LXIX

La noche del segundo concierto subí un capítulo, por si no lo leyeron, pasen a verlo para que no pierdan detalle xD.

Lxs amo!!!
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Yoongi no había sido tan feliz en su vida como cuando el doctor había firmado su alta para salir del maldito hospital horas atrás.

Ahora mientras se terminaba de cambiar de ropa en el baño a espaldas del pequeño espejo del lugar se preguntaba que pasaría de aquí en más ahora que podía ir donde él quisiera.

Tenía un par de cosas que hacer antes de volver al servicio completo como policía nacional y había un tema que tenía que hablar con sus superiores.

Su traslado.

Yoongi se terminó de poner su camiseta negra manga corta y salió del baño con un bolso pequeño en una de sus manos. No sabía quien iría por él pero estaba ansiando que no fueran sus padres.

—Señor Min, me alegra verlo con otra ropa que no sea la de hospital —dijo Beomgyu mirándolo sin ética alguna de arriba hacia abajo.

—Así veo, ¿Te gusta lo que ves?

El enfermero sonrió de lado —Me gusta, pero si fuera hombre libre sería mucho mejor, ¿No cree?

—Si, puede ser, afortunadamente estoy demasiado enamorado para mirar en otra dirección pero lo tomaré como un halago. —Yoongi le guiñó un ojo al enfermero y este sonrió coquetamente en respuesta.

Terminó de guardar sus artículos personales cuando una voz ronca le hizo levantar su cabeza de inmediato.

Taehyung saludó al enfermero con su cabeza sin quitarle los ojos de encima al policía, su sonrisa podría iluminar hasta el lugar más oscuro, pensó Yoongi mientras el menor se acercaba a él

—Hola —dijo sin dejar de sonreír —una vez tú me buscaste a mi, ahora lo haré yo, ¿Que te parece?

—Me parece que es la mejor idea del mundo, Tae.

El castaño sonrió y luego giró su cabeza y su semblante cambió completamente. Su mirada seria recayó en Beomgyu quien dio un paso hacia atrás y se alejó de la habitación.

Yoongi de espaldas y ajeno a esa muestra de posesión por parte de Taehyung cerró su bolso y guardó el celular en el bolsillo de su chaqueta de cuero negra. Luego se la puso y tomó la gorra negra que su madre le había pasado a dejar el día anterior junto con su ropa.

Taehyung tragó ante la vista. Yoongi de negro era realmente una cosa que admirar.

—Creo que estoy listo.

El castaño dio un paso más cerca del otro y cuando estuvieron frente a frente, rozando sus pechos, Taehyung cogió el bolso y se lo puso sobre su hombro.

Yoongi no quería ilusionarse, pero estaba casi seguro que Taehyung se lo había comido con la mirada segundos atrás. Ahora mientras el menor estaba frente a él, al rubio le estaba costando no saltar sobre él y besarlo.

Era muy pronto. Seokjin le había contado que Taehyung estaba interesado en formar parte de la relación pero que por obvias razones no sería de un día para otro. Y para suerte de todos él era muy bueno esperando. Tenía paciencia, demasiada, por que sabía que el premio valdría la pena.

—Bien, ya tienes todo.

—Um, creo que sí.

Taehyung miró por la habitación para ver si había algo que Yoongi podía haber dejado por ahí pero no encontró nada. Entonces miró al hombre frente a él.

—No pareciera que faltara algo —dijo en voz baja ante la mirada del mayor.

Me falta un beso tuyo, pensó el rubio mientras miraba al bonito hombre frente suyo.

—Tienes razón, ya tengo todo.

Ambos salieron de la habitación, algunos profesionales se despidieron del policía y Beomgyu también lo hizo a lo lejos.

Taehyung le sonrió en respuesta. Pero una sonrisa completamente diferente, una que decía aléjate de él.

Se sentía un tanto posesivo gracias a ese descarado enfermero.

Uno al lado de otro caminaron por el pasillo en silencio, mientras ambos miraban las paredes llenas de afiches relacionados a un perfecto lavado de manos y de como eso podía prevenir muchas enfermedades.

Entraron al ascensor solos. Taehyung miraba cada cierto rato de soslayo al callado rubio que iba a su lado. Sus brazos estaban en contacto y Taehyung cerró sus ojos un momento para calmarse.

—¿Estás bien? —Yoongi giró su cabeza. La preocupación recorriendo su cuerpo. Odiaba sentirse tan malditamente inseguro con lo que estaba pasando. En ese momento Yoongi deseaba poder saber que era lo que tenía a Taehyung tan callado.

—Si, estoy bien, Jinnie dijo que te llevara a tu departamento, pero vas a estar solo ¿No prefieres ir donde tus padres?

Yoongi sonrió y negó con su cabeza —mi madre quería que fuera a casa pero necesito hacer las cosas por mi mismo, ella es de las madres que quieren hacer todo y yo odio eso, de pequeño quería hacer todo por mi cuenta.

Llegaron a su piso y salieron del ascensor antes que varias personas entraran en este.

—Me gusta eso, que quisieras siempre hacer las cosas por ti, la mayoría de los hombres que tienen mamás así como la tuya prefieren que le hagan todo y luego ya no saben ni lavar la ropa cuando son adultos.

—Eso es muy cierto, nadie quiere a un hombre que no sabe ni lavar su ropa interior ¿No?

Taehyung arrugó su nariz y asintió —yo vivía solo antes de mi accidente, me gustaba esa libertad. Una de las cosas que más me gustaba hacer era ir al supermercado.

Ahora Yoongi arrugó su nariz —¿Estás hablando en serio?

El castaño rió mientras salían por la puerta principal rumbo hacia el automóvil. —Es relajante poder comprar, tengo una cosa rara con ver llenas las alacenas.

Yoongi rió y se llevó una mano hacia su mejilla al sentirla tan tirante a causa de las heridas que comenzaban a picar y cicatrizar.

—Tengo que pasar a la farmacia y al supermercado —Yoongi miró a Taehyung —¿Me quieres acompañar?

—Claro que si, no puedes andar solo.

—Si puedo, pero quiero que me acompañes.

Las mejillas del castaño se volvieron rosa mientras caminaban y el calor en su estómago le hizo saber que ese hombre le afectaba de la misma manera que Seokjin. La atracción estaba ahí y las ganas de avanzar y ser algo más también.

—Uh, bueno. —Taehyung maldijo por parecer un niño frente al policía —mi auto está ahí, menos mal hoy lo pude encontrar.

—Creo que podrías hacerte un  chequeo médico. Solo para cerciorarnos que está todo bien.

El castaño no dijo nada y cuando llegaron al vehículo metió el bolso en el asiento de atrás, mientras el rubio se subía al asiento del copiloto. Taehyung hizo lo propio y cuando estuvo detrás del volante suspiró.

—¿Puedo ser sincero contigo?

—Por supuesto que sí, siempre. —Yoongi tragó y se quitó la gorra en un acto de puro nerviosismo.

—Me da miedo. Tengo miedo a volver a ser el de antes, ese que era cuando ofendía y decía disparates todo el tiempo.

El rubio dejó de apretar su mandíbula al pensar que Taehyung lo mandaría por un tubo y centró toda su atención al chico asustado que tenía a su lado.

—Me gustaría decirte que no será así, pero olvidaste tu automóvil y creo que sería bueno estar seguros que todo marcha bien ¿No crees? —Yoongi alcanzó la mano del menor que estaba sobre sus muslos y la apretó ligeramente. —No estás solo Tae.

—Lo sé, ahora entiendo tantas cosas —el castaño sonrió y luego sin pensar demasiado en lo que estaba haciendo dejó un beso corto en los labios de Yoongi como forma de agradecimiento por su preocupación.

Cuando se separaron el rubio quedó con su boca abierta unos segundos tratando de procesar lo que había pasado. Pero como él no era un hombre que se quedaba con ganas, se estiró sobre la caja de cambios y trató de no hacer una mueca dolorosa ante el movimiento.

Taehyung jadeó cuando sus labios volvieron a juntarse. El rubio lo tomó por el cuello y succionó suavemente su labio inferior para después besar el superior. Un ruidito de satisfacción salió de la boca del castaño. El beso siguió su curso ahora con la lengua de Taehyung explorando y conociendo. Sus labios se unieron una vez más y el castaño se acercó al cuerpo caliente del policía que invadía su boca deliciosamente.

—Maldición, eres mejor de lo que imaginé, Tae.

Taehyung no dijo nada pero volvió a buscar la lengua del mayor para que el beso no acabara jamás.

Su pecho se sentía agitado pero de alguna manera Taehyung se encontró aliviado por al fin poder dar un paso más hacia la nueva relación que querían formar los tres.

Prontamente Yoongi se alejó con una pequeña mueca de dolor en su boca que no pasó desapercibida para el castaño.

—¿Te duelen tus heridas? —preguntó  preocupado mientras miraba el abdomen del rubio cubierto por la camiseta negra.

—Estoy bien —Yoongi se acomodó en su asiento. —Solo necesito no hacer movimientos bruscos.

—Lo siento —Tae bajó su mirada.

—No lo hagas —Yoongi acarició su mejilla despacio —me gustas Tae, quiero conocerte mejor, pero eso solo podremos hacerlo si estás dispuesto a estar con nosotros.

—Bueno te acabo de dar un beso. Eso debería decir algo ¿No?

—No necesariamente, puede ser solo una atracción pasajera. Yo sé que amas a Seokjin —Yoongi suspiró tratando de alinear sus ideas y poder expresarse pero era complicado. No quería espantar a Taehyung.

—Tú también me gustas y esta atracción no es pasajera Yoongi —Taehyung respiró hondo —yo hace unos días le dije a Jinnie que quería ser parte de sus vidas y ahora lo confirmo, no por esto que pasó recién, sino por que me pareces un hombre fascinante y tienes un corazón gigante. Eres noble y desinteresado, aún si está en riesgo tu propio bienestar. Eso me hace querer tomar tu mano, quiero poder decir que tengo no solo una persona maravillosa en mi vida, sino que dos y que estoy realmente orgulloso por eso.

Yoongi sintió su mentón temblar pero se obligó a calmarse. Esos días habían sido una mezcla de sentimientos y emociones. Había estado a un paso de morir y en algún momento él había pensado que esa era una magnífica oportunidad. Pero ahora no lo veía así. Ya no. Ahora él quería vivir muchos años más si así podía tener en su vida a esos dos hermosos y maravillosos hombres.

Era un nuevo comienzo tal y como lo habían decretado aquel día cuando las cosas entre ellos tres había ascendido a otro nivel.

—Gracias por tus palabras, eres tan dulce.

Taehyung sonrió y luego se movió para apoyarse en el hombro del rubio —eres sexy Yoongi, toda esa cara seria pero que de alguna manera se transforma en una tan tierna si estás con las personas indicadas.

El mayor alzó una ceja y levantó la cabeza de Taehyung para susurrar en sus labios —¿Y tú eres el indicado para mi?

—Si, lo soy —dijo seguro el castaño.

Yoongi lamió sus labios ante esas palabras —Pienso igual que tú. Ahora podrías darme un beso, me he estado matando los últimos minutos por sentirte nuevamente.

Los ojos del castaño brillaron y sin hacer esperar al mayor juntó sus labios pero esta vez de manera lenta, ladeó su cabeza para tomar más profundo la poderosa lengua del rubio y un gemido escapó de su boca haciendo que Yoongi pasara su mano por su cintura buscando tenerlo más cerca.

—Tus heridas —murmuró y luego mordió el labio inferior del policía haciéndolo jadear gustoso.

—No importa.

—Yo creo que si —Tae no podía dejar de besarlo y a cada palabra que salía de su boca él volvía a besarlo.

Yoongi suspiró y a regañadientes se separó del castaño a pesar de lo mucho que quería pasar la tarde besándolo necesitaba reposo. No quería pecar de caliente y dejar que sus heridas suturadas pudieran abrirse y que él tuviera que volver al hospital.

—Vamos a comprar mejor —disimuladamente Yoongi ajustó su erección y se volvió a poner la gorra. Miró de soslayo a Taehyung quien sonreía satisfecho mientras encendía el motor.

Ambos con sus mejillas sonrojadas salieron del estacionamiento para poder hacer la primera actividad juntos como algo más.

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—¿No serán muchos fideos instantáneos?

Yoongi giró su cabeza mientras Taehyung lo miraba con ojos de preocupación.

—Nunca son suficientes, volveré al trabajo y mis turnos son un asco, no tengo tiempo para cocinar —el rubio se encogió de hombros.

—¡Pero no es sano! —Taehyung abultó sus labios.

—No lo es pero no es como si me fuera a matar, Tae.

—¡Claro que sí —ahora el menor se cruzó de brazos haciendo un puchero —eso es puro sodio y calorías innecesarias para tu cuerpo.

Yoongi rió —prometo hacerlas durar.

Taehyung no se rindió y se acercó al policía —yo podría cocinar para ti, incluso Jinnie. Estoy seguro que él tampoco quiere que comas de estas cosas.

—Oh dios.

—Lo voy a llamar —dijo el castaño sacando su teléfono. Luego se lo llevó a la oreja y cuando la llamada conectó lo puso en altavoz. —Hola Jinnie, estamos con Yoongi en el supermercado.

—Hola a los dos, ¿Pasaste a la farmacia Yoonie?

—Si —Yoongi se acercó hasta el teléfono —ahora pasamos a comprar algunos productos.

—Ajá —Taehyung interrumpió — Yoongi está comprando un montón de comida basura —dijo tiernamente enojado.

—¿Eso es asi, Yoonie? —Seokjin sonaba bastante divertido.

El rubio rodó los ojos —Solo un poco,  son por los turnos largos, no puedo llegar a cocinar. Eso es todo.

—Yo le digo que tú y yo podríamos cocinar para él —Taehyung no quiso mirar al rubio mientras decía aquello. Sus mejillas no querían colaborar y otra vez estaba sonrojado.

—Eso es correcto, gatito.

Yoongi negó con su cabeza pero con una sonrisa en sus labios y una nueva sensación del cariño de esos dos hombres recorriendo su cuerpo.

—¿Como está la princesa? —el castaño preguntó con sus mejillas aún sonrojadas.

—Está bien, ahora mismo estamos viendo su uniforme escolar. Creció tanto.

—Recuerda que yo le compraré la mochila —dijo Yoongi recordando la promesa que le había hecho a Rachel.

—Uh, yo también quiero regalarle algo.

—No es necesario Tae. —Seokjin habló.

—¡Claro que lo es!, la princesa volverá al colegio, yo también quiero contribuir.

—Bien, bien. Uhm, ya que estamos hablando los tres. Quería saber, y si Yoongi se siente bien, podríamos vernos en mi casa nueva en la noche, quiero que la conozcan, ambos.

Los dos hombres respondieron un sí al mismo tiempo que los hizo reír a los tres.

—Me siento bien. Mándanos la dirección.

—Perfecto, mi abuela se quedará con Rachel. Nos vemos en la noche. Los amo —dijo el azabache como si nada y luego cortó la llamada.

Taehyung guardó el teléfono y Yoongi volvió a dejar las cajas de fideos instantáneos en la repisa.

Se escucharon dos notificaciones y ambos hombres sacaron sus teléfonos.

Jinnie: Hice un grupo, soy un genio. No lo nieguen. Los espero en esta dirección y traigan vino o algo para comer.

Ambos contestaron, Yoongi con palabras y Taehyung a su modo con emojis y muchos corazones púrpuras.

Luego de eso siguieron comprando y cuando Yoongi tenía el carro a la mitad decidió que ya era suficiente.

Él sabía que en su departamento no faltaba la comida, su madre había hecho varias compras para que él tuviera lo necesario cuando saliera del hospital. Pero Yoongi quería acercarse más a Taehyung y si tendría que gastar más dinero con tal de hacer una de las cosas que le gustaban al castaño él lo haría sin dudar.

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Cuando llegaron al departamento Yoongi se tomó un tiempo para hablar con el conserje de su edificio mientras Tae esperaba nervioso cerca del ascensor con algunas de las bolsas en sus manos.

Yoongi se despidió del hombre, no queriendo hacer esperar a Taehyung tanto rato y se acercó hasta el ascensor.

—Lo siento.

—Oh, no te preocupes.

Entraron al ascensor vacío en silencio. Yoongi mordía su labio. Tenía ganas de besar nuevamente al menor, pero no lo haría, ya había tenido esa tarde una probadita de lo que era Taehyung, podía esperar un poco más. Además que con Seokjin habían acordado conversar los tres antes de pasar al siguiente nivel.

Bajaron del ascensor en silencio y cuando llegaron a la puerta del departamento el rubio respiró para calmarse y abrió la puerta.

Taehyung entró primero mirando el lugar con la boca abierta —Wow, esto es lujoso.

El rubio cerró la puerta y se rió entre dientes mientras se quitaba la gorra y dejaba sobre el recibidor —¿Eso crees?

—Claro que sí, mi departamento era una caja de fósforos comparado a este.

—Supongo que ahorrar y el enorme préstamo en el banco ayudó a que pudiera comprar este lugar.

Taehyung se giró y alzó las pesadas bolsas —¿Donde dejamos esto?

—En la cocina. —Yoongi lo dirigió a través de la sala hasta la isla de su cocina y allí dejaron las bolsas.

—Debería ayudarte a guardar todo.

—No es necesario, lo haré después.

—Pero compraste helado, se va a derretir.

—Cierto… Bien entonces guardaré el helado.

Taehyung comenzó a sacar los productos de las bolsas y los dejó alineados uno al lado del otro sobre la encimera. Luego se acercó a Yoongi quien tenía su frente apoyada en el refrigerador.

—¿Estás bien?

—Creo que me acostaré un momento. Estoy un poco mareado.

—Si, tranquilo. Yo me quedaré contigo.

Lo condujo con cuidado hasta la habitación principal, cuando estuvieron dentro de esta el castaño le quitó la chaqueta y le ayudó a acostarse sobre la enorme cama. Luego le quitó las botas y se sentó a los pies de esta.

—Esta cama es grande.

Yoongi cerró los ojos pero asintió —si, siempre dormí en camas pequeñas, supongo que me quería dar un pequeño gusto.

Taehyung tarareo en respuesta —pensaba que era por otra cosa.

El rubio se rió todavía con los ojos cerrados —que poco inocente me saliste Taetae.

—¡Oye! —el castaño se echó a reír pero prontamente volvió a preocuparse por el estado de Yoongi —¿Te sientes mejor? No deberíamos haber ido al supermercado Yoon.

—Estoy bien. Creo que descansaré antes de ir donde Jinnie.

—Uh, yo creo que deberías descansar por completo.

Taehyung puso una rodilla en la cama y luego la otra mientras miraba el cuerpo del policía —¿Puedo revisar tu abdomen?, quizá se abrió algún punto.

—Si, puedes.

—Solo para asegurarnos —dijo mientras levantaba la camiseta. Observó las heridas cicatrizando y al parecer estaba todo bien. No se veía ningún tipo de líquido saliendo de estas. —Se ve todo bien —lamió sus labios mientras sus ojos recorrían el cuerpo ajeno —muy bien —dijo sin pensar a la vez que miraba la entrepierna del rubio.

—¿Pasé la inspección señor Kim? —Yoongi lo miraba sonriente.

Las mejillas de Taehyung se pusieron rosadas como le había pasado durante todo el día cerca de Yoongi.

—Oh basta, sabes que eres atractivo. Ese enfermero no dejaba de comerte con los ojos cada vez que te veía.

—Ven, acércate.

Taehyung obediente se acostó a su lado y Yoongi giró su cabeza para que se pudieran mirar a los ojos —gracias por este día y por todos estos días que me regalaste.

—Siempre qué hablas así es como si te estuvieras despidiendo de mi.

—No, no es eso —Yoongi dejó un beso en la nariz del castaño y se deleitó con sus ojos brillantes por la acción —solo quiero que sepas lo importante que eres. Sé que estás yendo a terapia pero no está demás decir lo maravilloso que eres.

—Ahora quiero llorar.

Yoongi sonrió —necesito que sepas que eres un hombre fabuloso, todo tú, con toda tu forma de ser, con tus mejillas ruborizadas, tus pucheros adorables y ese lindo corazón que tiene tanto amor para dar.

—La vida me dio la oportunidad de volver a vivir, dos veces.

—Eres fuerte y puedes lograr todo lo que te propongas.

Taehyung tragó el nudo en su garganta y se acercó lentamente hasta posar sus labios en los ajenos. Yoongi correspondió y llevó su mano hasta la mejilla húmeda del menor.

—Te quiero tanto en mi vida, Tae. No tienes idea de lo mucho que lo quiero.

Taehyung jadeó emocionado y se incorporó. Se apoyó en su antebrazo para que Yoongi no tuviera que moverse tanto y mordisqueó su labio inferior para luego meter su lengua y enroscarla con la otra.

Taehyung gimió y eso fue suficiente para que Yoongi dejara sus labios.

—Un paso a la vez —habló jadeando.

—Si —Tae se sentó en la cama luciendo incómodo.

—Quiero recuperarme para cuando lleguemos a eso. Además que no seríamos solo los dos —Yoongi tiró del brazo de Taehyung y cuando estuvieron de nuevo uno al lado del otro este le dio un beso largo y húmedo que hizo que el menor doblara los dedos de sus pies.

—Oh mierda. Tienes razón, de solo pensarlo me pongo duro.

—Bienvenido al club.

—Entonces mejor me iré, si me das otro beso no recordaré que te estás recuperando.

—Odio tanto no poder hacer más...

—Oye, yo entiendo —Taehyung se bajó de la cama y dejó un beso en los labios del policía —un paso a la vez ¿No?

El rubio asintió embobado y con la promesa que se verían en la noche el menor dejó el departamento.

Yoongi cerró sus ojos de nuevo un poco más tranquilo y lamió sus labios una y otra vez tratando de encontrar el sabor de la boca de Taehyung.

Pronto se durmió a causa de los calmantes que le habían dado en el hospital antes de ser dado de alta. Cuando despertó con el sonido de la puerta de entrada abrió los ojos de golpe pero antes que pudiera reaccionar se abrió la puerta de la habitación.

—¡Tío Yoonie!

Rachel y Seokjin entraron y se sentaron en la cama mientras el policía se llevaba una mano a su pecho respirando con dificultad.

—Me asustaron ustedes dos —Yoongi se sentó despacio en la cama y llevó su dedo índice hasta la nariz de la pequeña que lo miraba con una sonrisa enorme —hola tú hermosa.

—Papá y yo queríamos darte una sorpresa.

—No pude ni moverme, casi me matas de un infarto —le dijo a Seokjin.

—Lo siento, pero tenía que ser una sorpresa. —Seokjin acarició el rostro de Yoongi con cuidado —¿Como te sientes?

—Mucho mejor ahora.

Rachel se bajó de la cama y vagó por la habitación.

—Rach, no toques nada —dijo Seokjin mientras miraba a su hija.

—Déjala, no me molesta.

—No me gusta que ande revisando las cosas ajenas.

Yoongi acarició la mano de Seokjin y cuando este lo miró le dijo: —Tae se fue hace un rato.

—Lo sé, hablé con él antes de venir. —Seokjin se acercó hasta la oreja del rubio —¿Te gustó besarlo? —susurró con su voz cargada de sensualidad.

Yoongi relamió sus labios ante el recuerdo y asintió —si, es realmente delicioso.

—Es lo que pienso. —Seokjin tenía sus ojos más oscuros que minutos atrás. Una mirada cargada de promesas y sexo que hizo que Yoongi tragara saliva.

—No me mires así, la niña está aquí.

—Cierto. —Seokjin dejó un beso en sus labios y se incorporó. —¿Tienes hambre?

—Un poco.

—Bien, entonces cocinaremos para ti.

Rachel llegó hasta donde ellos con un libro infantil en sus manos.

—Tío Yoonie, este libro dice que es para Rachel, ¿Conoces a alguien más con mi nombre? —sus ojos azules grandes miraron al rubio quien se enterneció aún más con la pequeña.

—De hecho solo conozco a una y es una niña preciosa, por eso le compré ese libro hace un tiempo atrás pero no había tenido la oportunidad de entregárselo.

Rachel abrió su boca grande sorprendida —¿Es para mi?

—Claro que si, ¿Te gusta?

La niña corrió a abrazarlo —me gusta mucho tío Yoonie.

—Entonces disfrútalo.

Seokjin se quitó la chaqueta y la tiró sobre la cama. —Iré a la cocina, ¿Quieres algo en especial?

—No cariño, cualquier cosa que cocines para mi estará bien.

Rachel le pidió permiso a su padre para salir de la habitación e ir a la sala para leer el libro.

—Ve. Pero no te subas al sofá con zapatos ¿Si?

La niña salió de la habitación y Yoongi se levantó para poder besar a su novio.

—Gracias por venir con ella, la extrañaba demasiado.

Seokjin paso sus brazos por el cuello del rubio y sin responder nada lo besó. Suavemente tiro de sus labios para luego meter su lengua mientras cerraba los ojos y sentía las caricias del policía sobre su espalda baja.

Cuando se separaron quedaron un momento en silencio mirándose. Seokjin besó una vez más al rubio. Luego acarició el rostro ajeno con delicadeza.

—Le conté a Rachel que somos novios.

Yoongi tomó una respiración —¿Como lo tomó?

—Bien, ella te adora, se puso muy contenta.

Yoongi cerró los ojos —tenía miedo de su reacción.

—No lo hagas, mi niña es dulce y muy inteligente, sabe cuando su padre es amado.

—Eso es cierto, eres amado y no solo por mi.

Seokjin echó su cabeza hacia atrás riendo —tienes razón, pero todavía no es tiempo de decirlo.

—Cierto, iremos paso a paso.

—Si —dijo Seokjin feliz —paso a paso.







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Hola!! Espero que estén teniendo unos buenos días a pesar del encierro.

Cuídense mucho♥️.

Quería dar las gracias a todas las lectoras que leyeron el capítulo que subí la noche del concierto. De verdad que lxs amo mucho 🤗.

Gracias x los comentarios de apoyo a la historia y por sus votos ♥️.


Me despido y creo que actualizaré otra de mis historias pero no sé cuál 🤔, si me quieren ayudar a decidir dejen su comentario aquí 👉

Nos leemos pronto.

Con amor, Mane♥️





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