XXXVIII

Apagó su alarma y en el proceso botó su celular. Bufó molesto y quitó las sábanas junto con las mantas.

Se tambaleó hasta la puerta de su baño y vomitó todo lo que había tomado la noche anterior en el inodoro. Se limpió la boca y se acercó hasta el lavamanos, observó su miserable reflejo y bufó nuevamente.

Tomó su cepillo y se limpió los dientes odiando el dolor de estómago que sentía. Limpió su boca una vez más y salió del baño.

Miró su cama y el bulto que estaba ahí —no me digas que nos acostamos —dijo fuerte para despertar a quien estaba moviendo sus brazos estirándose.

—Lo dices como si fuera malo, idiota.

—¿Qué haces en mi cama Yoongi?

—Era esto o dormir en tu sofá y tu sofá es incómodo. Además no tienes el dormitorio de invitados habilitado.

Seokjin hizo una mueca y buscó su ropa bajo la atenta mirada del mayor —en serio ¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte visto anoche antes de dormir.

—Rachel me llamó.

—¿Qué? Eso es casi imposible —rió el azabache. 

—No te burles, la niña estaba asustada porque andabas tambaleándote por toda la casa. —Yoongi se levantó y como estaba con pijama caminó por la habitación hasta quedar cerca de Seokjin —No puedes tomar tanto si estás a su cargo de ella o qué ¿Quieres que te la quiten? Créeme, llevas tantos días tomando que en cualquier momento te puede caer un encargado del servicio infantil.

El azabache chasqueo su lengua irritado por la acusación —solo he tomado unos días, nada más.

—Cuatro semanas desde que se fue Taehyung.

—No lo nombres —Seokjin se masajeó la frente —¿Qué quieres que haga? Lo extraño como no te imaginas y saber que no lo voy a tener nunca más me destroza.

Yoongi lo entendía, sabía que el menor estaba pasando por una enorme pena de amor, pero también estaba Rachel y no era justo para ella que su padre perdiera de esa manera el control.

—¿Puedo usar tu ducha? Debo presentarme en la estación en una hora más y no creo que alcance a llegar a mi departamento.

—No puedo creer que estés pudiendo permiso para ducharte cuando dormiste en mi cama.

Yoongi se encogió de hombros —fue solo dormir, no es la gran cosa.

Seokjin asintió —en el armario hay toallas. Iré a preparar a Rachel.

Yoongi se metió al baño y Seokjin salió de la habitación para ir hasta la de su pequeña, pero en el dormitorio no había nadie por lo que bajó las escaleras hasta la cocina en donde la niña estaba sentada en la isla de la cocina comiendo un tazón de cereales de chocolate.

—Buenos días bebé.

La niña no respondió y siguió comiendo su desayuno sin decir nada.

—¿Porqué llamaste a Yoongi? —se acercó a su hija y le dolió su corazón al verla tan lejana.

—Estabas llorando. Él dijo que lo llamara cuando estuviéramos en problemas y eso hice.

¿Llorando?

Seokjin humedeció sus labios y sintió vergüenza por su actuar. Desvió la mirada de su pequeña y encendió el hervidor para hacerse un café.

—No volveré a comportarme como anoche Rach. Lo siento si te asusté.

—Taetae no va a volver —se encogió de hombros —yo ya me acostumbré... Tú deberías hacer lo mismo papi.

El azabache mordió su labio, sintió su nariz picar por lo que estaba diciendo su hija pero era la verdad. Seokjin no tenía idea que había pasado con Taehyung. Gracias a Kim Namjoon, ese mismo hombre que una vez fue su cliente le había dicho que su novio, o ex novio, estaba bien, que solo había tenido una especie de convulsión y que cuando lo estabilizaron y no hubieron más contratiempos lo dejaron en observación. Lo último que supo Namjoon fue que lo trasladaron a esa clínica especializada. Seokjin no preguntó en que ciudad se encontraba ni nada de eso. Tenía tanto miedo de que la madre de Taehyung lo echará nuevamente y le negara verlo.

Y eso era probablemente lo más seguro que pasara.

—¿Quieres que la lleve al colegio?

Seokjin saltó en su lugar y luego observó a Yoongi en el marco de la puerta de la cocina.

—No quiero ir contigo —dijo Rachel mirando al policía.

—Como quieras niña. Me voy o llegaré tarde a la estación.

Yoongi se dio media vuelta y antes de que pudiera llegar a la puerta de entrada Seokjin lo alcanzó. —Gracias por haber venido.

—No es nada, pero cuida tu salud por favor, ella necesita de su padre, no le niegues esa seguridad que le estás quitando —Yoongi suspiró —estás sufriendo y lo entiendo, pero no la metas a ella en esto, si quieres llorar hazlo o busca otra manera de canalizar tu pena, pero no la pongas en peligro. Ayer cuando llegué ella se estaba cocinando, tiene 6 años Seokjin, es muy peligroso que haga cosas que no le corresponden a su edad.

Seokjin asintió apenado, pero luego Yoongi palmeó su hombro y le sonrió mostrando sus pequeños dientes.

—Gracias nuevamente.

—No es nada, nos vemos.

El policía salió de su casa y él se quedó en la puerta pensando en sus palabras. Sabía que Yoongi tenía razón, venía escuchando sus consejos mucho antes que las cosas con Taehyung terminaran de esa manera. Era un buen amigo a pesar de que Yoongi le había aclarado sus sentimientos, pero Seokjin no tenía tiempo para eso.

No quería a nadie que no fuera Taehyung.

—Estoy lista papi.

—¿Qué?

—Colegio.

—Oh, si... Iré a vestirme, bajó en cinco minutos espérame ¿Si?

La niña asintió y se sentó en el sofá para esperar a su papá.

Seokjin bajó a los diez minutos porque no encontraba sus zapatillas. Tomó las llaves de su automóvil y salieron de casa. En el vehículo Rachel iba en silencio mirando por la ventana, Seokjin la observaba de vez en cuando por el espejo retrovisor.

La niña se veía bien, de a poco volvía a ser ella, estaba comiendo más y en el colegio estaba más participativa, como antes. Seokjin podía respirar un poco más tranquilo porque Rachel había vuelto a pintar.

Aunque había una cosa que no le gustaba de su pequeña.

—Rach —llamó. La niña lo miró y cuando Seokjin tuvo su completa atención prosiguió —debes dejar de ser tan dura con Yoongi, él es mayor que tu hija, debes respetarlo.

—Me cae mal.

—Hija...

—Él quiere ocupar el lugar de mi Taetae —lloriqueó.

—Bebé... Nadie va a ocupar el lugar de Tae, pero en algún momento debemos dejarlo ir —Seokjin tragó el nudo en su garganta, tenía tantas ganas de llorar, pero se calmó, no quería explotar frente a su hija —Tae se está mejorando en otro lugar y quizá... —lamió sus labios y suspiró —bebé, quizá no lo veamos más.

—¿Él ya no nos quiere papi? —murmuró.

No lo sé, pensó el azabache.

—¿Cómo no nos va a querer? —sonrió aún si sus ojos estaba llenos de lágrimas —démosle un tiempo ¿Si? Esperemos que se recupere... Pero por mientras debes ser respetuosa con Yoongi.

—Él te mira con ojos brillantes... Yuqi dice que sus papás se miran con ojos brillantes y la profesora Tzuyu dijo que es porque están enamorados... ¿Él está enamorado de ti?

Seokjin negó —No bebé, nosotros somos amigos.

—Entonces hay un problema con sus ojos.

—Puede ser bebé. —Seokjin detuvo el automóvil en el estacionamiento del colegio de su hija —vamos.

Tomó la mano de Rachel cuando estuvieron fuera del vehículo. Entraron al bullicioso hall de acceso y antes que la niña saliera corriendo en busca de sus amigas Yuqi y Shuhua, Seokjin se arrodilló frente a ella y cuando sus ojos se encontraron él habló:

—Prometo nunca más comportarme como lo he hecho estos días. Papá ha estado triste pero ya no más ¿Si? Como hoy es viernes podríamos hacer algo para cocinar en la tarde ¿Qué te parece?

—¡Si! —la niña de grandes ojos azules miró a su papá y luego hizo una mueca —¿Puede ser pizza?

Seokjin suspiró aliviado, Rachel no había querido probar pizza desde el accidente de Taehyung y que ahora lo estuviera pidiendo lo ponía demasiado contento.

—¡Por supuesto! Pizza será... Le pondremos el ingrediente que tú quieras ¿Si?

—¡Si!

—Bien, ahora anda a estudiar. Te amo un montón, no lo olvides.

Rachel besó su mejilla y salió corriendo rumbo al patio del lugar. Seokjin la observó un momento y su corazón latió en su pecho al verla reír con sus amiguitas.

Su niña estaba sanando su corazoncito de a poco. Y Seokjin estaba feliz por eso. Pero por otra parte él sentía que cada día se destrozaba más el suyo. Estaba herido, tan triste y desanimado que apenas tenía fuerzas para ir a trabajar a su nuevo empleo en el banco central de la ciudad. Había optado por dejar el empleo de la universidad, no quería estar ligado al recuerdo de Taehyung, pero por más que escapaba todo le gritaba que estaba aún estaba muy enamorado del él y que su distancia le dolía en demasía.

Lo único que lo dejaba más tranquilo era el hecho de que el castaño se estaba recuperando en aquel lugar y que pronto volvería a ser el mismo de antes o al menos una parte importante de él. Si eso ocurría ellos volverían a unir sus vidas ¿Porque no? Si ellos se amaban, no se habían distanciado por que no se quisieran. Sino por las circunstancias.

Él esperaría por Taehyung porque estaba seguro que el castaño también esperaría por él.

Aunque dijera que había que dejarlo ir, Seokjin lo decía de la boca hacia fuera, no quería ilusionar a Rachel, por lo que su discurso de dejarlo ir seguiría en pie, por lo menos delante de Rachel.

Volvió a su casa y se sentó a tomar desayuno, le dolía el estómago pero debía comer. Después de desayunar sus tostadas y tomar un café subió hasta su habitación y se metió a la ducha.

Luego se vistió de traje y prontamente estaba de nuevo en su vehículo listo para una nueva jornada de trabajo.

Lo beneficioso de trabajar en el banco eran los nuevos horarios que le permitía ver a Rachel más horas, un sueldo más alto y un trabajo estable con posibilidad de vacaciones y todos los beneficios de trabajar en el banco central de la ciudad.

Ya llevaba casi dos semanas trabajando ahí y estaba bastante cómodo. Sus compañeros lo habían acogido bien y todos los días aprendía un poco más. Estaba en entrenamiento todavía en el área comercial, según la persona que lo reclutó, su buena presencia había ayudado a que lo contrataran vendiendo uno de los tantos productos que ofrecía el banco. Ahora solo debía estudiar estos y después quizá podría estudiar una carrera en la universidad técnica de su ciudad.

Seokjin tenía muchos sueños y quería darle lo mejor a Rachel por lo que trabajaría el doble o el triple para lograrlo.

Luego de saludar a sus colegas, el azabache se sentó en su escritorio, ordenó sus papeles y prontamente estaba listo para la última jornada de trabajo de esa semana.

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—¿Estás ocupado hoy en la noche? —Jimin miró a su compañero de trabajo mientras esperaba por su respuesta.

—¿Porqué?

—Vamos a ir por unas cervezas con Choi y Kang ¿Te quieres unir?

Yoongi miró su celular nuevamente y sonrió al ver un mensaje de Seokjin invitándolo a una noche de pizza en su casa... Y esa era una invitación que jamás rechazaría.

—No puedo.

Jimin entrecerró los ojos —¿Estás saliendo con alguien? ¿Sabes lo aterrador que te ves cuando sonríes?

El rubio policía lo miró con cara de pocos amigos —Mi sonrisa es perfecta imbécil.

—No. La mía si que lo es, siempre recibo halagos por ella.

—Eso es porque sonríes todo el día como un idiota.

Jimin bufó y se levantó de su lugar para buscar café. Yoongi esperó a que estuviera lejos y se llevó el teléfono a la oreja para llamar a Seokjin, sabía que era la hora de su almuerzo por lo que no tendría problemas en hablar unos minutos con él.

Tampoco quería que Jimin se enterara de lo cercanos que eran los dos.

—Tengo diez minutos.

—Lo sé, yo tampoco tengo todo el tiempo del mundo para hablar Jin.

Escuchó la risa suave del azabache y su corazón latió en su pecho.

—Sobre lo de hoy en la noche, ¿Rachel sabe que voy? No quiero incomodarla y mi presencia no es grata para ella, quizá quiera una noche con su papá, en tranquilidad.

—Me disculpo por ella, a veces no sabe como expresarse.

Yoongi rió —Yo creo que lo sabe mejor que tú y yo juntos.

Seokjin suspiró —Lo siento.

—No te disculpes... Me gustaría mucho ir a tu casa pero solo si ella está de acuerdo.

—Hablaré con ella...

—Siempre podemos ir a tomar una cerveza o un café en la tarde algún día, como lo hacíamos antes. No te preocupes.

—Tengo que colgar Yoonie.

—Ten una buena mañana.

—Tú también.

Yoongi miró la pantalla de su celular y su estómago se apretó con la idea de poder ver a Jin esa noche, pero él no se engañaría, Rachel no lo quería cerca de su padre y eso le dolía mucho, pero nada podía hacer al respecto. Él era el que sobraba en la ecuación y jamás le llegaría ni a los talones a Taehyung.

Rió y movió su cabeza ¿Desde cuándo Min Yoongi se sentía inferior a otro hombre? Eso jamás había pasado antes de conocer a Seokjin y su relación con el chico de sonrisa cuadrada. Sabía que el chico estaba completamente enamorado de Taehyung y él no era más que un buen apoyo para sus tiempos tristes.

Habían construido una amistad a pesar de la historia que los envolvía en el pasado, pero Yoongi estaba completamente flechado por el azabache.

Y se odiaba por eso.

Porque anhelaba a un hombre que jamás lo miraría con otros ojos que no fueran los de amistad. Pero era eso o no tenerlo en su vida...

Y él quería tanto estar en su vida de la forma que sea.

Yoongi suspiró y volvió su mirada a la pantalla, tenía un montón de trabajo antes de ser libre por esa semana. Tenía dos días libres completos y ya estaba ansiando estar en su cama.

Aunque sus pensamientos lo llevaban a escenarios más interesantes con él en su cama pero con Seokjin sobre él.

Yoongi bufó y alejó esos pensamientos . Era tan irreal que fuera a pasar alguna vez que simplemente dejó su mente en blanco y se dedicó a terminar el trabajo que le correspondía hacer ese día.

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Seokjin estiró la masa mientras Rachel cortaba tiras de queso. Ya tenían listo los rellenos, solo faltaba hornear un poco la masa de pizza y podrían poner los ingredientes escogidos.

—Papi ¿Estás enojado conmigo?

Seokjin se giró —No, ¿Porque estaría enojado con mi princesa?

—Porque fui grosera con el tío Yoongi.

—Bueno amor eso es algo que se puede arreglar. Tú eres una niña educada, sé que vas a remediar este comportamiento para que Yoongi no se sienta mal.

—Él es diferente a Taetae.

—Por supuesto que es diferente bebé, él es mi amigo y Taetae... —humedeció sus gruesos labios —Tae era mi novio.

Era. Esa palabra dolían tanto tanto.

—Taetae también era tu amigo papi.

—Invité a Yoongi —dijo rápidamente.

—Bueno —Rachel se encogió de hombros —papi está solo de nuevo, no me gusta verlo así.

Seokjin negó, no era esa imagen la que quería proyectar, él podía estar solo.

Pero viendo los ojitos tristes de su hija Seokjin se dio cuenta lo inmerso que estuvo en su perdida que no se fijó en como Rachel lo estaba viendo. Seguramente se estaba mostrando vulnerable ante sus ojos, necesitado de una pareja y esa no era la imagen que quería mostrar.

—Voy a estar bien bebé. Te lo prometo ¿Si?

Rachel sonrió amplio y se levantó de su silla para rodear la isla y abrazar a su padre —Todavía me cae mal... Pero podemos compartir nuestra pizza con el tío Yoongi.

Seokjin dejó un besito en su frente —Lo llamaré pero no creo que venga, debe estar durmiendo.

Rachel se encogió de hombros y se fue corriendo de la cocina.

—¡Rach! ¿No me vas a ayudar más?

—¡Me aburrí! —gritó la niña desde la sala.

Seokjin rió y se limpió las manos para luego tomar su celular, pero el timbre de la puerta sonó y él fue a abrir.

—Traje vino, un refresco, helado de chocolate y galletas.

Seokjin sonrió y dejó pasar a Yoongi.

El policía le entregó las bolsas y Seokjin volvió a la cocina.

Yoongi observó a Rachel y se sentó a su lado. Le entregó una bolsa morada con puntos negros. La niña la tomó y cuando la abrió sonrió.

—Gracias... Me gustan mucho estos lápices.

—De nada.

Rachel miró de nuevo los artículos que habían en la bolsa y se sintió culpable por haber sido tan mal educada con el policía todo ese tiempo.

Se limitó a decir gracias de nuevo y luego emocionada corrió hasta su habitación para poner los nuevos lápices junto con su enorme colección.

Yoongi se levantó del sofá y miró la pared de los Kim. Todavía estaban las fotos de Taehyung en ese lugar, todo en esa casa le recordaba al universitario, era como si nunca se hubiese ido de ese lugar.

Con pesar llegó hasta la cocina y sus ojos encontraron a un Seokjin cocinando de aquí para allá con un delantal ceñido a su fina cintura, canturreando una canción de moda.

Dios.

Yoongi sintió su pecho doler.

Estaba enamorado, él realmente se había enamorado...

Finalmente y luego de muchos años estaba anhelando estar con alguien.

Pero este era tan imposible que dolía no poder hacer nada más que estar con él mientras lloraba por otro hombre.

Yoongi suspiró y entró a la cocina.

Por lo menos eran amigos y aunque Yoongi no podía optar a nada más se sentía bien por tener al hermoso hombre de ojos verdes tan cerca de él.

≪ °❈° ≫

¿Dónde están las Sinners? 🙌🙌

De aquí en adelante será puro Jinsu en espera del Taejin?

Quién sabe 😂

Me di cuenta que me queda muuuucho por escribir por lo que la historia será más larga de lo que tenía presupuestado.


No me he olvidado de este bombón, habrán sorpresas más adelante 😌.

¡Qué tengan un bonito fin de semana!

❤️

Nos leemos pronto 🦀

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