TRES NO SON MULTITUD
Con mucho
cariño para
todxs ustedes❤️
—¿Estamos en el lugar correcto
Seokjin observó su teléfono una vez más y asintió —Si, según esto, si doblamos esa esquina —indicó con su dedo mientras Taehyung miraba interesado los edificios viejos atestados de graffitis —encontraremos el supermercado y estaremos a unas seis calles de la casa de Yoon.
—Por fin, esta ciudad es muy diferente a la nuestra, pero la arquitectura es muy linda, ¿viste esas casonas? Quiero sacar fotografías.
—Pronto bebé, primero debemos comprar lo necesario y luego ver por fin a Yoonie. Espero que esté en casa.
—No hemos hablado con él, no debe estar muy tranquilo, nos llamó anoche y no le devolvimos el llamado.
Seokjin asintió y volvió a entrelazar sus manos con su novio luego de haber guardado su teléfono.
—Lo llamaré cuando estemos en el supermercado, como es domingo no va a encontrarlo extraño. Tú podrías mandarle un mensaje y decirle que estás con tu abuela.
—Espero que no llame a Rachel.
—Oh mierda, no había pensando en eso.
—Y con lo enojada que quedó no me extrañaría que nos tirara de cabeza por la mentira que estuvimos planeando estas semanas.
Seokjin vio el supermercado y prácticamente corrió con Taehyung para poder llamar a Yoongi y que este no se preocupara por todas las horas que habían pasado sin hablar.
—Busca las frutillas yo lo llamaré por mientras.
Taehyung asintió y le dio un beso antes de salir del pasillo y buscar lo que Seokjin le había pedido.
El azabache por su parte buscó su teléfono y con dedos temblorosos le marcó a su novio, eran las nueve y treinta de la mañana.
Un somnoliento Yoongi lo saludó.
—¿Te desperté?
Seokjin escuchó una leve risita y su corazón se aceleró ante lo cerca que estaba de su novio. Parecía irreal que en unos minutos podría besarlo nuevamente.
—Un poquito, anoche me dormí tarde.
—Nosotros temprano, vi tu llamada perdida recién.
—Disculpa por llamar a esa hora cariño. Me tomé unas cervezas y comencé a extrañarlos, supuse que se dormirían tarde.
—Gatito —murmuró Seokjin enternecido.
—No me hagas caso, ¿Rachel ya despertó?
—Oh… Uhm no lo sé, yo estoy en el supermercado, se quedó con Tae.
—¿Que vas a cocinarles de rico? Muero por comer tu comida de nuevo cariño.
Seokjin sonrió y si no fuera por que esa misma mañana estaría con Yoongi se hubiese puesto a llorar como niño pequeño.
—No creo que quieras saber —jugó Seokjin.
—No me digas que estás comprando para hacerles muffins.
—Te dije que no preguntaras.
El azabache escuchó un grito y rió junto a Yoongi.
—Que malo eres.
Taehyung llegó hasta Seokjin con dos potes de frutillas y otros ingredientes que estaban en la lista.
Avanzaron por el lugar hasta el pasillo de los vinos, Tae tomó dos botellas de vino tinto y otra de vino rosado.
—Deberías haber aprendido la receta cuando te la enseñé, bebé.
—No sirvo para preparaciones dulces, lo sabes, además todo lo que tú haces es delicioso.
Taehyung rió bajito y paró para tomar dos paquetes de chocolate.
—Deberíamos haber traído un carro —susurró bajito.
Jin le hizo señas para que se callara.
—¿Que harás hoy de interesante, amor? —Seokjin cambió de tema y así poder ahondar un poco más y saber a ciencia cierta si la sorpresa iba a resultar o no.
—Uhm, creo que iré al gimnasio, de hecho ahora mismo me estoy levantando para ir a la ducha y salir.
Seokjin apuró a Taehyung quien estaba mirando unos juguetes para mascotas.
—Oh bueno, entonces hablamos más rato, no olvides secar tu cabello bien antes de salir, ya sabes, para que no te enfermes.
—Tranquilo cariño, prometo secarmelo bien. No quiero enfermar si no están aquí para cuidarme.
El hombre de ojos verdes suspiró y luego de escuchar lo mucho que su novio lo amaba y extrañaba cortó la llamada.
—Va al gimnasio, debemos correr.
—¿Correr? —Taehyung hizo una mueca.
—No literalmente osito, pero debemos apurarnos, tomaremos un taxi, sino no pillaremos a Yoonie, ya sabes que tiene esa fascinación por salir con el cabello húmedo.
—Ajá, para verse más sexy.
—Como si ya no lo fuera —Seokjin se rió mientras llegaban hasta la cajera para pagar.
Cuando finalmente pudieron salir del supermercado y subirse a un taxi habían pasado más de treinta minutos y Seokjin estaba seguro que no lo lograrían.
El taxista comenzó a hablar con ellos sobre la ciudad y otras cosas que Taehyung escuchó con mucho respeto por que el hombre era alguien mayor y él tenía debilidad por los abuelitos.
Cuando llegaron a la casa de Yoongi habían pasado más de cincuenta minutos, no entendía cómo es que el taxista había demorado tanto.
Taehyung tomó las bolsas y Seokjin su mochila y el bolso de su novio. Tragó saliva al revisar la dirección.
—Es una casa grande. —Dijo sintiendo sus manos sudar.
—Y bonita, este lugar es muy pintoresco, me encanta desde ya.
Seokjin asintió y respiró tres veces antes de avanzar hasta la reja de entrada. Como no había timbre ellos simplemente abrieron la puerta de metal y caminaron hasta la puerta de su novio.
Una linda puerta caoba que se veía y combinaba con los colores del frontis de la casa.
—Mierda, mi corazón no deja de latir.
—Lo sé, yo también siento como que me voy a morir —murmuró Seokjin.
Taehyung mordió su labio inferior y respiró dos veces para calmarse, sabía que podían verse muy exagerados, ambos hombres casi temblando en la puerta de su novio, pero la verdad era que los meses sin Yoongi habían sido eternos y ellos pasaron todo ese tiempo anhelando el volver a verlo.
Y ahora solo estaban a unos pasos de lograrlo.
Seokjin iba a golpear la puerta cuando esta se abrió y Yoongi casi choca con ellos.
Yoongi dejó caer su bolso de deporte y se llevó una mano hasta sus labios.
Taehyung sonrió y Seokjin también lo hizo mientras veían las lágrimas en el rostro de Yoongi caer.
—¿Sorpresa? —dijeron ambos hombres antes de abalanzarse sobre el policía y abrazarlo.
—Oh mierda, me engañaron completamente —Yoongi abrazó a sus dos chicos por el cuello y una risita entre alegre y aliviada salió de su garganta.
Seokjin fue quien primero rompió el contacto y tomó las mejillas del rubio secando las lágrimas en el proceso y besó sus labios. Solo un toque y se movió para que Taehyung también pudiera hacerlo.
—Tu pelo está más largo —dijo el castaño antes de tomar los labios de Yoongi.
Seokjin sonrió ante la escena y tomó las bolsas para entrar a la casa siendo seguido por sus novios.
Los tres se pararon a un costado de la puerta y miraron el lugar que sólo habían visto a través de fotografías enviadas por el policía. Estaba todo ordenado y tanto Taehyung como Seokjin sonrieron al ver todo con sus propios ojos.
—Que lindo lugar conseguiste aquí amor.
—¿Les gusta?
—Muy espacioso —Tae caminó hasta el centro de la sala y luego hacía el enorme mueble en donde con una sonrisa apreció las fotografías que estaban allí.
Seokjin lamió sus labios y dejó las bolsas y lo demás en el piso y luego tomó la mano de Yoongi para entrelazar sus dedos —te extrañé mucho —dijo mirándolo con sus ojos brillantes por las emoción de estar de nuevo los tres juntos.
—Yo también, un día más sin ustedes y me volvía loco.
—¿Tomaste desayuno Yoonie? —Taehyung llegó hasta ellos luego de ver toda la sala y decidir que debía arreglar de alguna manera lo sombrío que se veía todo allí.
—Me comí una manzana, ¿Eso cuenta?
—Claro que no, bobo. Pero no te preocupes, vinimos a hacerte el desayuno.
Yoongi lamió sus labios mirando a Seokjin y luego a Taehyung —¿No podemos saltarnos eso? Podemos comer después.
—Tentador, pero no. —Seokjin tomó el rostro de Yoongi y lo besó. Mordisqueó su labio inferior haciendo que el policía suspirara en su boca —morimos de hambre bebé, pero luego de eso, seremos tuyos.
El azabache sonrió y luego tomó las bolsas que habían quedado tiradas a un costado de la puerta sonriendo hacia la cocina.
Yoongi sonrió también y sin haber estado preparado sintió los brazos de su lindo novio en su cintura. Tae apoyó su mentón en el hombro ajeno y cerró los ojos.
—Te extrañé tanto, necesitaba un abrazo tuyo.
El rubio también lo rodeó y dejó un beso en el cabello de su lindo novio —créeme que yo también necesitaba esto.
—Jinnie pidió unos días en el banco y yo estoy con receso en la universidad.
Yoongi lo alejó suavemente —me mentiste —rió Yoongi al ver el puchero en los labios de Taehyung.
—Si, ¡Pero fue por una buena causa! —se defendió el menor.
—Bueno, eso ya no importa, están aquí. Ustedes realmente vinieron.
Tae tomó la mano de Yoongi y ambos caminaron hasta la cocina en donde Seokjin trataba de adivinar donde estaban los utensilios para de una maldita vez cocinar algo, y así después aterrizar en la cama de su novio que era una de las tantas razones por las que estaban ahí.
A parte de extrañarlo un montón, ambos necesitaban estar de nuevo los tres juntos sin interrupciones y el miedo constante de que Rachel pudiera aparecer.
—No me digas que no tienes batidora.
Yoongi entrecerró sus ojos —¿Recibiré un castigo si digo que no?
Seokjin se rió fuerte —dios, estoy muriendo de hambre, en serio.
—Entonces siéntate —el rubio miró a Seokjin y avanzó hasta él para tomar su mano —les haré desayuno.
Taehyung se sentó en uno de los taburetes de la isla de la cocina de su novio y Seokjin lo hizo a su lado.
Yoongi comenzó a moverse de aquí para allá mientras le contaba a sus chicos sobre sus días solo. Lo que había hecho durante el mes y los operativos a los cuales había sido convocado.
La comida fue servida y los tres siguieron conversando de sus días mientras comían. Seokjin le contó al rubio sobre su trabajo y como estaba avanzando dentro del banco, había sido escogido para una capacitación de mercado para así poder acceder a un mejor puesto dentro de la institución. También le contó sobre Rachel, aunque la mayoría de las cosas Yoongi ya las sabía ya que hablaban todos los días por teléfono.
Taehyung suspiró satisfecho cuando terminó el ultimo bocado de pastel.
—¿Por que dijiste que tienes pastel, Yoonie?
—No lo dijo —Seokjin miró a su rubio novio con una ceja alzada —¿Lo compraste tú?
Yoongi se rió y negó con su cabeza —no sé qué es lo que están pensando pero aunque no lo crean a veces suelo comer cosas dulces, ese pastel lo compré ayer temprano... ¿Algo más que quieran saber? —preguntó divertido.
—Yo tengo una más —Tae giró su cabeza y apuntó con su dedo índice la mesa de centro de la sala —¿Estas fumando?
—¿Que? —Yoongi ladeó su cabeza confundido ante la pregunta —yo no fumo.
—¿Por que hay un encendedor en tu mesita?
—¿Para encender inciensos? —preguntó Seokjin no entendiendo mucho.
—Oh, eso.
Ambos chicos miraron al mayor y este volvió a negar con su cabeza sonriendo —es de un compañero de trabajo, ayer vino a ver el partido acá.
Yoongi volvió a sonreír al verlos tan serios.
Nunca, ni en un millón de años se imaginó que podría poder celosos a dos hombres tan espectaculares. Ambos parecían estar viviendo el peor enigma de sus vidas al tratar de descifrar lo que había tras sus palabras.
—Uhm. —Fue lo único que dijo Seokjin.
—¿Él sabe que ya estás ocupado? —Tae más celoso que nunca cruzó sus brazos sobre su pecho.
—Lo sabe. Es solo un compañero de trabajo, incluso podría ser llamado un amigo.
Seokjin asintió —eso es bueno, un amigo es lo que te hace falta gatito, aquí estás muy solo, es bueno que tengas a alguien con quien compartir.
—Agh. —Tae no estaba muy de acuerdo.
Yoongi rodeó la mesa y se paró justo al medio de ambos hombres —gracias por haber venido, de verdad que aprecio mucho que estén aquí. Estos meses han sido muy difíciles.
—Para todos gatito.
Taehyung asintió —nosotros estamos muy felices de estar contigo y… —el castaño se levantó y se paró justo detrás de su rubio novio ante la mirada seductora de Seokjin —así de paso evitamos que algún fumador quiera lo que no le pertenece.
Yoongi lamió sus labios y giró su cabeza justo cuando Seokjin se aproximaba a él y tomaba sus labios en un beso húmedo, pero por sobre todo caliente.
Taehyung se acercó un poco más y pasó sus manos primero por la espalda del rubio lentamente mientras besaba la piel de su nuca. Luego sus manos avanzaron por el pecho de Yoongi y luego descendieron hasta su entrepierna.
Yoongi jadeó en la boca de Seokjin mientras buscaba tocar el cuerpo del azabache. Pero las grandes manos de Taehyung lo hicieron gemir cuando apretaron su despierto pene.
—Mierda.
Taehyung fue el primero en separarse y caminar hasta el dormitorio principal dejando a Seokjin y a Yoongi todavía en la isla de la cocina.
—Te juro que esto no era lo que habíamos planeado —Seokjin se quitó su camiseta haciendo gala de su bien formado torso y de paso haciendo babear a Yoongi de inmediato ante semejante vista.
—Mírate todo sexy. —El rubio lo tomó de la cintura y volvió a juntar sus labios. Chupó su labio inferior mientras sus manos trabajaban con el botón del jeans del azabache. Cuando tuvo a Seokjin en boxer se dio un segundo para apreciar la vista.
Ambos se sonrieron y volvieron a besarse para luego caminar torpemente hasta la habitación.
Taehyung esperaba por ambos completamente desnudo en medio de la cama.
Yoongi tragó ante lo que sus ojos veían.
—Ha estado haciendo ejercicio —susurró Seokjin en su oreja.
—¿Donde está mi tímido Taetae? —Yoongi se quitó su camiseta y mientras Seokjin llegaba a la cama para besarse con Taehyung, él rápidamente se quitó el resto de su ropa para poder acostarse junto a sus chicos.
Los tres en la cama se acariciaron y besaron por largos minutos siendo sus húmedos besos, los suspiros y jadeos ahogados en la boca del otro los únicos sonidos dentro de la habitación.
—Se supone que teníamos un plan —dijo Jin mirando hacia donde Yoongi se había movido.
—No importa, están acá y eso es suficiente.
Seokjin mordió su labio mientras Yoongi le quitaba la única prenda que quedaba sobre su cuerpo y tomaba su polla entre sus labios.
Taehyung se estiró hasta alcanzar la botella de lubricante que había dejado sobre la mesa auxiliar y le dio un último beso a Seokjin antes de bajar también hasta donde Yoongi estaba.
El azabache abrió un poco más sus piernas y al parecer no tendría que decir ni una palabra acerca de lo que quería lograr con sus dos novios.
Cuando lo tres se miraron comprendieron inmediatamente que era lo que iba a suceder aquella media mañana de domingo.
El dedo húmedo de Taehyung tanteó suavemente la entrada del azabache masajeando mientras Yoongi lo chupaba sin detenerse.
Seokjin se lamentaba entre gemidos y jadeos mientras sentía su parte baja arder.
Así no era como él quería que fueran las cosas, pero habiendo pasado tanto tiempos separados de Yoongi su plan de hacer algo sexy y caliente a la luz de las velas se había ido al carajo y ahora mientras Taehyung lo preparaba para recibirlos a ambos él se encontraba expectante.
Yoongi dejó la polla del azabache y avanzó por su cuerpo besando y lamiendo toda la piel. Sus dientes jugaron con los pezones haciendo maldecir a Seokjin. Su lengua acarició la nuez de Adán de su novio y luego atacó su boca.
Jin lo abrazó por el cuello gimiendo en sus labios sintiendo ahora la lengua de Taehyung sobre su, a esa hora, estirado agujero.
—Te amo —susurró Yoongi cuando se separaron.
Seokjin mordió su labio y echó su cabeza hacia atrás arqueandose sobre la cama ante las maravillas que estaba haciendo Taehyung con él.
Volvió a abrazar a Yoongi y lo besó buscando su lengua inmediatamente.
Tae por su parte se alejó para observar su trabajo y cuando estuvo satisfecho se tiró a un costado de Seokjin. Mientras miraba como sus novios se besaban de la manera más caliente que él hubiera visto antes comenzó a tocarse suavemente gruñendo bajito al sentir su polla tan dura y pesada en su mano.
Yoongi mordisqueó el labio de Seokjin y se alejó, observó su mesita auxiliar y tomó uno de los condones que estaba ahí y mientras lo abría se dedicó a mirar a sus dos chicos ahora besarse.
Sentía su polla casi explotar por lo duro que estaba y es que había pasado varios meses solo, entonces ahora, mientras los veía ahí en su cama él apenas podía aguantar sus ganas de descargarse dentro de uno de ellos.
Gateo por la cama haciendo que ambos chicos se separaran y miraran en su dirección.
—Entonces… ¿Quién me montará?
Seokjin se incorporó enseguida y esperó a que Yoongi se acostara sobre la cama para él posicionarse entre sus piernas.
Ninguno de los tres hablaban sobre sus roles en la cama, simplemente ellos se miraban y entendían inmediatamente que es lo que quería el otro. Nunca hubieron roles establecidos en ellos y esa era una de las cosas que más amaban los tres.
Taehyung acarició el pecho blanquecino de su novio y fue bajando lentamente por su abdomen que aún tenía las huellas de aquel cruel episodio en la vida de ellos y tomó su polla para mantenerla alzada mientras Seokjin se sentaba sobre esta.
Yoongi gruñó mientras el cuerpo de su novio se enterraba y se acostumbraba a la intromisión.
Tae quitó su mano cuando Seokjin tuvo todo en su interior. Miró a Yoongi y este lo tomó del cuello para atraerlo y así poder tomar sus labios.
Seokjin viendo la escena comenzó a moverse lentamente gimiendo sin poder contenerse al ver a Yoongi y a Taehyung besarse y lamerse como si no pudieran obtener suficiente del otro.
Era una vista maravillosa.
Yoongi tomó las mejillas de Taehyung y lo separó despacio de él mientras jadeaba por lo bien que se sentía su polla dentro de uno de sus chicos. Lamiendo sus labios miró los bonitos ojos marrones y le dio un beso corto en los labios. —Quiero probarte.
Tae asintió lentamente y miró a Seokjin quien se movía ágilmente sobre el rubio. Se incorporó y llevó su polla hasta la boca de Yoongi mientras se afirmaba sobre el respaldo de la cama que crujía a cada movimiento del azabache.
—Oh mierda. —Seokjin abrió un poco más sus piernas y se afirmó con sus palmas a los costados de las piernas de Yoongi quedando de esa manera completamente expuesto a sus novios.
Ambos miraron a Seokjin y el espectáculo que les estaba ofreciendo. Lamieron sus labios y fue Yoongi quien maravillado por lo que veía tomó las piernas de Seokjin para que se pudiera enterrar aún más dentro de él.
Taehyung comenzó a bombear su polla dándose cuenta que era el momento de hacer lo que habían estado soñando durante todos esos meses y que sólo se iba a hacer realidad si los tres estaban juntos.
El castaño tomó el lubricante que había quedado descartado en medio de la cama mientras escuchaba a ambos hombres gemir y jadear. Buscó un condón y lentamente enfundó su polla. Luego un poco más de lubricante sobre esta y se movió por la cama.
Seokjin entendiendo que el momento había llegado volvió a su posición inicial y se apoyó en el pecho de Yoongi.
Taehyung todavía tenía el lubricante en su mano y cuando Seokjin se acostó casi completamente sobre el rubio, él vertió una generosa cantidad del líquido acuoso sobre la ya estirada entrada de su novio.
Yoongi a esa altura ya se había dado cuenta de lo que Seokjin quería y buscó su rostro para saber si el azabache estaba al tanto de parar cuando quisiera.
Seokjin lo miró y le sonrió amplió mientras sus ojos eran todo lujuria y promesas de más sexo alucinante.
—Quiero esto bebé.
Taehyung llevó lentamente su polla hasta el agujero del azabache y tal y como lo habían estado practicando en casa comenzó lentamente a penetrarlo. Pero una cosa era practicarlo con él y un dildo, muy por el contrario Taehyung no estaba listo para lo que sería el contacto piel a piel con la polla de Yoongi.
Mientras Taehyung entraba ninguno se movió, dejando que Seokjin pudiera ajustarse a la nueva intromisión.
—Jodida mierda —Yoongi maldijo.
Seokjin cerró sus ojos y mordió su labio ante el pequeño dolor que sintió en su zona baja. Se sentía tan lleno mientras Tae trataba de encajar su grande polla dentro de él.
—Oh dios mío. —Seokjin abrió su boca y Tae se detuvo de inmediato ante el miedo de haberle hecho daño.
Cuando estuvieron en casa habían practicado bastante y había sido realmente una experiencia excitante para ambos, pero por supuesto que iba a ser diferente que Seokjin tuviera que lidiar con dos pollas dentro de él.
—¿Te duele, cariño?
Seokjin abrió sus ojos y negó lentamente. —Es diferente… Mierda se siente bien.
Taehyung rió bajito y Yoongi más relajado acarició el cuerpo de su novio mientras dejaba besitos en su cuello.
Seokjin entonces se irguió levemente y los tres jadearon ante el movimiento. Giró su cabeza para buscar los labios de Taehyung y cuando los encontró ambos hombres comenzaron a moverse lentamente.
El azabache gimió alto y tuvo que romper el beso por que la sensación de ser llenado de esa manera lo tenía al borde. Su polla dolía por lo que tomándola comenzó a masturbarse lentamente.
Yoongi ancló sus manos en las caderas de Seokjin y observó a sus dos chicos. Prontamente Taehyung miró en su dirección y le sonrió haciendo que Yoongi apretara sus manos un poco más fuerte sobre la piel de Seokjin.
—No puedo aguantar más —Tae mordió su labio mientras sentía las bolas de Yoongi golpear las suyas y el roce piel a piel lo tenía más que al borde de su orgasmo.
—Córrete bonito. Hazlo.
Seokjin gimió ante la voz de mando de su novio y aunque para él no iba el mandato se corrió fuerte sobre el abdomen de Yoongi bombeando su polla y apretando su agujero en el proceso haciendo que Taehyung lo siguiera gimiendo ronco ante la placentera sensación.
Cuando Taehyung se salió del caliente lugar que lo había albergado se acostó sobre las sábanas y besó a Yoongi quien aún no encontraba su liberación.
Seokjin resintiendo la penetración se quitó la polla de Yoongi y también se acostó a un costado. Luego limpió el abdomen del rubio con la sábana de la cama.
—¿Como quieres correrte gatito?
Tae dejó sus labios y se quitó el condón para luego tirarlo al piso.
—Tentador —Yoongi se quitó también el condón lentamente. Pensando en que pedir, en realidad era lago sencillo de realizar. —Quiero que ambos me hagan acabar, como ustedes quieran. Yo solo me quedaré aquí y tomaré lo que quieran darme.
Taehyung sonrió de inmediato y se movió por la cama para posicionarse entre las piernas de Yoongi. Su lengua se deslizó lentamente por todo el tronco duro haciendo sisear al rubio.
Seokjin estaba cansado y todavía sentía palpitar su zona baja por lo que desechando bajar también, tomó los labios de su novio y lo besó como había estado anhelando todos esos meses lejos de él. Sabía lo mucho que Yoongi disfrutaba de una sesión de besos tiernos y calientes por lo que simplemente jugó con su lengua y mordisqueó mientras lo sentía temblar ante su inminente orgasmo.
Cuando eso ocurrió el gemido de alivio hizo que la polla de Taehyung quisiera despertar nuevamente. Pero también estaba muy cansado por el viaje y las pocas horas de sueño.
Tae se tragó hasta la última gota de semen del policía haciéndolo suspirar.
—Osito sucio —dijo Yoongi completamente satisfecho —ven aquí.
El rubio se sintió feliz cuando tuvo a sus dos chicos recostados sobre su pecho.
Estaba eufórico de poder tenerlos aunque no sabía por cuántos días se quedarían a su lado y él no tenía el valor para preguntar, lo mejor era mantenerse dentro de la burbuja de amor que los tres habían creado con tanta dedicación y el más puro amor que se tenían.
—Deberíamos salir a comer en la noche. —Tae sugirió con sus ojos cerrados.
—Esa es una buena idea. —Seokjin bostezó a raíz de lo poco que había dormido el día anterior.
Yoongi tenía sus ojos muy abiertos, él no tenía sueño por lo que cuando sus chicos se durmieron el resintió que sus brazos estuvieran aplastados por ellos.
Pero en realidad eso era lo de menos, ¿Era incómodo? Claro que sí, pero los tenía nuevamente con él.
Sonrió satisfecho y se quedó ahí mismo sintiendo su corazón tranquilo, despejando así las dudas que lo habían estado acechando las últimas semanas.
Tenía a sus dos chicos y eso era lo suficientemente bueno para aguantar la maldita distancia y la soledad que lo embargaba de vez en cuando.
Si los tenía nada era lo suficientemente malo.
—Yoonie —llamó Seokjin de pronto.
Y gracias a Dios, él se movió dejando su brazo libre.
—¿Que pasa cariño?
—Solo quería decirte que de verdad lamento lo que pasó hace semanas.
—Lo sé, yo también lamento como se dieron las cosas. No quería que te sintieras excluido ni mucho menos.
—Me comporté como un idiota. Siento vergüenza de mi actuar. —Seokjin acarició el rostro de Yoongi y dejó un besito justo en donde tenía una pequeña cicatriz —te amo. Te amo mucho.
—Te amo mucho más. Mi vida no tendría sentido si no estás conmigo, si ni tú ni Tae están a mi lado. Son mi fuerza.
—Y tú la nuestra —Seokjin se levantó y ayudó a Yoongi a mover su brazo.
—Oh mierda, no lo siento —rió el rubio.
Ambos miraron a Taehyung dormir y lo arroparon.
—Ha tenido días difíciles.
Buscaron ropa y se vistieron rápido para luego salir de la habitación y así dejar descansar a Taehyung. Llegaron a la sala y tomaron asiento en el sofá más grande.
—¿La universidad? —Yoongi preguntó.
—Si, tiene demasiados proyectos y va de aquí para allá todo el día. Está agotado.
—¿Y tú, cariño?
Seokjin suspiró pero se sintió feliz de poder compartir unos momentos con el rubio a solas. Seguramente Taehyung también querría estar a solas con Yoongi en la tarde.
—Estoy bien, trabajando mucho y tratando de mantener la cabeza ocupada... ¿Y tú?
—En algo parecido. —Yoongi agachó su cabeza y miró sus pies desnudos.
—¿Pasó algo? Tú sabes que puedes hablar de lo que sea conmigo.
—Te vas a enojar si lo digo.
—Si no lo dices lo haré —Seokjin giró su rostro y le sonrió para darle a entender que fuera lo que estuviera pasando por su cabeza, él iba a escuchar y entender.
—Estos días he estado un poco deprimido, ya sabes, estaba teniendo una verdadera crisis luego de que discutimos y mi estado de ánimo cayó.
—Yoonie —susurró Seokjin sintiéndose tan culpable.
—Pero ustedes vinieron hacia mi —Yoongi alzó su mirada —dejaron todo por unos días por venir a verme… Yo estaba teniendo todos estos pensamientos negativos.
—¿En qué estabas pensando Yoon, que te íbamos a dejar? —Seokjin rió pero se detuvo en seguida cuando Yoongi miró hacia la puerta de su habitación. Tae caminó hacia ellos vistiendo solo su boxer y se sentó en el mismo sofá que ya se hacía pequeño para ellos tres.
—Yo me sentía solo y comencé a tener todos estos pensamientos de mierda… Lo siento por eso.
—Yo sabía que eso iba a pasar, todos lo hicimos en algún momento ¿No? —Tae alcanzó la mano de Yoongi y la acarició suavemente. Él había escuchado la mayor parte de la conversación mientras buscaba su ropa interior —te viniste solo y empezaste de cero aquí. Es normal que te hayas sentido de esta manera.
—Pero lo cierto es que nunca jamás dejaste nuestros pensamientos, siempre estuviste con nostros en nuestra casa, por que mi casa es tanto mía como de ustedes —Seokjin se acercó y también tomó la mano del rubio —te amamos demasiado y eso solo aumenta con los días.
—Eso es totalmente cierto. Te amaremos hasta que te canses de nostros.
Yoongi negó con su cabeza sonriendo, el alivio recorriendo su interior al haber dicho como realmente se había sentido todos esos meses.
—Y yo los amo a ustedes —el rubio apretó la mano de ambos y estos besaron cada lado de sus mejillas haciéndolo ruborizar.
—Wow, jamás pensé que vería a Yoongi sonrojado.
—Basta —Yoongi rió —¿Como está nuestra niña? —Seokjin y Taehyung hicieron unas muecas con su boca sin decir palabra alguna. —¿Que pasó?
—Nada, lo normal. Quedó furiosa por que no la trajimos.
—Se enojó conmigo, hizo un berrinche peor que lo del maldito cachorro inexistente —se quejó Seokjin.
—Vamos a llamarla para que no siga enojada, además tengo una noticia que darle.
Seokjin arrugó su ceño y Taehyung miró curioso el teléfono del rubio que estaba manipulando.
La vídeo llamada se conectó luego de varios intentos y Yoongi sonrió mostrando todos sus dientes cuando vio a Rachel.
—Hola princesa, ¿Como estás?
—¡Tío Yoonie!
—Tengo una sorpresa para ti…
Seokjin y Taehyung se miraron sorprendidos mientras escuchaban a Yoongi hablar...
☆☆☆☆
Hola!
Espero que estén bien.
Hoy traje este capítulo especial un tanto 🔥🔥 y es que el próximo es el final.
Vuelvo a agradecer a quienes han hecho de esta historia su favorita.
Lxs amo mucho y tengo una sorpresa para el final.
Cuídense mucho ❤️
Nos leemos pronto 🤗
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