XXXI
—Es una oportunidad única Seokjin.
—Yo no creo que vaya a funcionar —Seokjin suspiró mientras miraba a su alrededor. Había accedido a juntarse con el oficial Min Yoongi para volver a conversar sobre el sobre el ofrecimiento de volver al club pero esta vez como infiltrado de la policía.
—Es tu decisión de todas formas pero sería de gran ayuda contar contigo para esto.
Seokjin suspiró cansado, el día anterior había estado desempacando sus cosas con Taehyung. Le dolía todo el cuerpo, armar una casa era demasiado trabajo.
Pero ahora le dolía la cabeza, de solo pensar en volver al club se le revolvía el estómago.
—Todavía creo que es innecesario volver como trabajador.
Yoongi se quedó en silencio meditando las posibilidades, el chico frente a él tenía razón ¿Para que volvería? Yoongi estaba al tanto que todo eso era un capricho de su jefe y realmente no entendía las razones de fondo para tener al chico en la investigación. Si bien Seokjin tenía los lazos necesarios, él ya no pertenecía al club por lo tanto solo le quedaba entrar en calidad de visita.
Visita...
—¿Y si solo vas a visitarlos con cámara y todo eso? Podrías grabar o incluso llevar un micrófono, con suerte podríamos saber que es lo que está pasando realmente en ese lugar.
—Yo estoy dudando de todo ahora... Pero lo que no entiendo es porque no buscan a uno de los chicos que está dentro y lo infiltran o ¿ya tienen a alguien dentro? —Seokjin lo miró expectante —¿Hay un anfitrión infiltrado?
El policía se removió en su asiento —No puedo decirte eso.
—Oh vamos, casi estoy trabajando con ustedes, les llevé información... ¿Quien es?
—Es un agente, uno de los mejores por eso nadie se ha dado cuenta.
—Bien, como sea. Me tengo que ir oficial —dijo burlón —supongo que me llamarán de nuevo pero sigo diciendo que no a la idea de volver.
Min Yoongi asintió y se despidieron. Seokjin salió de la cafetería y buscó su teléfono, cuando lo tuvo en su poder le marcó a su novio. Le había contado que se encontraría con el policía y ahora quería tranquilizarlo, estaba al tanto de la opinión que tenía Taehyung con respecto a lo que querían de él.
—Hola osito —dijo apenas la llamada fue contestada.
—Hola Jinnie ¿Como te fue con Min?
—Estoy bien y tú cariño ¿Cómo dormiste? —Jin se echó a reír cuando escuchó un gruñido al otro lado de la línea.
—Dormí mal, el perro de mi vecina no dejó de ladrar en toda la noche y tuve frío.
Seokjin podía adivinar que su novio estaba haciendo un lindo puchero con sus labios. —Te dije que te quedaras conmigo, podríamos haber desayunado juntos
—Podría quedarme esta noche ¿Que te parece?
—Me parece perfecto, ya estoy contando las horas.
Taehyung rió fuerte y cuando se calmó sonrió pensando en su novio. —Entonces nos vemos a la noche.
—Nos vemos osito.
La llamada finalizó y Seokjin se encaminó hasta uno de los supermercados del área. Esa noche cocinaria algo delicioso para su novio y ya estaba ansioso por hacerlo.
—
—
Park Jimin acomodó su gorra negra y se quedó en el mismo lugar escondido mientras miraba al chico castaño. Llevaba unas semanas siguiendolo y cada día lo odiaba un poco más.
¿Que tenía ese raro chico que le había gustado tanto a su Seokjin?
Jimin entrecerró los ojos observando muy bien al chico solitario y no había nada atractivo que él pudiera rescatar. Lo había investigado, el chico no tenía amigos y su familia era bastante pequeña, sabía que a parte de estudiar teatro atendía una pequeña tienda de mascotas que coincidentemente quedaba cerca del club Paradise.
El rubio se preguntó de pronto si el universitario sabría de la antigua vida de Seokjin y lo más importante, sabría que a causa de él Seokjin se había retirado del club.
Una sonrisa tiró de sus labios al creerse muy importante para la vida del hermoso hombre de ojos verdes, Jimin podía apostar que el azabache todavía tenía un poco de sentimientos por él, lo había visto en sus ojos ese día en la sala de interrogatorio.
Jimin se escondió y cuando vio pasar al castaño lo siguió hasta que estuvieron dentro de la universidad, ni siquiera se daba cuenta que había alguien pisándole los talones. Jimin sonrió, si el chico era así de despistado su plan iba a resultar tal y como él lo había planeado.
Humedeció sus labios y se alejó. Taehyung había entrado a uno de los salones y por obvias razones Jimin no podía entrar, por lo que salió del edificio y se fue directo a la cafetería que estaba frente a la universidad.
Esperaría por el chico y cuando lo tuviera le diría unas cuantas verdades. Lo haría despertar del sueño en el que estaba envuelto. Seokjin no podía hacer una vida como un hombre normal.
No.
Seokjin no había podido funcionar con él ¿Porque lo haría con ese mocoso?
Jimin sonrió y miró su reloj.
De pronto su celular comenzó a sonar y al ver quién llamaba maldijo.
—Park.
—Debes volver a la estación, hubo una redada y hay varios compañeros heridos en el hospital.
—Es mi día libre Jung.
—Jefe Jung. Vuelve Park.
Jimin colgó y su mandíbula se tensó hasta doler. Pagó el café que había alcanzado a pedir y se alejó de la cafetería.
De todas formas su plan seguiría en pie.
Si no era ese día, sería el siguiente y así... Hasta lograr su objetivo.
・。・゜・。
Jin tarareo su canción preferida mientras revisaba el horno. Había decidido hacer una receta sencilla de carne al jugo con verduras y guarniciones varias. Miró la carne que se estaba dorando perfectamente a fuego bajo. Se giró para llegar al refrigerador y revisar el postre que había hecho horas atrás. Contento con lo que había cocinado para su novio se encaminó hasta la sala.
Miró la hora. Taehyung debía llegar en unos minutos y él ya estaba ansioso por verlo. Se habían despedido el día anterior y aunque Tae se había negado a vivir con ellos, Seokjin se sentía inquieto cada vez que el chico se iba a su departamento.
Lo extrañaba horrores cuando no lo tenía a su lado, pero también entendía y comprendía que era muy luego para tomar esa decisión.
Iba a esperar por él hasta que se decidiera a compartir también la casa que había comprado pensado en la familia que quería formar junto a Rachel y Taehyung.
Miró su casa que ya casi parecía un hogar. Jin sonrió cuando sus ojos se deslizaron por una de las paredes. Taehyung había tomado varias fotografías de Rachel que ahora decoraban su sala.
Solo faltaba en esa pared una foto de ellos tres juntos y por supuesto una de ellos dos.
Jin mordió su labio. Se sentía tan contento a su lado, se sentía completo por primera vez en su vida. Tenía a un hombre espectacular, comprensivo y sumamente cariñoso. Atento siempre a todo lo que decía... Seokjin ahora tenía un compañero de vida. Nunca imaginó que ese chico de personalidad diferente lo haría conocer el verdadero amor.
Saliendo de sus pensamientos se dirigió a la puerta cuando escuchó la cerradura. Sonrió ampliamente al ver a su novio entrar con su mochila al hombro y con un notable rostro cansado.
—Hola osito —dejó un beso en sus labios y tomó la mochila y luego la dejó en el apartado que tenía a un costado de la puerta, algo así como un armario para guardar los abrigos, chaquetas y también las mochilas de Rachel y él.
—Estoy muriendo Jinnie —se quejó con un puchero en los labios.
—Lo sé, tienes cara de cansado.
—Lo estoy.
Jin se acercó a él y lo rodeó con sus brazos. El castaño apoyó su cabeza en su hombro y suspiró cansado. Levantó su cabeza y sus ojos se encontraron —¿Dónde está la princesa? ¿Porqué no la escucho corriendo por el segundo piso?
—Eso es porque no está, mis abuelos querían pasar el fin de semana con ella.
—¿Fin de semana dices?
Seokjin besó sus labios —Es lo que dije.
Se rodearon con sus brazos y se basaron un rato largo al lado de la puerta de entrada. Seokjin tenía los ojos cerrados, sus latidos retumbando fuerte en su pecho.
—¡Oh mierda la comida!
Seokjin salió corriendo hacia la cocina mientras su novio lo seguía con la mirada divertido.
Taehyung se quitó la chaqueta y su boina verde y la dejó en el armario. Se quitó las botas y se puso las pantuflas de tigre que Seokjin y Rachel habían comprado para él, para que se sintiera más a gusto en ese lugar. Aunque Taehyung no necesitaba un par de pantuflas para sentirse como si fuera parte de esa pequeña familia. Ambos, Rachel y Seokjin se habían encargado de hacerlo participe de todo lo que tenía que ver con ellos y definitivamente Taehyung estaba seguro que Seokjin y Rachel eran lo mejor que le había pasado en la vida.
—¡Osito! —gritó Seokjin de la cocina y Taehyung caminó sonriente hasta su novio.
.
.
—Estaba todo muy rico Jinnie.
—Lo sé —dijo orgulloso de sus dotes culinarios —soy muy bueno cocinando.
—Lo eres. —Taehyung bostezó y se talló los ojos. Estaba tan cansado que podría dormirse sobre la mesa.
—Anda a ducharte mientras yo termino aquí.
—Uh no Jinnie, yo debería ayudarte, cocinaste para mí.
—Amo cocinar para ti y lo sabes. Ahora anda a ducharte y me esperas en la cama. Hay algo de lo que tenemos que hablar.
—Tienes razón, no me has contado lo que hablaste con el oficial Min.
—Cierto. —Seokjin se levantó y comenzó a quitar los platos de la mesa. Cuando volvió por las copas besó el cabello del castaño. —Anda amor, anda a bañarte y a descansar. Mañana podemos levantarnos tarde.
—Quiero dormir hasta el lunes —Taehyung cerró los ojos. No se podía ni mover de lo cansado que sentía todo su cuerpo.
Seokjin pasó su brazo por debajo de sus piernas y lo tomó fuerte para cargarlo.
—¡Jinnie que haces! —Taehyung se removió incómodo.
—Quédate quieto ¿Te quieres caer?
Taehyung se aferró a sus hombros mientras sonreía. Nunca pensó que su Jinnie era tan fuerte. Cerró los ojos y se acurrucó a su cuerpo oliendo el cuello de su novio.
Prontamente estaban entrando a la habitación. Seokjin lo dejó en la cama y se acostó a su lado. Ambos se miraron sin decir palabra alguna, sus dedos se entrelazaron mientras sus ojos recorrían al otro.
—Hay algo que tengo que decirte.
—¿Es algo malo?
Seokjin humedeció sus labios —No lo es en absoluto.
—¿Porqué estás nervioso?
—¿Qué? No lo estoy.
—Tu corazón está prácticamente rebotando en tu pecho Jinnie.
Seokjin rió y se acostó de espaldas —No es algo raro, desde que te conozco late así de rápido.
Taehyung abrió su boca y mordió su labio. Jamás nadie le había dicho algo así. Bueno él nunca había tenido un novio que le dijera cosas bonitas y no sabía cómo responder a eso.
—Yo siento mis piernas débiles cuando te veo —se encogió de hombros, tratando de también decir algo que fuera bonito a Seokjin.
Seokjin se volvió a acostar de lado y le robó un beso. Su lengua entró lentamente y cuando Taehyung le correspondió lo tomó de la cintura mientras saboreaba a su chico.
Su mano se coló debajo de su ropa y tocó todo ese cuerpo que parecía febril ante su tacto. Taehyung jadeó mientras seguían besándose. El azabache se distanció un poco y con los ojos brillantes dijo:
—Te amo Taehyung —tragó nervioso ante sus palabras. Nunca le había dicho eso a nadie en su vida, nadie había logrado llegar tan al fondo en su corazón como lo había hecho el castaño de sonrisa bonita y adorable. —Me siento como un adolescente a tu lado, siento que lo que me entregas es tan puro y sincero que a veces me pregunto si me merezco un hombre como tú. A pesar de mi pasado me has dado la oportunidad de estar en tu vida y yo solo quiero ser bueno para ti, quiero ser el mejor y tratarte como solo tú te lo mereces.
Taehyung lo miró en silencio, serio, arrugó su ceño. Seokjin se asustó un momento al verlo así, parecía enojado.
—Tú no tienes que ser el mejor para mí... No deberías tratar —Taehyung tocó los labios esponjosos del otro —Tú ya eres el mejor para mí, tuviste la confianza necesaria para mostrarme tu intimidad, lo que más cuidas en el mundo, tú me presentaste ante la princesa y eso no lo hace cualquier hombre... No por lo menos uno que respeta lo suficiente a su hija o a su entorno... —Taehyung pareció meditar un poco antes de seguir —Me refiero a que te mostraste ante mi tal y como eres... Yo no conocí al hombre que tenía que tocar a otros por las noches para darle un futuro a su pequeña... Yo conocí a un hombre nervioso y perseguido necesitando ayuda. Yo conocí a Kim Seokjin y yo te he amado desde ese día.
El azabache abrió la boca un poco sorprendido por sus palabras, aunque se lo esperaba, sin duda Taehyung era diferente al resto, era singular en su forma más inocente ¿Como no se iba a enamorar de él? Seokjin debía haber sabido que estaba perdido desde el momento que volvió a la tienda de mascotas con un regalo para el castaño.
—Entonces... Nos amamos ¿No? —preguntó inquieto el universitario.
—Nos amamos osito —Seokjin estaba tan contento que solo quería encerrarse por siempre en su casa con sus dos personas espaciales.
—¿Siempre eres así de romántico?
El azabache rió —No, descubrí que solo me atrevo a decir estas cosas contigo. Nunca le había dicho a alguien que lo amaba.
—¿Solo yo?
—Solo tú amor.
Taehyung se tiró a sus brazos y buscó su boca ansiosamente. Lo besó inmediatamente haciendo reír a Seokjin que solo dejó que su novio lo besara desordenado pero tan malditamente tierno.
Como solo su Taehyung podía hacerlo.
Seokjin estaba feliz, su corazón calentito en su pecho, ya estaba ansiando el futuro junto a Tae, estaba seguro que la vida le tendría puras cosas buenas.
Eso era lo que él deseaba...
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Agradecida de sus comentarios y votos ♥️.
Si puedo trataré de subir en la noche otro capítulo sino será hasta mañana.
Que tengan un bello sábado 🎈
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