LXXVIII
Seokjin movía su pierna sin poder contenerse, miró por segunda vez la hora y suspiró.
—Ya llegarán, Yoonie acaba de llamar, pasaron por el centro comercial a buscar las flores.
El azabache asintió —¿Tú no estás nervioso?
Taehyung negó y se sentó a su lado en el sofá de la sala —Ya conocimos a su mamá y tú a su hermana, no creo que tengamos que preocuparnos.
Seokjin se rió entre dientes —me preocupa nuestro suegro.
—Yoonie dijo que era una masa o algo así.
—¿Masa?
Taehyung se encogió de hombros —no lo sé, no alcancé a preguntar.
Seokjin se rió fuerte —me imagino el porqué.
Tae se sonrojó un poco —Ya, Jinnie.
—Te amo osito irresistible —dijo juguetón.
El castaño tragó saliva y giró su cabeza para observar a su novio. Lamió sus labios lentamente mientras veía lo hermoso que era Seokjin con su cabello negro bien peinado y sus ojos verdes cariñosos que tanto amaba.
Se acercó lo más posible para capturar los labios de su amado y suspiró cuando el azabache lo rodeó con su brazo y lo subió sobre él.
—Te amo muchísimo más Jinnie.
—Lo sé, lo puedo ver en tus ojos.
Taehyung volvió a besarlo. Sus brazos rodearon el cuello de Seokjin y mientras sus lenguas se tocaban él aprovechó ese momento para acomodarse mejor sobre los muslos exquisitos de su novio.
Un gruñido dejó la garganta de Seokjin al sentir todo el culo de su novio sobre su entrepierna. —Osito. —Advirtió jadeante.
—¿Mhm? —Taehyung besó el cuello de su amado haciéndolo gemir de inmediato.
—No tenemos tiempo bebé.
—Siempre hay tiempo Jinnie. —Tae se bajó de las piernas del otro y se arrodilló sobre la mullida alfombra, sus manos recorrieron el camino hasta la camisa negra y suave que Seokjin se había puesto esa tarde para ir donde los Min y la sacó del pantalón.
—Mierda, Tae —Seokjin echó su cabeza hacia atrás sin dejar de mirar lo que su novio estaba haciendo con su cinturón primero y luego con su pantalón de tela.
—Me gusta mucho cuando te vistes así, te ves todo sexy con esta ropa de oficina, ropa de jefe. Me encanta.
Seokjin lamió sus labios mientras su pene era liberado, cuando sintió la lengua de su novio hacer contacto con su piel él se estremeció y una deliciosa descarga recorrió su cuerpo. Sus manos se fueron al cabello desordenado de Taehyung y apretó suavemente mientras este lo lamía y chupaba como si fuera más importante que respirar.
Taehyung trazó un recorrido desde la base para subir lentamente hasta la punta sin dejar de mirar a su novio.
El cabello bien peinado era cosa del pasado mientras Seokjin se arqueaba sobre el respaldo del sofá desordenando su cabello y arrugando su ropa en el proceso.
—Imagino las miradas de todo quien va a ese banco —la lengua del castaño barrió con todo el líquido pre venir que encontró y sonrió de lado al escuchar el gemido necesitado de su novio —siempre tan impresionante…
—Oh mierda, ya no digas más —Seokjin mordió sus labios en un intento de controlar su orgasmo.
Tae sonrió de nuevo y se lo llevó a la boca tragando todo lo que pudo antes que su reflejo de arcadas se hiciera presente. Satisfecho por los gemidos descontrolados de su hermoso hombre que nuevamente era parte de su vida se lo quitó de la boca para comenzar a masturbarlo con su mano izquierda apretando un poco más la polla mientras se lamía su dedo índice y lo llevaba hasta la entrada de Seokjin.
Masajeó el fruncido sin llegar a introducir su dígito, solo jugando un poco haciendo que Seokjin se retorciera sobre el sofá jadeando y gimiendo sin poder contenerse.
Tae se acercó y quitó su dedo para luego pasar su lengua por todo el orificio que se contraía a cada lamida que él daba.
El primer chorro de semen cayó sobre la arrugada camisa de Seokjin. El restante lo hizo sobre la mano de Taehyung quien seguía lamiendo su orificio sin querer detenerse.
—Osito, por favor.
Taehyung se alejó y se lamió sus labios mientras veía la hermosa imagen frente a él.
Soltó el pene de su novio y se tomó un segundo para ver a Seokjin luego de su orgasmo. Sus ojos brillaban así como también parte de su abdomen por el semen que había caído.
La camisa era un desastre y también lo era el hombre jadeante con sus labios hinchados y más rosados que nunca.
Taehyung sintió su estómago doler mientras lo miraba, estaba tan enamorado. Él estaba seguro que sus ojos eran puros corazones mientras miraba a Seokjin.
Nunca había sido bueno ocultando sus sentimientos.
—No tengo energía Tae, te la llevaste toda.
Taehyung se rió y se puso de pie. Su propia erección molestaba dentro de sus pantalones pero no había tiempo.
—Anda a cambiarte Seokjin…
Jin mordió su labio inferior y se sentó recto en el sofá, los ojos de su novio solo le decían vete antes que te folle aquí mismo, y él realmente quería eso, pero no había tiempo, Yoongi y Rachel llegarían.
—Bien —Seokjin se puso de pie y se quitó el pantalón que estaba todo arrugado en sus tobillos, luego su boxer blanco. Tomó su pantalón y buscó su teléfono. Envió un mensaje rápido y cuando recibió la respuesta miró a Taehyung —al dormitorio. Ahora.
El castaño se quedó mirando el cuerpo desnudo de su novio mientras este se metía a la habitación principal.
Sin esperar mucho Tae tomó toda la ropa descartada y corrió detrás de Seokjin.
***
—Tío Yoonie, ¿Podemos ir a esa tienda?
Yoongi levantó la mirada de su celular sonriendo ante la petición de Seokjin.
Jinnie: "Dame unos treinta o cuarenta minutos más"
Te amo.
Respondió con un pulgar arriba y guardó su teléfono.
Volviendo a ver a la bonita niña que tomaba su mano él se encontró feliz de poder compartir un momento con Rachel.
Más recuerdos para los próximos meses, más recuerdos para guardar en su corazón, pensó.
Había pasado dias haciendo aquello, desde que su traslado le había puesto un cronómetro a su vida actual.
—¿Que hay en esa tienda?
Comenzaron a avanzar y cuando entraron Yoongi se rió de sí mismo. Jamás pensó que entraría a una tienda de ropa infantil, todo ahí era rosado y habían unicornios por todos lados.
—Aquí hay tutús.
El policía miró a su alrededor y de soslayo observó a la pareja cerca de él que lo miraba como si fuera un bicho raro.
—¿Si? —Yoongi siguió a su niña hasta la parte posterior y sonrió al ver muchas de esas falditas frondosas que a ella tanto le gustaban —¿Quieres una?
Rachel negó triste —solo las quería ver.
—Oh, bueno… —Yoongi sabía que esa prenda en particular le traía muy malo recuerdos a la niña. Aunque la había visto vestir una luego del secuestro, Rachel ya no la usaba todos los días. Jin había dicho que al perder la que Taehyung le había regalado ya no quería usar otra. —¿Viste esos calcetines de allá? —tomó la mano de la niña y la llevó hasta el otro extremo de la tienda —mira estos, ¿Te gustan?
Los ojos de Rachel se iluminaron ante la enorme cantidad de calcetines que habían, ella amaba los colores y los animales.
¡Y esos calcetines tenían todo eso!
—¡¿Puedo tener uno?! —preguntó emocionada dando saltitos.
—Claro que si niña bonita. Elige los que quieras.
Ya después él tendría que convencer a su novio de que aquellos calcetines eran una compra muy necesaria. Yoongi estaba dispuesto a reemplazar cualquier recuerdo doloroso de la vida de las personas que amaba más que a nada en el mundo.
—¡Estos me gustan! —Rachel tomó unos de diseño de abeja, pero luego observó un poco más allá la colección de esos tres osos que veía en televisión y corrió hasta ellos. Tomó el paquete entre sus manos y sonrió.
Yoongi quien la seguía de cerca miró a su alrededor a las familias que estaban cerca y él se encontró amando ese momento tan peculiar en su vida. Jamás pensó que entraría en una tienda infantil a comprar calcetines coloridos.
Incluso teniendo un sobrino de la edad de Rachel, jamás se le pasó por la cabeza que él estaría haciendo cosas que haría un padre.
Tener una vida doméstica luego de la muerte de Thomas nunca fue su meta, incluso él no tenía una proyección a futuro, pero luego de ese primer mal encuentro con Seokjin, Yoongi tocó fondo.
Y no le había dicho nunca a Seokjin lo mal que se había sentido luego de haber sido sacado a patadas del Paradise. Lo herido que se sintió cuando lo echaron como si no valiera nada, esa noche Yoongi decidió que ya no quería esa vida. Se había dado cuenta que estaba comportándose como una mierda de hombre y eso no era lo que él deseaba.
No era la persona que siempre había sido.
Le costó meses darse cuenta de cuanto necesitaba sentirse amado nuevamente, tener a alguien con quien compartir sus alegrías y sus éxitos. También un hombro en donde llorar o apoyarse cuando la vida se ponía cuesta arriba.
Un compañero…
Yoongi sonrió al pensar en sus dos chicos. Ya no solo tenía todo lo que anheló con tanto ahínco, sino que tenía también una pequeña niña curiosa y maravillosa. Una hermosa criatura que merecía solo buenos recuerdos y una familia que la protegiera de todo mal.
—Quiero este y estos tres —dijo tímida —¿Puedo todos esos?
Yoongi acarició su cabello —todo lo que quieras pero debes prometerme algo.
Rachel abrió sus ojitos y asintió rápidamente —Si.
—Debes prometer que ayudarás más a tu papi y que antes de gritarle o discutir con él, lo vas a escuchar y poner de todo tu esfuerzo por entenderlo ¿Si?
La niña agachó su cabeza sintiéndose muy culpable por que su papi estuviera enojado casi todos los días por su culpa. —Lo prometo.
—Eres una niña muy inteligente y sé que entenderás en algún momento el porqué de las desiciones de tu papá, solo nunca olvides lo mucho que él te ama y que por ti haría millones de cosas con tal de que seas feliz.
Rachel asintió sintiéndose un poco triste pero sonrió cuando su tío Yoonie tomó todos los calcetines y caminó directo a la caja para pagar, ella lo siguió y ya estaba ansiosa por usarlos.
—Bien, ya que tenemos esto vamos por las flores y luego volvemos a casa ¿Si?
—¡Si!
Yoongi tomó la mano de la pequeña y salieron de la tienda, solo esperaba que Seokjin y Taehyung estuvieran listo para cuando ellos dejaran de dar vueltas y finalmente llegaran a casa.
***
—Si, si…
—¿Te gusta, Jinnie? —Taehyung penetró duro a su novio.
—Oh mierda si bebé.
Taehyung sonrió. Su boca capturó el lóbulo de la oreja derecha del hombre que estaba recostado sobre su pecho y lo chupó deliberadamente hasta hacerlo gemir.
Su brazo izquierdo abrazaba el cuerpo de Seokjin mientras que su mano derecha la mantenía anclada en su cadera para que este no se moviera mientras entraba y salía de él.
Seokjin apretó entre sus manos las sábanas de su cama y jadeó buscando aire mientras trataba de no tocar su dolorosa erección.
—¿Te quieres tocar Jinnie? Dime —Tae mordisqueó su mandíbula haciéndolo gemir nuevamente.
—S-si.
—Pero no puedes ¿Cierto?
—Maldición osito.
Taehyung se rió y es que el lamento de su novio lo tenía realmente excitado. Ellos nunca antes habían probado la faceta dominante de Taehyung en la cama y el castaño estaba más que complacido por que Seokjin lo dejara jugar un poco.
Su pelvis chocó fuerte contra el culo de su hombre de ojos verdes y él mismo aguantó un bufido por lo apretado que se sentía el azabache.
La mano de Taehyung se deslizó por el abdomen y luego alcanzó la polla de Seokjin. Con un movimiento comenzó a masturbarlo sin dejar de penetrarlo, al principio el movimiento fue torpe y no había sincronización alguna, pero luego de intentarlo ambos encontraron el ritmo indicado.
Taehyung estaba en todo el cuerpo de Seokjin y este se sentía desfallecer por las caricias que estaba recibiendo. Su cabeza se giró y atrapó la boca de Taehyung en un beso hambriento, un gruñido escapó de su garganta mientras su lengua se enredaba con las de su osito. Lamió y chupó su músculo húmedo haciendo que Taehyung también gimiera en su boca mientras sus cuerpos se seguirán moviendo.
—Jinnie —se lamentó Taehyung con sus ojos cerrados por el orgasmo inminente.
Entonces Seokjin se movió quitándose la polla de su interior y apoyado en sus brazos y rodillas esperó por su novio.
Tae lamió sus labios y se posicionó detrás de él no sin antes darle una larga y caliente lamida al agujero palpitante de su novio.
Seokjin enterró su cabeza en las almohadas mordiendo su labio mientras un gemido lastimero salía de garganta. Apretó la tela bajo sus manos y abrió bien sus piernas para que Taehyung se posicionara de mejor manera.
Las grandes manos del castaño acariciaron ese maravilloso cuerpo con todo el amor que pudo, cada rincón de piel fue tocada con cariño y devoción. Luego fue el turno de su boca para besar y hacer el mismo recorrido que hicieron sus manos siendo estas reemplazada por sus labios.
—Te amo Jinnie… Te amo tanto.
Taehyung se acomodó entre sus piernas abiertas, tomó la botella de lubricante que había sido descartada rato antes y se colocó una buena cantidad sobre su pene envuelto en el condón con textura que habían elegido para ese encuentro.
Un gemido de alivio salió de los labios del azabache cuando sintió el pene de su novio entrar lentamente en él. Pero Seokjin lo quería rápido y duro, por lo que tirando su mano hacia atrás capturó el muslo de Taehyung instándolo a que se moviera más rápido.
El castaño entendió el mensaje y comenzó a moverse de inmediato golpeando dentro de él sin salir del todo. Y cuando encontró el punto de Seokjin comenzó la deliciosa tortura para el hombre de ojos verdes.
—Dios, bebé...
Seokjin gritó frustrado por no poder tocarse. Necesitaba hacerlo.
Entonces sintió en su espalda el fuerte cuerpo de su novio envolverlo y luego su polla fue prácticamente tomada por Taehyung quien comenzó un rápido movimiento para hacerlo acabar.
Se retorció por el placer de sentir a su pareja tan dentro de él sintiéndolo en todas partes. Las gotas de sudor bajaban por su rostro y con un largo gemido Seokjin se corrió por segunda vez aquel día en la mano, a esa altura, experta de Taehyung.
El castaño apretó su mandíbula y mientras se movía quitó su cabello de su frente mojada. Empujó unas cuantas veces más hasta que acabó dentro de su precioso novio.
Ambos cayeron a la cama exhaustos y no hablaron hasta luego de casi cinco minutos.
—Ducha —dijo Seokjin cuando ya había recuperado en algo su respiración habitual.
—Y tendrá que ser rápida.
Ambos se levantaron de la cama, luego sacaron las sábanas y se metieron a la ducha sonrientes y muy satisfechos.
***
Yoongi se acomodó en el asiento del conductor mientras veía a todas las personas dentro del automóvil. Una sonrisa tiró de sus labios al sentir el shampoo de coco de Seokjin invadir su vehículo.
—¿Todo bien? —preguntó el policía mirando a su novio Seokjin. Este asintió de inmediato sonriendo de lado.
Luego el policía miró por el espejo retrovisor a Taehyung y a Rachel que estaban conversando sobre los calcetines que ambos habían comprado en el centro comercial.
El cabello de Taehyung todavía estaba húmedo y Yoongi se vio a si mismo satisfecho por verlos a ellos tan tranquilos y felices.
—Bien, ¿están listos para conocer a mi loca familia?
Seokjin mordió su labio y miró nervioso al rubio. Luego asintió cuando esté acarició el dorso de su mano para tranquilizarlo.
—Estamos listos Yoonie —Taehyung dijo desde el asiento de atrás y así sin más Yoongi hizo arrancar el motor para dirigirse a la casa de su infancia.
***
Cuando se detuvo fuera de aquella casa que tantos recuerdos le traía, Yoongi sintió su garganta secarse. Pronto él ya no podría ir a ver a su madre, ni ver a su sobrino tan seguido.
Pronto él se iría y tendría que dejar a todos atrás.
Miró a Seokjin quien no había dejado de morder su labio en todo el trayecto y llevó uno de sus dedos hasta los bonitos labios de su novio, acarició suavemente mientras Seokjin se giraba para encontrar sus ojos.
—¿Y si no le caigo bien, gatito?
Yoongi sonrió y acarició un poco más antes de acercarse y darle un beso en la mejilla. —Todo va a salir bien, solo sé tú mismo, no ocultes tu risa fuerte, ni te contengas en hacer chistes que no hacen reír.
—Ya, Yoonie. —Se quejó Seokjin.
Yoongi se rió —En serio amor, solo entra ahí y muestra al hombre del que me enamoré —el rubio miró hacia atrás y observó a Taehyung que estaba con sus ojos abiertos escuchando cada cosa que salía de sus labios —y eso va también para ti, bonito. Para todos —dijo fuerte capturando la mirada de Rachel que estaba con su celular viendo un vídeo musical de su banda favorita. —Yo estoy orgulloso de lo que hemos formado, por lo tanto quiero que sean como ustedes son y si mi familia no está de acuerdo con algo eso es problema de ellos no mío, ni de ustedes.
Seokjin apretó la mano de Yoongi con cariño y tratando de no volverse emocional él suspiró y se bajó del vehículo gritando un ¡Vamos! en el proceso.
Todos dejaron el vehículo y Taehyung tomó la botella de vino que habían comprado mientras Rachel las flores para la madre de Yoongi.
—Oh dios yo llegaré con las manos vacías —se lamentó Seokjin mientras caminaban hasta la puerta.
—Por favor cálmate Jinnie —pidió Yoongi mientras se paraban frente a la puerta blanca.
Los cuatro miraron mientras Yoongi golpeaba suavemente la superficie.
Tae tomó la mano de Rachel en un intento por calmarse, lo cierto era que él se sentía tan nervioso como el mismo Seokjin pero no quería preocupar a Yoongi ni alterar aún más al azabache, por lo que optó por quedarse en silencio y solo él mismo ser consciente del golpeteo nervioso de su corazón.
La puerta se abrió y una sonriente mujer blanca y hermosa se mostró ante todos ellos.
—¡Ya están aquí! —gritó mirando a sus invitados.
—Hola mamá. —Yoongi saludó a la mujer que irradiaba felicidad por todos los poros de piel.
—¡Demoraron mucho!
Yoongi sonrió y miró por sobre su hombro a sus dos novios detrás de él —hubieron algunos inconvenientes de última hora, pero ya estamos aquí.
Seokjin sintió sus orejas ponerse rojas mientras Taehyung bajaba la mirada hasta el piso intentando esconder la risotada que quería escapar de su garganta.
—¡Pasen! —Min Hye se movió de la puerta para dejar pasar a todos sus invitado.
Taehyung y Seokjin miraron la bonita sala, bastante bien decorada. Los Min al parecer tenían buen gusto. El lugar era grande, la sala estaba abarrotada de unos sofás que no tenían fin, habían dos mesas de café en el centro. También lámparas colgantes preciosas pudieron apreciar en el vistazo general que hicieron.
—¿Dónde está papá?
—Oh si, tuvo que salir a buscar algo de último minuto, no debe tardar en venir. Sandara viene en camino también.
Yoongi asintió y luego miró a sus dos novios. —Bien, aunque ya los conoces y no me dijeras que lo habías hecho, te presento a Seokjin y a Taehyung.
La señora Min estrechó las manos de aquellos dos bonitos hombres y luego su atención se fue por completo hacia la niña rubia que traía un enorme ramo de flores entre sus manos.
—Tú debes ser Rachel.
La niña asintió —con el tío Yoonie compramos esto para usted.
Rachel extendió el ramo de flores y Min Hye lo recibió de inmediato sonriendo —gracias, están muy bonitas.
—Yo las elegí —la niña se llevó la mano a su boca cuando comenzó a reír —el tío Yoonie dijo que cualquier flor estaría bien por que en ese lugar eran todas iguales.
Yoongi se rió cuando su mamá le pegó en el brazo.
Taehyung le entregó el vino y la señora Min se excusó para luego abandonar la sala y entrar en su cocina.
Con el ambiente un poco más relajado todos ellos tomaron asiento en la sala.
Rachel había llevado unos libros para colorear y muchos lápices. Yoongi le había dicho que podría aburrirse mucho en ese lugar por lo que debía ir preparada.
—¿Bajaste tu mochila? —Seokjin miró a su pequeña que negó de inmediato.
—¿Quieres que la vaya a buscar? —Taehyung estaba comiendo una galleta salada mientras miraba a padre e hija.
La mesa de centro estaba llena de cositas para comer y Taehyung estaba fascinado por eso.
—Yo iré —Yoongi se levantó —¿Hay algo más que traer?
Ambos hombres negaron de inmediato. Yoongi se levantó y tomó su chaqueta para buscar la llave de su automóvil justo cuando la puerta de entrada se abría y un hombre alto y de cabellos oscuros se dejó ver.
Yoongi sonrió para él y se acercó a darle un abrazo apretado.
—¿Cómo estás hijo?
—Mejor que nunca —Yoongi dijo sincero. Realmente era un tiempo maravilloso para él.
—Ven, te presentaré a mis personas especiales.
Seokjin y Taehyung se pusieron de pie y Yoongi quiso reírse de sus rostros preocupados. Pero no lo hizo y ambos se acercaron a los más jóvenes.
—Min Sun Joo —dijo serio el hombre mayor mirando a Seokjin primero y luego a Taehyung. Analizando.
—Kim Seokjin —dijo el azabache primero observando al padre de su novio.
—Uh, yo soy Taehyung, Kim Taehyung. Es un gusto señor Min.
El hombre estrechó sus manos y luego miró a Rachel.
—Ella es mi pequeña Rachel.
Sun Joo entonces se arrodilló en la alfombra y le sonrió a la pequeña —¿Cómo estás bonita?
—Estoy bien.
—Eso es bueno —Min se levantó y miró a los tres más jóvenes y luego rió —¿siempre son tan callados?
—¡Ellos nunca se callan en casa! —dijo la niña moviendo sus manos. —Siempre están haciendo bromas y se ríen mucho... —Rachel miró hacia sus manos —pero somos muy felices.
Sun Joo sonrió y miró a su hijo —eso me deja tranquilo, bienvenidos a la familia entonces.
Seokjin suspiró aliviado y Taehyung asintió mientras sonreía.
Los invitados se volvieron a sentar y Yoongi los dejó un momento para ir a la cocina y buscar algo para tomar.
—¡Viste lo bonitos que son todos ellos!
—Ya mujer, cálmate.
El rubio entró sonriendo y tomó cuatro vasos.
—Papá —lo llamó y cuando este lo miró él habló de nuevo —no te hagas el gracioso y no hagas sentir incómodo a mis novios, por favor.
El hombre rió echando su cabeza hacia atrás —deja que me entretenga un momento.
Yoongi rodó los ojos pero sonrió —gracias por esto, ellos no han tenido la mejor suerte con sus familias… Gracias por entender lo que tenemos.
Hye dejó un paño sobre la mesa y se acercó a su hijo —solo queremos que estés bien corazón, que estés contento y en calma… Podrías haber traído un equipo de fútbol y aún así nosotros le habríamos abierto las puertas de esta casa.
—Eso es cierto, con tu madre estamos tranquilos por que encontraste a dos personas que te tendrán que aguantar de aquí en más.
—Por dios Sun Joo —Hye negó con su cabeza mirando a su marido y luego observó a su hijo —solo queremos verte sonreír Yoongi.
Yoongi agradeció de nuevo el apoyo y salió de la cocina para encontrar a sus novios en silencio mientras Rachel cantaba una canción bajito.
—Esto parece funeral.
Tae se encogió de hombros y murmuró —¿le caímos mal a tu padre?
—¡Claro que no! —Yoongi dejó la bandeja con las bebidas y se sentó al lado de Seokjin. —Ellos harán muchas bromas, solo no se sientan incómodos.
Seokjin lamió sus labios y tomó su vaso para tomar un poco de gaseosa.
Taehyung entrelazó sus manos y observó a su novio Yoongi —Gracias por traernos.
Yoongi suspiró —No es nada bonito, quería hacerlo... —el rubio tiró de su labio inferior y suspiró nuevamente —mis padres no saben de mi traslado.
—Oh —Tae abrió sus ojos sorprendido.
—¿No piensas decirle? —Seokjin alcanzó la mano de su novio y acarició el dorso de esta.
—Mi mamá va a enloquecer la verdad, no quiero que esté triste por mi culpa.
—Oh gatito —Seokjin dejó un beso en la mejilla de su novio justo cuando la puerta fue golpeada.
—Esa debe ser mi hermana. —Yoongi se levantó de un salto del sofá y mientras caminaba hasta la puerta habló fuerte para que todos ellos escucharan —son buenas personas, ya verán.
Seokjin y Taehyung se miraron y encogieron sus hombros, la verdad era que ya se sentían un poco más tranquilos, conocer a la familia de Yoongi era lo que necesitaban ya que tanto Seokjin como Taehyung no habían hablado con sus abuelos respecto a la relación que todos ellos estaban llevando, pero conociendo a Rachel era cosa de tiempo para que ella contara lo que estaba ocurriendo.
—¡Que lindo estás!
Park Sandara entró como un huracán a la casa, su energía era avasalladora mientras abrazaba a su hermano menor con un fuerte agarre. Detrás de ella venía un hombre alto de cabello negro pero que al ver a su cuñado sonrió de inmediato golpeando fuerte su espalda.
Entre medio de ellos un niño pálido con algunas pecas en sus mejillas y que hizo que Taehyung sonriera al ver lo parecido que era a Yoongi.
Todos entraron a la sala y Sandara de inmediato saludó a Seokjin y luego cuando miró a Taehyung sonrió aún más amplio —¿Tú debes ser Taehyung?
—Si, mucho gusto.
—Oh dios, eres muy lindo. Bueno los dos en realidad —Sandara miró a su hermano y solo movió sus labios para que Yoongi leyera ¡Hijo de tu madre!
Yoongi rió entre dientes —te dije que eran guapos.
Park Deok Woo negó con su cabeza y saludó a los dos hombres estrechando sus manos —Soy Deok Woo esposo de esta mujer desordenada y padre de este pequeño travieso.
A Seokjin le cayó muy bien el cuñado de Yoongi. Y el niño de su cuñada los había saludado estirando su pequeña mano como todo un grande.
—Ella es nuestra Rachel —dijo Yoongi mirando a la pequeña rubia con sus orejas rojas.
—Hola Rachel, yo soy Sandara, hermana de este bonito hombre.
Rachel sonrió de inmediato y en ningún momento miró al niño que sí la estaba mirando haciéndole sentir vergüenza sin saber por qué.
—Yo no tengo hermanos.
—¿Te gustaría tener? —Sandara miró a Yoongi y estaba a punto de hacer una broma con respecto a eso pero sus padres salieron de la cocina para saludar a los recién llegados.
***
—Entonces ¿Que hacen ustedes? —el padre de Yoongi miró en dirección a Seokjin y a Taehyung quienes estaban terminando sus respectivos postres.
Habían tenido una cena bastante entretenida, habían conversado de todo un poco y ellos realmente se estaban sintiendo muy bien entre los Min.
—Papá por dios.
Sandara se rió —Yo pasé por esto, ahora te toca a ti.
Yoongi negó con su cabeza divertido, él también había pasado por eso muchos años atrás cuando había llevado a Thomas hasta la casa de sus padres, pero luego de su muerte nadie hablaba de él.
No delante de Yoongi al menos.
—Yo trabajo en el banco central, en el área de créditos.
Sun Joo asintió —Es un buen trabajo, yo trabajé por muchos años en uno... De hecho me jubilé hace poco. Trata de escalar a lo alto. Un consejo —dijo el hombre —hace todos los cursos que puedas, prepárate lo suficiente para que cuando se abra una vacante de jefe tengas todas las competencias necesarias.
Seokjin asintió y agradeció el consejo. Luego miró a su hija quien comía su postre sin mirar a nadie en la mesa. Más callada que de costumbre Seokjin se preguntaba si estaría incómoda o algo así.
El padre de Yoongi miró a Taehyung y le hizo la misma pregunta.
—Uh, yo tengo una carrera de actuación a medias y ahora estoy viendo la posibilidad de entrar a estudiar fotografía.
—Eres muy joven todavía Taehyung, estoy segura que lo lograrás —dijo Min Hye.
—Eso espero.
—Mi hermano es fotógrafo.
Yoongi rodó los ojos ante aquellas palabras —no es ni parecido al arte que logra Tae con sus fotografías.
Sandara se rió fuerte y su esposo también lo hizo.
El Min mayor solo se encogió de hombros y sonrió —supongo que es verdad, me gustaría ver tu trabajo Taehyung.
El castaño sintió sus mejillas ponerse calientes ante las miradas de todos en aquella mesa.
—Ya, dejen de intimidar a mi novio —Yoongi resopló.
—Me encanta esto —Sandara miró a los tres hombres frente a ella —la tía Yoonji se va a morir cuando se entere. Faltan mis preguntas Yoon.
—Oh no.
Sandara sonrió de lado y miró a sus dos cuñados —¿Cómo conocieron a mi hermano? Estoy realmente curiosa al respecto.
Seokjin sonrió y se acomodó en la silla para comenzar a hablar pero Yoongi lo pateó bajo la mesa. El azabache se rió y aún así él comenzó a hablar.
—Con Yoonie nos conocimos en mi antiguo trabajo, pero realmente comenzamos a frecuentarnos mucho tiempo después de eso.
—¿Y contigo? —la mujer miró a Taehyung —¿Cómo fue que terminaron todos juntos?
Tae se rascó la oreja y se encogió de hombros luciendo despreocupado —es el destino simplemente.
Sandara aplaudió y asintió en silencio. Ella sabía un poco de como habían pasado las cosas entre ellos tres, sabía todo lo policial que envolvía a las parejas de su hermano y ella no quería traer malos recuerdos a la mesa, solo quería ver un poco más la sonrisa de enamorado de su hermano cada vez que hablaba de ellos.
—¡Uh! Había olvidado contarte algo Yoon.
Yoongi miró a su hermana y arrugó su ceño —habla.
Sandara golpeó el brazo de su marido —Oh, verdad, bueno el otro día me tocó a atender a tu estrella de fútbol preferida.
Todos en la mesa se sorprendieron, no todos los días tenías a un famoso futbolista en el trabajo.
—¿Jeon Jungkook?
Seokjin se atoró con el vino que estaba tomando. Comenzó a toser horriblemente y sus mejillas se pusieron un poco rosadas por el esfuerzo o por el recuerdo.
No estaba claro al respecto.
—¿Estás bien? —Taehyung preguntó.
El azabache asintió pero no dijo nada másmas mientras la conversación en la mesa seguía.
—¿Y es tan guapo como se ve en televisión? —preguntó el castaño haciendo que Yoongi lo mirara e hiciera una mueca con su boca.
—¡Me encanta cuando Yoon se pone celoso!
Yoongi bufó —¿Le pasó algo grave acaso que tuvo que acudir a ti?
Deok Woo negó con su cabeza —No puedo decirlo… Pero, al parecer tiene una pena de amor.
—Pobrecito —dijo Hye.
—No entiendo cómo alguien podría romper el corazón de ese bombón —Sandara lamentó.
—Quizá no es tan así —el señor Min se sirvió un poco más de vino —con tanta fama y dinero puede tener a quien quiera.
—Eso es correcto, pero el punto es que se enamoró de un imposible, un hombre que conoció en cierto lugar y dice que no puede olvidarlo... Lo siento no puedo decir más pero él se veía triste la verdad —Deok Woo miró a su suegra —usted podría hacer un buen libro con su historia, es fascinante… El amor definitivamente lo puedes encontrar en cualquier lugar. —Declaró el hombre.
—¡¿Es gay?! —Yoongi se sorprendió.
—Oh mierda, mi boca suelta —dijo Deok Woo.
—Los garabatos —Hye rodó los ojos.
Seokjin tragó duro mientras todos reían. Sintió que sus piernas comenzaron a temblar levemente.
¿Jungkook estaría hablando de él?
No. No podía ser, lo de ellos nunca había tenido nombre ni mucho menos él le había dado algún tipo de esperanza de que pudiera pasar algo más entre ellos.
Incluso en ese momento Seokjin no podía pensar en Jungkook como algo más, no cuando estaba feliz con su relación de pareja.
—Yoongi tiene pósters gigantes de ese futbolista en su antigua habitación.
Yoongi gruñó —¿Te estás vengando acaso?
Todos rieron en la mesa, menos Seokjin que todavía sentía sus mejillas calientes. No quería que la familia de Yoongi supiera de su pasado. Sabía que las personas podrían ser muy abiertas de mente respecto a su relación, o quizá no. Pero un pasado en la prostitución no era algo que él quisiera recordar. Eso ya no era parte de él, solo había sido un momento de su vida.
Un trabajo. Solo eso.
—¿Te acuerdas cuando le contaste a Deok que en mi primera borrachera me orine?
Taehyung se rió a carcajadas y Seokjin sonrió tímidamente.
Yoongi se encogió de hombros —y eso que no le conté de la vez que trajiste a ese chico…
Sandara le tiró un pedazo de pan que estaba cerca de ella.
—¡Ya dejen de incomodar a nuestros invitados! —Hye se pronunció —¡tienen más de 30 años por el amor de Dios!
—Ella empezó —Yoongi se defendió.
Seokjin miró a los hermanos Min y un bonito sentimiento lo invadió.
Él podría acostumbrarse a cenas como esas, le gustaba demasiado como eran todos ellos.
—Diré esto antes que empiecen de nuevo con sus tonterías —Hye miró en dirección a Seokjin y Taehyung —las puertas de este hogar están abiertas para ustedes, siempre. Vean esta casa como un refugio, un lugar en donde pueden ser ustedes mismos.
—Eso es cierto —Min Sun Joo tomó un poco más de su vino. —Pronto será el cumpleaños de esta hermosa mujer y quiero verlos en este lugar. —Dijo el hombre mirando a su esposa. Todos ustedes tienen un puesto en la mesa de los Min.
Seokjin no sabía que decir, seguramente cuando la madre de Yoongi estuviera de cumpleaños su novio ya no estaría en la ciudad y ese recordatorio fue como un balde de agua fría. Se quedó en silencio pero como ya se estaba haciendo costumbre entre ellos tres, uno de ellos habló para salvar la situación.
—Agradecemos la invitación —Taehyung dijo sincero —será un placer volver a esta bonita casa.
Seokjin solo asintió odiando lo triste que se había puesto.
Yoongi suspiró —Bien, si ya terminaron el interrogatorio y mi humillación pública creo que es momento de irnos, Rach se levanta muy temprano y ya debería estar en cama.
Ella bostezó tapando su boca con una de sus manitos como si quisiera irse de allí.
—Tenemos que volver pronto nuestra casa. Muchas gracias por la cena y por su hospitalidad. Fue muy grato haberlos conocidos a todos. —Seokjin habló —espero que algún día puedan venir a nuestro hogar también.
—Por supuesto, estaríamos muy honrados de conocer tu casa Seokjin.
El azabache asintió y luego todos se levantaron de sus puestos.
Yoongi se acercó a Taehyung —Hablaré con mis papás ahora, ¿podrán esperar unos minutos más?
Seokjin que también estaba cerca asintió al mismo tiempo que Taehyung —todo saldrá bien.
—Eso espero.
Taehyung tomó la mano de su novio y le dio un suave apretón.
Yoongi salió del lugar y Seokjin con Taehyung se miraron un poco preocupados.
Conversaron un poco más con su cuñada y el marido de este en la gran sala pero ambos estaban preocupados por el tercer hombre que no estaba con ellos.
Deok Woo llevó a los niños hasta la escalera para mostrarles un truco con un automóvil a control remoto que siempre estaba en ese lugar.
Sandara esperó a que su marido se moviera con los niños y se acercó a la pareja —gracias por tener a mi hermano así de feliz, en serio esto es maravilloso. Yo pensé que él jamás encontraría su lugar junto a alguien… gracias a los dos.
—Él también nos hace muy feliz.
—Nos complementa —dijo Seokjin mirando nuevamente hacia donde Yoongi había salido con sus padres.
—Yo sé que él se irá, me lo contó hace unos días.
Ambos hombres miraron el piso reluciente pero no dijeron nada. No enseguida al menos.
—Estamos procesando la noticia aún y aprovechando al máximo.
—Yo jamás pensé que lo enviarían de todas formas, incluso podría haber acudido a ayuda profesional, obtener un certificado médico para que lo dejaran en esta ciudad, pero Yoongi siempre ha sido un hombre que cumple lo que sus superiores mandan… Su sentido de responsabilidad es muy alto.
—Si, lo sabemos —Seokjin suspiró —queda tan poco.
—Mi mamá seguramente va a llorar todos los días, nosotros siempre hemos sido de estar juntos… Nos vemos muy seguido… —Sandara parpadeó muchas veces para alejar las lágrimas que se querían colar en sus ojos —Yo también lo voy a extrañar —dijo emocionada.
Taehyung hizo un puchero con sus labios y no alcanzó a decir nada cuando Yoongi volvió a ellos con sus ojos más rojos que nunca.
—¿Están listos?
Todos ellos se movieron e intentaron de todas formas que Yoongi no se diera cuenta que estaban hablando de él.
—Nos queremos despedir de tus padres.
El rubio asintió —Si, bueno solo mi papá vendrá.
Entonces Seokjin y Taehyung se dieron cuenta que la noticia había sido tomada tal y cual Yoongi había dicho temprano.
Y Seokjin la entendía tanto.
El señor Min volvió con ellos y se despidió de los novios de su hijo y de la pequeña Rachel. Luego fue el turno de Sandara. Intercambiaron teléfonos para mantenerse en contacto y juntarse antes de que Yoongi dejara la ciudad.
Cuando finalmente salieron de la casa de los Min, Yoongi respiró aliviado.
Subieron a Rachel al automóvil y ellos tres se quedaron un momento fuera de este.
—¿Estás bien gatito?
Yoongi negó y su mentón tembló —hice llorar a mi mamá.
Taehyung lo abrazó por el cuello y lo atrajo a su cuerpo.
Seokjin también se unió al abrazo y dejó unos besos en el cabello de su novio.
Ninguno de los tres dijo nada más y se quedaron a un costado del vehículo abrazados y tan tristes por que la partida de Yoongi se hacía cada vez más cercana.
☆☆☆☆
Hola!!
Este capítulo es para celebrar los 30M de Tonight 🍻
Se que dije que habría una sorpresa y bueno era lo de Jungkook xd. Y ya para el próximo se viene otra cosita antes de la despedida de nuestro gatito.
Lxs amo mucho
Gracias x seguir aquí ♥️
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