LIV

Kim Rachel ató los cordones de sus zapatillas celestes que tenían mucho brillo como decoración. Ella las amaba, definitivamente era una de sus prendas favoritas que su padre había comprado para ella.

Pero si ella tenía que elegir una prenda en particular, siempre elegiría su tutú color rojo.

Lo amaba.

Trataba de ponérselo cada vez que podía, su padre jamás había puesto objeción alguna para que lo usara.

Pero Rachel sabía que esa falda frondosa tenía un significado especial para ellos dos. Ella a sus seis años se daba cuenta de la mirada triste de su papá cada vez que ella se ponía su tutú.

Ahora, mientras Rachel se miraba al espejo se preguntó por qué su papá le había pedido que se lo pusiera, al parecer saldrían a caminar y él le había dicho que debía verse muy hermosa.

La puerta de su habitación se abrió y Seokjin entró nervioso.

—Cariño, ¿quieres bajar un momento?

Rachel asintió y se miró por última vez al espejo, su cabello rubio caía lacio hasta sus hombros.

Tomó la mano de su padre pero antes de salir corrió de vuelta a su pequeño tocador y se puso un cintillo rojo con lunares azules y amarillos que combinaban por supuesto con su tutú.

—¿Vamos a salir papi? —preguntó mientras bajaban la escalera.

—Si, pero primero quiero que saludes a alguien.

Ella arrugó su ceño, muchas personas no visitaban su casa, ni el tío Yoonie había llegado últimamente.

Cuando llegaron a la sala la pequeña ladeó su cabeza al ver a un hombre rubio de espaldas a ella sentado sobre el sofá.

Seokjin mordió su labio mientras veía que su niña avanzaba lentamente hacia la sala.

Taehyung giró su cabeza y se levantó de inmediato cuando la vio.

Tragó saliva y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero se quedó inmóvil, tenía tanto miedo que la niña lo rechazara tal y como él tontamente lo había hecho en el pasado.

Rachel abrió sus ojitos y dio un paso adelante pero paró insegura de la reacción del mayor.

Taehyung comprendió que él debía dar un poco más, entonces acortó la distancia y se arrodilló frente a ella.

—Hola princesa, ¿como has estado?

Y como si Rachel hubiese despertado de una pesadilla larguísima se arrojó a sus brazos sin miedo.

Taehyung la rodeó inmediatamente y se paró con ella en brazos mientras muchas lágrimas bañaban su rostro. Sonrió contento, su corazón golpeando en su pecho, meses habían pasado pensando la mejor manera para disculparse con su pequeña. Pero ahora mientras la abrazaba fuerte no podía decir nada más que un lo siento.

—Te extrañé mucho princesa —su voz tembló y se obligó a calmarse.

—Taetae —sollozó ella en su cuello abrazándolo cada vez más fuerte, como si no quisiera que se fuera de nuevo.

—Lo siento mucho bebé, lamento lo que dije la última vez que nos vimos. Yo te quiero mucho, nunca dudes de eso ¿si?

Rachel asintió muchas veces y luego levantó su cabeza para mirarlo, sus lágrimas bañaron su rostro pero ella estaba sonriendo.

Ella estaba feliz.

Seokjin se giró y se limpió rápidamente las lágrimas que habían caído también por sus mejillas.

Había estado muchos días, semanas meditando que hacer y cómo volver a reunir a Rachel y Taehyung. Y al parecer había elegido un buen momento y lugar para hacerlo.

—¿Tienen hambre? —preguntó el azabache mientras los veía todavía abrazados.

—Yo quiero jugar con Taetae —la niña hizo un puchero —¡tengo muchos lápices!

—¿Si?, me gustaría verlos.

Rachel fue puesta en el piso y corrió escalera arriba riendo fuerte.

Taehyung limpió sus lágrimas y miró a Seokjin. No dijeron nada, solo se quedaron observando unos segundos antes que Rachel gritara desde su habitación para que el rubio subiera a su cuarto.

—Uh, ¿puedo subir? —Tae se quitó la chaqueta y la dejó sobre el sofá —aunque también pienso que podría bajar sus cosas aquí...

—Sube, seguramente ella querrá hablar contigo, yo haré algo de comer. Después podemos llevarla al parque o no sé —se rascó la nuca nervioso de la mirada del chico frente a él.

—Eso suena genial, espero que Yoongi no se moleste.

—¿Porque se molestaría?

—No lo sé... digo, él es tu pareja.

—Eso es... no es tan así Tae.

Seokjin no podía decirle que Yoongi no quería ponerle una etiqueta a la relación que llevaban, el policía no quería dar tanto sabiendo que en algún momento se separarían y Seokjin no sabía que sentir respecto a eso.

—¡Taetae, ven! —Gritó Rachel desde la planta alta.

Ambos rieron y luego Taehyung subió rápido para llegar donde su niña.

Seokjin entró a la cocina y rápidamente comenzó a preparar algo para que pudieran comer los tres. Todavía un poco nervioso Seokjin se encontró temblando ligeramente mientras sostenía la tabla para cortar carne.

Había conversado con Yoongi sobre juntar a su hija y a Taehyung y el policía había sido enfático en apoyar dicho encuentro.

Yoongi.

Pensó en el policía y lo que debería estar haciendo en aquel momento. No quería molestarlo, sabía que estaba ocupado en la casa que había rentado en su nueva ciudad.

Había querido ir con él pero aquel viernes en el que Yoongi tenía que viajar él había salido más tarde del banco y Yoongi debía encontrarse a cierta hora con la persona que le mostraría su nueva casa. Por lo que no pudo esperarlo.

Yoongi se había ido por una semana completa... Y él ya lo extrañaba mucho.

No quería pensar que pasaría con él cuando este se fuera definitivamente.

Aunque si tenía que ser sincero, ya estaba moviendo algunos hilos en el banco para saber si podría ser transferido a la nueva ciudad de Yoongi. Incluso había estado viendo algunos colegios para Rachel.

Volviendo a sus quehaceres sonrió al escuchar las risotadas de su hija.

Si, definitivamente había sido una buena idea juntarlos.

Seokjin se quedó en la cocina preparando una cena ligera a la espera de la llamada que cada noche le hacía Yoongi desde que se había ido, ese era el día cinco.

Pero el azabache no sabía que esa llamada jamás llegaría.

.
.
.
.

Park Jimin se recostó de lado en su cama y mordió su labio al ver quién lo acompañaba esa noche.

Kim Namjoon.

Él mismo hombre que había sido parte de su vida tantos años atrás dormía plácidamente luego de haber golpeado a su puerta borracho, el médico apenas se podía poner en pie cuando Jimin lo llevó hasta su dormitorio.

Suspiró y luego se levantó, luego salió de su dormitorio y tomó su teléfono celular que estaba sobre la mesa del comedor. Revisó los mensajes y su corazón saltó en su pecho a leer un informe confidencial que había llegado a su correo electrónico.

En el le informaba uno de sus compañeros que estaba ahora trabajando en el caso de Kim Taehyung, que el parachoques de su camioneta había sido adulterado.

Jimin frunció su ceño fuerte, él no había hecho cambio alguno a su vehículo desde que lo había comprado, de hecho su vehículo no tenía muchos años en su poder, por lo que cambiar el parachoques de este era algo ridículo de pensar.

Nunca había tenido algún accidente, no había chocado ni nada de esas cosas... Entonces llegó a él un recuerdo de él siendo "rescatado" por el capitán Jung.

Jimin por esos tiempos había estado sumergido en la mayor pena de amor que había sentido jamás. Había tenido el cariño y la compañía de un hombre maravilloso, pero sus celos e inseguridades hicieron que Seokjin corriera al sentido opuesto, y no lo culpaba.

Ya no.

Él entendió con el paso del tiempo que lo había alejado, él había tenido la mayor culpa de que Seokjin hubiese preferido la compañía de otra persona, le había costado miles de lágrimas y muchas borracheras, pero finalmente entendió que ese hermoso chico no era para él.

Recordó haber estado muy borracho sobre su camioneta y luego llamar por teléfono.

¿Había llamado a Jung, su jefe en ese tiempo?

No recordaba, pero tenía que haber sido así ya que semanas después recuperó su vehículo y este estaba en manos de su capitán.

Un peso gigante se instauró en su estómago.

¿Como había pasado por alto aquello?

La respuesta era muy simple.

Kim Seokjin.

Jimin había pasado el último año llorando por un hombre que jamás volvería a tener, invadido por los celos y el desamor, el rubio policía había pasado por alto aquel suceso.

Su capitán, su jefe, ese mismo que tantas veces lo había ayudado y aconsejado en sus primeros años en la estación de policía estaba implicado en el accidente de Kim Taehyung.

Jimin negó.

Escuchó unos pasos detrás de él y supo inmediatamente que Namjoon había despertado.

No se movió y cuando el médico llegó a su lado se miraron.

—Disculpa por venir así, no tenía donde ir.

—Pensé que habías olvidado donde vivía.

Namjoon resopló pero no se dejó intimidar por el tono cortante de Jimin.

—Gracias, me tengo que ir.

—Por supuesto, no vaya a ser que al estar aquí te confundas más.

—No es así, sabes que no terminamos por eso.

—Claro.

Namjoon lamió sus labios y entrecerró sus ojos al ver al rubio tan tenso, pensó por un momento que podía ser por su presencia en su departamento, pero él lo conocía, sabía mucho de Jimin, demasiado a su pesar.

—¿Estás bien?

—Vete —dijo Jimin. Namjoon le recordaba lo nefastas que eran sus relaciones amorosas, jamás había logrado concertar algo en el tiempo, siempre había algún problema cuando conocía a alguien, a veces era él mismo quien arruinaba las cosas, tal y como le pasó con Seokjin, otras veces había sido dejado sin miramientos... Namjoon había sido de esos.

—Te ves preocupado, sabes que puedes hablar conmigo, somos amigos Jiminie.

—No, no lo somos, tú eres el mejor amigo de mi hermana y no me digas Jiminie, maldita sea vete de aquí.

El rubio policía se quiso alejar pero el más alto no lo dejó y lo tomó del brazo. —Hablemos.

Jimin negó y retiró su brazo bruscamente. —Cierra al salir.

Namjoon dejó caer su mano mientras veía a su ex pareja desaparecer por la estancia y cerrar la puerta de su habitación.

Observó el lugar hasta que encontró su chaqueta. Se la puso y rápidamente salió del departamento.

.
.
.
.

Jung Hoseok observó la puerta de la comisaría en donde trabajaba.

Uno de sus hombres de confianza le había informado sobre los últimos antecedentes del caso del chico Kim, y él sabía que era cuestión de tiempo antes de que Park Jimin uniera los cabos sueltos y saltara sobre él acusándolo de aquel accidente.

Y Hoseok estaba preparado para cuando eso pasara.

Bien tenía dos alternativas. Pero no quería pensar en eso, no por ahora, simplemente se sentaría en su escritorio, revisaría los avances de las investigaciones que estaban a su cargo, trataría de alejar de su sistema las ganas que tenía de hacerle daño a Seokjin.

Su puño se apretó al recordar el frustrante encuentro que había tenido con el chico de ojos verdes. Aquello seguía martillando en su cabeza una y otra vez. Sabía que el chico había seguido adelante y que tenía un gusto particular por los policías. Estaba al tanto de la relación que mantenía con uno de sus agentes.

Entrecerró sus ojos molesto por aquello, pero era un alivio que Yoongi quisiera irse lejos, eso era bueno.

Aunque sabía que Seokjin jamás llegaría a él de manera no forzada, Hoseok estaba al tanto que si quería tener de nuevo al azabache de ojos verdes tendría que ser a la fuerza.

La idea no era tan excitante ya que él tenía una familia, una imagen, un trabajo importante pero a esas alturas la obsesión que sentía por ese hombre era mucho más grande que cualquier otro pensamiento racional.

Tenía que pensar muy bien como serían sus siguientes pasos y todo recaía en Park Jimin. Si este lograba conectarlo con el accidente del chico Kim no tendría otra alternativa que hacerle daño y desde ahí ya no tendría nada que perder, pensó.

Incluso podría enviar a Jimin a una misión suicida, no sería raro que un agente muriera en un enfrentamiento con bandas del narcotráfico. Además Jimin era de segunda línea, había una muy buena posibilidad de que alguien de la primera línea cometiera un pequeño error y la segunda línea cobrara las consecuencias de eso.

Él podría hacerlo posible.

Hoseok se bajó de su vehículo familiar y entró a la comisaría. Saludó a todo aquel que se cruzaba en su camino con una sonrisa deslumbrante.

Cuando puso la llave en la cerradura de su oficina se sorprendió al encontrarla abierta, entró y posó su mirada en la cabellera rubia y corta de espaldas a él.

El sonido de la puerta cerrarse tiene que haber avisado al intruso dentro de ella, este se giró y unos ojos marrones lo miraron con determinación.

—Capitán Jung, que bueno que llegó temprano, hay algo que debemos hablar los dos.

Hoseok asintió casi imperceptiblemente, parpadeó unas veces y decidió que su plan para eliminar al agente Park Jimin se pondría en marcha en ese momento.

∗ ⋅◈⋅ ∗

 

Hooooolaaaaa! (La exagerada)

¿Como están? (Jamás me responden cuando pregunto xD)

Aquí un nuevo capítulo, quizá se ponen medios aburridos pero es necesario para el desenlace final de todo.

Pensé en lo que les dije el capítulo anterior y les haré preguntas, no muchas solo unas cuantas para saber su opinión respecto a esto que escribo para ustedes 🙌.


¿Como encontraron esta historia? ¿Te la recomendaron?

¿Que es lo que más le ha gustado de Llámame Seokjin?

¿Shipp favorito dentro de la historia?

¿Que creen que pasará con Seokjin?

Estaré leyendo y contestando 😊, espero quieran compartir conmigo sus comentarios acerca de esta historia.

Me despido y a mitad de semana espero poder traer un nuevo capítulo.

Tengan un buen inicio de semana ❤️.

Lxs amo un montón 💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top