XXXV


Dos semanas habían pasado desde el accidente de Taehyung y Seokjin se encontraba temblando en la sala de espera del hospital. Ese día se había armado de valor para verlo nuevamente. La madre del castaño le había dicho que Taehyung estaba irritable la mayor parte del tiempo y que era bastante grosero. Seokjin recordó las palabras del médico, él sabía que su Tae ya no era el de antes, pero estaba seguro que podía lidiar con eso.

Miró la hora en su reloj y se levantó de su silla, caminó hasta la habitación de quien semanas atrás lo había echado sin miramientos. Abrió la puerta lentamente y su corazón se agitó en su pecho al volver a verlo.

Taehyung tenía los ojos cerrados y la venda que antes adornaba su cabeza ya no estaba. Tampoco ninguno de los cables que antes había por todo su cuerpo se encontraban allí.

Se sentó en la silla que estaba a un costado y observó el semblante tranquilo de su novio. Se veía tan hermoso como siempre, su boca formaba un pequeño puchero que Seokjin quería tanto besar. Suspiró y entrelazó sus dedos nervioso, no sabía  como lo recibiría el castaño. Eso lo tenía bastante intranquilo.

Seokjin pasó una mano por su cabello y miró sus zapatillas.

Taehyung abrió sus ojos lentamente cuando sintió aquella fragancia. Definitivamente recordaba ese olor.

Giró su cabeza y vio nuevamente a ese chico que sabía que era su novio, pero que él no recordaba con tanta exactitud, tenía recuerdos en su cabeza, pequeñas películas de ellos comiendo helado en algún lugar, un cumpleaños infantil, una casa bonita y su cuerpo... Taehyung lamió sus labios al visualizar una imagen del hombre que estaba a su lado sin levantar la cabeza.

Piel sudorosa, cabello revuelto y labios muy rojos. Taehyung tenía esa imagen clavada en su memoria y era una que disfrutaba mucho.

Seokjin alzó la mirada y sus ojos se encontraron. Abrió la boca pero no sabía que decir, temía ser echado nuevamente, eso definitivamente rompería su herido corazón.

—Hola —dijo Taehyung sin mostrar ninguna emoción en su rostro.

—Hola Tae.

—¿Tú eres mi novio cierto?

Seokjin quería morirse, el doctor no había dicho nada sobre pérdida de memoria —Si, lo soy ¿No me recuerdas? —preguntó con un hilo de voz.

—Te recuerdo... Recuerdo muchas cosas —Taehyung sonrió de lado —te recuerdo después del sexo.

Seokjin tosió —¿Qué?

—Tengo esa imagen de ti, ya sabes, sudado y respirando con dificultad. —Taehyung comenzó a sentir que su zona baja se estaba endureciendo como cada vez que pensaba en aquel hombre de cabello negro y ojos verdes.

—¿No recuerdas algo más de mi? —el azabache se levantó de la silla, estaba tan intranquilo, necesitaba caminar aunque fuera por la pequeña habitación.

—Tienes una casa... Es blanca y grande —murmuró el chico mirando en todo momento a su novio —¿Eres modelo o algo así?

El otro asintió un poco aturdido al saber que Taehyung no recordaba a su pequeña hija. —Tú me conseguiste ese trabajo, hago de modelo para las carreras de arte de tu universidad.

—Tiene sentido, eres guapo... Mas que guapo, eres caliente. Cuando te veo solo pienso en sexo.

Seokjin jamás se ruborizaba. Nunca. Pero escuchar a quien en el pasado había sido su tímido e inexperto novio lo hizo sentirse tímido. No estaba acostumbrado a este Tae. Y menos a que este lo mirara como si fuera un trozo de filete.

—Yo... Me alegro que estés mejorando, me iré ¿Si?

—¿Dije algo malo?

Seokjin negó y no sabía si acercarse a él y darle un beso. Extrañaba sentir sus labios sobre los suyos, ansiaba sentir su lengua, su piel. Quería abrazarlo y mimarlo como antes.

—No... Pero me tengo que ir.

—Bueno, está bien, supongo que la vida continúa para todos... De hecho pensé que no volverías más, no te culparia si lo decidieras... Mamá dice que soy muy diferente a como era antes... Yo no lo sé porque simplemente digo lo que pienso y a veces mamá llora.

—Yo no me iré Tae. —Seokjin llegó a su lado y se sentó en la camilla, había algo en los ojos de Taehyung que se veían como antes del accidente. Quizá ya no tendría a su inocente novio pero lo tenía y eso era algo de lo que estaba malditamente feliz.

—¿De verdad eres tan atractivo? —el castaño observó el rostro de su novio, sus pequeños ojos, su piel perfecta, la nariz que adornaba su pequeño rostro y sus labios tan llenos y rosados. Taehyung quería probarlos —si eres mi novio deberías besarme —sentenció.

Seokjin negó suavemente —Tae... No estaría bien.

—¿Porqué? No soy para nada feo, me vi al espejo hace unas horas, las enfermeras dicen que tengo un bonito color de piel y que mis ojos son de cachorro... Aunque no tengo muy claro que es un cachorro... Bésame y podrás irte —Taehyung sonrió ampliamente —deberías ver tu rostro, me estás mirando como si fuera un demonio o algo así... ¿Sabes? hay palabras que digo pero que no puedo visualizar en mi cabeza, no se exactamente qué son... Esto es tan confuso, ¿Me vas a besar o tendré que decirle  a alguno de los otros médicos que lo haga? Hay uno que me mira como si yo fuera la mejor comida del mundo... Su apellido es igual que el mío, estoy seguro que él va a querer besarme.

Taehyung así de hablador y directo lo estaba mareando, pero Seokjin tenía clara una cosa. Nadie besaba a su novio, por lo que humedeció sus labios y se acercó lentamente, juntó sus labios, levemente, sin hacer daño.
Taehyung no alcanzó a cerrar los ojos porque la calidez de esos suaves labios se alejó rápidamente de él.

—¿A eso llamas beso? —Taehyung bufó.

—No quiero hacerte daño.

—Ya estoy dañado. No me puedes dañar más.

—No digas eso... Tú estarás bien, saldremos de esto, serás el de antes Tae.

—Quien sabe, no se como era antes después de todo. Mamá dice que era dulce e inocente.

—Lo eras. —Seokjin no quería pensar en lo mucho que estaba extrañando la antigua personalidad de Taehyung.

—Entonces... ¿Me vas a besar de nuevo?

—¿Es lo que quieres?

—Claro, sino no te lo hubiese pedido a ti.

Seokjin suspiró y se acercó nuevamente, rozó sus labios y abrió la boca para poder besarlo un poco más profundo. Sintió las manos de Taehyung en sus mejillas y su lengua entrar de golpe buscando la suya.

No fue un beso suave. No fue discreto y tierno como los del pasado. Este fue salvaje y ansioso, un beso que seguramente se daban dos personas antes de pasar al sexo. Pero eso no iba a ocurrir, no en ese lugar.

Seokjin se separó con su pecho apretado y su estómago siendo un revoltijo de emociones.

—Podrías besar mejor... Pero creo que está bien por el momento.

—¿Qué? ¿Estás diciendo que no te gusta como beso?

Taehyung se acomodó entre las almohadas y bostezó aburrido tapándose con las mantas —pensé que sería mejor simplemente... No me mires con esa cara ¿Nadie te lo había dicho?

Seokjin se levantó de la camilla, maldición, se sentía molesto y eso no estaba bien.

¿Cuando volvería su novio a ser el de antes?

Se pasó una mano por el cabello y trató de calmarse. No podía enojarse con él, Taehyung no tenía la culpa de comportarse de esa manera.

Aunque dolía.

—Me iré, tengo una sesión de fotos en unas horas.

—¿Puedes cerrar la puerta cuando salgas? Quiero dormir.

—Si... Descansa osito —dijo bajito.

—¿Osito? —se rió —¿No me digas que ese era mi apodo?

Seokjin se sintió un idiota, le dolía una y cada una de las palabras que salían como burla de la boca del castaño. Asintió e hizo una mueca con su boca cuando Taehyung comenzó a reír.

—Nos vemos Tae.

Taehyung hizo un ademán con su mano y cerró los ojos para descansar.

Seokjin cerró suavemente la puerta y se limpió las lágrimas que habían caído por sus mejillas. Mordió su labio aguantando la tremenda tristeza que lo embargó. Agachó su cabeza y se obligó a calmarse, sabía que debía acostumbrarse al cambio de personalidad de su novio, pero costaba darse cuenta que todo lo que había amado en ese chico ya no estaba y quizá no estaría nunca más.

Se separó de la puerta y salió del hospital.

Estaba por llegar a su automóvil cuando otro vehículo obstaculizó su andar.

—Te he estado buscando Seokjin ¿Cómo está tu novio?

Rodó los ojos, lo que menos quería era hablar con aquella persona —No estoy de humor Yoongi.

—Te invito una cerveza.

—No gracias, tengo trabajo que hacer en unas horas más.

—Un café entonces... Hablemos.

Seokjin suspiró y miró las nubes del cielo, luego volvió su mirada hacia el agente y asintió —solo un café Min.

El policía sonrió —Te espero en la cafetería que está al lado del banco central.

—Bien.

Seokjin llegó a su vehículo y como el café no estaba muy lejos del hospital llegó a los pocos minutos. Yoongi ya estaba en una mesa esperando por él.

—Te voy a hacer una denuncia por acoso —fue lo primero que dijo mientras se quitaba la chaqueta —¿Me estabas siguiendo?

—Nada de eso. Digamos que usé la información de la central y... Bueno, puede que haya llamado a tu abuela.

—Eres increíble, un té con ella y ya la llamas por teléfono.

—No es mi culpa ser tan encantador, además le gustaron las galletas que llevé a su casa.

—¿Es una práctica habitual entre policías hacer eso cuando van a hacer algún interrogatorio?

—No, pero quise hacerlo.

Seokjin bufó —me sorprendes Min.

—Tengo muchas facetas ocultas Kim. Ahora dime, ¿Cómo está tu novio?

—Está siendo un nuevo Taehyung supongo.

—He conocido casos en que las personas recuperan parte de su antigua personalidad... No te desesperes Seokjin, dale tiempo al chico, si no hubiese llegado tan pronto al hospital la historia sería otra.

—Lo sé, estoy consciente de eso, pero duele... Mierda, no me hagas caso.

—No digas eso —Yoongi palmeó su hombro suavemente —es bueno tener alguien con quien hablar, aunque odies a esa persona —rió mirando el menú de cafés y postres del lugar.

—No te odio Yoongi... Y gracias por tus palabras.

El policía asintió sin mirarlo y cuando el mesero llegó hicieron su pedido.

—No deberías cargar con todo esto solo Jin, es bueno tener alguien con quien contar, ¿Has pensado en un psicólogo o algo así?

—Estoy yendo a uno del hospital, los padres de Taehyung también... Y le estoy pagando uno a mi hija para ver que tanto daño va a causar la nueva personalidad de él.

—Cierto... Tu hija.

Seokjin miró sus manos y tragó tratando de eliminar el nudo en su garganta. Rachel estaba todavía muy afectada, pedía en llantos desconsolados ver a Taehyung, lo extrañaba, pero ¿Qué podía hacer Seokjin? El castaño se comportaba tan diferente, incluso no recordaba a su pequeña, entonces ¿Como la iba a llevar donde él?

—Ella lo está pasando mal. No quiere ir al colegio, cada vez come un poco menos... Quiere ver a Tae, pero no creo que sea lo mejor.

—¿Porqué no? —Yoongi se echó un poco para atrás cuando el mesero llegó con el pedido de ambos.

—Él no es mi Tae... Ahora es otro hombre y no quiero que le diga alguna palabra ofensiva o algo así.

—¿Lo hizo contigo? —el policía lo miró sin pestañear en ningún momento —¿Por eso tenías tus ojos llenos de lágrimas cuando te encontré?

—Prefiero no hablar de eso.

—Está bien... Hablemos de otra cosa, si quieres.

—Si, eso estaría bien.

—¿Sabías que Jackson, el administrador del Paradise, murió?

Seokjin tosió el poco capuchino que había alcanzado a tomar y alzó la mirada sorprendida hacia el agente que lo observaba —¿Estás seguro? ¿Jackson?

—Si, la noche del accidente de tu novio hubo un altercado en el club, nuestros agentes piensan que es por la droga, al parecer algo falló y fueron a eliminarlo.

—Oh por dios —Seokjin se tapó la boca —nunca pensé que una cosa así podría suceder.

—Es lo mínimo Jin, he visto cosas peores, créeme.

—¿Y que pasó con el club?

—Está cerrado por mientras.

—Mierda.

—¿No te han llamado tus antiguos compañeros?

—No lo sé... Ahora solo estoy usando el teléfono que me pasaron en la universidad para trabajar, todos me llaman ahí ahora.

Yoongi asintió mientras rodeaba con sus largos dedos la taza de chocolate caliente.

Seokjin lo observó un momento mientras el agente tomaba un sorbo con los ojos cerrados ¿Quién iba a decir que estaría tomando un café con el mismo hombre que había echado desnudo de la habitación del club tiempo atrás?

La vida daba tantas vueltas.

—Creo que deberías dejar que tu pequeña vea a al chico. Quizá la recuerda. Dale el beneficio.

Seokjin humedeció sus labios resecos y pensó en aquella posibilidad, quería ver a su hija feliz, porque estaba claro que Rachel sería muy feliz al ver a Taehyung nuevamente, pero también estaba el miedo inmenso a que el chico dijera alguna cosa que hiciera sentir mal a su pequeña. Eso sería realmente doloroso de ver.

Cuando ambos hombres terminaron sus bebidas calientes se despidieron en la puerta del café. Seokjin avanzó hasta su automóvil pero se devolvió y corrió detrás de Yoongi hasta que lo alcanzó.

—Dios, ¿Porque caminas tan rápido?

Yoongi se giró sorprendido —¿Pasó algo?

—No, solo quería darte mi número, para que dejes de llamar a mi abuela.

Yoongi alzó una ceja y se peinó su cabello rubio con su mano —me cae bien tu abuela —dijo encogiéndose de hombros —pero acepto tu teléfono.

Seokjin se lo dictó y volvieron a despedirse, aunque esta vez Yoongi le dio un abrazo sorprendiendo al azabache.

Y Seokjin nunca pensó que necesitaba tanto de un abrazo como cuando sintió las fuertes manos del policía envolver sus hombros.

Su frente cayó hasta el hombro contrario y dejó escapar un sollozo.

—No tienes que enfrentar esto solo Seokjin.

El azabache no dijo nada y se aferró un poco más a ese consuelo que Yoongi le estaba ofreciendo...


★☆★

Llevo mucho tiempo con esta escena en mi cabeza, moría de ganas por escribirla.

Volví con la historia ❤️❤️
Espero que tengan una buena semana.

¿Qué opinan de la nueva personalidad de Tae? Se vienen varias sorpresas. 😂

Nos leemos pronto!!! 💕💕💕

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