LXXII
2 semanas antes …
Taehyung cerró los ojos mientras mordía su labio una y otra vez. Él no había querido que las cosas terminaran de esa manera, incluso él había pensado que podría haber avanzado un poquito más, incluso se había preparado pero eso no había ocurrido. Él había sentido verdadero pánico mientras veía a Seokjin y a Yoongi tan cómodos entre ellos.
Y él no quería arruinar la relación de ellos.
Suspirando se bajó del automóvil de su abuelo y muy despacio abrió la reja de la entrada a la casa de sus abuelos, luego cuando estuvo cerca de la puerta se sorprendió al ver las luces de la sala encendidas.
Entró a la casa y dejó su llave sobre el recibidor, justo al lado de unas flores frescas y preciosas del jardín de su nana.
—¿Tae eres tú?
El chico sonrió y avanzó a paso lento hasta la cocina en donde su abuela estaba sentada en el comedor de diario jugando una partida de solitario mientras tomaba una enorme taza de té.
—¿Todavía estás levantada nana?
—Si amor, no tenía mucho sueño, además es temprano aún —la mujer movió sus cartas de una fila a otra mientras tarareaba una canción —pensé que dijiste que no llegarías a dormir.
Las mejillas de Taehyung se tiñeron de rojo por que sí, él había avisado que no pasaría la noche en casa. Él se había preparado para algo más, para avanzar con Seokjin y Yoongi pero en vez de eso había salido corriendo haciendo sentir mal al hombre que más amaba en el mundo.
—Uh si, mejor decidí volver.
—Ya te he dicho que no tienes que dejar de hacer las cosas que son de tu edad por este para de viejos.
—No digas eso nana.
—¿Por que no te sientas conmigo?
Taehyung se quitó la chaqueta mientras era observado por su abuela, ella le ofreció té a lo que el chico se negó —ya tomé, gracias.
—Que bonito te ves hoy, pensé que irías a una cita.
—Oh… Bueno algo así pero no resultó tan bien. Supongo.
—¿Por que? eres un chico precioso, además de inteligente. Tienes un corazón de oro bebé.
El castaño apoyó sus antebrazos en la superficie. Luego miró a su abuela y las ganas de contarle sobre lo que estaba viviendo últimamente llegó a él.
—Nana, ¿Has sabido algo de mi mamá?
—No cariño, pero estás mejor sin ella, siempre lo estuviste.
Taehyung no quería darle la razón a su abuela pero lo cierto era que ella estaba diciendo una verdad dolorosa. Su madre siempre fue un tanto distante, siempre se preocupó de él, pero eran tan diferentes y Taehyung sabía que su forma de ver la vida nunca le gustó a su madre. Y por otra parte su padre era tan inexistente como sus abuelos paternos así que ni siquiera los contaba como parte de su vida.
—Uhm, si, creo que tienes razón.
—¿Recuerdas que ella no quería que te fueras a vivir solo? —la anciana negó con su cabeza —no creía que podías desenvolverte solo.
—Lo sé y quizá tenía razón.
—No digas eso cariño. —Kim Ji Hye dejó sus cartas de lado y miró a su nieto. El único nieto que había tenido por parte de su hija. —Tú puedes hacer de tu vida lo que desees, eres el dueño de tus decisiones. Puedes equivocarte, todos lo hemos hecho alguna vez.
—Gracias nana. Es bueno hablar contigo.
Taehyung se levantó y dejó un beso en su frente con cariño. Luego tomó su chaqueta y estaba por salir de la habitación cuando su abuela lo detuvo. El castaño se giró y ladeó su cabeza al ver a su nana tan nerviosa de un momento a otro.
—Tae, ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Si claro.
Ji Hye suspiró y miró a los ojos a su querido nieto —Tae Hee me contó algo de Seokjin…
—¿Que es? —Taehyung sonrió —puedes decirlo nana.
—¿Es verdad que él…? —la anciana se ruborizó torpemente y luego decidió dejar de comportarse como una niña y preguntó lo que la tenía tan nerviosa los últimos días —ese chico trabajó de noche, ya sabes… haciendo cosas —dijo moviendo sus manos —¿Tú lo sabías?
Tae movió un pie y luego el otro. Miró a su abuela y asintió —si nana, yo lo sabía.
—Oh.
—Cuando nosotros nos hicimos novios él ya no trabajaba en ese lugar.
Su abuela asintió en silencio. Y luego dejó caer un suspiro —Dios, que alivio, ya me imaginaba que no lo supieras —la mujer se levantó de su silla y fue hasta la cocina para encender el fuego y tomarse otro té. —Tan bonito que es, cuando yo era joven había un lugar en el centro…
Taehyung arrugó su entrecejo.
¿De que carajos estaba hablando su abuela?
—Bueno en ese lugar había un día en que muchos hombres jóvenes bailaban, ya sabes como es. —Dijo Ji Hye sonriente —entonces yo iba con mis amigas, el dueño de ese lugar era un hombre con mucho dinero pero a veces él salía del país y la esposa quedaba cargo —la mujer rió alto —ella fue una visionaria, imagínate hacer un club para señoritas en esa época. El punto es que yo sé que ese muchacho vale como cualquier otro, su pasado no es impedimento para hacer una vida con alguien y me alegra que tú lo hayas visto así también en el período que estuvieron juntos.
Taehyung asintió despacio —G-gracias, él es un buen hombre.
—Claro que si —Ji Hye volvió a sus cartas sin mirar a su nieto dijo —hay hombres de ese lugar que se convirtieron en buenos padres y esposos. Muchos estudiaron en la universidad —ella seguía con sus cartas sin mirar a su nieto —algunos fueron a la escuela de leyes, otros a la escuela de Medina y también hubieron unos que se hicieron profesores...
—¿En serio? —Taehyung estaba fascinado con esa información —¿profesores como el abuelo?
Ji Hye alzó su cabeza y asintió.
Entonces la sonrisa de Tae se borró al darse cuenta de las palabras de su nana.
—Anda a descansar cariño —dijo ella cariñosamente.
Taehyung salió del lugar sorprendido por todo lo que le había dicho su abuela.
¿En verdad su abuelito había sido un bailarín exótico?
Dios, estaba seguro que jamás se sacaría esa imagen de su cabeza al haberse imaginado a su abuelo bailar sobre un escenario con poca ropa.
Se metió a su habitación y se sentó en la cama, observó el lugar, extrañaba demasiado su vida independiente. Luego del accidente él no había dejado de depender de otros y eso lo tenía molesto.
Necesitaba encausar su vida, volver a soñar, encontrar su camino y avanzar desde allí. Tenía el fuerte impulso de arrojarse a los brazos del hombre que tanto amaba y dejarse llevar por la seguridad que Yoongi le irradiaba pero antes debía encontrarse a sí mismo, o por lo menos encontrar alguna cosa que hacer por mientras.
Trabajar, estudiar, lo que fuera mientras se sintiera útil.
Se levantó y se quitó la ropa, se puso su pijama y fue hasta el baño para lavarse los dientes, cuando volvió a la habitación se metió entre las mantas y apagó la luz de su lámpara.
Cerró inmediatamente los ojos.
Tenía mucho en que pensar.
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Taehyung salió de su antigua y ahora nueva universidad con una enorme sonrisa en su rostro. Volver a los pasillos de la facultad de artes había hinchado su pecho de felicidad y anhelo.
Se encontró con varios de sus ex compañeros y se sorprendió al ver que lo recordaban. Muchos se acercaron y aunque ellos sabían por todo lo que había pasado, fueron lo suficientemente cordiales para no preguntarle sobre aquellos hechos.
Ahora mientras en su mano cargaba la carpeta con toda la información de su nueva carrera, Taehyung se sentía aliviado. Una parte de él volvía a la normalidad que tanto deseaba.
Necesitaba un trabajo de medio tiempo que pudiera compatibilizar con sus estudios. Taehyung sintió tristeza nuevamente al recordar la tienda de mascotas de sus abuelos, ellos la habían vendido mientras él estaba en la otra ciudad viviendo una vida de mentiras y manipulación.
Dejó esos pensamientos de lado y comenzó a caminar por los bellos jardines de lugar. Muchas personas estaban a esas horas sentadas en el pasto verde, Taehyung entristeció por que el cielo se veía hermoso, las nubes se veían diferentes a otros días y él quiso fotografiarlas. Pero su cámara ya no estaba a su alcance y debía conseguir una pronto antes que comiencen las clases, aunque todavía quedaban un mes completo para aquello.
Salió de los terrenos de su universidad y caminó por las calles aledañas, el día estaba soleado y él de pronto sintió calor bajo su chaqueta de mezclilla celeste y su boina negra.
Se quitó la mochila y metió ahi la boina, su chaqueta y la carpeta con los papeles que debía llenar. Cuando quedó en camiseta su piel se erizó al sentir la cálida brisa del medio día.
Caminó lo suficiente hasta llegar a la parada de buses más cercana. Se paró justo al lado de un grupo de adolescentes. Ellos hablaban muy fuerte y Taehyung deseó poder tener su audífonos y poder escuchar música.
El bus llegó y él se subió de inmediato.
Mientras miraba por la ventana recordó los ojos llorosos de Seokjin, suspiró por que él no quería verlo triste nunca más. Pero lamentablemente lo había hecho sufrir más de lo que Taehyung quería aceptar.
Cerró sus ojos y pensó en las palabras del policía que estaba haciendo estragos en su vida. Siempre tan asertivo Yoongi se transformó rápidamente en alguien en quien podía confiar hasta sus más confusos sentimientos y eso era agradable.
Yoongi no lo juzgaba. Jamás lo hacía.
Taehyung sonrió tenuemente y apretó su mochila hacia su pecho.
¿Que estaría haciendo Seokjin?
Las ganas que tenía de verlo lo hicieron suspirar, pero luego decidió que debía darse un tiempo, él había dicho aquello entonces debía ser fuerte.
Aunque no sabía cuanto iba a aguantar.
El trayecto restante Taehyung se la pasó viendo a las personas caminar por la calle o viendo cualquier cosa que llamara su atención. Cuando llegó a la parada, casi una hora y media después, se dio cuenta lo cansador que resultaría viajar todos los días hasta la ciudad y de vuelta a casa de sus abuelos. Y no era una opción rentar un lugar.
Antes pudo hacerlo por que ese departamento lo pagaban sus padres, pero ahora él no tenía progenitores. Solo tenía a sus abuelos pero él estaba bien con eso. No los extrañaba.
Entró a la casa vacía y miró la hora en el reloj que estaba en la pared del comedor, eran casi las tres de la tarde.
Fue hasta la cocina y se asustó al ver a su abuelo ahí comiendo solo mientras escuchaba la radio.
—Hola hijo —dijo el mayor apenas vio a entrar a su nieto.
—Uh, hola. —Taehyung se rascó su nuca nervioso ante los ojos azules de su abuelo.
—¿Quieres almorzar?, tu abuela salió pero puedes almorzar conmigo.
Tae asintió —iré a lavar mis manos y a dejar mis cosas.
Kim Ho se levantó de la silla y le sirvió un plato de comida a su único y amado nieto.
Taehyung volvió y se sentó frente a él, agradeció los alimentos y comenzó a comer en silencio.
—Tu abuela salió a la peluquería pero dijo que comieras todo.
El castaño asintió con la boca llena y no miró a su abuelo en todo el tiempo que estuvieron comiendo juntos. De un momento a otro sintió sus mejillas ponerse coloradas al recordar las palabras de su nana.
—Te vas a atorar si sigues comiendo así.
—Lo siento —dijo el chico bajando su cabeza al plato.
—¿Como te fue en la universidad?
—Oh, me fue bien —alzó la cabeza y sonrió para su abuelo —ya me matriculé, gracias por pagarme la matrícula.
—No te preocupes por eso, tu solo debes estudiar, ¿trajiste los papeles para llenar para la beca?
—Si, los dejé en la mesa de adentro.
—Bien, ya veremos qué hacemos con la bendita mensualidad, lo bueno que la carrera no es tan costosa, pienso que podría conseguir un trabajo…
—¡No! —Tae negó muchas veces —No abu, yo buscaré un trabajo, tú ya has hecho mucho por mi.
—¿Y eso que?, solo estoy haciendo lo que tus padres prometieron y no cumplieron, siento vergüenza de la hija que crié.
Taehyung hizo un puchero, se sentía mal por ser una carga para sus ancianos abuelos —lo siento…
—¿Y eso por qué? —El abuelo Ho tomó la mano de su nieto por sobre la mesa y la apretó suavemente —lo único que puedo agradecerle a la ingrata que tengo de hija es que te tuvo a ti, desde que naciste que soy intensamente feliz.
Los ojos de Taehyung se aguaron, su abuelo jamás decía lo que pensaba, muy raras veces había intervenido entre él y su madre. Entonces sus palabras tenían mucho peso para él.
—G-gracias, prometo estudiar mucho y seré el mejor fotógrafo de la ciudad.
—O del país, no te pongas límites Tae.
Él asintió limpiando sus lágrimas y tomó la servilleta que estaba doblada justo al lado de su vaso de jugo y se secó mejor.
Luego miró al hombre frente a él y le sonrió con todo el amor que pudo juntar. —No los voy a decepcionar, seré el mejor.
—Ya lo eres —dijo el mayor poniéndose de pie —necesito de tu ayuda.
—Oh, claro.
—Quiero que me ayudes en ese asunto de la computadora, necesito ver algo en el banco y llamé en la mañana y me dijeron que tengo que hacerlo por esa cosa que sabes usar.
—Si, no hay problema.
—Gracias —Kim Ho se acercó a la mesa a quitar los platos para lavarlos pero Taehyung se levantó y no dejó que siguiera.
—Yo lo hago.
—Bien, entonces iré a jugar a las cartas con el viejo Kim. Compré una bolsa de chocolates.
Taehyung sonrió y cuando su abuelo dejó la cocina él se acercó al lava platos y comenzó a hacer la tarea. Le gustaba lavar la loza, ocupaba ese tiempo para pensar, realmente se relajaba lavando los utilizado, había algo en ver correr el agua que le hacía sentir tranquilo.
Terminó de lavar y luego secó y guardó todo, no quería que su abuela viera desorden en su tan preciada cocina.
Cuando estuvo todo listo se fue a la habitación que ahora era suya y se acostó sobre la cama, puso sus brazos detrás de su cabeza y mirando el techo meditó sobre su vida romántica.
No era de extrañar que echara de menos las manos gentiles de Yoongi, ni los besos y el calor de Seokjin. Todo era lo bastante extraño pero a cada día toda duda se iba despejando de a poco.
Él amaba a Seokjin, desde siempre prácticamente y ese sentimiento lo había acompañado a lo largo del tiempo, aunque sí, tenía que admitir que hubo un tiempo en el que estuvo lo bastante confundido por el supuesto amor de Kihyun.
Cerró sus ojos. Nunca era bueno recordar al hombre que había matado para salvarse, todavía sentía náuseas cuando a su cabeza llegaban todas esas malditas imágenes de él apuñalando a su secuestrador.
Había sido engañado y manipulado por él y eso le hacía enloquecer de rabia.
Tragó saliva y trató de despejar su mente pero todo lo que podía pensar era en la maldita elección de su madre de llevarlo a otro lugar a realizar su tratamiento.
Buscó su teléfono y ni siquiera miró la hora, él solo buscó el contacto de Yoongi y le marcó.
No era como si no quisiera hablar con Seokjin, claro que no, él quería y mucho hablar con el hombre de su vida pero el rubio policía era quien podría entender por lo que estaba sintiendo en esos momentos, ellos habían hablado una vez de aquello entonces ahora necesitaba urgentemente aliviar su corazón y Min Yoongi era quien podría ayudarlo.
La línea conectó y él inmediatamente habló.
—¿Yoonie?
—Hola, ¿como estás?
Taehyung resopló —podría estar mejor.
—¿Pasó algo?
El castaño escuchó gritos de niños y se sentó en la cama —Oh, ¿Tú estás ocupado?
—Mhm, estoy en el parque con Rachel, Seokjin no se sentía muy bien.
—¿En serio?, ¿Como están ellos?
Taehyung escuchó una risita al otro lado de la línea e instintivamente sonrió.
—Están bien, pero padre e hija últimamente han tenido muchos desencuentros y están ambos extrañando a alguien en particular.
Los colores subieron a la mejilla del castaño quien se acostó sobre la cama sobre su abdomen y escondió su cabeza bajo la almohada.
—Uh, yo también los extraño. Mucho.
—Es lo que esperaba, sé que en nuestra última conversación quedamos en que te daríamos tiempo y lo hemos logrado. Pero la verdad es que yo estaba esperando tu llamada.
Taehyung quitó su cabeza de la almohada y suspiró pesadamente mirando ahora la cabezera de su cama —Yo recién me estaba torturando por lo que le hice al infeliz que me secuestró.
—Rachel, baja de ahí —Yoongi dijo tranquilo — perdón por eso, ahora con respecto a lo que dices es normal que pienses en eso, es prácticamente inevitable, pero no es bueno que lo tengas tan presente, ¿Estás yendo a terapia?
—Si.
—Bien, eso es bueno, no dejes de ir ¿Si?
—Te extraño... —Taehyung dijo derrepente y luego mordió su labio y los colores volvieron a subir a sus mejillas —yo…
—También te extraño, demasiado.
Su corazón comenzó a martillar fuerte. Se movió por la cama y se sentó en esta, la verdad es que el hormigueo en su interior no lo tenía cómodo y como se pusiera sobre la cama él se sentía intranquilo.
Finalmente suspiró, cerró los ojos y se dejó llevar —quiero verlos, fui a la universidad y tengo buenas noticias… me gustaría compartir eso con ustedes.
—Y nosotros queremos escuchar esas noticias. Queremos saber de ti.
—Nosotros… yo estoy realmente nervioso ahora mismo.
—Puedes decir lo que quieras o… podríamos juntarnos los tres y hablar.
—Uh si, quiero eso, yo quiero que ustedes… —Tae lamió sus labios —quiero sentirme especial.
—Dime que es lo que quieres y te lo daremos —dijo el policía completamente serio.
El pulso de Taehyung se disparó y respiró varias veces bajito para controlarse y no salir corriendo a la casa del azabache.
—Quiero ser conquistado, por ambos —finalizó con más vergüenza de la que creía. En su mente eso sonaba genial, pero ahora, luego de decirlo, Taehyung ya no creía que fuera así.
Hubo un silencio, no supo cuantos segundos y luego escuchó un suspiro ¿de alivio?
—Por mi parte está perfecto.
Más relajado Tae habló —¿Crees que Jinnie querrá?
—Creo que deberías averiguarlo por ti solo ¿No?
—Si —susurró… —quiero averiguarlo. Estoy listo para dar este paso.
Con esas palabras Taehyung selló la conversación, su corazón más tranquilo y con altas ganas de avanzar más allá.
Él quería elegir y eso era exactamente lo que haría...
Él ya se había aburrido de esperar.
☆☆☆☆
Capítulo largo y quizás aburrido pero muuuy necesario...
Están listos para el siguiente? 😏🔥
Estoy trabajando en el siguiente capítulo y creo que será mucho más largo que este 😬.
Lo subiré apenas lo tenga listo. ♥️
Ahora me despido. Hoy no es el mejor día para mi pero quería traerles este nuevo capítulo 😘
Lxs amo mucho mucho.
Pd: Sepan que pueden escribirme cuando quieran, yo trataré de contestar de inmediato. Si necesitan hablar con alguien o simplemente compartir ideas aquí estoy para ustedes ❤️.
Nos leemos pronto 💜
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