XXII
Jung Hoseok tenía listos los informes del club Paradise. El procedimiento sería rápido y limpio, tal y como habían sido todos los procedimientos de sus hombres.
—Jefe Jung, permiso.
Su agente encubierto en el club nocturno hizo su aparición.
—¿Novedades?
—Si. Una que no se si le va a importar pero es de lo que todos hablan en el club.
—¿Qué es?
—Deneb presentó su renuncia.
Hoseok arrugó su ceño. Llevaba varios días siguiéndolo, lo había visto con uno de sus hombres, Jimin. Pero eso era bastante obvio, tomando en cuenta que ellos eran algo así como novios.
Pero había otra persona dentro del círculo del joven hermoso de ojos verdes.
Un chico de cabello rojo furioso. Hoseok los había visto comiendo helados en una plaza cercana al club. Otro día los había visto en la tienda de mascotas que estaba a unas cuadras del Paradise. Prontamente Jung se dio cuenta que ese chico era el que había entrevistado el día que había seguido al anfitrión en su automóvil. El mismo que le había negado información del hombre que ocupaba todos sus pensamientos.
Gruñó y su mirada se fijó en su agente infiltrado.
—¿Otras novedades?
—Bueno si. Descubrí que era el anfitrión Lee Jaehwan el que entraba con la mercadería —dijo con pena, él le tenía bastante aprecio a Jaehwan. Habían salido un tiempo, pero él era agente antes que otra cosa. Tenía que entregarlo, no había otra manera.
—Bien... Ya lo estábamos investigando y hasta el momento no hemos encontrado nada que lo involucre. Además, él ya no pertenece al club ¿Quién la está moviendo ahora?
—No lo sé, pero tengo dos sospechosos.
—Estoy esperando...
—Oh, si... Eunwoo o el mismo Jackson.
—¿El administrador?
—Si. Él es bastante reservado y siempre anda escondiéndose dentro del club. He sabido por los chicos que fue consumidor.
—Así es. Por eso mismo lo echaron de la institución.
—Vaya...
—Eso mismo, bien, tenemos a Lee. Hay que investigar a los otros dos... ¿Qué hay del stripper?
El agente se rió —¿Wonho?
—Ese degenerado, ¿Está limpio?
—Lo está, fue el primero en entrar a investigación. Él es genial, me está enseñando a bailar.
Hoseok puso los ojos en blanco y miró detenidamente a su agente.
—¿Estás bromeando?
—No, señor. Siempre he querido bailar y él es muy buen profesor.
—Basta.
El agente se rió fuerte —Bien señor, me iré. Me dijeron que está noche le harían la despedida a Jin.
—Jin —repitió.
—Ajá —el hombre se paró y cuando estaba en la puerta se giró para mirar a su jefe por última vez —Me comentaron también que la señorita Hyejin no le aceptó la renuncia. Quiere que se quede hasta el fin de semana... Pero no sé qué dirá Jin al respecto, al parecer se está saliendo por amor —sonrió y finalmente dejó la oficina.
Hoseok cerró los ojos y pensó en un plan para quizá poder estar una noche con el anfitrión.
—Estás jodidamente loco Hoseok.
Habló a la nada. Estaba realmente perdiendo la cabeza por ese muchacho.
Se irguió en su lugar y tecleo en el buscador de su computadora al club Paradise.
La página del club nocturno se mostró brillante y cautivadora. Hoseok mordió sus labios e hizo click en el apartado que rezaba Uso de instalaciones y presentación ante un anfitrión.
Hoseok lo único que quería saber era si podía ingresar al club con una máscara. Tenía miles de identidades falsas. Él podía ingresar y nadie sabría que él era jefe del departamento de Antinarcóticos y Crimen Organizado de la ciudad.
Siguió navegando por la página y llegó hasta lo que quería leer.
El cliente puede usar máscaras, pasamontañas etc. Pero antes el anfitrión debe ver su rostro completamente antes de iniciar el juego de roles, si es lo que se requiere.
Jung golpeó la superficie del escritorio con sus manos.
¿Cómo podía acercarse a él sin que supiera su identidad?
No lo sabía, pero algo se le iba a ocurrir, a esa altura Hoseok no estaba pensando con claridad. No estaba ni siquiera interesado en que uno de sus hombres compartía mucho más que lo que otros hombres habían compartido con dicho muchacho.
Jimin y él eran pareja.
Pero a Hoseok no le importaba, todos los hombres tenían un precio y el hombre de ojos verdes también lo tenía.
Ahora Hoseok debía encontrar el punto débil de él y así poder probar un poco de ese chico. Todos lo habían hecho ¿Porqué él no?
Hoseok sonrió y quitó la página de la pantalla. Buscó unos papeles que debía firmar el jefe superior y salió de la oficina pensando en una y mil alternativas para tener aunque sea una noche con el anfitrión de ojos verdes.
◈◇
Seokjin estaba revisando su teléfono acostado en el sofá de su abuela. Tenía la casa para él solo ya que los mayores andaban en la feria y Rachel estaba en el colegio.
Miró la televisión y parpadeó dos veces. Desde el accidente en el bus su visión se tornaba media borrosa a veces. Taehyung le había dicho que debía ir donde un oftalmólogo pero Seokjin no lo creía necesario. No todavía.
Siguió mirando sus redes sociales.
Eran cerca de las dos de la tarde. Estaba aburrido, hace cinco días que no veía a Jimin, este andaba en un operativo en otra ciudad y él se había ido donde su abuela para estar con su pequeña.
Había visto a Tae un par de veces pero la universidad no les dejaba estar tanto tiempo con él.
Suspiró y miró la hora nuevamente. Apretó el botón llamar y espero que la línea conectara.
—Buenas tardes Jin.
—Hola Tae ¿Estás ocupado?
—Ahora no, estaba en clases hace diez minutos pero ahora voy saliendo.
—¿Ya no tienes más clases?
—No, suspendieron la que tenía a las tres.
Seokjin asintió —¿Podríamos vernos?
—Claro ¿Dónde quieres ir?
—Um, estaba pensando... Me gustaría llevar a Rachel al centro comercial... Ese que me llevaste el otro día ¿Te acuerdas?
—Me acuerdo... Podríamos llevarla a los juegos ¿Cierto?
—Eso estaba pensando.
—Bien, pasaré a mi departamento a cambiarme de ropa... Tenía ganas de conocer a tu princesa.
Seokjin sonrió —Y yo estoy seguro que te va a amar.
—Espero que no se asuste con mi color de cabello.
Seokjin se rió relajado, se estiró sobre el sofá —No creo que se asuste, hace algunos años yo lo usaba morado y ella lo amaba.
—Oh, ¿En serio? Me gustaría ver eso.
—Tengo unas fotos por ahí, te las podría mostrar.
—Yo encantado.
El de ojos verdes se levantó para ir a la habitación que compartía con su hija. Debía buscar algo de ropa decente para su cita con Tae y su hija.
¿Cita?
Negó con su cabeza ante ese pensamiento. Tae era su amigo, el único amigo que había hecho en los últimos años y no quería perderlo. Por supuesto que no.
—Um. Rachel sale a las tres y media del colegio, tengo que venir a casa para que se cambie de ropa y después iríamos por el bus —Seokjin mordió su labio. Desde el accidente no se había subido a uno.
—Yo los voy a buscar... Creo que es muy pronto para que te subas a un bus... Ya sabes...
—Gracias Tae. Le pasaremos a poner bencina en el camino.
—No te preocupes.
—Bien, entonces ¿Nos vemos a las cuatro?
—Claro, ahí estaré... Envíame tu dirección.
—Si claro, nos vemos Tae.
—Nos vemos Jinnie.
Seokjin se miró al espejo, su nariz volvió a ser la de siempre, ya no tenía moretones en su rostro y sus ojos estaban casi completamente sanos. Solo debía ponerse todas las noches unas gotas para la resequedad.
Eligió un jeans azul claro, una chaqueta de mezclilla del mismo tono y una camiseta rosada.
Se vistió pero la camiseta no lo tenía lo suficientemente satisfecho.
Abrió el armario nuevamente, ya tenía toda su ropa ahí. Había decidido dejar el club y aunque su jefa no quería que se fuera, incluso había aumentado su tarifa, pero Seokjin ya había decidido. Él había llegado a trabajar ahí por una meta. Ahora podía comprar la casa que él quisiera para Rachel.
Su meta había sido alcanzada.
Además quería ser un hombre libre y poder ir donde el quisiera a la hora que se le ocurriera. Últimamente quería salir con Taehyung mientras esté sacaba fotografías.
Quería hacer más cosas... Taehyung le dijo que en su universidad estaban necesitando modelos para las diferentes carreras de arte. Y por supuesto eso era pagado, no debía mostrar su cuerpo desnudo, por ejemplo, solo debía modelar o quedarse ahí para que los estudiantes pudieran fotografiarlo o pintarlo.
También las carreras de maquillaje artístico requerían modelos.
Había todo un mundo fuera del Paradise que Seokjin no conocía.
Le había comentado a Jimin sobre la idea de trabajar como modelo en la universidad y este no había estado muy de acuerdo.
—Deberías dejar de usar tu cuerpo cariño... Yo sé que podrías usar más tu cabeza en vez de sacarte tanto la ropa.
Ese comentario había enfurecido a Seokjin.
Aquel día discutieron con Jimin.
Seokjin suspiró y tomó una camiseta negra y se la puso.
Recordó que a Tae le gustaba cuando se ponía algo negro.
Tae, Tae, Tae...
Seokjin se sentó en la cama. Se le hacía tan fácil confiar en él, ahora mismo le iba a presentar a su hija. Nadie había conocido a Rachel y él la iba a llevar donde Taehyung.
¿Estaba haciendo las cosas bien?
¿Debería contarle a Taehyung a que se dedicaba antes de conocerlo?
¿Debía Jimin conocer antes a Rachel que Taehyung?
Se pasó la mano por el rostro. Demasiadas preguntas y pocas respuestas.
Miró su celular eran las dos y media. Aún quedaba un tiempo antes de salir por lo que se fue a sentar nuevamente en el sofá y esperó a que pasara la hora.
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Kim Rachel salió corriendo al ver a su padre esperando por ella. Se estaba acostumbrado a verlo seguido ahí. Por lo que lo abrazó muy fuerte cuando llegó hasta él.
—¿Qué vamos a hacer hoy papi?
—Estaba pensando en llevarte a la ciudad, al centro comercial ¿Te gustaría ir?
—¡Si! —Rachel tomó la mano de Seokjin —¿Podemos comer helado?
—Claro que si bebé... Um, hay alguien que quiero que conozcas.
La pequeña alzó su cabeza mientras caminaban hacia la casa de los abuelos Kim.
—¿Quién?
—Es un amigo.
—¿Cómo se llama?
—Se llama Taehyung.
Rachel pateó una piedra y de pronto sonrió —Es un bonito nombre.
—Lo es —Seokjin la miró, no sabía porque estaba tan nervioso con presentarle a Taehyung. De pronto pensó que ella no querría salir con otra persona. Sino que solo con él —¿Aún quieres salir con nosotros? Digo... ¿No te molesta que venga otra persona?
—¿Es tu amigo?
—Si —Jin respondió nervioso.
—Entonces está bien... Yo sé que papi no tiene muchos amigos.
El mayor asintió y apretó un poco más la mano de su pequeña. Amaba su sinceridad y su buen corazón. Rachel era una niña estupenda.
—Bien, entonces te cambiarás de ropa y mi amigo Taehyung vendrá por nosotros en un rato más ¿Si?
Rachel asintió sonriendo. Entraron a la casa y corrió a elegir su ropa.
—¿Me puedo poner esto? —la niña alzó un tutú color morado.
—Claro. Pero con medias largas porque no sé a qué hora volveremos y no quiero que pases frío.
La niña se volvió a meter a su habitación y Seokjin le dejó un mensaje de texto a su abuela para que no se preocupen por ellos.
A las cuatro en punto Taehyung estaba estacionado fuera de su casa.
Seokjin miró por la ventana y apuró a Rachel. Buscó su billetera y sus llaves.
Ambos salieron de la casa y Taehyung se bajó del vehículo para poder saludar como correspondía a la niña.
—Hola Tae —Seokjin abrazó rápidamente al universitario.
—Hola Jinnie.
Rachel sonrió.
—Esta pequeña de aquí es mí Rachel.
Taehyung se agachó hasta ponerse a su altura —Hola, yo soy Taehyung, pero puedes decirme Tae.
—Hola —la niña observó al muchacho que estaba frente a ella —eres bonito.
—Rachel —dijo Seokjin.
Taehyung se rió —¿Crees que soy bonito?
La niña asintió —Eres tan bonito como papi.
—Creo que tu papi es más bonito ¿No crees?
Taehyung alzó la mirada hasta encontrarse con los ojos de Seokjin.
Pestañeo tres veces ¿Taehyung estaba coqueteando con él? ¿Delante de su hija?
El chico tenía una mirada penetrante, una que Jin no había visto antes en él.
—Ambos lo somos —Seokjin tragó nervioso y no pudo seguir aguantando esa mirada por lo que prefirió mirar en otra dirección.
—Bien ¿Están listos?
Rachel gritó y Seokjin sonrió.
Taehyung se acercó a la puerta trasera y la abrió para que ambos se subiera. Luego se metió en el asiento del conductor y en unos minutos estaban pasando por la carretera rumbo al centro comercial.
—¿Aquí fue papi?
Seokjin observó el lugar —No, es más adelante.
Taehyung los miraba por espejo retrovisor de vez cuando sin decir nada.
Luego de una hora de viaje estaban estacionando fuera del centro comercial.
—El abuelo no me había traído aquí ¡Es muy grande papi!
—Así es, hay muchas cosas que te van a gustar.
Los tres entraron al recinto y lo primero que hicieron fue ir a los juegos electrónicos del lugar.
Estuvieron más de una hora matando zombies y dinosaurios. Por lo que el hambre comenzó a hacerse presente.
—Quiero comer pollo frito papi. Mi abuela no me deja comer, dice que es malo para mi cuerpo.
—Lo es, pero de vez en cuando si podemos comer.
Rachel caminaba delante de ellos por lo que ambos hombres quedaron detrás de ella.
—Es una niña muy inteligente ¿Cuántos años tiene?
—Va a cumplir seis años la otra semana.
—¡En serio! Me imagino que ya tienes su regalo de cumpleaños ¿No?
Seokjin abrió la boca pero no dijo nada. La verdad era que se había olvidado de salir a comprar.
—¡Tienes que tener un regalo para ella! —Taehyung negó con la cabeza —estos días saldremos a buscarle uno bonito... ¿Se lo celebras?
—No... Yo no... —¿Cómo le podía explicar a Tae que el no había vivido con su hija los últimos dos años?
—Bueno no importa... Un pastel y un regalo nunca deben faltar. No hagas lo que hacía mi mamá.
—¿Qué era eso?
—Nada. No me celebraba... Mis abuelos eran los que me hacían algo ese día. Mis padres siempre trabajaron mucho para darme todo.
—Entiendo. Yo también he estado lejos de ella por trabajo —Seokjin se estaba empezando a sentir enfermo por el tema que estaban hablando. Siempre se había sentido culpable por no estar el tiempo suficiente junto a su pequeña.
—Nunca es tarde para recuperar el tiempo —Taehyung le dio una mirada tranquilizadora.
—Tienes razón.
Llegaron hasta el restaurante que Rachel había elegido y se sentaron en una mesa cerca de los baños.
Pidieron pollo frito, dos ensaladas, papás fritas y gaseosas para padre e hija y un enorme jugo natural para Taehyung.
—¿No te gusta la gaseosa tío Tae?
—¿Tío? —Taehyung se rió —prefiero tomar jugo.
—A mi papá le gusta la bebida con un líquido... ¿Cómo se llama eso que le pones papi?
—Vodka.
—Eso —Rachel observó a Taehyung que estaba sentado frente a ella. Se rió cuando vio la mueca de asco que hizo el mayor.
—No me gusta el alcohol.
—Eres un aburrido Tae —Seokjin le sonrió.
—¡Oye! No des esos ejemplos delante de la niña... El alcohol es malo para la salud —se arregló su cabello —además puedo ser muy divertido sin una gota de alcohol.
—¿Si? Me gustaría ver eso —Seokjin le guiñó un ojo.
El de cabellos rojos tragó ¿Seokjin estaba coqueteando? ¿Delante de su hija?
—¿Son novios? —Rachel miró a su papá y luego a Taehyung.
—¿Qué? No bebé... No lo somos.
No aún. Taehyung desechó ese pensamiento. Seokjin ya tenía a alguien en su vida aunque parecía que la pequeña no estaba al tanto de eso.
—Somos amigos pequeña.
—¿Cómo se conocieron?
A Seokjin se le iluminó el rostro ante el recuerdo —Tae me ayudó un día en que estaba en problemas.
—¿Él es como tú héroe?
El de ojos verdes levantó la mirada. Taehyung se estaba mordiendo el labio inferior.
—Eso... No es así pequeña yo solo...
—Me ayudaste —interrumpió Seokjin —yo necesitaba ayuda y tú me protegiste ese día... —Jin miró a Rachel —Tienes razón bebé, Taehyung es como mi héroe.
Rachel aplaudió y miró con admiración al chico frente a ella.
—Papi no tiene amigos... Tú eres su único amigo en el mundo. Eso es bonito.
—Lo es —respondió el universitario sin mirar a Seokjin.
Su corazón latía sin control en su pecho.
Respiró dos veces. Él no podía ilusionarse, no podía pensar en él y Jin. Tampoco podía encariñarse con la pequeña... Ellos no eran parte de su vida... Eso le correspondía al novio del azabache.
Él no se quería enamorar.
No. No podía.
Pero ¿porqué estaba él en ese lugar en vez del rubio novio de Seokjin?
Seokjin le cortó un poco de pollo a la niña y le puso ensalada en el plato.
Comieron y rieron hasta que la comida se acabó.
Seokjin nunca había estado tan relajado en su vida. Nunca se había sentido tan a gusto como lo hacía cuando estaba cerca de Taehyung.
La pequeña Rachel comenzó a sentir sueño por lo que cerca de las ocho de la noche los tres emprendieron rumbo hasta la casa de los abuelos Kim.
—Mis abuelos viven en esa casa —dijo Taehyung una vez que se estacionaron fuera de la propiedad.
—Mi abuelo y tú abuelo parece que juegan a las cartas —rió Seokjin.
—Ya veo, tu abuelo es el que le gana los chocolates.
Ambos rieron. Seokjin miró a Rachel que se había quedado dormida en sus brazos.
Miró a Taehyung por el espejo retrovisor —¿Quieres pasar?
—¿Tu abuela se enojará?
—No, ella feliz de recibir gente en su casa. Pasa, tomemos un té.
—Bueno, si insistes.
Seokjin se bajó con Rachel en brazos, le pasó su llave a Taehyung y este abrió la puerta.
Ambos se encaminaron hasta la habitación de la niña y Seokjin la acostó. Le quitó los zapatos y la tapó.
—Amé su tutú, no se lo pude decir —Taehyung miró a Seokjin.
—Ya habrán más ocasiones, no te preocupes.
Taehyung quería más ocasiones, quería aferrarse a eso. No importaba si Seokjin lo vería siempre como un amigo, él no quería perder ese acercamiento, aunque fuera mínimo. Para Taehyung era todo.
Seokjin fue hasta la cocina y abrió una puerta aledaña.
—Mis abuelos no están.
Revisó su teléfono ya que no lo había visto en toda la tarde. Tenis un mensaje de su abuela y otro de Myungjoon. Arrugó el ceño, no había hablado con nadie del club desde su accidente.
Prefirió no leerlo y ver el de su abuela. Se rió y negó con la cabeza.
—¿Pasó algo malo?
—No. Solo que mis abuelos se quedaron a dormir donde una tia.
—Oh, ya veo.
—Desde que estoy aquí salen más. Están aprovechando de estar juntos... Por mi culpa no han podido disfrutar.
—No digas eso... Yo creo que ellos son muy felices de cuidar a tu pequeña.
—Si, pero eso no quita que tuvieran que hacerse cargo de algo que no les correspondía para nada.
Taehyung lo vio triste y no lo pensó y lo abrazó. Sus brazos rodearon sus hombros y Seokjin inmediatamente apoyó su cabeza en el hombro ajeno. Sus manos se fueron a la cintura de Tae y este levantó más los brazos.
Seokjin olió el perfume de Taehyung, era de vainilla, era dulzón pero no en exceso. Sintió las manos temblorosas del chico en su cuello y alzó la mirada.
Los ojos de Taehyung le querían decir algo, había algo en ellos que Seokjin quería descifrar.
Cuando Taehyung deslizó su lengua por sus labios Seokjin dejó de pensar.
Se acercó despacio y cuando sus narices se rozaron habló —Gracias por salir con nosotros, fue bonito tenerte con nosotros.
—Puedo hacerlo más seguido si quieren... Tu hija es maravillosa... Al igual que tú.
Seokjin sonrió sin mostrar sus dientes y se acercó un poco más —Me gustaría eso.
—A mi también —la voz ronca de Tae resonó por por todo el lugar y le puso a Seokjin la piel de gallina.
El universitario ladeó un poco su cabeza y se empujó hacía Seokjin. Sus labios chocaron por segundos antes de que Taehyung se separara de ellos.
—Lo siento.
—No, yo lo siento... —Seokjin se tocó la nuca.
Taehyung suspiró. Seokjin no era un hombre libre.
Tenía que sacarlo de su cabeza. Tenía que alejarse de él antes de que todo lo que sentía empezara a dejar dolor en su vida.
Seokjin mordió su labio molesto consigo mismo.
Las cosas se estaban saliendo de su control. No podía perder la única amistad que había hecho en todos esos años. Taehyung era mucho más que un chico para llevárselo a la cama. Taehyung era un chico increíble, no era un capricho. Él tenía a Jimin, no podía jugar así.
No. Él no podía hacer eso.
Él quería a Jimin.
Miró a Taehyung y otra vez vio algo en sus ojos ¿Pero que era? ¿Qué le quería decir?
Taehyung se despidió de él.
Y lo siguiente que Seokjin escuchó fue el motor del vehículo alejándose cada vez más.
≪ °❈° ≫
Hola!!!! Aquí un nuevo capítulo... Seokjin está buscando su camino y será algo largo, como todos los cambios que uno hace en su vida. Los problemas también llegarán pronto xd.
Solo para que sepan Rachel es Jintae shipper 😂
Que tengan bonito día 💜💜
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