LXXXII

Dedicado a
NamxMine y is_emma❤️❤️

Por que me apoyaron incluso antes de conocernos y por eso estoy agradecida.

Lxs amo mucho mis amantes 😝

***


—¿No crees que estás llevando muy lejos tu enojo Jinnie?

Seokjin bufó mientras acariciaba los cabellos de Taehyung. Ambos yacían acostado en la cama del azabache mientras miraban un programa de televisión.

—No estoy enojado, solo dolido.

—Yo no quería que las cosas fueran de esta manera, tú mismo le dijiste que me llamara, yo sólo le conté lo que había pasado con ella… Él solo me protegió.

—Lo sé, claro que lo sé. —Seokjin se movió y rompió el contacto con su novio. Se levantó de la cama sintiéndose tan molesto por lo que había sucedido semanas atrás. —Me dolió que tuviera que prácticamente rogarles a ustedes que me contarán lo de esa mujer, que te estaba buscando.

—No fue así Jinnie —Tae también se levantó de la cama y la rodeó para acercarse al hombre enojado —yo te iba a contar, por supuesto que lo iba a hacer. Eres mi novio, una de las personas más especiales en mi vida, siento que hayas visto las cosas de otra manera, en ningún momento quisimos herirte con Yoonie… Tú sabes que te amamos —dijo sincero —él te ama y solo quiere protegernos y tienes que aceptar que fuiste muy duro.

Seokjin tragó y parpadeó varias veces antes de apretar su mandíbula y maldecir —yo solo quería decirle lo dolido que me sentí.

—Lo hiciste sentir mal y desde ese día las cosas han sido raras e incómodas entre nosotros, ¿Por qué eres tan terco, Jinnie?

El azabache se pasó una por su rostro y sus brazos cayeron a los costados de su cuerpo —suelo ser impulsivo cuando estoy enojado, digo cosas de las cuales me arrepiento al segundo de decirlas y lo hice con él… Me arrepiento pero la verdad de las cosas es que ahora no sé como recomponer lo que sucedió.

Taehyung llegó hasta donde su novio para abrazarlo —¿Sabes cuál es el mayor problema en esto?

—No —murmuró Seokjin como un niño pequeño que estaba siendo regañado por su padre.

—Que tú crees que a él no le duele que te alejes de esa manera, lo ves demasiado fuerte, como una enorme fortaleza, pero hasta el hombre más duro tiene un corazón y él no lo dice pero las cosas le duelen tanto como a ti y a mi, pero con la diferencia que él no habla de aquello. Él no llora... Y es capaz de tragarse su orgullo y su enojo con tal de mantenerte feliz Jinnie.

La mandíbula del azabache comenzó a temblar mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. La culpa llegando rápidamente hasta él.

—Yo… —Seokjin mordió su labio —es que yo estaba enojado… Dios soy una bestia.

—No lo eres, solo que estás tan acostumbrado a que él esté ahí para ti, aunque camines sobre él que a veces no te das cuenta que lo dañas también... Tú me dijiste que cuando yo estaba lejos él estuvo ahí a tu lado, que vio como salías de noche buscando en cada bar una compañía diferente... Y que aún así él estuvo dispuesto a esperarte.

Seokjin caminó hasta la cama y se sentó en esta, apoyó su cabeza entre sus manos y se quedó en silencio ante todas las verdades que Taehyung estaba diciendo.

—Así fue… Él me esperó y cuando yo estuve listo para darle una oportunidad me di cuenta que Yoongi era un hombre muy diferente a lo que había conocido antes. Su forma de amar es avasalladora. Ahí es cuando supe que amaba a dos hombres —el azabache alzó su cabeza para mirar al bonito hombre que se había arrodillado frente a él —yo nunca te saqué de mi corazón y Yoonie fue el primero en decime aquello, yo me negué tantas veces a aceptar que te amaba más que a mi vida, pero él siempre me lo dijo. Él siempre lo supo.

—Eso es muy dulce.

—Lo es.

—La forma en la que te ama es impresionante.

—Y a ti también.

Tae sonrió sin mostrar sus dientes —si, pero a ti te amó desde hace más tiempo.

—¿Estás celoso acaso? —Jin rió y bajó de la cama para arrodillarse frente a su hermoso novio.

—Ya, Jinnie —se quejó el castaño —mañana estaremos con él, tienes que arreglar las cosas antes.

—Si osito, lo haré… Gracias por decirme esas cosas, a veces doy por hecho el amor de ustedes y eso no está bien.

—Él merece todo nuestro amor y respeto, debes dárselo.

—Lo hago Tae, no seas injusto.

—No lo soy, simplemente te portaste mal el otro día y tienes que afrontarlo.

Seokjin rodó los ojos y se levantó del piso —me iré a duchar y luego a dormir, el vuelo es a la madrugada y debemos dormir un poco que sea. Asegúrate de tener todas tus cosas en orden.

Y sin más el azabache de un portazo cerró la puerta del baño privado.

Taehyung resopló ante el humor cambiante de su novio y es que no era algo nuevo, él se había dado cuenta que a los pocos días de que Yoongi dejara la ciudad el estado anímico de Seokjin se había ido en picada.

Ahora Tae entendía como se había sentido el azabache cuando él tuvo que ser trasladado a la otra ciudad para seguir su tratamiento médico luego del atropello. Algunas veces Seokjin le contaba lo mucho que había padecido lejos de él, incluso Rachel le había dicho tiempo atrás que su padre no dejaba de llorar por las noches cuando supuestamente ella estaba dormida.

Taehyung entendía y por eso no podía enojarse con el azabache, pero aún así tenía que abrirle los ojos ante lo que era el amor de Yoongi y aunque este juraba amor eterno quizás el policía no estaría siempre para ser fuerte.

Algún día podría aburrirse de siempre ceder y Taehyung no estaba siquiera preparado para que eso ocurriera.

***

Yoongi dejó caer su cinto vacío sobre una de las bancas de la sala en donde él y sus compañeros dejaban sus pertenencias. Cansado se talló los ojos y suspiró cuando estiró su cuello. Quitó la camisa de su cuerpo y mientras se quitaba el cinturón un ruido sordo lo hizo girar su cabeza.

—¿Te asusté? —Yang Yi jeong sonrió de lado mientras se quitaba también su camisa —algún día estos turnos me van a matar.

Yoongi negó con su cabeza, terminó de quitar el cinturón y luego fue el turno de su pantalón. Se sentó sobre la banca y su mirada recayó en el piso de las baldosas blancas.

Habían pasado unas semanas desde que aquella conversación con Taehyung le había puesto los pelos de punta.

Unas semanas que todo se había puesto incómodo entre ellos… O más bien con Seokjin.

Mordió su labio al recordar la pelea con él.

No me puedes dejar fuera de esto Yoongi, yo también puedo cuidar de Tae... ¿Por qué no me contaron enseguida lo que estaba ocurriendo?

Y si bien Seokjin tenía razón en cierto modo, Yoongi había querido hacer todo él mismo. Les debía la protección a sus novios y a Rachel. Pero se había equivocado rotundamente al callar con respecto al regreso de aquella mujer a la vida de Taehyung. Había pensado en algún momento que estaba obrando bien, que no contar todo sería más una ayuda que algo negativo para Seokjin, pero este no lo tomó de esa manera.

—¿Min, estás bien?

Alzó su mirada y asintió despacio —solo estoy cansado.

—Uff, estos días sí que han sido ocupados.

Yi jeong se pasó una mano por su cabello castaño claro y se sentó justo al lado del rubio.

—¿Encontraste casa?

—No, desde que mi novio me botó que estoy durmiendo donde mis padres —hizo una mueca con sus labios —mi mamá cree que tengo cinco años.

—Eso es por que los tienes —se rió el rubio.

—Que gracioso —rodó los ojos ante el mal chiste.

Con Yi jeong llevaban semanas conversando, salían a tomar algunas cervezas de vez en cuando y para Yoongi el chico era realmente divertido llorando por su ex novio cada vez que se emborrachaba.

—¿Vas a ver el partido hoy?

—No creo, estoy muy cansado. Solo quiero dormir estos dos días libres.

—No seas aburrido Min. Veamos el partido en tu casa, yo compro las cervezas.

Yoongi se paró de la banca para llegar hasta su casillero. Lo abrió pensando en lo que decía su compañero, la idea de ver el partido era atractiva y unas cervezas también lo eran pero él estaba inquieto, no había hablado con ninguno de sus novios a causa de los turnos en la comisaría, estaba descansando poco y apenas llegaba a su casa caía sobre su cama como peso muerto.

Estaba extrañando horrores a sus chicos.

Tomó su bolso y se giró para observar al otro —está bien, vamos a mi casa.

Quizás un poco de distracción no le vendría mal.

—Bien, entonces nos vemos allá. Debo ir donde mis padres, me encargaron que pasará al supermercado —Yi jeong rodó los ojos.

Yoongi rió divertido y luego se fue hasta las duchas. Hablando fuerte en el proceso —Nos vemos allá.

Yi jeong comenzó a buscar sus cosas.

Sí, ese sería un buen panorama.

***

Yoongi encendió el televisor apenas entró a su casa y recorrió la estancia hasta llegar a su dormitorio. Dejó su bolso negro sobre su cama y miró la pared justo a un costado de su armario.

Esa era su rutina de todos los días.

En ese lugar tenía una fotografía mediana de él junto a Taehyung y Seokjin. Amaba esa fotografía y cada vez que estaba en su habitación la miraba y evocaba los más lindos recuerdos junto a sus novios.

Yoongi hizo una mueca con su boca y se alejó de la cama para abrir su armario y sacar una camiseta negra. Se quitó la que se había puesto en la comisaría y la dobló para luego guardarla.

El timbre sonó y él a regañadientes fue a abrir la reja, la verdad de todo es que ya no quería ver un estúpido partido de fútbol, pero necesitaba una distracción a la indiferencia de Seokjin y sus mensajes cortos y fríos.

Por otro lado tenía a Taehyung siendo el hermoso chico que lo mantenía al tanto de todo lo que estaba sucediendo con ellos y Rachel que con sus vídeos llamadas hacían que sus días fueran mucho más llevaderos.

Yi jeong entró con una energía poco vista luego de un turno tan largo.

—Cerveza y llamé para pedir pizza mientras venía, ¿Te gusta la pizza de vegetales?

—¿Vegetales?

—Si, es que no suelo comer nada de carnes, ni rojas ni blancas.

Yoongi frunció sus labios y luego se encogió de hombros —pasa, ponte cómodo.

—¿Qué tan cómodo? —bromeó el menor.

—Ni lo pienses sino te vas de inmediato. Estoy comprometido, lo sabes.

—Lo sé, cálmate. Solo estaba jugando.

—No juegues —gruñó a cambio.

Yi jeong se rió mientras observaba la sala —es bonito este lugar, aunque le falta color.

—A mí me gusta así —Yoongi tomó las cervezas y las metió en su refrigerador para luego tomar unas que él mismo había comprado semanas antes y que estaban frías.

Cuando volvió a la sala vio a su compañero husmear las fotografías que tenía en el mueble que albergaba su televisor de pantalla plana.

Yoongi tragó cuando Yi jeong tomó un porta retrato y lo observó detenidamente.

—Ten —dijo acercándose para entregarle una botella de cerveza.

El otro la tomó sin soltar el porta retrato. Miró a Yoongi y este lamió sus labios en un acto nervioso.

Yoongi no solía llevar a nadie a su casa, de hecho desde que había llegado a aquella cuidad nadie había entrado al hogar que había construido solo. Y ahora mientras veía a su compañero mirarlo con curiosidad decidió que sería la última vez que dejaría que alguien entrara en su círculo más íntimo.

No estaba avergonzado de su relación de pareja, claro que no, Yoongi lo único que quería era decirle a todo el mundo que tenía una relación de pareja digna de ser presentada ante todos, pero la mente estrecha de las personas era lo que lo tenía escondiendo a quienes tanto amaba.

—¿Son tus hermanos? —Yi jeong dejó la fotografía sobre el mueble y se sentó en el sofá de un cuerpo acomodándose de inmediato —esa es una bonita foto.

El rubio también tomó asiento en el sofá frente a su compañero, aún con la cerveza en la mano Yoongi pensó en las posibilidades.

Bien podría decir que eran familiares y que esa niña era su hija.

No.

No tenía por qué mentir, ellos no estaban haciendo nada malo. Tener una relación como la que tenían no era un delito.

—Ellos son mi familia, pero no somos hermanos —Yoongi miró hacia donde estaba la fotografía y sonrió nostálgico —nosotros… Bueno yo tengo una relación poliamorosa —Yoongi volvió la mirada hacia su compañero que lo miraba sin mostrar emoción alguna en su rostro —hace un tiempo unimos nuestros caminos y tenemos una fuerte niña de ocho años, ella es hija del hermoso hombre de cabello negro que ves ahí en la fotografía, aunque con Tae la amamos como si fuera nuestra.

Yi jeong mantuvo su mirada seria sobre su compañero y luego volvió a mirar la fotografía —eres un afortunado entonces —sonrió el hombre de cabellos castaños —tienes amor para derrochar. Maldito suertudo —rió.

—Bueno no fue todo tan fácil siempre… Y gracias por no volverte loco con esto.

—Ni que lo digas, es raro pero no soy quien para juzgar, me imagino que no muchas personas lo saben, de hecho me siento bastante halagado en este momento por ser el primero en saber algo más de ti que el resto —Yi jeong bebió un sorbo de su cerveza que había abierto mientras Yoongi le contaba su historia.

—Púdrete —Yoongi se rió mucho más aliviado mientras quitaba la tapa de su cerveza.

—Oh viejo, ahora mismo te estoy envidiando pero compadeciendo al mismo tiempo.

—¿De que hablas ahora?

—Es que sí, tienes las cosas buenas de una relación de a tres, ya sabes, siempre estás acompañado si te sientes triste o algo así siempre habrá alguien para consolarte, me imagino que uno de los dos debe saber cocinar ¿No? O incluso los dos… No dejemos fuera el sexo, eso debe ser alucinante.

—No debería haberte contado una mierda —Yoongi reprimió una risotada ante la verborrea de Yi jeong.

—Calma, que no es como si me los estuviera imaginando, tú no eres mi tipo —Jeong se levantó del sofá y tomó la fotografía nuevamente —él es más como mi tipo ¿Sabes?

—Ni lo pienses.

—Hey, no te hagas el alfa aquí que solo estoy diciendo que uno de tus chicos es mi tipo… Bueno el de ojos verdes tampoco está mal, pero este chico de aquí —dijo apuntando a Taehyung —es quien se asemeja a mis gustos personales, pero tranquilo alfa, esto es solo una apreciación.

Yoongi rodó los ojos pero sonrió soberbio —mis chicos son hermosos, pero eso no es todo, ellos también son muy exitosos, la gente suele quedarse con las apariencias y ellos tienen ambas cosas, son guapos y sumamente capaces de hacer todo lo que deseen.

—Estás lleno de mierda. Asqueroso enamorado.

—Lo estoy —suspiró.

—Y aún así has tenido la cara hasta el piso estas semanas.

—Tuve una pequeña discusión con uno de ellos —Yoongi ni siquiera sabía por que le estaba comentando aquello a su compañero, seguramente era por que no tenía con quien hablar sobre la tristeza que lo embargaba desde que había puesto un pie en esa maldita ciudad.

—Y ahí es que va el segundo punto que antes de distraerme con tu chico de sonrisa singular. —Jeong volvió a su lugar en el sofá —si hay problemas aquí los tienes por partida doble, imagínate lo que es eso, dos hombres enojados, no quisiera estar en tu lugar.

—No exageres, no es como si fuéramos a terminar, simplemente tuvimos un problema de comunicación que espero solucionar. Le he estado dando tiempo, Seokjin suele alejarse cuando algo le hiere lo suficiente.

—Intenso… Y déjame decirte que Seokjin es un lindo nombre ¿Cual de los dos es?

—Imbécil —bufó, tomó un sorbo de cerveza y se pasó una mano por su cabello rubio —el de cabello negro.

—Guapo.

—Te voy a dar un puñetazo si vuelves a decir algo sobre la apariencia física de uno de mis novios.

—Uy, el celoso.

—Eres irritante.

—Lo soy y también no tengo mucho filtro, seguramente mi ex novio se aburrió de aquello. Siempre decía que le hacía pasar vergüenza.

—Lamento eso, pero el mar está lleno de peces y toda esa mierda ya sabes, quizás el tipo no era para ti, digo, si alguien dice aquello, si te hiere por ser tú mismo, entonces esa persona definitivamente no es para ti.

—Todavía lo amo, pero él ya está con alguien más —Yi jeong apoyó su cabeza en el respaldo del cómodo sofá —le bastó dos meses para meter a alguien más a la casa que compartíamos… El amor es una mierda Min, me alegro que al menos tú tengas a dos personas que te aman.

—El amor no es una mierda, no seas dramático, lo que es una mierda son las personas… Pero ya, basta de sentimentalismo, veamos el bendito partido.

—Si, eso es mejor, espero que Jeon juegue.

Yoongi se rió y tomó el control para cambiar los canales hasta encontrar el que quería ver.

—¿Y por qué crees que veremos el partido?

—Imposible dejar pasar un hombre así. —Jeong lamió sus labios mientras se sentaba recto para poder ver bien la televisión.

—Bien, ahí está, que bueno que aún no empieza.

El teléfono de Yoongi comenzó a sonar, lo tomó y al ver quien llamaba una sonrisa aliviada se dibujó en sus labios.

Se lo llevó de inmediato a la oreja y se levantó del sofá para perderse por el pasillo que conducía a las habitaciones.

—¿Gatito?

—Hola amor.

El corazón de Yoongi latía tan fuerte que pensó que en algún momento se saldría de su pecho.

—Yo quería hablar contigo… Uhm, ¿Estás ocupado?

—Para ti nunca —el rubio mordió su labio como un adolescente enamorado y sonrió mientras esperaba a que su novio volviera a hablar. Tenía el leve presentimiento de que Seokjin caminaba de un lado a otro dentro de la habitación.

—Lamento lo que pasó Yoonie, me comporté como un idiota y te dije cosas que no debería jamás haber dicho... Tú prácticamente nos has puesto siempre ante todo y todos, yo no he estado haciendo bien mi papel como tu pareja.

—Jinnie amor, no es necesario…

—Lo es, tú mereces todo el amor del mundo y yo debo estar a la altura del maravilloso hombre que eres. Yo tengo que ser sincero contigo…

Yoongi tragó con algo de miedo, no sabía que era lo que Seokjin tenía que decir pero no se sentía como si fuera algo bueno o algo positivo.

—Jinnie…

—Estoy enojado, desde que te fuiste que mis emociones se fueron a la mierda, me mantengo estable por Rachel, ya sabes, yo prometí que jamás me comportaría como lo hice alguna vez cuando Taehyung se fue, no puedo volver a lo mismo, entonces yo estoy enojado y discuto todo el tiempo… Pensarás que soy un idiota pero necesitaba decirlo, amor.

—Cariño —susurró el rubio.

—Te amo gatito y no quiero que hayan más silencioso incómodos entre nosotros.

—No los habrán bebé, ya verás que estos obstáculos los vamos a sortear y luego nos reiremos de esto, serán anécdotas nada más que le contaremos a Rachel cuando sea una adulta.

—Te extraño tanto.

—Y yo a ti, a ustedes…

—Lo sé, dios, yo no dejo de llorar...

—Te amo precioso, no llores más ¿Si? Que cada vez que lo haces me siento como una mierda por que no te puedo abrazar ni besar como quisiera.

—Cuando finalmente nos reencontremos no te voy a soltar nunca más Min Yoongi.

El policía rió y luego suspiró bajito —te amo. Nunca lo olvides.

—Te amo muchísimo más. Perdoname por ser un idiota.

—Dios, somos tan cursis.

Yoongi escuchó la estridente risa de su novio y se sintió bien enseguida como si toda la tristeza y el ánimo tan bajo que había tenido esos días se esfumara de él, como si nunca hubiese sentido sus energías abandonarlo.

—¿Qué vas a hacer esta noche? Hoy empiezan tus días libres ¿No?

—Oh si, veré un partido de fútbol… De hecho ahora mismo estoy…

—Uh cariño, debí dejarte, mi abuela me está llamando. Te llamo más rato ¿Si? Te amo mucho.

—Saluda a tu abuela de mi parte. Te amo.

La llamada finalizó y Yoongi quedó con las palabras atoradas en su garganta, quería haberle contado que había invitado a su compañero a casa.

Por que no tenía nada de malo que dos hombres se juntaran a tomar una cerveza.

Yoongi quería contarle que había conocido a alguien que sabía de todos ellos y que lejos de asustarse o juzgar sus decisiones lo había entendido y eso se sentía bastante bien para él, quizás había encontrado por fin un amigo en esa ciudad.

Con energías renovadas volvió a su sala en donde su compañero estaba mirando fijamente la televisión.

—Jeon está en la banca, dicen los comentaristas que hay rumores que discutió con el director técnico.

—Eso no es algo nuevo, siempre ha tenido carácter, supongo.

—Ajá. Te ves más contento, parece que ya sabemos quien domina al duro agente Min Yoongi.

—Agh, cállate y déjame ver el partido.

Yi jeong solo rió mientras terminaba su cerveza.

Las pizzas llegaron y Yoongi tuvo que comer la dichosa pizza de vegetales que no estaba tan mala como en algún momento pensó.

—¿Puedo fumar aquí?

—Ni lo pienses, ve afuera.

—Ash, eres el peor amigo del mundo.

—¿Y quien te dijo que somos amigos? —Yoongi se burló mientras se levantaba del sofá —te acompañaré.

—¿Fumas?

—No, eso es dañino, además tengo una hija, no puedo estar dando ese mal ejemplo ¿No crees?

—Ja, como si en algún momento no lo fuera a probar.

Yoongi  rodó los ojos —ella no hará algo como eso, mi niña será una adolescente  muy sana.

—Si tú lo dices.

La noche cayó en la ciudad y luego de hablar unas horas más Yi  jeong  dejó la casa de su compañero de trabajo. 

Cuando limpió todo y por fin llegó a su cama él estaba exhausto y quizás un poco ebrio a causa de las tantas cervezas que había tomado.

Tomó su celular y sin mirar siquiera la hora marcó el número de Seokjin, como éste no contestó le marcó a Taehyung, pero este tampoco le contestó, incluso sonó como si este estuvieran apagado.

Eran casi las dos de la madrugada, no era tan tarde ¿Por que ellos no contestaban el teléfono?

Los sábados siempre se dormían tarde y muchas veces hacían videos llamadas subidas de tono en donde Yoongi se dedicaba a tocarse mientras veía como sus dos novios follaban. Era sumamente placentero verlos pero a la vez frustrante por que él también anhelaba poder tocarlos, siempre que llegaba a su orgasmo quedaba con una mezcla de sentimientos que lo hacían debilitar sus fuerzas.

Y si bien Yoongi siempre tuvo claro que él sería el que estaría solo todo el tiempo en aquel lugar su cabeza a veces le jugaba malas pasadas con respecto a la relación que los tres tenían.

No eran celos, más bien la inseguridad de que ambos lo dejarían atrás por no poder estar juntos todo el tiempo, él entendía las distancias, pero en la situación de ellos era mucho más fácil ser sacado del mapa… Seokjin y Taehyung estaban destinados para estar juntos. Y ese era el pensamiento que quería alejar a como dé lugar. 

Si bien él no era un hombre inseguro, bueno no lo era hasta que Seokjin apareció en su vida y se vio intimidado por el profundo amor que podía ver en todos lados hacia Taehyung. Pero ahora los tres estaban juntos y se amaban, Yoongi lo podía sentir, lo podía ver también en los mensajes de buenos días de su castaño novio, en los buenos deseos de Seokjin para con su trabajo en la comisaría y en las infinitas palabras de amor que eran interminables cuando hablaban del futuro.

Yoongi se sentía como un idiota al pensar en que ellos lo estuvieran alejando, pero la soledad lo estaba asustando.

De todas formas la llamada con Seokjin había hecho que pudiera respirar nuevamente.

Finalmente Yoongi encontró su descanso sin saber que a muchos kilómetros de distancia Seokjin y Taehyung viajaban en un avión directo hasta su casa.

No. Yoongi no tenía idea la sorpresa que sus novios habían preparado para él.

☆☆☆☆


Hola!! Pasaba a dejar este capítulo y bueno nada más que agradecer el apoyo.

Lxs amo mucho y espero que lo hayan disfrutado.

Nos leemos pronto 💜.


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