Capítulo 4

Saliendo a mitad de la noche de la casa de Jerry, algunos pasaron por nuestro lado con sus divertidos disfraces y pidiendo dulces, lo que le hizo gracia a Layne y con cuidado me acomodó en el copiloto y me llevó con él en su auto.

Sin poder contenerse, el corazón le latía fuera de control, el pulso se le aceleró de una manera incontrolable, y sentado junto a mí, en su cama, me observaba mientras yo seguía desmayada, y sin controlarse, acarició mi rostro.

—Eres tan linda y dulce — me susurró, y yo sin despertar, se aproximó más a mí.

—No quiero apartarme de ti, ni de tu vida, jamás.

Me miró perdidamente enamorado y no lo resistió, se acercó a mis labios, cerró sus ojos y me dio un tierno y cándido beso.

Besándome, profundizó aquel beso, nuestro beso, el que yo de pronto comencé a sentir, y sin negarme, le correspondí y ambos nos besamos.

Layne me miró, y al ver que yo había despertado, se puso nervioso, y tímido, se apartó de mí y de mis labios. Desvió la mirada; no sabía qué hacer, ni cómo actuar, y yo aún un poco mareada, me vi en el que al parecer era su dormitorio.

—¿Qué estoy haciendo aquí?

—... Yo te traje a mi departamento para que estuvieses mejor. Espero que no te incomode, pero si no te gusta o molesta, lo entenderé y te llevaré de regreso a donde Jerry.

—Tranquilo, no me molesta, ni me incomoda, al contrario. Muchas gracias.

—... — Layne volvió a mirarme.

—Has sido el único que me ha tratado bonito esta noche, además de mi amigo Jerry.

Me miró perdidamente y solo sintió el dulce contacto de mis labios, y otra vez un poco avergonzado, sonrió y bajó la mirada. Lo encontré muy adorable.

—... No es nada... No podía dejarte sola, no era justo.

—...

Recordé lo que Adrián me había hecho y me sentí otra vez angustiar y se me llenaron los ojos de lágrimas, las que Layne notó.

Incitado, colocó su mano junto a mi mejilla, lo que me hizo titubear; la respiración se me entrecortó y el pulso se me aceleró.

Dios, amé sentir su cálida mano en mi mejilla, de alguna manera, me sentí protegida por él y miré con detenimiento sus ojos celestes.

Layne me sonrió con mucha ternura y tranquilidad. Esa tranquilidad que yo hacía mucho que había perdido.

—Tranquila, aquí estarás bien y cómoda. Puedes quedarte todo el tiempo, que necesites — lo miré más con detenimiento, y sorprendida, nunca pensé que haría eso tan importante y generoso, solo para ayudarme y el corazón me vibró de anhelos y le sonreí agradecida y con emoción.

—Muchas gracias. En serio, te lo agradezco mucho. No tengo a donde ir y lo único que no quiero es tener que volver a ese lugar y verle la cara a ese poco hombre — sostuvo con más cariño mi mejilla y sus ojos me atraparon dulcemente y me calmaron.

—No, no pienses en eso. Ese sujeto no merece ninguna lágrima tuya. No sabe lo que perdió — lo miré fijo, llenándome de suspiros por dentro.

—Eres tan tierno — Layne me sonrió y acarició mi mejilla y yo sin contenerme, también acaricié la suya.

Él me miró perdidamente, y los dos muy cerca, nuestros alientos se agitaron, pudimos sentir nuestros resoplos y nos miramos fijos, con anhelos.

Lo encontré aún más guapo y tierno que antes, y Layne perdido en mí, me sonrió anheloso, y yo por impulso, le acaricié su barba y tiré de su chivato. Él rio con ternura y yo suspiré.

—No quiero apartarme y dejar de acariciar tu barba — le susurré y sus ojos brillaron en mí.

—No lo hagas.

Me susurró y los dos muy cerca, nos aproximamos lentamente y nos besamos.

Fue el segundo beso más romántico y especial que nunca me habían dado. Me sentí plena, mágica y querida por él, lo que me hizo aún más sentirme atraída y loca por él y Layne besándome, sostuvo mi cabeza con cariño y yo más me le entregué.

<< ¿Cómo no lo conocí antes? >>

<< ¿Por qué ahora llegó a mi vida? >>

Fuera lo que fuera, sentí que ya no podría apartarme de él, no quería hacerlo, y besándonos, lo abrasé fuerte, muy fuerte y Layne sonrió con dulzura.

Al cabo de besarnos, nos miramos a los ojos, perdidamente, con nuestros labios muy cerca, todavía queriendo más y nuestra respiración entrecortada.

—... No quiero que pienses que te besé por despecho — le susurré.

—No te preocupes, no lo había pensado.

—...

—Escucha, sé que todo esto está pasando muy rápido, pero no dejo de pensarte. Sé que tienes novio y que estás sufriendo por lo que te hizo, pero aun así no quiero apartarme de tu lado.

—... Él ya no es mi novio. No significa nada para mí — acarició mi mejilla.

—¿Estás segura? Porque puedo entenderlo — se me llenaron los ojos de lágrimas.

—Es decir, me duele lo que me hizo. Jamás me lo hubiese esperado de él... He estado ciega todo este tiempo, no sé cómo fui tan tonta.

—No, no digas eso. No eres tonta, al contrario, el tonto e imbécil fue él, que no supo valorarte y quererte — lo miré con amor.

—¿Cómo tú si lo harías? — me miró con destellos y cariño y acarició mi rostro y labios.

—Si, siempre.

Lo miré embelesada, y Layne perdido en mí, no nos contuvimos de nuevo y nos besamos con desesperación y algo más. Layne con afecto, muy feliz y todo entregado a mis labios, sostuvo de nuevo mi cabeza y siguió besándome.

Al cabo de besarnos, nos sonreímos con complicidad y algo muy especial y mágico y reímos. Había olvidado lo que me había hecho Adrián y volvía a sentirme feliz, como hacía mucho que no me sentía y Layne sin dejar de sonreírme, me miró con ternura y tomó mi mano.

—¿Quieres salir a divertirte, aprovechando que aún queda noche de Halloween?

—Jejeje ¿De veras?

—Así es, además, tenemos que lucir estos jodidos disfraces por culpa de Jerry — me reí y me dio un poco de vergüenza.

—...Tal vez te parezca infantil y un poco loco, pero me encantan los disfraces — me vio otra vez enternecido.

—Es adorable y me encanta — le sonreí de oreja a oreja y Layne me contempló otra vez enternecido y amó mi sonrisa.

—Entonces ¿Vamos a divertirnos en Halloween? — me preguntó risueño y tierno tomó mi mano, la que yo le recibí sin negar.

—Si.

—Jejeje.

Ambos nos sonreímos y reímos y después nos dimos un pequeño beso en los labios y salimos a celebrar aquella inesperada y especial noche de Halloween.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top