LVII
—¿Sabes que es lo que me gusta más de nuestra prestigiosa policía nacional?
Kihyun se paseó por la habitación en donde ahora solo Taehyung estaba. Seokjin había sido llevado temprano esa mañana a otro lugar.
—No —murmuró el rubio sentado en la cama mientras trataba de tomar un trago de agua. Su estómago le dolía por la falta de alimento pero aún así sentía asco de probar parte de lo que había en aquella bandeja.
—Lo que más me gusta de nuestra policía —continuó Kihyun —es que son asquerosamente corruptos... verás, hay un capitán, uno que se valió del respeto que tenía uno de sus agentes para hacer lo que deseaba ¿y sabes que deseaba?
Taehyung no creía que estaba listo para preguntar, había algo en los ojos de Kihyun, una especie de alegría. La información que manejaba el arquitecto sobre ese capitán lo tenía casi radiante.
Taehyung sentía escalofríos de solo verlo sonreír.
—Deseaba algo que solo una persona podía darle —el hombre rió como si estuviera contando una historia demasiado divertida.
Taehyung ya no estaba atado y estaba planeando una manera de escapar de aquella maldita habitación. No tenía armas para defenderse pero había leído más de una vez que cuando el ser humano se siente amenazado sus instintos más salvajes salen a la luz hasta encontrar la manera de salvarse de alguna situación límite.
Y él estaba en una, ciertamente.
Kihyun tomó su teléfono y con una maldición contestó el maldito aparato que no había dejado de sonar en la última media hora.
—¡Maldición! ¿por que mierda no dejan que el infeliz muera desangrado?
Tae bajó la mirada hacia su tenedor plástico y luego pinchó la fruta fresca que estaba en el plato. Se llevó un trozo de frutilla a la boca y masticó despacio mientras escuchaba a Kihyun maldecir a quien fuera que estuviera al otro lado de la línea.
El trozo de plástico era pequeño pero pensó que podría servir como una pequeña arma.
Algo de daño haría ¿no?
Tomó un sorbo de agua del vaso plástico, porque de nada servía que él quisiera salvar su vida si estaba tan débil. Entonces Taehyung comió y tomó de su vaso en repetidas veces hasta que se sintió satisfecho, aún si no había comido tanto.
Era suficiente.
—¡No entiendes que tengo mejores cosas que hacer aquí!
Kihyun miró al rubio sobre la cama y se lamió los labios.
Taehyung no agachó la mirada y quizá su plan daría resultado. Debía intentarlo nuevamente.
—Bien, iré.
Los gritos finalizaron y el rubio se enderezó en la cama cuando su captor lo tomó del cabello y le estampó un beso castigador en los labios.
Se dejó besar aún si las las arcadas prontamente llegaron hasta él.
—Volveré pronto, hermoso.
Tae solo asintió sin dejar de mirarlo.
La puerta se cerró y la llave fue puesta, cuando eso pasó Taehyung se limpió la boca y se levantó de un salto de la cama buscando alguna cosa que pudiera usar para defenderse.
El armario estaba con llave y aunque él se lo esperaba la decepción lo invadió de inmediato.
Observó su ropa tirada a un costado de la puerta. En realidad sólo su pantalón ya que todavía estaba usando su camiseta y su boxer negro. Sus zapatos no estaban por ningún lado.
Caminó hasta el otro extremo frustrado, malditamente cansado por no poder usar nada a su favor en aquella habitación. Todo estaba diseñado para que él no pudiera usar nada para defenderse. Incluso la bandeja de comida era de un material que no servía para nada.
Se pasó una mano por el cabello y cuando los pestillos de la puerta empezaron a abrirse él corrió hasta la cama y se sentó en esta.
Y la última persona que pensaba ver ese día apareció en escena.
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—Muévelo y déjalo ahí. —Kihyun mandó.
El cuerpo de Yoongi fue levantado por dos de los hombres de Kihyun que con cara de asco tomaron al policía caído y lo arrojaron en una pequeña habitación.
—Ahora quiero que me repitan ¿por que mierda no lo dejaron donde ordené?
Uno de los hombres dio un paso al frente y un poco asustado comenzó a hablar —el lugar donde lo dejamos no era seguro, señor. Pasan turistas por ahí, ya sabe, por la casa que dicen que está embrujada, pensamos que era mejor traerlo hasta aquí y dejarlo en una de las habitaciones hasta que muera.
—¿Todavía no muere? —el arquitecto observó el cuerpo inerte del rubio policía. Su pie movió el cuerpo hasta dejarlo de espalda al piso y observó con asco la sangre en todo su torso.
—Le falta muy poco, seguramente morirá desangrado.
—Bien, déjalo aquí, pero no quiero que quede solo.
Una idea pasó por la cabeza del hombre y sonrió.
—¿Donde está ese simpático capitán de policía?
—Está con el hombre de ojos verdes.
—Ya veo...
—Aunque él está inconsciente todavía.
—No me interesa, ojalá se muera... ¿el avión está listo?
—Todo listo señor, puede partir en dos horas si así lo requiere.
Kihyun asintió y miró de nuevo el cuerpo de Yoongi tirado en el frío piso de la habitación.
—Cuando el puto despierte quiero que lo traigan a esta habitación, quiero que vea a su noviecito morir.
Los hombres asintieron al mismo tiempo y luego uno de ellos aclaró su garganta —¿Que hacemos con el capitán?
—Me imagino que después de violar al puto querrá irse. —Kihyun se encogió de hombros —que haga lo que quiera él ya pagó.
Los hombres vivieron a sentir y luego salieron todos de la habitación dejando solo a Yoongi en el frío y oscuro lugar.
Cuando la puerta se cerró de golpe el policía abrió sus ojos muy despacio, el dolor le hacía perder la conciencia a ratos, pero la última conversación la había escuchado.
Él sabía que las heridas que tenia en su abdomen serían más que suficientes para matarlo. Había alcanzado a contar cinco puñaladas antes de perder el conocimiento y ahora mientras trataba de mover sus manos sabía que había llegado su hora de partir y no podía negar que estaba un poco más que aliviado de que Seokjin no lo viera en ese estado. Estaba al tanto de los sentimientos del azabache por él, se querían. Entonces lo único que no quería el rubio policía era que su chico lo viera morir. No era el mejor recuerdo para una persona ¿cierto?
Además Seokjin había visto como lo habían reducido en esa emboscada y luego como lo habían molido a golpes para después ver su cuerpo lleno de sangre. Yoongi vio el horror en los hermosos ojos de ese hombre. Vio tristeza e impotencia por no poder ayudarlo.
Ni siquiera el arma que tenía en su bota había podido usar ante el ataque. Yoongi no podía creer que no lo hubieran registrado ya que todavía podía sentir la pieza de metal en su tobillo muy bien resguardada.
El rubio lamentaba que la vida de Seokjin últimamente fuera tragedia tras tragedia, odiaba el hecho de que no pudiera tener una vida como el resto, que no pudiera disfrutar de su hija. Y el policía ni siquiera sabía si ellos saldrían con vida de ese lugar.
Pensó en Rachel, su niña bonita, la personita que jamás pensó que le lanzaría un desafío tan grande como ganarse su cariño sin siquiera haberlo planeado. Él siempre estuvo al tanto de que debía ganarse un lugar en la vida de ellos, no ser un reemplazo de Taehyung, sino que ser Yoongi, aún con su mal carácter y seriedad él se había ganado el cariño de la niña. La amaba tanto y por eso dolía mucho tener que irse justo cuando había encontrado su lugar junto a ellos. Justo cuando había comprado una casa con la esperanza de que Seokjin y Rachel pudieran mudarse con él. Justo cuando quería que las cosas con Seokjin pasaran a un siguiente nivel.
No era justo, pero por algo pasaban las cosas ¿no?
Seokjin merecía el mundo completo y si él tenía que morir para que él lo lograra lo aceptaría con gusto.
Estaba enamorado, había vuelto a amar y no se arrepentía de hacerlo. El haber conocido a Seokjin de una manera diferente a la primera vez en que se habían cruzado lo había sorprendido gratamente.
Ahora Yoongi se estaba lamentado por haber llamado a su capitán Jung. Si lo que había escuchado mientras lo trasladaban era cierto, Seokjin estaba corriendo peligro cerca del capitán y esa era su culpa. Jamás pensó que el hombre que lo había formado por tantos años tuviera siquiera esas intenciones para con Seokjin. Luego comprendió y ató los cabos sueltos de todas las veces que el capitán Jung había pedido información solo para saber sobre Seokjin, cada vez que había apartado a Jimin y a él mismo de la investigación del Paradise… Y Yoongi no se había dado cuenta de nada.
El rubio sintió las lágrimas caer sobre su magullado rostro. Él era el culpable por haberle facilitado las cosas a Jung.
Jadeó por el dolor, sentía su piel expuesta y abierta. Pero no podía hacer nada más que dejarse llevar y rogar a la persona que lo cuidaba desde el más allá que se lo llevara de una vez…
Sus ojos se cerraron cansados por el esfuerzo y solo pudo pensar en Seokjin.
Te amo hermoso hombre de ojos verdes, gracias por darme la oportunidad de estar en tu vida, gracias por dejarme amarte y demostrarte lo mucho que mereces amor verdadero y sincero en tu vida.
Los amo… Aunque llegué tarde a sus vidas.
Los amaré por siempre...
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Taehyung no parpadeó en ningún momento mientras Jennie entraba a la habitación. Tampoco lo hizo cuando ella se agachó y deslizó un cuchillo hacia él a través del piso de cerámica.
—Tómalo, te va a servir para defenderte de él.
Tae negó —no confío en ti.
Jennie se encogió de hombros completamente despreocupada y se arregló su ropa sin mirar al chico rubio frente a ella.
—Te va a sacar del país, a ti y a la pequeña. Si quieres impedirlo ese cuchillo es tu mejor opción... debes matarlo Tae.
—¿Porqué me estás ayudando? —el rubio se agachó lentamente y tomó el cuchillo que se veía bastante inofensivo pero la hoja que tenía denotaba que había sido afilada recientemente. —¿Por que debería creer en ti cuando ya me mentiste antes?
—Simple. —Jennie se movió y tomó el pantalón de Taehyung y se lo tiró también y que cayó justo a los pies de este —tengo dos hijos y los amo con mi vida, hace un par de años necesite ayuda y Kihyun me salvó el culo pero tuve que pagar el precio. Pero él tiene razón, me encariñe contigo y no quiero que te pase algo. Ya es suficiente con todo lo que has vivido hasta aquí.
—Rachel, ¿ella está bien? —preguntó el chico dejando pasar las palabras antes dichas.
—Si. Ella lo está haciendo muy bien, ya no tiene miedo. Cree que se va a juntar con su padre.
—Mi niña —susurró Taehyung abatido. —Dime que podré salvarla.
—Solo si te defiendes y me haces caso en cada cosa que te diga.
El rubio se puso su pantalón rápidamente y escondió el cuchillo en la parte de atrás para luego taparlo con su camiseta.
Había visto muchas películas de acción a lo largo de su vida y usaría eso como mayor conocimiento, aunque estaba claro que la vida real y lo que estaba pasando no era como lo mostraban en las películas.
Pero correría el riesgo.
—¿Como puedo saber si esto no es una emboscada de tu parte?
Los ojos fríos de la mujer frente a él le dijeron que ella no estaba jugando en aquel lugar.
—Estoy arriesgando mi vida aquí niño. Entonces si te quieres salvar el culo y a la mocosa, entonces tendrás que confiar.
—Bien, lo haré.
Jennie asintió —Kihyun es un imbécil que no tiene idea de como está haciendo las cosas, no hay cámaras, no hay alto nivel de seguridad aquí. Solo es él con un puñado de hombres armados que le facilitan todo.
—Yo pensé que esto estaba planeando.
—Si, pero no de la manera que crees, mira Taehyung, a él lo único que le interesa eres tú. Está obsesionado contigo, no te quiere hacer daño, bueno no ese tipo de daño, te quiere mantener en su vida. Los demás no importan para él, pero ya se involucraron más personas aquí lo cual lo tiene asustado. No lo dice pero puedo ver el miedo en sus ojos.
—Pero él me dejó, si tanto me quería en su puta vida no me hubiese dejado. No entiendo.
—Yo tampoco, solo sé que el quería verte rogar por él. Pero la señora Moon interfirió en aquello.
—¿Ella sabía? —el pecho de Taehyung dolió ante la posibilidad de que la mujer que tanto lo había ayudado también estuviera envuelta en aquella maraña de mentiras. No lo soportaría.
—No. No lo sabía.
El rubio volvió a respirar —Dios, no entiendo nada… ¿él te pidió trabajar con Seokjin
—Si, era parte de lo que tenía que hacer, debía mantener informado a Kihyun y asegurarme que ustedes dos no volvieran a estar juntos pero fallé... Me sorprendí cuando lo vi con ese policía, ellos se veían cómodos el uno con el otro, pero la niña todavía preguntaba por ti.
—Él lo ama —murmuró —Yoongi…
Dios, Taehyung quería darse con una piedra en la cabeza por que estaba hablando con Jennie como en el pasado cuando le contaba sus penas.
—Bueno eso no me importa realmente, ahora Tae lo que tienes que hacer es defienderte con lo que te traje, debes ser astuto Taehyung, cuando salgas por esta puerta yo te ayudaré a encontrar a la niña.
—¿Y los hombres de Kihyun?
—Están ocupados con los otros.
Los ojos del rubio se abrieron grandes —¿Él está bien?
Jennie negó —Debes salir de aquí Tae y llevarte a Rachel —habló más bajito al creer escuchar algunos ruidos —ellos no van a poder salir de donde están... lo más probable es que ellos mueran antes de poner un pie fuera —sentenció.
—¿Él no está aquí?, ¿Ellos?
—No están aquí.
—¿Como sabes tanto?
—Soy su mano derecha…
—Pero lo vas a traicionar —murmuró el rubio con los ojos llenos de lágrimas.
Taehyung tragó el nudo en su garganta.
—¡No llores niño!, no es momento para ponerse sentimental.
—Tengo miedo ¡Maldita seas!, te escuché, creí en ti, creí que buscando a Seokjin podría componer mi vida… Me llevaste hasta él y ahora todo se fue a la mierda… Hiciste que lo metiera en toda esta basura ¡Maldición!
Jennie rodó los ojos —estaba haciendo mi trabajo, no puedo pedirte perdón por eso, pero yo en algún momento, luego de conocer a Seokjin y a la niña, quise renunciar pero Kihyun no lo permitió. Entonces ahora estoy tratando de enmendar mi error.
El rubio no dijo nada, todavía no confiaba en todo lo que había dicho Jennie, pero al menos tenía un arma para defenderse. No iba a permitir que Kihyun se llevara a Rachel.
—Iré a la habitación de la niña, por si no estoy aquí fuera cuando salgas de este lugar. Tienes que saber que ella está en el sótano, hay una puerta grande que debes empujar con mucha fuerza, luego caminar el largo pasillo y la puerta blanca es en donde ella está.
Voces se escucharon a lo lejos y también pisadas.
—Me tengo que ir Taehyung, haz lo que te digo… Debes matarlo y luego llevarte a la niña lejos sin mirar atrás.
Asintió mientras veía a la mujer salir rápidamente por la puerta.
Cuando se quedó solo el miedo volvió pero no podía dar pie atrás, él tenía que vencer a Kihyun y con mucha suerte podría sacar a Rachel de allí... Y también a Seokjin.
Seokjin.
Mordió su labio mientras pensaba en donde estaría él, ¿Que le habrían hecho? Taehyung no quería seguir pensando en las consecuencias de todo lo que estaba pasando, pero una cosa tenía clara… Si lograba rescatar a Rachel y si Seokjin y Yoongi también lo lograban; él se iría, se iría muy lejos y desaparecería de la vida del hombre de ojos verdes.
No sabía cuanto tiempo había pasado hablando con Jennie, pero fue un tiempo más o menos corto por lo que el rubio pudo calcular que el lugar donde tenían a Seokjin y a Yoongi, si es que estaban los dos juntos, no estaba muy lejano.
La puerta se abrió y Taehyung se preparó.
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Seokjin sintió que lo tomaban de los brazos pero no se movió, no luchó. Solo se dejó mover y abrió los ojos cuando salieron de la habitación en la que lo tenían. El lugar estaba bastante iluminado, claramente el sol estaba en lo alto y él trataba de mirar y recordar lo máximo posible, quizás habría alguna salida cerca. De todos modos el azabache no tenía idea para donde lo estaban llevando.
Pronto pararon frente a una puerta marrón y luego de poner una de las tantas llaves del manojo que llevaba uno de sus captores hicieron ingreso a la habitación.
Dentro de esta estaba todo mayormente oscuro por lo que Seokjin no podía divisar muy bien nada dentro de esta. Lo tiraron a un costado y cerraron la puerta sin decir nada. El azabache corrió hasta la puerta pero esta se cerró enseguida sin que él pudiera hacer más.
Golpeó una y otra vez la puerta marrón gritando para que lo liberaran, preguntó por su hija, su pequeña bebé y su corazón se desgarró en su pecho al imaginar que nunca más podría verla.
Lloró con su frente pegada a la fría superficie y no supo cuánto tiempo estuvo allí hasta que se cansó de llorar y se sentó en el piso para abrazar sus piernas.
Miró de nuevo la habitación cuando ya se había calmado. Era más pequeña que en la que había estado él. No había una cama y eso lo alivió. Una tenue luz llegaba de un costado, seguramente una ventana pequeña, pensó.
Recordó las palabras que los hombres de Kihyun y un nudo se formó en su garganta.
—Tienes a un policía que estará feliz de poder tener tu culo sin tener que pagar.
El otro rió con burla —sabemos que te gusta que te paguen ¿No es así? —el tipo tomó su cabello y escupió su rostro riendo —eres un asco hijo de puta, quizá hasta SIDA tengas.
Luego lo golpearon hasta que no supo de él y cuando despertó lo primero que hizo fue revisarse y con profundo alivio comprobó que no habían abusado de él. Se encontraba solo en la habitación por lo que no tenía idea de que policía estaban hablando…
No podía ser Yoongi por que él…
Seokjin sintió sus lágrimas nuevamente caer por sus mejillas al recordar lo que había visto. Sollozó más fuerte por que ni siquiera había podido despedirse de él… Ni siquiera pudo decirle cuanto lo amaba y que había sido un imbécil al no haberse lo dicho en su momento.
Había desperdiciado tanto tiempo sufriendo por Taehyung cuando había tenido el amor sincero de Yoongi todo el tiempo.
Su cabeza golpeó la puerta pero un ruido lo hizo detenerse. Agudizó el oído y gracias a aquel accidente en donde había tenido que prescindir de su vista, su audición se había vuelto mucho más certera.
Escuchó de nuevo y estaba seguro que el ruido provenía cerca de donde él se encontraba.
Gateo por el piso despacio y siguió avanzando hasta que chocó con una pared. Alzó la mano y luego se levantó lentamente tocando la superficie, tocó algo así como una tela gruesa y tiró de esta.
Prontamente la habitación se iluminó por completo y él entrecerró sus ojos al haber estado tanto tiempo a oscuras.
Se giró y ahogó un grito cuando más allá de él, cerca de un armario viejo estaba Yoongi.
Corrió hasta el rubio policía olvidando el dolor de sus extremidades ante los golpes recibidos aquel día o la jornada anterior. Seokjin no estaba seguro de cuánto tiempo llevaba en ese lugar.
—Oh dios, oh dios, Yoonie —se quedó congelado al ver la sangre por todo su pecho y abdomen pero luego se acercó y trató de no moverlo mientras tomaba sus mejillas.
Las lágrimas salían una tras otra de sus ojos borrando su visión en algunos momentos. Desesperado buscó un indicio de que Yoongi estuviera aún con vida, se veía pálido y la sangre no ayudaba. Pero Seokjin había escuchado un ruido y era muy probable que venía del policía.
—Yoonie —llamó sin obtener respuesta.
Siguió con sus dedos sobre el cuello pálido que estaba bajo él pero su mano temblaba demasiado.
—No me dejes, por favor —pidió rindiéndose —dios, yo te amo Yoon, no te vayas sin que lo sepas por favor —lloró y siguió llorando mientras el cuerpo inerte del policía seguía sin dar señales de vida.
Entonces comprendió que el tiempo de Yoongi junto a él había llegado a su fin.
Todavía llorando acarició su mejilla despacio, con cariño y profundo amor por ese hombre que lo había amado aún cuando la cabeza de Seokjin había tenido a otro hombre la mayor parte del tiempo.
—Te amo —susurró y dejó un beso en sus labios.
Yoongi hizo un sonido desde su garganta y Seokjin se irguió enseguida.
—¿Yoonie, puedes oírme? —apuró el hombre de ojos verdes. —Yonnie —dijo de nuevo.
El rubio abrió sus ojos lentamente y solo un poco, trató de sonreír para Seokjin pero solo pudo hacer una mueca y estaba seguro que no era para nada atractiva de ver.
—Vamos a salir de aquí ¿si?, vamos a buscar a mi bebé y saldremos de esto Yoonie…
El policía tragó la poca saliva que sentía en su boca y movió la cabeza un poco.
Seokjin entendió… Yoongi le estaba diciendo que no.
No saldrían de ese lugar juntos.
—J-Ji…
—No, no hables Yoonie, no lo hagas ¿Si?, yo estoy aquí, yo te voy a salvar —Seokjin seguía llorando, implorando sobre aquel hombre —vamos a salir de aquí, vamos a hacer una vida juntos, los tres… nos mudaremos… tendremos perros ¡Los que tú quieras! —Seokjin mordió su labio para que dejara de temblar —no me dejes, no me dejes… Yoonie.
—N-no... lo lograré…
—¡Si!, saldremos de aquí, no hables… no digas nada —Seokjin estaba gritando mientras sus cuerpo temblaba a causa del llanto.
—Bo-bota —susurró y luego sus ojos se cerraron.
Seokjin tomó sus mejillas y lo besó una y otra vez mientras lloraba. Le proclamó su amor y todos los planes que podrían tener juntos.
Al cabo de un rato se cansó tanto que sintió su cuerpo cansado.
Se acostó justo al lado del rubio y sin soltar su mano Seokjin también cerró sus ojos.
No pensó siquiera en aquella última y rara palabra, solo se dejó ir por un sueño hermoso en donde él junto a Yoongi y Rachel jugaban en la playa.
Pero Seokjin y aunque estaba soñando, sabía que ese no era más que un sueño producido por sus recuerdos.
☆☆☆★
Hola! Vine a dejar este capítulo que me costó mucho escribir pero aquí está y espero que les haya gustado.
Con respecto a Jin y a Hoseok, ellos estuvieron en una habitación juntos pero Seokjin estaba inconsciente y Jung no hizo nada con él como pudieron leer en el capítulo.
Seokjin tampoco alcanzó a verlo ni tampoco le preguntó a Yoongi quien los iba a "ayudar" a recuperar a Rachel y a Taehyung.
La emboscada que sufrieron hizo que la ayuda jamás llegara ya que el chip de rastreo que llevaba Yoongi fue desconectado. Pero obviamente nadie iba a llegar por que Hoseok no aviso a nadie.
Eso es por si quedan con alguna duda. Trataré de ser lo más específica con las cosas que sucedan.
Ya en el próximo sabremos que pasa con él y con todos en realidad.
Ahora sí que queda poco.
Nos leemos pronto, espero, ya me siento mejor de mi resfrío así que eso.
Lxs amo mucho mucho ❤️
Esto me mató de la risa XD.
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