Capítulo Treinta - Decisiones
Mientras me dirijo a los establos me sigo sintiendo adormecida, como si en realidad no estuviera aquí. Me sigo sintiendo enferma y no puedo creer todo lo que ha pasado. Aún espero despertarme en cualquier momento y que todo esto sea un mal sueño. Solo sería el principio del verano y nada de esto hubiera sucedido. Solo tendría a Liv y Charlie y estaría lista para aguantar mi último verano aquí.
Pero sigo respirando, sigo caminando y siento mis uñas enterrándose en mis brazos, recordándome que estoy despierta, siento dolor. Aún si le deseara a cada estrella en el cielo que esto fuera una pesadilla, sé que no lo es. No importa por cuánto tiempo me quedé en el baño, llorando, odiándome, odiando cada decisión que hice, cada vuelta que tomé... nada cambiará. No puedo deshacer lo que ha pasado este verano y aunque fui feliz en algún punto, ahora veo atrás y solo siento remordimiento, y odio hacia mí por ser lo suficientemente tonta para caer en el juego de Rhonda. Pise justo donde ella me quería todo este tiempo.
Estoy tan orgullosa de ti.
Oh Dios, quiero vomitar otra vez cuando recuerdo su sonrisa, sus palabras, la manera en que me miró ¿Cómo... Dios, cómo terminé aquí? ¿Cómo es que nunca lo vi venir? Me permití a mi misma cegarme con toda la felicidad y las chispas que Niall trajo consigo. Con las mariposas en mi estómago y todo el drama de enamorarse de un chico del que no me debía enamorar.
Me permití caer en un cliché y terminé haciendo todo de lo que huí todo este tiempo. Terminé haciendo lo que nunca quise hacer... y ni siquiera lo noté hasta que fue demasiado tarde.
No estoy sorprendida cuando veo a Niall en los establos, sabía que él estaría aquí. Vine aquí esperando encontrarlo aquí. No puedo deshacer lo que hice, pero puedo terminar todo esto. Se da la vuelta y mira en mi dirección, preocupación escrita en todo su rostro pero su sonrisa se escabulle haciéndose camino hacia sus labios al mismo tiempo que sus ojos se encienden y comienza a caminar hacia donde estoy. Paré en el momento en que lo vi.
Siento una punzada en mi pecho, lastimándome sin misericordia por lo que siento por él. Sabía que me estaba enamorando de él pero ahora estoy asustada de en verdad haberme enamorado de él este verano, en estos casi tres meses desde que lo conocí. Y eso solo hace las cosas peor.
—Ella— me llama, alcanzándome con sus manos, pero no me muevo así que tiene que tomar mis manos, las cuales mantengo a mis costados, y las lleva hacia él. — ¿Estás bien? ¿Qué tal?— pregunta y puedo percibir su preocupación.
Estoy adormecida. Sigo adormecida. Pero sigo sintiendo dolor y remordimiento.
Sé que no es su culpa, él es una pieza de este juego, tanto como yo, y tal vez él no puede escapar de esto, pero yo sí. Yo aún puedo rehusarme a ser parte de esto. Eso es lo que aún tengo.
—Lo que sea que te dijo que haría, estoy seguro que podemos hacer algo. No estés asustada— habla nuevamente, moviéndome más cerca pero yo aún no digo una palabra, solo lo miro.
Esos grades ojos azules, tan expresivos, tan honestos. Es un buen chico, él es un lindo, cariñoso, dulce y extremadamente cursi chico.
Esa sonrisa, tan cálida, tan contagiosa. Así como su risa. Esa sonrisa que nunca falló en hacerme sonreír, hasta hoy.
Este asombroso chico, tan lindo y maravilloso, tan feliz y optimista. Este es el chico que me hizo enamorarme de una celebridad, quien me hizo darme cuenta de muchas cosas, pero también es el muchacho que me hizo olvidar algunas de las cosas más importantes en las que creo. Él es el chico que me hizo perder contra Rhonda. Él me hizo traicionarme a mí misma. Estar con él significa caer en lo que por tanto tiempo he luchado. Tal vez él valga muchas cosas, pero él no vale esto. Nadie vale la pena dejar lo que creo y lo que es importante para mí, aún si no es importante para nadie más. Es importante para mí.
— ¿Ella?— pregunta mientras su mano izquierda ahueca mi rostro y siento su pulgar secando una lágrima. Una lágrima que no sentí escaparse. — ¿Qué pasó, amor?
—Ella está feliz—, respondo, mi voz ronca y extraña, aún para mí. Niall se ve confundido, puedo leerlo fácilmente ahora. —Ella está feliz de que esté contigo. Esto es lo que ella ha querido todo este tiempo, que yo siga lo que ella sueña para Jenny, Kimmy... y yo- yo estoy haciendo exactamente lo que ella quiere que haga.
Niall parpadea un par de veces, tratando de entender. Me pregunto si es así como me veía cuando Rhonda me estaba diciendo todo esto esta tarde.
—Eso... eso es genial entonces. No tenemos que preocuparnos por ella, ¡no te pedirá que termines conmigo!— exclama, emocionándose con cada palabra pero yo cierro mis ojos y agito mi cabeza, dando pasos para atrás.
Esto es importante para mí. Muy importante para mí.
—No, no lo entiendes. Ella es la mujer que me hizo sufrir todos estos años. Ella es la mujer que cambió todo lo que mi padre trabajó tanto en construir solo para traer celebridades aquí así sus hijas podrían estar con una y tener esa vida glamurosa. Ella es la mujer que me trató como una esclava todos estos años. Ella es la mujer que he odiado por tantos años y estoy haciendo lo que ella quiere. La estoy complaciendo. Estoy complaciendo a la mujer que odio ¿No ves el problema, Niall?— Termino casi gritándole y Niall se ve tan confundido, pero no lo culpo. No es fácil entender lo que está pasando aquí.
— ¿A quién le importa ella?— pregunta, tratando de acercarse y tomar mi mano, pero me alejo.
— ¡A mí me importa! ¿No lo ves? La odio. Odiar significa que te importa de una manera, una manera diferente. No entiendes el verdadero significado de odio, cuando cada parte de ti grita para hacer lo contrario de lo que esa persona quiere que hagas. Cuando no puedes solo aceptar cualquier cosa de lo que esa otra persona haga. Yo. Odio. A. Rhonda. La odio tanto y no puedo tan siquiera concebir hacer algo que ella ama, algo que la haga feliz ¡No puedo!
—Ella... ¿Qué estás tratando de decir?— pregunta y me alejo aún más de él, temblando un poco de pura frustración.
—No puedo ser la que la haga feliz, Niall. No puedo. Porque al hacer eso, me traiciono a mí. Todo este tiempo he tenido que ser la pobre chica quien tenía que hacer todo lo que Rhonda le dijera que hiciera, todos estos años no he sido más que su esclava ¡La maldita Cenicienta del chingado cuento de hadas!— Grito, frustrada con todo esto, con la vida que he tenido hasta ahora. —Mi premio de consolación era que no era parte de su juego. Yo era solo la esclava, pero yo seguía siendo yo. Me rehusé a ir babeando detrás de cada celebridad como Jenny y Kimmy. Me rehusé a amar lo que ella ama. Me rehusé a ser lo que ella quería que fuera. Y resulta que estoy haciendo exactamente lo que ella quiere que haga. Soy exactamente contra lo que he luchado todos estos años, Niall ¡Ese es el problema! Me he traicionado. Todo lo que he hecho ¡Todo lo que defendí todos estos años es nada ahora! Porque yo la estoy haciendo feliz a ella.
Estoy respirando de forma pesada, dejando ir todo el odio que he estado reteniendo por tantos años. Todas las lágrimas que mantuve adentro. Todos esos gritos que nunca dejé salir porque tenía que comportarme. Toda esa frustración por verla cambiando todo lo que mi papá construyó. Toda esa tristeza porque ni siquiera tenía ya este lugar para recordar lo que mi padre empezó.
Ella se llevó eso de mí. No puedo darle esta satisfacción. Ella no puede ganar en todo.
—Pero Ella ¿Qué pasa contigo? ¿Qué pasa con lo que te hace feliz a ti?— pregunta y agito mi cabeza.
—Hacerla feliz es lo que me hace más miserable, hacer lo que ella quiere que haga me hace vomitar. Literalmente. Desearía ser diferente hacia ella, pero no puedo. La odio—, digo, mi voz más baja, cansada... tan solo como me siento. Cansada de todo esto.
—Ella, odiarla no está bien.
— ¡¿Piensas que no lo sé?!— grito otra vez, frustrada de que él no vea el verdadero problema aquí. — ¿Qué sentirías si la persona que te ha hecho miserable por tantos años es en realidad la más feliz con las decisiones que has tomado? ¿Serías realmente capaz de hacer lo que hace feliz a esa persona?
Niall no responde y sé que está tratando de entender, tratando de ponerse en mis zapatos y paso mis manos por mi rostro, tratando de recomponerme y noto cuan húmedas están mis mejillas. He estado llorando todo este tiempo.
— ¿Entonces qué pasa con nosotros?— pregunta y no dejo pasar el hecho de que no respondió mi pregunta, probablemente porque sabe que no podría actuar diferente. — ¿En qué lugar nos deja a nosotros?
—Ya no existe un nosotros— respondo y pierde toda emoción, su expresión en blanco y eso duele mucho. —Nunca estaría tranquila conmigo sabiendo que al estar contigo estoy siendo la persona que ella quiere que sea.
— ¿Estás... estás terminando conmigo por esto?— Pregunta y no sé porqué lo hace. Estoy haciendo todo claro.
Hay ciertas cosas en la vida en las cuales no puedo ver encima de, y esta es una de esas cosas.
—Sí. Aún si eso duele, pero traicionarme y todo contra lo que he luchado todos estos años duele todavía más. Luché contra Rhonda por años, apenas te conocí este verano.
Sé que mis palabras lo están lastimando; también me duelen a mí. Pero es cierto ¿Por qué tengo que escoger a un chico sobre mí? ¿Por qué? Cenicienta se fue con el príncipe encantador pero estoy segura que obtuvo la satisfacción de saber que estaba haciendo justo lo contrario por lo que su madrastra luchó tanto que no consiguiera. Elegir a Niall ahora no me daría esa satisfacción. No escogerlo pero escogerme a mí me da esa satisfacción.
Hay cosas más grandes que el amor. El amor está sobreestimado.
—Solo respóndeme una cosa, Ella. Antes de que tomes una decisión— habla.
—Ya hice mi decisión— lo interrumpo pero me ignora.
— ¿Me amas? ¿Tan siquiera un poco?— me está desafiando a contestar, lo veo en sus ojos, en la manera en que me ve.
¿Lo amo? Pienso que lo hago, pienso que en verdad me enamoré de él. Pero puedo vivir sin él, no puedo vivir conmigo si sé que lo estoy escogiendo sobre de mí y lo que creo.
Desearía no tener que elegir, desearía que aún estuviera en esa feliz ignorancia donde no sabía lo que hacía. Pero la realidad me ha golpeado, y me golpeo como un tren.
—Sí— respondo y en sus ojos centella nueva esperanza, pero mato esa esperanza de inmediato. —Pero el amor no lo es todo. Ya había planeado mi vida sin ti, Niall. Puedo vivir sin ti.
—Ella, estás cometiendo un error. Esto es acerca de nosotros, no Rhonda ¡Ella no puede decirte con quien estar!— protesta, dándose cuenta que preguntar si lo amo o no, no funcionará. Hasta da todos los pasos necesarios para estar en frente de mí, sus manos ahuecando mi rostro.
—Exacto. Ella no decidirá con quién decido estar—. Niall se ve confundido, pero él no sabe que traer celebridades a este lugar era el plan de Rhonda así todas nosotras, todas sus hijas, terminarían con una celebridad. Ella lo trajo aquí. De una manera, ella escogió a Niall por mí.
Es como en los viejos tiempos, cuando los padres elegirían a los más apropiados hombres para sus hijas, el del mejor título. Rhonda está haciendo eso, ella está trayendo a los hombres más apropiados, en sus ojos, para que sus hijas escojan. Pero yo no soy su hija, me rehúso a ser parte de su familia.
—Ella— Niall insiste, sus ojos clavados en los míos y levanto mis manos, colocándolas encima de las suyas y cuando se da cuenta de eso sonríe ligeramente.
—Niall— digo antes de tomar sus manos y alejarlas. —No puedo hacer esto. Lo siento, pero no puedo. Además, ahora no tendrás que preocuparte por hacer que esta relación funcione.
—No digas eso— insiste pero dejo ir sus manos y me alejo. —Ella, por favor, piensa en lo que estás haciendo.
—Sé exactamente lo que estoy haciendo. Adiós, Niall.
Y con eso, me doy la vuelta y me voy, esperando que entienda que no puedo hacer esto. Que este es el fin de nosotros. Seguiré con mis planes y mis sueños y Niall seguirá adelante con su vida. Lo que tuvimos fue breve, hermoso pero breve. Él no tendrá dificultades para dejarlo atrás y yo estaré tan ocupada viviendo mis sueños que seguramente me olvidaré de él bastante rápido, también. Tan rápido como me enamoré de él.
Y mañana le diré a Rhonda que me rehúso a hacer lo que ella quiere que haga. Que elijo mi vida y que ella no puede enorgullecerse de las cosas que haga. Borraré esa sonrisa de su rostro y esa será la satisfacción más grande. Todo valdrá la pena después de eso. Todo.
Enorgullezcanse de mí porque actualicé otra vez y no las dejé esperando. Ahora oren porque vuelva a ser tan productiva como hoy y traduzca un capítulo en un día.
(¡Yey! no perdí tiempo y me puse a trabajar en la traducción)
P.D. Quería ponerles la canción 'Long Way Down' en la parte de video para que la escucharan porque me recordó mucho a este capítulo, pero como no se puede les dejé un link externo a uno que encontré. Pero si no, mejor búsquenla en Spotify.
P.D.2 Estúpido Youtube y las políticas esas de copyright que no dejan escucharlo ahí.
P.D.3 Nah! Yo te amo Youtube.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top