4-Extorsión (+18)

Tn se hallaba cenando con los padres de Isabella y todo marchaba bien. Cenaba con modales propios de alguien de su categoría y ella miraba todo sonriente.

―Tn―empezó el padre, un hombre alto, fornido y elegante―nos ha dicho Isabella que estudias Programación y Electrónica―este asintió―hemos revisado tus notas y son excelentes, e incluso has recibido varios premios por tus aportaciones.

―Así es―dijo este en su tono.

―Creo que tienes un brillante futuro por delante y te ayudaremos en lo que haga falta. Estamos seguros de que trabajarás en una gran empresa―comentó el hombre―y te pagarán muy bien. Mi esposa y yo estamos felices de que seas la pareja de nuestra preciosa hija.

―Oh papá, no es para tanto―dijo haciéndose la modesta.

La madre de Isabella era muy parecida a ella en cuanto a belleza y esa noche llevaba un generoso vestido que dejaba poco a la imaginación. Tn pensó que Isabella sería igual a ella pues sus personalidades eran muy parecidas.

―Tu padre tiene razón, ahora...cenemos y degustemos está exquisita cena―dijo alzando su copa.

La casa de Isabella contaba con dos plantas y muchas habitaciones. Se notaba la diferencia económica con Tn, de hecho él se sentía siempre abrumado por ello, aunque nunca lo decía.

Al terminar su cena, sus padres se marcharon porque tenían que tomar un vuelo en la madrugada para un asunto de negocios.

―Bueno, todo ha ido bien por lo que parece―dijo ella quitándose los zapatos.

―Si―respondió este.

Cuando Tn estaba por tomar sus cosas, ella lo empujó a la cama y se colocó encima.

―¿A dónde crees que vas?―preguntó sonriente y quitándose la goma del pelo dejando su cabello suelto.

―Isabella, tengo que ir a casa―respondió mientras trataba de levantarse para luego ser empujado de nuevo.

―No―le susurró en tono sensual―de eso nada―le mordió la oreja.

La joven le quitó los pantalones y los calzoncillos lentamente, disfrutando del momento y de su posición de poder.

―Así me gusta...ver al soldado―dijo riendo.

Se quitó el vestido revelando que no llevaba nada debajo mientras se frotaba su entrepierna.

―Dios...las ganas que tenía de esto durante toda la cena...se me ha hecho eterno Tn...pero por fin...estamos los dos a solas―se colocó encima y poco a poco fue moviendo las caderas.

―Por favor Isabella...―rogaba este con la mirada fija en ella.

―Shhhh―le llevó el dedo a los labios―calladito.

La habitación era insonorizada, así lo había hecho ella a propósito para ese cometido. La joven gritaba y gemía en voz alta mientras cabalgaba al joven que deseaba que aquello terminase lo más pronto posible. Los pechos de Isabella fueron colocados en la cara de Tn.

―¡Venga, ya sabes lo que tienes que hacer!―le ordenó ella.

Tn no quería pero no le quedaba otra. Succionó aquellos pezones haciendo que gimiera todavía más hasta tal punto que al cabo de poco, llegaron al climax.

―¡Joder...que puñetero gusto da follar contigo Tn!―gritó ella antes de caer rendida a la cama.

Tn se fue a duchar, se frotó con una esponja tan fuerte que se detuvo por el daño que se estaba haciendo. Lloró durante unos minutos. Se sentía humillado, sucio y con ganas de morir. 

Tras unos pocos minutos para relajarse, continuó la ducha más tranquilo cuando sintió que alguien se metía dentro. Era Isabella y al hacerlo, le besó en la nuca mientras su mano se deslizaba por su entrepierna hasta agarrar su virilidad. Otra vez hacia lo mismo.

―Isabella no tengo nada de ganas de...―ella lo calló con un beso.

―Me encantas mucho Tn...dios...¿qué haría sin ti?―le susurró mientras le masturbaba.

―Por favor...no puedo ahora mismo...

―Tu amigo dice que si...

―Isabella.

Ella apretó un poco haciendo un poco de daño.

―¿Qué te tengo dicho?―preguntó ella algo enfadada por su tono de voz―eres mi pareja, harás lo que yo te diga, nos casaremos y seremos muy felices mientras la única preocupación será cuando lo haremos.

Tn tenía ganas de llorar a raudales.

―¿Has visto el vestido de mi madre?―preguntó.

―¿Qué tiene que ver ella ahora?

―¿Sabes por qué no conducen ellos?

―Por seguridad

―Oh, pobre Tn...que inocente. Ella seguramente cuando salió de aquí en su limusina estaría usando su boca en el miembro de mi padre. Recuerdo cuando los vi de pequeña, y luego siendo un poco más mayor...las caras de mi madre...sus pechos rebotando...yo he salido a ella en cuerpo como puedes ver.

Ella siguió sacudiendo y pronto se colocó de rodillas antes de abrir la boca y succionar con fuerza el miembro del joven hasta que Tn no pudo aguantar más y soltó todo.

―Delicioso...ahora puedes terminar la ducha y descansar, te necesito bien fresco―dijo ella saliendo.

Tn permaneció apoyado en la pared llorando hasta que su cuerpo reaccionó y pudo terminar.

Se marchó de la casa ya que Isabella se iría con unas amigas de fiesta hasta altas horas de la madrugada.

El joven notó la lluvia empezar a caer sobre él mientras regresaba. Echó a correr para no mojarse aunque era tarde, tenía la ropa mojada. En cierto punto cayó al suelo haciéndose daño y empezando a sangrar de la rodilla y brazos.

―Dios...no aguanto más...no quiero seguir viviendo...―muchas veces había pensado en quitarse la vida.

Al mirar enfrente, vio la casa de Max, era tarde...pero necesitaba su ayuda. Con las pocas fuerzas que le quedaban tocó al timbre. Sabía que estaría él solo y como mucho Emma.

―¿Tn?―preguntó al verlo empapado bajo la lluvia y sangrando. 

Emma apareció y abrió los ojos.

―Max...por favor...ayúdame...―este le abrazó y ayudó a entrar.

Ahí, ante la atenta mirada de Emma, este fue curado y aseado. Le dieron ropa seca e incluso dormiría allí. Tn avisó a sus compañeros de piso.

―Toma―dijo Emma entristecida al verlo de esa forma.

Tn tomó un té relajante y se sintió mucho mejor en el calor de la casa que era mucho mejor que donde vivía él. Isabella, estudios, trabajo...todo era un caos en su cabeza...

―Tn, hace tiempo que quise preguntarte algo...―empezó Max serio.

―Dime

―Isabella...¿te ha estado extorsionando?.

El chico agachó la mirada y luego asintió para ponerse a romper a llorar como un niño pequeño.

―Ey, ya estás a salvo―Emma lo abrazó.

―Lo sabía...bueno, ahora solamente debes descansar y no pensar en ello, aquí estás a salvo. Mañana es Domingo y ninguno trabajamos. Así que...hablaremos más tranquilamente de ello en la mañana.

Esa noche Emma arropó un poco al joven, verlo dormir le sacaba una sonrisa y pasaron los minutos hasta que se percató que llevaba un rato viendo a este dormir así que se marchó a su habitación.

Tn pudo dormir sin preocuparse por nada en aquellos momentos.

―Ha pasado por mucho―susurró Emma a su primo.

―Si, pero si nos cuenta que ha pasado...podremos ayudarle...o eso espero.

Ambos se fueron a dormir.

Y así, en aquella casa...sin saberlo...Tn encontraría su mejor refugio...Emma.

Continuará...

Sé que puede ser un capítulo algo duro y lo que viene es aún peor, pero me quiero alejar un poco del típico fanfic de felicidad y que solamente pasan algunas cosas malas que son leves.

Espero que les haya gustado :D

Un saludo.

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