Capítulo veintiuno - El Plan
—Así que ¿no me vas a preguntar acerca de mi plan?— dice, devolviéndome a la realidad y lejos de mi hilo de pensamientos. Parpadeo un par de veces antes de completamente coger lo que me preguntó.
— ¿Quiero saber?— pregunto devuelta y él sonríe tan ampliamente, tan vistosamente. Las únicas veces que lo he visto así fue en el baile, cuando estábamos riendo... y cuando estuvimos cabalgando. Él en serio se ve emocionado.
— ¡Claro que quieres saber! Te contaré, aún si no quiere, — responde sacándome la lengua y no puedo evitar la sonrisa en mis labios. Es lindo verlo así de alegre.
Niall toma mis manos y me aleja de Ares, lejos de las casetas. Woah, subestimé cuan feliz está.
—Tengo la máscara que dejó caer cuando huía, así que haré que cada chica rubia que vea se la pruebe y así es como confirmaré que es ella. — entierro mis talones en el piso y lo detengo de halarme más lejos. —Sé que una vez que vea sus ojos a través de la máscara no habrá ninguna duda de eso. Te haría probarla también, porque eres rubia y todo y tienes los mismos ojos, pero dices que no fuiste al baile y ¿por qué me mentirías acerca de eso? Además, Harry confirmó tu coartada, — me guiña y retrocedo, mi corazón acelerándose en mi pecho, asustado, no, aún peor ¡aterrorizado! —Así que sé que la encontraré y podremos llegar a conocernos y será genial.
Lucho tan fuerte como puedo para recobrarme, para respirar normalmente otra vez en vez de alterarme salir hecha furia de los establos. Él ni siquiera sospecha que soy yo, o si lo hizo, maté esas suposiciones cuando le dije una y otra vez que no fui al baile. Y chocarme con Harry la mañana después de este solo ayudó. Ahora Niall no me hará probarme la máscara. Seguro él nunca encontrará quién es la verdadera chica misteriosa.
Me sacudo esos pensamientos. Esto es para mejor. Él se cansará de la búsqueda improductiva y todo volverá a la normalidad.
—Así que, — comienzo, mi voz un poco temblorosa, así que aclaro mi garganta antes de seguir. —Así que irás por ahí como el príncipe en Cenicienta ¿buscando a la dueña de la zapatilla de cristal?— inquiero, tratando de sonar tan sarcástica como puedo. Usar la analogía del cuento de hadas realmente ayuda, me pone histérica.
Sin embargo, Niall ríe como si hubiera dicho la broma más chistosa. —Esa es una manera de ponerlo, aunque yo voy a estar usando una máscara, pero aún así. La intención es lo que cuenta. Supongo que estaré buscando a mi Cenicienta entonces.
—Podría vomitar, — digo en voz alta y él ríe aún más fuerte. —Lo digo en serio. Eres tan cliché que no es normal. Pensé que Charlie estaba hecho de suaves películas Disney, pero tú ganas.
— ¡Oh vamos!— Niall exclama, acercándose a mí, entusiasmo burbujeando por cada poro de su cuerpo. —Ser sentimental está bien, es natural. Y solo imagínalo, — agrega, acercándose aún más, sus manos se elevan a mi rostro y me congelo. —Imagina ese momento cuando ponga la máscara en ella y yo mire en sus ojos, como te estoy viendo a ti. Justo en sus verdes ojos y es como en esa noche. — trago cuando dice eso y mi corazón se acelera cuando sus manos ahuecan mi rostro como si de esa forma él estuviera sosteniendo la máscara en mi rostro. —Y le sonreiría, porque finalmente la encontré. Y ella estaría feliz porque finalmente la encontré. Eso no puede ser algo malo ¿puede?— pregunta, dando un paso aún más cerca, sus manos aún tomando mi rostro y pienso que tengo mi corazón martilleando en mi garganta.
No puedo hablar, no puedo moverme, solo puedo verlo a los ojos, respirando pesadamente. Es como en el baile otra vez, ese momento antes de que me besara y siento esta fuerza halándome más cerca. Y luego Niall pierde su sonrisa, pero sus ojos aún están en mí y él acaricia mi mejilla con su pulgar y mi corazón salta en mi pecho y es como si mi cuerpo se tambaleara y hago lo impensable: me inclino más cerca, parándome en mis talones y él baja su cabeza, justo cuando Ares bufa, demandando atención. Y esa es mi llamada para despertar.
Me alejo en un movimiento fluido, horrorizada por lo que casi hice. Estoy temblando, mi respiración es todavía más pesada y llevo mi mano a mi pecho, como si de esa manera pudiera mantener mi corazón adentro, latiendo como se supone que haga, pero parece que va a independizarse en cualquier momento.
Niall parpadea confundido y me mira pero no puedo sostenerle la mirada, me enfoco en Ares, el hermoso caballo que me salvó de arruinar todo. Besar a Niall hubiera hecho todo todavía más complicado. No puedo permitirme eso.
Camino hacia Ares y coloco mi frente contra la suya, necesitando su efecto calmante así puedo pensar bien otra vez, pero ni siquiera Ares puede hacer su magia así de rápido.
—Ella, — Niall me llama y tirito, asustada ¿qué va a hacer? ¿Se dio cuenta que he estado mintiendo —omitiendo cierta información— a él todo este tiempo? —Sabes, está bien ser cursi— dice después y bufo antes de reír. —Lo digo en serio. Deberías abrazar tu lado cursi. Los cuentos de hadas son lindos.
—Lo siento pero ya tengo bastante de cuentos de hadas, — respondo aún sin verlo. —Aunque tengo la parte mala. La malvada madrastra e idiotas hermanastras, huérfana y esclava de su familia. Discúlpame si no me gustan los cuentos de hadas porque en la realidad, los finales felices no existen.
—Entonces tal vez necesites a tu príncipe azul. — Y río otra vez, fuerte, así que no lo noto aproximándose hasta que está a mi lado, acariciando a Ares. —El debe estar ahí afuera.
—No me mal entiendas, — comienzo, mirándolo solo brevemente. —Pero soy una fuerte e independiente mujer y no necesito un príncipe encantador. — Se ríe de eso pero yo estoy seria. —No necesito un príncipe azul que me rescate de esta vida. Haré mi propio 'final feliz' en mi camino, haciendo lo que quiero. Solo quiero terminar con mis asuntos aquí y luego irme. Eso es lo que necesito, no un príncipe encantador.
— ¿Pero no todos necesitamos amor?— me pregunta y lo veo a los ojos esta vez, intensamente.
—Ese no es el único tipo de amor, Niall. Algunos de nosotros no necesitamos ese tipo de amor para ser felices. Tú ve y encuentra a tu Cenicienta y yo seguiré trabajando, esperando hasta que pueda ser libre.
Además del hecho que él es una celebridad, aparte del hecho que él no vea a la verdadera yo, yo realmente no quiero un príncipe azul o un novio o lo que sea. Estoy harta de clichés cuentos de hadas, estoy tan harta con la idea que un hombre necesita salvar a la princesa diagonal doncella en apuros. No, eso no es lo que quiero. Yo quiero mi libertad, quiero mi felicidad, mis sueños. Y no puedo dejar que alguien más me lleve eso a mí, debo buscarlo por mí sola.
Charlie dice que debería luchar por mi 'príncipe encantador', pero ¿por qué haría eso? Debería pelear por mí misma, para realizar mis sueños, para hacer lo que quiero. Y bien, sí tengo sentimientos por Niall, él me hace sentir como nunca me he sentido antes y mi corazón late más rápido y siento mariposas y todas esas cosas cliché que lees en los libros, pero si pongo todas esas cosas en una balanza contra mis sueños y la paz de estar sola... la última gana. Sé que buscar algo con Niall me causaría interminables problemas con Rhonda y las gemelas, y no tengo el tiempo para eso.
Y si Niall enserio gustara de mí, él no estaría buscando a la chica misteriosa. Él solo pararía esa tontería y, no sé, me invitaría a salir. Aún si tengo que rechazarlo después.
Esperar a que el príncipe encantador venga y resuelva todos mis problemas es inútil. Esperar que Niall me quiera solo si sabe que soy la misma chica que besó en el baile no se siente bien. Las cosas están mejor de esta manera. No son perfectas, pero están mejor así.
—Encontraré a mi Cenicienta ¿sabes?— pregunta y suspiro mientras sacudo mi cabeza. Era mejor cuando la llamaba chica misteriosa.
Oh... me llamé a mí misma ella. Supongo que me siento menos y menos como la chica que pretendí ser durante esa noche. Ni siquiera la veo como a mí misma más. Chica misteriosa, Cenicienta, como sea que quieras llamarla... ella no es más yo.
—Y les desea a ambos felicidad, — digo sarcásticamente. —Y el más cliché, cursi final feliz de todos. — Trato de sonreírle, pero mi expresión es agria, como mi voz.
—En serio, debes superar tu rechazo a la cursilería. Hace las cosas lindas de vez en cuando. Tú lo dijiste, los finales felices no existen en la vida real, ¿entonces por qué negarías la posibilidad de un lindo momento dulce?— No respondo porque en serio no sé como. —Hagamos esto, — el chico rubio agrega después y frunzo mis cejas. —Sé que ni siquiera crees que encontraré a mi Cenicienta, así que te reto a que lo haré. Y cuando lo haga, porque lo haré, tendrás que abrazar tu lado cursi y lo disfrutarás.
— ¿Cómo así?— demando, cruzando mis brazos en una manera desafiante y él sonríe con suficiencia.
—Ya veré luego, pero tendrás que hacer algo cursi conmigo. Prepárate porque esto pasará pronto.
Ruedo mis ojos porque estoy doscientos por ciento segura que él nunca encontrará su Cenicienta. Si no me hace probarme la máscara, entonces la causa está perdida. Así que ya tengo esta victoria, razón por la que acepto.
—Bien ¿Pero qué obtengo cuando gane esta apuesta?— sé que es como hacer trampa lo que estoy haciendo, pero él empezó. No es mi culpa.
—Tienes que pensar en eso, — responde así que trato de pensar en algo que pueda poner a hacerlo una vez se dé por vencido.
Podría hacerlo ir en una cita con Jenny, pero pienso que eso es muy cruel. Tal vez podría hacerlo aceptar algo en twitter así sus millones de seguidores se reirían de el para siempre. O tal vez podría hacerlo subir un video de él vestido como el cliché príncipe azul así él podría finalmente entender cuán estúpida esa idea es...
Sí, me gusta eso.
—Lo tengo, — digo, una de mis sonrisas de suficiencia en mis labios y él levanta una ceja. —Tendrás que grabar un video vestido como príncipe azul y decir que los príncipes azules no existen, que los clichés están sobrevalorados y que la cursilería debería ser considerada una enfermedad.
—Woah, ¿no es eso cruel o algo? Tengo seguidores, muchos de ellos son chicas y ellas aún creen en el príncipe encantador. Algo así, — él realmente se mira preocupado así que ruedo mis ojos.
—Estarás haciéndoles un favor. Ellas necesitan saber la verdad y tú necesitas ser un hombre. Tú empezaste con toda esta apuesta así que ahora no te puedes echar para atrás.
—No lo haré, — dice desafiantemente. —Y en realidad no importa porque ganaré.
—Entonces bien. Tienes dos semanas para encontrar a tu Cenicienta y si para entonces no lo has hecho, entonces estaremos haciendo un video para todo internet.
—La encontraré mucho antes, — dice y ruedo mis ojos otra vez.
—Sí, claro.
Tengo esta victoria en mi bolsillo. En dos semanas lo haré aceptar que toda esta idea del príncipe azul y Cenicienta es estúpida y no tendré que preocuparme otra vez acerca de qué él se entere que soy yo porque para entonces él se habrá dado por vencido completamente.
Pienso que manejé esta situación bastante bien, ahora solo es cuestión de tiempo y todo estará terminado y sellado. Ni siquiera tendré que preocuparme por mis sentimientos hacia él porque seguramente verlo buscar por 'otra' chica habrá matado todos mis sentimientos para el momento que la apuesta tenga que ser pagada. Todo caerá en su lugar y tendré mi muy preciada paz. Y el verano estará aún más cerca de terminar y estaré más cerca de empezar a vivir mi vida.
No puedoesperar.
P.D.: Estoy segura que actualicé dos viernes seguidos. Eso merece una celebración ¿no?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top