, jamás se esperaba este detalle de su hermano. Claro que le había pedido a Degel su mano pero parecía que Aspros le urgía verlos juntos, es por ello que se tomó la molestia de prepararles esta sorpresa.

— No me esperaba esto Deuteros, es hermoso— Respondió con una hermosa sonrisa dibujada en su rostro, después ambos tomaron su lugar frente a todos los demás

La ceremonia comenzó a celebrarse, ambos escuchaban las palabras del juez para unirlos ante la sociedad, no dejaban de mirarse a los ojos, ni de sonreír.

Los demás invitados escuchaban y observaban ese momento único para aquellos dos enamorados.

Con una copa en la mano Kardia los miraba de lejos, aceptó su derrota pero no tenía la fortaleza de ir y felicitarlos.

Tomó la botella de Whisky para poder servirse más en su copa pero una delicada mano de tez morena clara lo detuvo.

— Oye ya es mucho, si sigues así ten por seguro que no sabrás llegar a tu casa.

El heleno se giró para observar mejor, era una bella joven de vestido rojo con detalles amarillos, su cabello como la noche y ojos verdes.

— ¿Tu quien eres? — Se cuestionó un poco desorientado por los efectos del alcohol.

— Mi nombre es Calvera y soy una socia de Aspros.

En un solo momento Kardia inconscientemente quedó maravillado ante la belleza de esa joven, quizá ambos  comiencen a llevarse bien.

La ceremonia había acabado, Degel y Deuteros cerraron con broche de oro colocándose los anillos que Unity y Seraphina le llevaron, el ramillete que llevaba el ruso lo aventó sin darse cuenta que le cayó a la señorita Calvera.

Aspros se dio cuenta de ello y comenzó a reírse — ¡Iremos organizando tu boda Calvera! — Gritó aplaudiendo de manera divertida, hace mucho tiempo que no se divertía de esa manera.

La música, los regalos y el banquete no se hizo esperar.

Aspros anunció ante todos que su hermano y él unirían la empresa de su padre junto con la Editorial donde Degel trabajaba para hacer crecer sus empresas, todo saldría bien para ellos.

  En su niñez y juventud fueron muy distantes pero ahora las cosas habían cambiado porque aquellos gemelos dejaron a un lado sus diferencias para apoyarse el uno al otro.

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Nos vamos al epílogo➡️