LXXX
—Iré al auto mejor.
Yoongi se dio media vuelta, sentía calor en sus mejillas y la incomodidad llegó rápidamente a él así como también los recuerdos de aquella maldita noche.
No alcanzó a salir del ante jardín de aquella casa cuando una mano atrapó su chaqueta. Se giró solo para ver a su novio Seokjin.
—¿A donde crees que vas?
—Yo…
—Tú perteneces al lado nuestro, lo que pasó antes ya fue y tú mejor que nadie sabe lo orgulloso que estoy de ti y de esto que tenemos —Jin acarició su mejilla despacio midiendo las reacciones del rubio —olvida de una vez esa noche, yo ya lo hice. Ya no es parte de nosotros.
Yoongi tragó y miró un momento hacia las nubes en el cielo. Seokjin estaba diciendo una verdad absoluta, su hermoso novio ya no lo molestó jamás con aquel maldito suceso del pasado y aunque había quedado como una anécdota divertida, para Yoongi era un recordatorio de lo perdido que había estado en el pasado.
—Lo siento.
—Lo sé, pero ya pasó. Ahora vamos con nuestro osito antes de que Eunwoo quiera hacer su magia, lo conozco bien... Y tú también —dijo el azabache con una mueca en los labios —solías follar con él.
—No diré nada al respecto sin mi abogado presente —bromeó el policía.
Seokjin rodó los ojos y ambos volvieron a la casa, tanto Taehyung como Rachel habían entrado a la acogedora propiedad, ellos entraron también e inmediatamente ocuparon el sofá.
—Esto es una sorpresa, una grande. —Eunwoo miró a esos tres hombres y a la pequeña y sonrió. Lamió sus labios luego cuando observó a Yoongi. —Nunca más te vi luego de lo que sucedió aquella vez.
—No vinimos para hablar del pasado —lo cortó enseguida Seokjin —Tae quiso venir a ver a tu abuela, ¿Ella está?
—Debe estar por llegar, fue al mercado.
Los tres asintieron y Rachel solo miró hacia sus zapatillas muy aburrida de estar en ese lugar en donde no había nada para divertirse.
Eunwoo volvió a mirar a Yoongi y mordió su labio evocando todas esas noches que lo tuvo en el club, todas las veces que el rubio lo había follado hasta el amanecer.
Lo del trío era algo olvidado para el chico que miraba al policía como si fuera el último hombre con vida en la Tierra.
Taehyung se cruzó de brazos viendo al nieto de la señora Moon mirar a su novio. Lo estaba odiando mucho.
—¿Podrías dejar de mirarme? —Yoongi suspiró molesto.
Eunwoo solo rió —Siempre me pareciste un hombre fascinante —miró también a Seokjin y luego a Taehyung —¿Ustedes…?
—Si —dijo Taehyung más serio que nunca.
El chico solo asintió y miró a Seokjin —¿Has sabido algo de los demás?
—No, un día vi a Wendy en mi trabajo pero no supe más la verdad.
—Fue una mierda todo, es bueno que hayas estado en ese lugar.
—No creo que sea momento para hablar de eso —Yoongi se levantó y tomó la mano de Rachel —¿Quieres ir a comprar conmigo?
—¡Si!
Yoongi miró a Seokjin y este asintió para que su novio llevara a la niña a pasear lejos de Eunwoo y su boca suelta.
Cuando ellos salieron Taehyung tomó la mano de Seokjin y entrelazó sus dedos buscando la seguridad que su novio le ofrecía. No quería mirar al hombre descarado frente a él, siempre le había parecido que Eunwoo era un tipo sin tapujos que decía lo que quería aún si eso incomodaba de sobre manera al resto.
—La deben estar pasando de maravilla los tres… Me lo imagino —Eunwoo sonrió de lado y miró a Seokjin —¿Quién lo diría?
Seokjin suspiró —No hablaremos de eso contigo, solo vinimos por que Tae quería agradecerle a tu abuela sus cuidados.
—Lo sé, que increíble coincidencia ¿No crees? —el hombre volvió a sonreír al ver el rostro molesto de su ex compañero —todavía recuerdo cuando estuvimos juntos.… Deneb.
El azabache se levantó de golpe soltando la mano de su novio y se movió amenazante hasta Eunwoo que dio dos pasos hacia atrás chocando con un mueble.
—No vuelvas a decir esa mierda, menos delante de él.
Taehyung se paró de inmediato al ver a su novio tan alterado, lo tomó de la cintura para quitarlo pero Seokjin había decidido verter toda la frustración acumulada en esas semanas y el beneficiario al parecer sería Cha Eunwoo.
—Jinnie —suplicó el castaño tratando de mover a su encolerizado novio. —Si llega la señora Moon yo no quiero que tenga una mala imagen de ti.
Seokjin cerró los ojos un segundo para calmarse y miró a Taehyung. Sus ojos suplicantes le hicieron recapacitar, dio dos pasos hacia atrás y volvió al sofá llevándose a Taehyung con él.
—¿Quieren algo para beber? —Eunwoo arregló su ropa y corrió hacia la cocina sin esperar respuesta de los hombres en su sala.
—Jinnie —llamó Taehyung cuando quedaron solos.
—Yo no quería que supieras eso… —Seokjin bajó la voz —no quería.
—Pero amor, eso es pasado. A mí eso no me importa, no tiene que ver con nuestro presente —el castaño acarició la mejilla del otro y dejó un besito en ese lugar —tú siempre serás Seokjin para mí.
—Dios, te amo tanto bebé —Seokjin tomó su mentón y lo besó.
Taehyung rió bajito mientras sus labios se juntaron. Sus lenguas se acariciaron levemente y un suspiro dejó Seokjin cuando finalmente se separaron.
Cuando la señora Moon llegó y vio a Taehyung casi se desmaya, estaba tan feliz por los regalos que ellos habían elegido que los invitó a cenar con ellos.
Seokjin y Yoongi conocieron a Lisa y comieron animadamente ya que Eunwoo había decidido salir en último minuto, incluso si su abuela no entendía ese cambio repentino.
De todas formas nadie más lo extrañó en la mesa.
Volvieron al hotel muy tarde, por separado obviamente, y todos se acostaron a dormir muy temprano.
—No tengo sueño.
Yoongi, quien ya había cerrado los ojos los abrió y giró su cabeza para encontrar el perfil de Taehyung. La luz de la lámpara era tenue pero lo suficiente para iluminar la pequeña habitación por lo que el policía podía perfectamente ver cada uno de los exquisitos rasgos de su novio.
—No sé en qué podría ayudarte con ese insomnio que tienes, de hecho ya me está preocupando.
Tae bufó bajito pero se acurrucó de mejor manera al cuerpo caliente a su lado —Solo pienso en muchas cosas.
—No deberías, bonito. Nada es mejor que descansar, si no duermes lo suficiente no tendrás energía. Necesitas eso como mínimo para tu día a día.
—Lo sé —el menor cerró sus ojos cuando sintió los dedos de Yoongi sobre su cabello —¿Te ha pasado alguna vez que no quieres cerrar los ojos por que no quieres que haya un nuevo día?
El policía dejó de acariciar el suave cabello de su novio y tomó su mentón suavemente para que pudieran verse a los ojos —¿Qué tipo de pensamiento es ese, bonito?
Taehyung no sabía si debía decirlo en voz alta, él no quería dormir por que eso significaba que era un día menos para estar con él. Los días pasaban rápido y Taehyung estaba asustado por eso.
—Solo quiero aprovechar los días. Pronto entraré a la universidad.
Yoongi sonrió más relajado y dejó un beso en la linda nariz de su bonito novio —me alegra que hayas aceptado que pagara la mensualidad.
—Agh… Todavía siento qué es demasiado.
—No lo es. Soy feliz por ayudarte, ¿No quieres que sea feliz? —dijo Yoongi con voz juguetona.
—Juegas sucio —Tae hizo un puchero y luego sonrió de lado —pero yo también sé jugar —el chico dejó a Yoongi de espaldas y se subió sobre él.
—Tae —el policía fascinado por como era su novio se dejó besar por todos lados mordiendo su labio fuerte cuando éste lo desvistió. Su cuerpo tembló de deseo cuando su pene fue tomado por una boca húmeda y caliente.
Yoongi se obligó a no gemir fuerte como quería mientras Taehyung lo devoraba. Lamió sus labios y se hundió aún más en las almohadas. Su pecho agitado subía y bajaba al igual que la cabeza del menor.
—Mhm —Tae gimió, su lengua barrio por toda la dura extensión. —¿Crees que Jinnie está durmiendo?
—No sé, espero que sí —el rubio gimió nuevamente. Llevó su antebrazo hasta su boca para tapar los quejidos que querían salir —Tae, cariño.
Su pene fue nuevamente envuelto en esa caliente boca y él simplemente se dejó ir, tomó un montón de cabello y comenzó a follar la boca de uno de sus hombres. Maldijo al ver los ojos encendidos de Taehyung.
Taehyung se incorporó y se quitó la parte de arriba de su pijama para darle una buena vista a su novio. Luego lamió sus labios lentamente ante un excitado Yoongi y gateo por la cama hasta que sus labios nuevamente se tocaron.
Yoongi tomó las mejillas del otro y profundizó el beso haciendo jadear a Taehyung quien comenzó a moverse desesperado sobre su entrepierna.
—Llama a Jinnie —el menor rompió el contacto buscando con sus ojos un teléfono.
—Está con la princesa, bonito.
Tae no hizo caso y alcanzó el teléfono de Yoongi que estaba sobre la mesa auxiliar, se meneó sobre la erección del otro haciéndolo gemir ronco. Primero envió un mensaje y mientras esperaba la respuesta besó a su novio fuerte metiendo su lengua hambriento por sentir el sabor de Yoongi.
El teléfono sonó y Tae se separó de la boca que amaba para revisarlo.
Atendió la vídeo llamada con una pícara sonrisa sin dejar de mirar a Yoongi.
***
Yoongi abrió sus ojos la luz de la mañana entraba de lleno en la habitación de Seokjin. Trató de estirarse pero su cuerpo estaba apresado por Seokjin.
—Bebé —susurró.
—No quiero —dijo un amurrado Seokjin.
—Despierta hermoso, tenemos que desayunar.
Seokjin suspiró y se incorporó en la cama, hizo una mueca con su boca al darse cuenta que había amanecido y otro día empezaba...
El día en que Yoongi se iría.
—Llamaré a Tae, quizá quiera que vaya por él.
Yoongi asintió y tragó ante la vista que tenía de Seokjin con su cabello todo revuelto, sus pequeñas lagañas en sus lindos ojos, su voz ronca al despertar. Esa sería su última mañana. La última vez que despertarían en la misma cama luego de haber hecho el amor a susurros y gemidos callados con besos ardientes.
Observó a Jin levantarse y caminar lento hacia el baño, no tenía que ser un gran adivino para saber que su novio estaba deprimido y no era el único, luego del viaje a la antigua ciudad de Taehyung, todos habían estado con el ánimo bastante bajo y él había tratado de aligerar el ambiente, se sentía culpable por hacer que todos ellos tuvieran días grises a causa de su partida.
La puerta del baño se cerró y el rubio suspiró. Giró su cabeza hasta la almohada en donde Seokjin había estado descansando y se la llevó a la nariz. Cerró sus ojos para impregnarse de la deliciosa esencia de su novio.
Quizá debería llevarse una prenda de sus hermosos chicos a su nueva ciudad. Pensó mientras abrazaba el acolchado material.
La puerta se abrió despacio y Yoongi sonrió cuando vio una melena rubia asomarse.
—Ya está despierto.
—¿Princesa? —llamó Yoongi a su niña.
Pronto la puerta fue abierta y Rachel con Taehyung entraron a la habitación cargando el mayor una bandeja con lo que Yoongi suponía era su desayuno.
—Buen día Yoonie —Tae dejó un besito en sus labios y dejó la bandeja en sus piernas.
Seokjin salió del baño y al verlos a todos allí arrugó su ceño —¡Se suponía que me avisarían! ¡Son unos traidores!
Rachel se rió y se subió a la cama para dejar una pequeña caja en el regazo de Yoongi.
—Es como si hoy fuera mi cumpleaños —bromeó.
Tae estiró su mano para acercar a Jin a la cama. Cuando este llegó a su lado besó su sien y lo abrazó mientras Rachel ayudaba al novio de ambos a abrir el regalo.
Yoongi abrió la caja y se rió fuerte.
—Esto… —sus ojos se llamaron de lágrimas inmediatamente.
—¡Quiero que elijamos juntos el color de mi habitación!
El rubio asintió y miró el muestrario de diversos colores que la niña había puesto dentro de aquella caja.
—Estos son muchos colores princesa.
—¡Si! Es por eso que debemos elegir.
—Bien, este me gusta ¿Y a ti?
Rachel hizo una mueca con su boca y apuntó otro color, uno muy diferente al que Yoongi había elegido.
—Este es más lindo ¿Cierto? —Rachel bateó sus pestañas hacia su tío Yoonie.
Seokjin rió y negó su cabeza ante las tácticas de su hija.
Tae suspiró bajito por que seguramente la escena que estaba viendo no la vería en mucho tiempo más y eso hizo que no pudiera disfrutar tan bien de lo que estaba ocurriendo.
—Entonces será... —Yoongi leyó la etiqueta del color —púrpura lavanda.
Rachel dio saltitos sobre la cama y besó la mejilla del rubio.
—¡Iré a anotarlo para que no se me olvide!
La niña bajó de un movimiento la cama y corrió hasta la puerta para luego perderse por el pasillo hasta llegar a su habitación.
Los tres se rieron y Yoongi tomó la bandeja para dejarla sobre la cama, luego se levantó y entró al baño para asearse.
Seokjin dejó la cama y recogió una camiseta que estaba en el piso y la depositó en el canasto de ropa sucia que ya estaba lo suficientemente lleno de prendas.
Taehyung también se movió por la habitación buscando algo que hacer, esa mañana había llegado muy temprano sin hacer demasiado ruido, le había prometido a Rachel que harían el desayuno para Yoongi por lo que él había tomado prestado el automóvil de Jin sin que el policía supiera.
—Deberíamos comer algo.
Seokjin se detuvo y asintió hacia él, le dio una pequeña sonrisa a cambio y luego siguió ordenando la habitación.
Cuando Yoongi salió del baño llevó su bandeja hasta el comedor y comieron los cuatro.
La risa de Rachel era contagiosa por lo que la tristeza fue olvidada por un momento mientras la niña contaba sus ocurrencias haciéndolos reír a todos.
—Tío Yoonie.
El policía dejó su taza de café sobre la mesa y miró a su pequeña —Dime, princesa.
—¿Crees que podrás venir a mi primer día de clases? Quiero que conozcas a mi amiga Yuqi.
—Claro que sí, haré lo posible por venir.
Yoongi observó de reojo como Seokjin agachaba su cabeza y de nuevo la culpa lo azotó con fuerza.
—Pero, ¿Vendrás, cierto?—Rachel lo miró con sus ojitos cargados de tristeza.
—Aún no sé mis horarios pequeña, pero serás la primera en saber ¿Si? Ahora toma tu desayuno.
La niña más tranquila tomó una galleta y la metió en su leche con chocolate.
Yoongi volvió a tomar un sorbo de su café sin mirar a sus novios.
Quedaban unas pocas horas para estar con ellos antes de finalmente tener que tomar su avión.
El día anterior se había ido a despedir de sus padres ya que estos no lo podrían acompañar hasta el aeropuerto. Luego había ido a la casa de su hermana en donde tuvo que consolarla por varios minutos porque ella no paraba de llorar.
Su pecho dolía y el nudo en su garganta era difícil de ignorar mientras veía los ojos tristes de sus amados chicos.
—¿A qué hora viene tu abuela, Jinnie?
Seokjin parpadeó dos veces hacia su novio Tae antes de responder.
Él parecía ido.
—Cerca de las cinco.
Taehyung asintió y tomó un pequeño sorbo de su té que a esas alturas ya estaba frío. Miró la muñeca de Yoongi y luego la de Seokjin, todos ellos llevaban sus pulseras.
Un pequeño recordatorio físico del inmenso amor que había en ellos tres. Un amor que tenía muchos obstáculos, incluso quitando el traslado de Yoongi la relación de ellos no podría ser tan pública como ellos quisieran, la lejanía solo era un bache más en el camino que ellos querían transitar.
Pero que valía la pena cada segundo.
Luego del desayuno todo fue medio caótico, Yoongi hizo una extensa lista de todo lo que no podía olvidar mientras sus novios revisaban la enorme maleta para ir tachando la lista.
—¿Para que llevas una bolsa de medicamentos? —Tae alzó la bolsa mirando a Yoongi.
—No sé mi horario aún y no estoy seguro si alcanzaré a comprar antes de entrar a mi primer turno, me tengo que presentar en la comisaría en tres días.
—Siempre preparado —Seokjin suspiró y besó los labios de Yoongi.
El rubio sonrió y miró hacia la puerta por si venía Rachel. Como no la vio cerca tomó a Seokjin de la nuca y lo besó duro.
Sus lenguas se encontraron enseguida y sus manos acariciaron por sobre la ropa. Cuando el beso acabó Yoongi se acercó a Taehyung quien estaba con sus ojos encendidos y también lo besó.
El chico gimió en su boca y Yoongi gruñó cuando tuvo que dejarlo.
—Bien, será mejor que me aleje de ustedes dos —dijo el rubio acariciando su bulto por sobre su ropa.
Seokjin lamió sus labios y Tae lo siguió.
Todos volvieron a sus tareas ahora un poco más relajados.
La maleta estuvo lista y fue llevada hasta la sala. Quedó justo a un lado de la puerta siendo el recordatorio más doloroso de que uno de ellos se iría lejos de ellos.
Horas más tarde el timbre sonó y Seokjin maldijo cuando vio la hora.
Sus abuelos le sonrieron mientras entraban a la casa y saludan a todos.
Yoongi miró la hora en su reloj pulsera y se levantó del sofá en donde había estado los últimos quince minutos con Rachel.
Miró a su pequeña y tomó la mano de esta para poder despedirse de ella en privado, no quería que los abuelos de Seokjin lo vieran llorar por lo que fueron hasta la habitación de la niña y con la puerta abierta él se arrodilló en el piso frente a ella.
—Tengo esto para ti —dijo mientras sacaba una bolsita de género de su chaqueta. Rachel abrió sus ojitos grandes mientras la abría y una bonita cadena de oro caía sobre su pequeña mano. —Tu papi, Taetae y yo tenemos esta pulsera que nos recuerda los unos a los otros, ahora tú tendrás también un recordatorio de lo mucho que te amo pequeña.
La niña asintió y un enorme puchero se pudo apreciar enseguida ante las palabras del mayor.
—Quiero decirte gracias como primera cosa. Gracias por dejarme entrar en tu vida y por quererme, sé que quizá nuestro inicio no fue el mejor pero quiero que sepas que siempre, desde el día uno, fuiste importante para mí.
Rachel volvió a asentir y sus brazos rodearon a su tío Yoonie.
—Sé que estarás bien y que serás la mejor niña del mundo como siempre... Te voy a llamar todos los días ¿Si? Y tú también puedes llamarme cuando sea... ¿Lo harás?
—S-si —dijo ella llorando bajito.
—Te amo mi pequeña. No estés triste, yo vendré a verte.
Rachel lo abrazó más fuerte mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas. Trató de hablar pero el temblor en su cuerpo se lo impidió por lo que Yoongi acarició su cabello y la calmó con palabras cariñosas.
Cuando el llanto cesó la niña miró al hombre frente a ella. —Te quiero tío Yoonie.
El rubio sonrió amplio tratando de alejar las lágrimas que quería asomarse. Respiró profundo y se irguió al darse cuenta que su pequeña ya estaba tranquila.
Le puso el collar que tenía como dije una linda paleta de pinturas. Era tan original que Yoongi cuando la vio en línea no dudó en comprarla de inmediato y guardarla hasta que tuviera la oportunidad de dársela.
Rachel corrió para verse al espejo y luego volvió al lado de su tío Yoon.
Tomaron sus manos y salieron de la habitación para dirigirse hasta la sala.
Era momento de partir...
***
El aeropuerto estaba abarrotado de personas, Yoongi observó la hora de su vuelo en la enorme pantalla y conforme volvió hasta donde estaban sus novios.
—Falta todavía. —Dijo cuando se sentó al medio de sus dos chicos.
Taehyung le sonrió levemente y recostó su cabeza sobre el hombro del rubio.
Yoongi estiró su mano y acarició levemente la mano de Seokjin. Quería poder entrelazar sus manos pero estaban en un lugar con demasiadas personas y no quería que sus chicos se vieran expuestos a una situación demasiado comprometedora, aunque sabía que a nadie debería importarle lo que pase dentro de una relación, aún así no quería que todos ellos se vieran involucrados ante el juicio público por tener una relación amorosa de a tres.
Ellos estuvieron en silencio los minutos restantes hasta que el primer llamado para abordar el avión resonó fuerte por los altavoces.
Seokjin suspiró derrotado y se puso de pie. Lo siguieron los otros dos y caminaron hasta el lugar en donde tendrían que despedirse de Yoongi.
El rubio se puso su mochila en sus hombros y ajustó su gorra negra. Observó el lugar que poco a poco se estaba llenando de personas que como él tomarían dicho vuelo.
Revisó que tuviera su identificación a mano y el código de su vuelo en su teléfono.
Con eso listo alzó la mirada solo para ver los ojos aguados de Seokjin.
—Jinnie —susurró antes de abrazarlo.
El azabache respiró hondo pero de todas formas las lágrimas bajaron por sus mejillas mientras escondía su cabeza en el cuello ajeno oliendo por última vez esa familiar fragancia.
—Te voy a extrañar tanto Yoonie, no tienes idea —sollozó tratando de respirar pero era realmente costoso.
Yoongi lamió sus labios y lo abrazó más fuerte enterrando su nariz en todo ese cabello negro que olía a gloria. Besó la sien de su novio y cerró los ojos un momento, luego buscó con la mirada a Taehyung que estaba cerca de ellos y lo tomó de la manga de su chaqueta para que pudiera abrazarlo.
Ya nada importaba si la gente los miraba de manera desaprobatoria. Esa sería la última vez en muchas semanas que los tendría a ambos entre sus brazos, entonces Yoongi aprovecharía el momento.
—Ven osito —el rubio llamó a Taehyung quien lo abrazó de inmediato por la cintura.
Seokjin alzó la cabeza y miró a Yoongi con lágrimas en sus ojos y mejillas. Le dio una temblorosa sonrisa mientras pasaba su mano por la cintura de Taehyung.
—Esto solo será una etapa en nuestras vidas ¿Si? Lo más importante aquí es que se mantengan saludables… Cuídense, nos tenemos los unos a los otros pero ahora solo serán ustedes por mientras… Los amo —dijo quebrándose por primera vez.
Taehyung acarició el rostro del policía y se acercó para dejar un beso corto en sus labios, antes de separarse tomó una respiración y mientras lo miraba a los ojos le susurró un te amo.
Yoongi solo asintió mientras lágrimas caían por su rostro.
—Debería haberlo dicho antes —murmuró Taehyung también con sus ojos llorosos. —Pero no importa cuanto me haya demorado, te amo por todo lo que me has enseñado este tiempo y por tu paciencia. Eres maravilloso Yoonie.
Yoongi también habló —Créeme que he aprendido mucho de ti también, de ambos.
Seokjin sollozó bajando su cabeza.
De nuevo llamaron a los pasajeros del vuelo y Tae tomó al azabache por la cintura.
Seokjin se separó a regañadientes de su novio y se quedó al lado de Taehyung.
Entonces Yoongi los abrazó a ambos por el cuello y estos a su vez también lo hicieron creando una bonita postal.
Taehyung finalmente se dejó llevar por la pena que había estado guardando muy dentro de él y rompió en llanto, su cuerpo se agitaba mientras sollozaba descontroladamente.
—Ya, bonito. Estaremos bien —Yoongi trató de tranquilizarlo —apenas pueda venir lo haré y haremos muchas cosas divertidas ¿Si?
Tae rió bajito y Seokjin también.
—Cuídate mucho Yoonie, esperaremos por ti. —El azabache besó sus labios suavemente.
—Lo haré, los llamaré apenas llegue a mi nueva casa y quizá podríamos repetir lo del otro día —el policía se rió cuando vio el sonrojo de Taehyung.
Yoongi lamió sus labios ante el recuerdo de ellos dos teniendo sexo mientras estaban en una vídeo llamada con Seokjin quien estaba en el baño masturbándose y mandando en todo momento el acto de sus novios.
—Me apunto a eso —Seokjin sonrió pícaro.
Los tres se separaron y Yoongi acomodó una vez más su gorra. Luego se pasó las manos por sus mejillas para quitar la humedad en ellas y se acercó Taehyung para un último abrazo.
—Cuida a los Kim ¿Si?
Tae asintió de inmediato —Lo haré. Te amo mucho —murmuró.
—Lo sé cariño, yo también lo hago, desde hace mucho. —Yoongi lo besó y también susurró un te amo en sus labios. —No tengas miedo en tus primeros días de universidad —el rubio acarició el rostro del menor con devoción —ya no estás solo. Nunca más bebé.
Taehyung tragó y nuevas lágrimas cayeron. Se separaron con cuidado ambos sonriendo en el proceso.
Seokjin recibió su abrazo y volvió a llorar. Odiaba ser tan sensible pero ya no podía hacer nada al respecto, uno de sus novios se separaría de ellos y no lo aceptaba. Nunca lo haría.
—Te amo tanto Jinnie. Ustedes son lo más importante para mí, son mi refugio y mi familia. He estado muy orgulloso de ti todo este tiempo… Lo haces muy bien… Soy tan afortunado.
—Ya —se quejó el azabache —¿Quieres que siga llorando?
—No, claro que no. Quiero que sonrían —Yoongi se separó de Seokjin y miró a ambos. —Quiero que sean todo lo feliz que puedan, yo estaré bien si ustedes también lo están. Los amo, nunca lo olviden ¿Si?
Un nuevo llamado hizo que volvieran a abrazarse esta vez sin palabras de por medio.
Yoongi los observó por última vez y se giró para pasar por el primer control, pasó las puertas y sintió su estómago doler ante lo que sería su nueva vida lejos de las personas que amaba.
Antes de entrar a la sala de embarque agitó su mano en forma de despedida y se alejó antes de que volviera a llorar.
Seokjin y Taehyung se quedaron en aquel lugar más tiempo del debido. Cuando observaron que el vuelo finalmente había despegado ellos decidieron dejar el aeropuerto.
Resignados volvieron al automóvil de Yoongi quien se los dejó para que Taehyung pudiera movilizarse hacia la universidad y pudiera ir a ver a sus abuelos cuando él quisiera.
Yoongi era un hombre maravilloso y día a día lo veían en sus actos y en el profundo amor que transmitía hacia todos ellos.
No volvieron a llorar pero con tristeza volvieron a la casa. Extrañando demasiado al hombre que los complementaba y al cual no sabrían hasta cuándo podrían ver nuevamente.
☆☆☆☆
Hola!!! Cómo están!!
Yo muy bien, hoy es mi cumpleaños 🥂🥳🥳 y quería traerles este capítulo como agradecimiento a todo el apoyo que he recibido en el año que esta historia lleva en emisión.
Aprecio mucho sus muestras de cariño y sepan que tienen un lugar en mi corazón.
Lxs amo mucho ❤️
Espero que les haya gustado el capítulo 🥺.
Nos leemos pronto. 💜💜
*Tendré una sorpresa para el capítulo final 👀
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