LXXIX
Yoongi desocupó el último cajón de su escritorio y puso dentro de la caja un llavero que su sobrino tiempo atrás le había regalado y que él había dejado en aquel cajón.
Había olvidado que lo tenía.
Observó la caja que guardaba sus últimos años en dicho departamento y rió sin humor alguno. Todo se traducía a una pequeña caja café llena de recuerdos y que luego, cuando él cambiara de ciudad, tendría que deshacerse cuando arribara a su nuevo lugar.
Miró por última vez el escritorio que había usado los últimos años en donde había sufrido desesperación cuando un caso se le escapaba de las manos, enojo cuando llegaban las noticias desde tribunales en donde le informaban que aquellos delincuentes que tanto les había costado investigar y atrapar eran puestos en libertad como si sus delitos no fueran lo suficientemente grandes o delicados para mantenerlos detrás de las rejas.
Levantó la caja pero antes de siquiera mover un pie fuera vio que alguien que él conocía muy bien se acercaba.
—El capitán Moon dijo que estabas aquí.
Yoongi le sonrió a Park Jimin todo dientes pequeños —Ya me voy.
—Yo también voy de salida, podríamos tomar un café —dijo metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta negra.
El rubio miró la hora en su reloj, en dos horas iría con sus dos chicos y Rachel a la antigua ciudad de Taehyung. Su novio quería ir a ver a la señora que lo había ayudado a huir de Kihyun y tanto él como Seokjin habían acordado acompañarlo.
Les serviría para pasear también por lo que todos decidieron que era una excelente idea.
—Solo tengo una hora.
—Perfecto —dijo Jimin sonriendo.
Ambos hombres salieron de la comisaría y Yoongi pasó a su vehículo para guardar la caja. Luego cerró todo y caminó junto a su compañero hasta la vieja cafetería que estaba frente a la comisaría.
Cuando entraron fueron saludados afectuosamente por el dueño del lugar que enseguida les llevo dos tazones enormes de café y un plato de galletas caseras de chocolate.
—¿Tienes todo listo?
—Si, solo me quedaba sacar las cosas de mi escritorio.
Jimin asintió mirando el líquido oscuro y caliente —Nunca pensé que diría esto, pero te voy a extrañar.
Yoongi sonrió tomando un sorbo de café y suspiró —Integrarme al otro lugar va a ser una mierda.
—Recuerdo cuando llegaste aquí, todo arisco y gruñón. Has cambiado demasiado este último tiempo.
El rubio rodó los ojos —Eso no es así
—Ya no intimidas Yoongi —Jimin se burló tomando una galleta entre sus dedos —el amor te hace ver diferente ¿No crees?
—Eso no es así. —repitió.
—No mientas, andas todo sonriente y suspirando cada dos segundos… No te culpo en lo más mínimo, cuando uno está así de feliz se nota enseguida —el azabache lamió su labio inferior y luego miró al hombre frente a él. —Me alegro por ti Min. Todos merecemos un poco de amor sincero en nuestras vidas.
—Eso es correcto.
—Puedes hablar conmigo hombre.
—No voy a hablar contigo de mi vida personal.
—Eso ya pasó Min, yo ahora mismo estoy contento también —Jimin mordió su labio —tengo novio.
Yoongi se rió entre dientes tratando de alejar los malos pensamientos de su Seokjin con Jimin juntos. Se rascó el cuello y por primera vez en mucho tiempo él se sintió bien con todo lo que estaba ocurriendo en su vida. Si, él se iría y tendría que despedirse de sus chicos y de la pequeña Rachel, pero no se estaban separando en malos términos ni mucho menos, ellos seguirían en comunicación cada día tratando de sacar a flote una relación a distancia.
No era tan malo como no tener nunca más a sus dos chicos preciosos.
—Me alegro por ti Jimin —dijo sincero. De verdad él quería que su compañero tuviera una persona a su lado y que fuera feliz.
Dios, Yoongi se sentía como un idiota con todo el asunto del amor.
Realmente el amor cambiaba la forma de ver ciertas cosas.
—Fuimos novios en algún momento y nos dimos una segunda oportunidad… Supongo que el amor que sentía por él estaba en algún lugar escondido dentro de mi. —Jimin mordió su labio y una risita salió de sus labios al darse cuenta que el novio de su compañero también conocía a su novio.
El mundo era muy pequeño. Pero como Jimin quería vivir por muchos años más no dijo nada y solo se dedicó a conversar un poco más con quien en el pasado había sido su más grande rival.
—Es bueno darse oportunidades, se aprende mucho de los errores.
—Si, yo aprendí a palos prácticamente —rió agitando su café con la cuchara. Luego tomó un sorbo y cuando puso el tazon sobre la mesa miró al rubio frente a él y dijo lo que había estado pensando esas últimas semanas desde que se había enterado del traslado —¿Porque no apelaste?
Yoongi golpeó con sus dedos la superficie y se movió incómodo sobre la silla —Las reglas son reglas.
—Podrías haberte negado y lo sabes.
—No es tan simple como eso Park.
—Eso es una mierda. Ellos podían haber negado el traslado pero les urgía sacarte de la comisaría ¿No? Nadie se dio cuenta de la rata que estaba entre nosotros y tú fuiste beneficiado. Pagaste las consecuencias del mal manejo en la investigación de ese chico Taehyung.
El solo escuchar el nombre de su novio hizo que Yoongi sintiera su pulso acelerarse. Cuando se calmó tomó un sorbo de café, pensó en las palabras de su compañero pero él no era tan ingenuo como para creer que sus superiores se iban a sensibilizar por todo lo que pasó en aquel lugar en manos de Kihyun.
—No iba a resultar.
—No lo sabes, ¿De verdad te quieres ir? ¿Justo ahora? No te entiendo hombre.
—No me quiero ir, por supuesto que no, pero ya salió el decreto y debo hacerlo...
—No huyas.
—No estoy huyendo —Yoongi arrugó su ceño amenazante.
—Pareciera que sí. Te rendiste muy fácil con eso del traslado.
El rubio miró su taza y suspiró fuerte —ya no hay nada que pueda hacer.
—Pide una licencia médica —Jimin se encogió de hombros —lo más probable es que tengas algún tipo de estrés postraumático. Estuviste a nada de morir Yoongi —el azabache se talló los ojos —me sorprendería que no tuvieras pesadillas o que tus cicatrices no dolieran aunque sea un poco.
Yoongi a esa altura estaba muy incomodo con la conversación, era como si Jimin pudiera leerlo fácilmente y eso no le gustaba.
—Estoy bien.
—Ajá.
—Estoy bien —repitió exasperado.
—Tienes una semana antes de partir, yo que tú haría algo y pronto.
Cuando el tiempo pasó y Yoongi recibió el llamado de un ansioso Taehyung preguntando por que se demoraba tanto en volver es que el rubio policía se despidió rápidamente de Jimin y salió corriendo hacia su vehículo para luego arrancar hacia la casa de Seokjin.
En el camino pensó en todo lo que había dicho su compañero y una nueva oportunidad de quedarse se abrió ante sus ojos. Pero en ese momento no podía pensar en eso, quería disfrutar de sus chicos y de su niña.
Ya después le daría una vuelta más al asunto.
Divisó la casa de su novio apenas giró por la calle y se estacionó. Apagó el motor y se bajó rápidamente. Sonrió mostrando todos su dientes cuando vio a Taehyung cruzado de brazos en la entrada de la casa con un hermoso puchero en sus labios que él besó apenas llegó a su lado.
—Ha pasado una eternidad desde que te fuiste —dijo el castaño abrazándolo por el cuello.
—¿Tanto así me extrañaste, bonito?
Taehyung asintió lentamente mirando los ojos ajenos —¿Ya recogiste tus cosas?
—Si, lo hice y luego me tomé un café con un ex colega.
—Oh. —Taehyung se quedó en silencio y su boca se transformó en una línea —¿Y es guapo ese ex colega?
Yoongi se rió y lo abrazó un poco más fuerte —pregúntale a Seokjin.
La venganza era un plato que se comía frío, o al menos eso quería creer Yoongi tratando de devolver un poco las humillaciones de su novio ante el trío que habían hecho tanto tiempo atrás y que había sido un desastre de principio a fin.
—¿Y como se llama?
—Jimin —susurró en los labios ajenos para luego besarlo apasionadamente sus manos subieron para acariciar los cabellos largos y cuando probó la lengua de su novio lo dejó ir —mejor entramos y apuramos a los Kim.
Taehyung asintió y entrelazaron sus manos para entrar a la propiedad.
Seokjin estaba revisando su teléfono y un gruñido escapó de su boca mientras veía la pantalla.
—¿Pasó algo? —Yoongi llegó a su lado y dejó un beso en sus esponjosos labios..
—Nada tan importante gatito, ¿Cómo te fue? —Seokjin guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón y miró a su sonriente novio. Luego miró a Taehyung y estiró su mano para atraerlo a su cuerpo y abrazarlo por la cintura.
—Me fue bien. Tengo todo listo.
—Es Park Jimin ¿Cierto?
La cabeza de Seokjin giró hacia Taehyung rápidamente y arrugó su ceño no entendiendo por que ese nombre salía de la boca de su bonito novio.
—Así es, ¿Lo conoces cierto?
—Si, él me buscó para saber mi declaración.
—¿Por que…? —Seokjin ladeó su cabeza tratando de entender la conversación. —¿Por que están hablando de él?
—Oh. —Taehyung pareció reaccionar de un largo sueño y muchos recuerdos llegaron a su mente —él era tu persona especial. —Taehyung dijo mirando a Seokjin.
Ahora fue el turno de Yoongi de ladear su cabeza mirando a sus dos novios. —¿Que?
Las ojeras de Seokjin se pusieron rojas y él soltó a Tae para luego moverse por la sala buscando su chaqueta lejos de las miradas de sus hombres.
—¿Persona especial? —Yoongi se rió burlón. —¿Me estas jodiendo? ¿Él? —resopló.
Seokjin rodó los ojos. —Fue hace mucho tiempo.
Taehyung sonrió y llevó su dedo índice hasta la mejilla del policía y pincho muchas veces —¿Estás celoso?
El rubio alzó una ceja intimidante —claro que no. Jamás. Yo no soy celoso.
—Lo que sea que te deje dormir de noche, amor. —Seokjin ya listo tomó sus gafas y se las puso, últimamente las necesitaba todo el tiempo. Tenía fuertes dolores de cabeza y culpaba al maldito computador de la oficina por eso.
—¡Princesa! —gritó Taehyung caminando fuera de la sala.
Yoongi se movió también y fue hasta la mesa del comedor y tomó la bolsa que llevarían al improvisado viaje. Eran muchas cosas para comer, Taehyung y en realidad todos ellos la llevaban en forma de agradecimiento por los cuidados que tuvo aquella noble mujer para con Tae en su momento.
—Iré a dejar esto al auto. Y será mejor que nos vayamos de una vez sino no encontraremos donde alojarnos esta noche.
—Si —susurró Seokjin revisando nuevamente su teléfono.
—¿Pasó algo?
—No, no te preocupes. Solo es algo del banco pero no he recibido respuesta.
Yoongi asintió y se giró para abrir la puerta, pero luego una idea llegó a su cabeza. Dejó la bolsa a un costado de la puerta y caminó hasta su novio, le quitó el teléfono de entre las manos y lo besó.
Un ruido sorpresivo hizo Seokjin mientras sus labios eran devorados por su novio, sus lenguas se frotaron de inmediato así como también sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo ajeno.
Yoongi lo dejó ir y sonrió de lado mientras volvía a la puerta y salía de la casa.
Seokjin lamió sus labios y sonrió mientras sentía su corazón latir demasiado fuerte en su pecho. Suspiró y caminó hasta la habitación de su pequeña para apurarla. Volvió a sonreír cuando vio a su niña sentada al borde de la cama y a Taehyung detrás de ella trenzando su cabello rubio ya más largo a esas alturas.
Ellos no parecían notar su presencia entonces Seokjin se quedó en el marco de la puerta escuchando la conversación de ambos.
—Entonces mis papás no quisieron tener más hijo, pero eso estuvo bien. Quizá no me hubiese llevado bien con un hermano o hermana.
Rachel asintió y le entregó un pequeño elástico púrpura al hombre —yo se que no puedo pedir hermanitos, papá me explicó.
Taehyung hizo una mueca —es difícil princesa.
—Yo quiero cinco hijos cuando sea grande.
Taehyung se rió fuerte y tomó el otro elástico púrpura que su niña le ofreció.
—Bien, supongo que tú papi sería un hombre realmente feliz si tuvieras muchos niños, pero primero debes estudiar y vivir mucho mi pequeña.
—¿Porque no vives con nosotros, Taetae? —cambió de tema la niña.
—Uhm, no lo sé, princesa… Algún día supongo.
Rachel jugó con los elásticos que tenía en sus manos y suspiró fuerte —yo no quiero que te vayas de nuevo.
—Oh cariño, eso no va a pasar. Estoy aquí ahora y no pretendo irme a ningún lado —Tae dejó un pequeño beso en su cabello mientras miraba el cabello rubio y ahora trenzado de su niña.
—Eso me gusta. —Dijo cabizbaja..
—¿Estás bien? —Tae se movió y se sentó a un costado —¿Quieres hablar conmigo?
Rachel asintió despacio.
Seokjin dio un paso atrás sin saber realmente si debía estar escuchando, después de todo Taehyung era la persona de confianza para ella y que él estuviera espiando no estaba bien.
—Yo no quiero que el tío Yoonie se vaya lejos... Lo voy a extrañar.
—Oh bebé, todos lo haremos, pero ya no podemos hacer nada al respecto, no estés triste, Yoonie volverá cuando pueda y nosotros también iremos a verlo. —Dijo tratando de consolar a la niña.
Un puchero se instaló en los labios de la niña y gruesas lágrimas bajaron por sus mejilla.
Tae la abrazó fuerte y volvió a dejar un beso en su cabello —¿Te gustaría hablar con él sobre esto?
Rachel asintió con su cabeza gacha. Entonces Tae se levantó y caminó hasta la puerta que estaba entre abierta, le dijo a la pequeña que esperara que él iría por Yoongi y salió de la habitación. Al volver a la sala observó a Seokjin sentado en el sofá mirando hacia la ventana.
—¿Donde está Yoonie? —No obtuvo respuesta por lo que rodeó el sofá y se sentó al lado de su novio. Este estaba serio mirando sin emoción alguna hacia la ventana de la casa y eso hizo preocupar al castaño que no dudó en tomar suavemente el mentón del azabache para que pudieran verse a los ojos —¿Que pasó Jinnie?
—Negaron mi solicitud de traslado a la otra sucursal, a la ciudad de Yoon.
Tae suspiró y cerró sus ojos unos segundos y luego juntó sus labios con los ajenos. Fue un contacto de pocos segundos pero Tae quería trasmitirle su apoyo de alguna u otra manera.
—Pero era algo que podía pasar ¿No? Recuerda que lo hablamos.
—Si —dijo con su voz apagada —pero quería ser positivo. Aunque sea una vez quería pensar en que tendríamos suerte.
—De hecho la tenemos Jinnie, estamos todos aquí, esto solo será una prueba para nosotros. Estamos tristes, hasta la niña lo está pero y ¿Él? Yoonie no lo demuestra pero está destrozado, quizás estamos siendo egoístas en este momento y le estamos dando más trabajo del que deberíamos.
Seokjin suspiró y se levantó del sofá —no quiero que crea que lo estamos dejando de lado, tú y yo nos quedaremos aquí y él estará solo en esa ciudad. No quiero que se sienta de alguna manera desplazado. Olvidado.
—Yo sé que tú jamás harías algo como eso. Ni yo.
Los ojos húmedos de Seokjin se enfocaron en los de Taehyung que se veían rojos y se dio cuenta que Tae estaba reteniendo sus lágrimas.
—Estoy tan triste.
—Yo también… —el castaño lamió sus labios y tragó saliva —yo siento tantas cosas cuando estoy con él… Creo que lo amo, Jinnie y no quiero que pasen los días y no verlo más.
Seokjin sonrió sin mostrar sus dientes admirando al avergonzado hombre frente a él —lo sé osito, no es algo que ocultes.
Taehyung se rió y luego volvió a suspirar —iré a buscarlo, la princesa quiere hablar con él antes de salir.
—Bien. Iré a ver si están todas las puertas cerradas.
Tae le dio un último beso y corrió fuera de la casa, encontró a Yoongi hablando por teléfono en el extenso jardín delantero. Apenas el policía captó su presencia una bonita sonrisa afloró en sus labios y Taehyung dejó de pensar por unos momentos admirando lo jovial que se veía Yoongi a pesar de ser varios años mayor que él.
—Saldremos de la ciudad mamá. Si, cuidaré de todos, no te preocupes. —Yoongi negó con su cabeza y solo sonrió a lo que su madre decía. —Tengo que dejarte ahora, tenemos que salir en los próximos minutos... Si, adiós mamá.
—Dale mis saludos —dijo Taehyung.
—Tae te envía saludos —Yoongi rió y asintió —le diré… Adiós madre.
El rubio cortó la llamada y guardo su teléfono en el bolsillo interior de su chaqueta. —¿Están todos listos?
—Si, pero la princesa está triste y creo que deberías hablar con ella.
—¿Triste? —Yoongi caminó de vuelta a la casa y antes de entrar a la propiedad miró a su novio —mi madre dijo que vayas a verla, necesita un fotógrafo para su próximo libro.
—Oh.
—Su editorial paga muy bien, bonito. Podrías intentarlo.
Yoongi entró a la casa e inmediatamente llegó al dormitorio de su pequeña. Golpeó suavemente la superficie antes de entrar.
Rachel estaba todavía al borde de la cama con su cabello trenzado. Llevaba una bonita falda de mezclilla y sus infaltables calcetines de abejas. Pero su mirada era triste y Yoongi tomó aire antes de llegar a su lado.
—¿Rach?
La niña miró hacia el hombre e hizo un puchero. —Estoy triste.
—Habla conmigo —el hombre se sentó a su lado y ambos miraron hacia la pared.
—Yo… Yo soy egoísta.
—¿Qué? —Yoongi negó y posó su brazo sobre el hombro de su pequeña —no digas eso Rach, ¿Porque dices que eres egoísta?
—No quiero que te vayas tío Yoon.
El mayor suspiró bajito —lo sé cariño, yo tampoco quiero irme lejos de ti pero cuando uno es adulto el trabajo es importante y hay personas que toman decisiones por ti y uno debe acatar… No es lo mejor pero es lo que es. Yo seguiré cerca tuyo, vendré cada vez que pueda y podemos hablar todos los días por teléfono.
Rachel también suspiró, su boca era una mueca y Yoongi pudo observar mucho de Seokjin en ella, aún si él no era su padre biológico.
—¿Podré ir a verte? —dijo resignada.
—Por supuesto, de hecho esa casa tiene una habitación que es solo para ti y quiero que la decoremos juntos ¿Te gustaría hacer eso conmigo?
Rachel saltó de la cama y dio saltitos de alegría —¡Si! ¿Puede ser púrpura? ¿Puedo tener una cama de esas grandes? —la niña miró por su habitación y corrió hasta su armario ante la mirada llena de cariño del policía. Rachel buscó algo dentro de este mientras el rubio la observaba con una sonrisa en los labios. La niña volvió y dejó un cuadro en las manos del mayor —es un regalo para ti.
Yoongi sintió su mentón temblar y tragó saliva ante el bonito collage de fotos de todos ellos, pero en el centro había una bonita fotografía que Tae había tomado de él y Rachel en un parque.
Una lágrima rodó por su mejilla pero él la quitó rápidamente por que no quería llorar delante de su niña —Es muy bonito esto, ¿Tú pintaste el borde?
—Si, papá dijo que esos eran tus colores favoritos, Taetae me ayudó con la fotografías —dijo orgullosa de su trabajo. —¿Te gustó tío Yoonie?
—Es muy bonito, lo pondré en mi escritorio, apenas esté en mi nuevo trabajo, así siempre podré verlos y me sentiré más cerca de ustedes.
Rachel volvió a sentir tristeza y comenzó a llorar.
Yoongi la acercó a él y la abrazó para consolarla. Acarició su cabello suavemente mientras la niña temblaba por el llanto.
—Ya mi niña, solo no estés triste ¿Si? Estaremos bien y pronto volveré.
Ella asintió escondida en el cuello del mayor mientras su pequeño cuerpo era rodeado por los brazos del mayor. Su llanto fue disminuyendo de a poco y cuando cesó ellos se quedaron en la habitación un poco más para calamar sus tristes corazones.
***
—Esta ciudad es bonita —Seokjin observó un poco las calles que estaban transitando, él iba al volante y su copiloto, Taehyung, dormía con su boca entre abierta.
—Me sorprendió que quisiera venir, no debe tener buenos recuerdos de este lugar —meditò Yoongi desde el asiento trasero. Observó a Rachel que iba durmiendo también con su boca entre abierta.
—También a mi —confesó el azabache girando en una de las calles principales —en la otra calle está el hotel.
Yoongi asintió, se quitó sus gafas de sol y las dejó sobre su cabeza, luego tomó su teléfono y revisó la aplicación de hoteles que había tenido que descargar a regañadientes para el viaje.
—Tenemos dos habitaciones.
—Yo iré en una con Rachel, tendremos que entrar por separado, incluso que yo este solo a cargo de ella hace que las personas tengan ideas enfermas.
—Siempre ven a la mujer como la cuidadora universal de un niño —agregó Yoongi.
—Si. Por eso es mejor que me registre con ella y luego ustedes dos.
Yoongi resopló pero su novio tenía razón.
¿Una niña y tres hombres adultos en un hotel? Eso le daría una idea completamente equivocada a la relación que todos ellos tenían. Pero no había que tomar riesgos y lo mejor era entrar por separado.
Seokjin se estacionó fuera del bonito lugar y miró a Taehyung que seguía durmiendo. Luego se giró para ver a Rachel que estaba moviéndose lentamente empezando a despertar.
—Nos registraremos e iremos a cenar.
—Si —Yoongi deslizó su dedo por la aplicación que mostraba los restaurantes de la zona y observó los diversos lugares a los que podrían ir a comer. —Hay uno italiano.
—Lo que sea, muero de hambre. —Seokjin estiró su cuello cansado por las horas de manejo y llevó su mano hasta el hombro de su chico para despertarlo suavemente.
Tae se movió en sueños pero no abrió los ojos.
Seokjin resopló.
—Rachel ya despertó, entren al hotel, yo despertaré al bello durmiente.
La niña rió bajito por que se imaginaba a su Taetae disfrazado de una princesa Disney. Esa imagen era muy divertida en su mente.
—Bien —Jin bajó del vehículo, sacó su bolso y el de Rachel, luego la bajó del vehículo y tomados de la mano entraron al pequeño hotel.
Yoongi pinchó la mejilla de su novio y este abrió los ojos mirando el lugar. Se estiró o al menos trató en el reducido espacio que había allí.
—¿Llegamos?
—Si dormilón. Tenemos que esperar a que Jinnie se registre con la princesa y podremos entrar.
—¿Que? —Tae se sentó de golpe y miró hacia el asiento de atrás para ver que su princesa ya no estaba en su butaca. —¿Porque?
—¿Porque?
—¿Por que entraron antes?
—Por dormir te perdiste la explicación.
Taehyung ya no dijo más nada y solo se dedicó a esperar mientras Seokjin les avisaba que podían entrar.
Las horas pasaron muy rápido y luego de cenar ellos se fueron a descansar al otro día irían a ver a la señora Moon. Habían decidido que irían los cuatro, aunque Seokjin fue un poco reticente a que todos ellos fueran juntos.
Pero Taehyung quería ver a la mujer y a parte de darle las gracias quería contarle que tenía una bonita vida junto a sus dos novios y la pequeña Rachel.
¿Por qué alguien tomaría mal que él estuviera feliz?
Al otro día y luego de desayunar y recorrer un poco la ciudad decidieron ir de una vez donde la señora Moon.
—Ella no vive sola —Tae dijo mientras se dirigían a la casa donde él había sido ayudado sin pedir nada a cambio.
—Insisto en que bajes con Yoonie.
Taehyung infló sus cachetes pero no dijo nada más, quizás era la mejor idea después de todo.
Rachel iba mirando todo con sus ojos muy abiertos, esa ciudad era muy bonita, se preguntaba si la ciudad en donde su tío Yoonie viviría sería así de linda también. Ella esperaba que si, no quería un lugar feo con casas tristes o muy pocos árboles, eso sería muy triste pensó.
—Bien, bajaré con Yoon.
Yoongi lo miró por el espejo retrovisor y sonrió de lado, la noche anterior habían estado conversando hasta muy tarde entre besos y abrazos mientras escuchaban los ronquidos de Seokjin al otro lado de la pared.
—Puedes ir solo también —dijo el rubio solo para molestarlo y presenciar los tiernos berrinches de su castaño novio.
—Ya, que pesados —Tae se cruzó de brazos muy enojado. —Iré solo y no saldré de la casa—Tae entrecerró sus ojos y una sonrisa pícara se dibujó en sus labios. —La señora Moon tiene un nieto, es guapo, alto… Tiene un lindo rostro.
Tanto Seokjin como Yoongi se miraron.
—Iremos —sentenció Yoongi molesto.
—También quiero conocer a la señora Moon —dijo Seokjin más serio que nunca.
Taehyung rió bajito y miró a Rachel.
Ella le sonrió amplio y el hombre de cabellos castaños le guiñó un ojo.
—Cuando seas grande yo te enseñaré a controlar a los hombres —le habló bajito a la niña.
Rachel sintió sus mejillas ponerse rojas y se las tapó con sus manos su pequeño rostro.
Taehyung solo se dedicó a sonreír mirando hacia la ventana. Se irguió en su asiento cuando observó las casas tan conocidas y sonrió.
—Esa casa de allí es —dijo apuntando con su dedo desde el asiento trasero.
Yoongi estacionó y apagó el motor. Miró por el espejo retrovisor a su emocionado novio y su corazón latió muy fuerte en su pecho.
—Entonces, ¿Estás listo Taetae?
Taehyung asintió y se bajó de inmediato del vehículo.
Seokjin también lo hizo y Yoongi los siguió. Todos parados frente a la señora Moon esperaron mientras la puerta era abierta.
—Quiero ir al baño papi.
Los tres miraron a Rachel y en ese momento la puerta fue abierta.
—Oh dios mío.
Todos giraron su cabeza solo para ver a Cha Eunwoo mirarlos a todos ellos.
☆☆☆☆
Holi!! Aunque no lo crean estamos en el casi final. El siguiente capítulo será la despedida de Yoongi y luego dos más y el epílogo.
Lxs amo mucho 💜
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top