Capítulo Cuatro - Dieciocho
—Tienes que ir— Charlie insiste y ruedo mis ojos mientras le doy otra mordida a mi sándwich.
Después de contarle mí encuentro con las estrellas y como rompí el corazón de Jenny —rió por tres horas, no estoy mintiendo—, cambiamos de tema.
Aún tengo diecisiete, razón por la que Rhonda aún puede manejar mi vida y cagarla. No puedo exactamente tomar mi dinero para la universidad hasta que tenga dieciocho a pesar que ya terminé el barchiller. Como sea, cumplo dieciocho en unos cuantos días. ¡Hooray! Nunca he estado tan emocionada por un cumpleaños en mi vida.
Recuerdo que cuando era una niña mis cumpleaños eran buenos. Mamá y papá me despertarían con mi desayuno favorito y luego iríamos al parque para tener un picnic en vez del almuerzo. Jugaríamos y reiríamos y disfrutaríamos el día. Esa era una de las cosas que más amaba de tener mi cumpleaños durante el verano.
Después de que mamá murió, papá y yo aún pasaríamos el día juntos, pero también visitaríamos su tumba. Era nuestra manera de incluirla en la celebración y siempre llevaríamos girasoles, sus favoritas. Y mis favoritas también. Y desde que papá comenzó el negocio, fue una tradición tener un baile la noche de mi cumpleaños. Invitaríamos a personas de otros lugares, familiares, amigos, ¡A todos! Solo para tener diversión. Era el día en que podía irme a dormir más tarde en el año.
Esa tradición aún se preserva hasta el día de hoy pero en otras… circunstancias. Sí, es la noche de mi cumpleaños pero ya no es por motivo de mi cumpleaños. No creo que Rhonda recuerde que es mi cumpleaños, como sea. Estoy toda la noche despierta… limpiando detrás del desastre que las celebridades van dejando. Ni siquiera me permiten estar en el salón de baile donde todas las celebridades se están divirtiendo.
La verdad no me importa, no es como que quisiera celebrar mi cumpleaños con todas las personas que Rhonda adora. Para ser honesta, solo quiero estar lo más alejada posible de ellos. Como sea, mi querido amigo Charles St. James piensa diferente. Tiene plantado en la cabeza que este año tengo que ir a la fiesta.
—No— respondo por la veintiochoava vez. —estaré ocupada trapeando pisos y esquivando celebridades.
— ¡Vamos Ella! Es tu cumpleaños dieciocho. Mereces divertirte— insiste y estoy apunto de empujarlo.
Estamos sentados en la valla que se dirige a los establos donde los caballos están. Tenemos varios en el centro de retiros, así las celebridades pueden cabalgar o jugar polo. No es alto, pero empujar a Charlie me daría satisfacción.
—Rhonda me mataría— le digo, quien no es consiente de este hecho.
—Si tú no la matas primero con la sorpresa de estar ahí— Olivia agrega y suspiro.
Oliva ha trabajado aquí desde el principio. Es una masajista, probablemente la mejor de todo el complejo. Y ella es también una de mis queridísimas amigas, alguien quien hace este lugar más soportable. Ella siempre ha velado por mí, como una hermana mayor. Ella es lo más cercano que tengo a un hermano. Ella y Charlie son mi familia. Pero ella también está constantemente diciéndome que mande a la chingada a Rhonda, que abandone y me olvide de todo. Ella se iría conmigo si tomara la oportunidad. Pero yo enserio quiero estudiar medicina y para eso necesito el dinero. No puedo solo mandar a Rhonda al infierno y olvidar esto.
Olivia tiene solo veintisiete y ella es lo que yo admiro en una mujer. Es hermosa, tiene un buen cuerpo, aunque ella hace mucho ejercicio para eso; Tiene tez clara con cabello y ojos cafés. Su nariz es bonita, desearía tener una nariz como la suya. Pero Olivia no es solo linda, ella es asombrosa. Tan fuerte e ingeniosa y divertida. Sin embargo, ella no tiene mucha suerte en el amor. Ha tenido algunos novios, pero estas relaciones nunca terminaron bien y la he visto llorando varias veces. Pero ella es fuerte, se levanta, continúa y los supera, saliendo más fuerte de eso.
—Liv, No voy. Está decidido. Tengo trabajo que hacer y tú sabes que no me gustan las celebridades— le digo y es su turno de rodar los ojos. Charlie y Olivia están conspirando contra mí, lo sé. —Además, Rhonda no puede verme ahí o se las arreglará para quedarse con todo mi dinero para la Universidad y no puedo permitir eso.
— ¡Pero ella no tiene que saber!— Liv pía y no soy solo yo quien se ve sorprendida. Charlie no sabe de lo que está hablando tampoco y Olivia lo nota. — Este años es una fiesta de máscaras ¿No es eso genial?
Cada año Rhonda tiene un diferente tema para la fiesta. El año pasado fue Hawaiano, el año anterior a ese fue la mitología Griega. — ¿Y? — interrogo porque no veo como eso cambia las cosas. Rhonda aún así va a estar ahí y no creo que una máscara pueda esconder mi identidad. Mi vida puede que suene como un maldito cuento de hadas, pero esto es la realidad y las personas no son tan distraídas.
—Y— ella inicia. —Me haré cargo de que nadie pueda reconocerte. Tu máscara será increíble y puedes hasta usar una peluca. Serás la chica misteriosa.
—Y ni siquiera tienes que quedarte toda la noche si no quieres— Charlie agrega y lo veo sorprendida por cuan rápido él subió abordo. Sonríe con superioridad y se encoje de hombros.
— ¿Qué? ¿Esperan que corra a media noche en mi carruaje de calabaza?— suelto sarcásticamente, desafiándolos con mis ojos.
Viendo a otra parte y mordiendo su sándwich, Charlie agrega:
—No tiene que ser una calabaza ¿Puede ser un carruaje de sandía?
Y con eso estallo en carcajadas con la imagen mental de mí corriendo fuera del salón de baile y entrando en mi carruaje de sandía. Charlie sería mi chofer.
—Vamos, Ella. Vamos a estar ahí contigo ¿No crees que mereces esto? Tu padre inició esta tradición para celebrar tu cumpleaños. No es justo que tú solamente trabajes. Rhonda tal vez haya olvidado porque esto comenzó, pero nosotros no— Olivia respalda y respiro profundamente.
Se que a mi papá no le gustaría nada de esto. Él patearía a Rhonda si la viera tratarme así; pero él no está aquí y él no puede hacer nada al respecto. Para ser sincera, yo soy la única que puede hacer algo pero no me molesto ¿Por qué? ¿Por qué me molestaría solo para celebrar con una multitud de celebridades que no me agradan?
Pero este es mi último año aquí. Este es el tiempo en el que cumplo dieciocho, cuando obtengo mi “libertad”, de alguna manera. Aún tengo que terminar mi trabajo aquí este verano. Sin embargo, es mi decisión. No tengo que celebrar toda la noche, pero puedo llegar, solo en la memoria de mis padres. Esto es lo que ellos hubieran querido.
—Bien— accedo y Charlie se atraganta con su sándwich.
—Pensé que tendríamos que rogar más— él dice aún tosiendo, con lágrimas en los ojos y todo su rostro rojo debido al esfuerzo.
—Nah. Es lo que mis padres hubieran querido ¿Cierto?— ambos asiente. —Pero tú tendrás que encargarte de todo, Liv, porque apuesto a que fue tu idea. — Charlie ríe indicando que estoy en lo cierto. —Tú tendrás que encargarte del vestido y la máscara y todas esas cosas. Yo tendré que planear como arreglármelas así Rhonda no me atrapa.
—Solo déjamelo a mí— ella acepta con una mirada de suficiencia.
¿Mencioné que además de ser la mejor masajista Liv es también un prodigio de la moda? Ella puede hacer magia. Como Giselle en la película de Encantada. Me gusta esa película porque no es solo tu típico cuento de hadas, es también una parodia de este. Y tengo un crush con James Marsden desde X-Men. No puedo pararlo. De todas maneras, sé que el vestido es el último de mis preocupaciones ahora, Liv hará magia. Yo solo tengo que ordenar el resto de las cosas.
Espero que esta sea una buena idea y que no tenga que arrepentirme luego.
• • •
¿En qué me metí? Tengo este mal presentimiento acerca de que toda la fiesta, diagonal baile, va a terminar horriblemente. Algo malo va a pasar y me voy a arrepentir de toda mi existencia. Pero no me puedo acobardar ahora, Charlie nunca me dejaría olvidarlo.
Trato de calmarme mientras cepillo el cabello de los caballos en el granero; trato diciéndome a mi misma que es solo porque estoy nerviosa y que todo va a estar bien. Estaré una hora máximo en el baile y luego estaré de regreso para pretender que he estado trabajando toda la noche así si Rhonda decide revisar el material de seguridad, me podrá ver. Sigo pensando que esto es tonto, pero Liv y Charlie tienen razón, toda esta cosa sobre las fiestas en Julio es en primer lugar por mi cumpleaños, comenzó por eso. Es justo que yo llegue a la fiesta.
—Ares, dime que estoy haciendo lo correcto— pregunto presionando mi frente al lado del caballo negro que cepillo.
No sé porqué, pero hay algo calmante en los caballos. No tienes que cabalgarlos o algo, pero estar cerca de ellos te hace sentir paz. Tal vez es algo con sus ojos o la solemnidad de su postura. No sé, pero estoy feliz que tengamos caballos. Ellos me ayudan cuando me siento sofocada con todas las estupideces de Rhonda. Vengo aquí casi todos los días. Rhonda sabe que amo a los caballos y que podría trabajar aquí y estaría mejor que limpiando cuartos, pero ella no me dará algo que me gusta. Ella me da lo que más odio: baños.
Estoy apunto de tener una unilateral conversación con Ares, pero escucho a alguien corriendo dentro del establo. Trato de esconderme tras Ares. Lo bueno es que es bastante grande. No quiero husmear, pero escucho a la persona yendo de un lado al otro, sonando bastante frustrada. Hecho un vistazo y veo cabello rubio perteneciente a un joven chico. Tres segundos después él se voltea y lo reconozco: Niall de One Direction. ¿Qué jodidos está él haciendo aquí? ¿Y por qué se mira tan estresado?
Ares se mueve tan repentinamente, sorprendiéndome y revelándole mi posición a la estrella. Frunce en mi dirección ahora que he sido descubierta y trato de sonreír casual, como si no hubiera visto nada.
—Hola— digo tan indiferente como puedo.
— ¿Ella? ¿Qué estás haciendo aquí?— pregunta y me siento avergonzada. Él recuerda mi nombre.
—Estaba cepillando a Ares. Trabajo aquí y a veces ayudo con los caballos. No es todo acerca de lavabos, ¿Sabes?— por un segundo se ve confundido pero luego sonríe.
Tiene una expresión de agotamiento, como la que mi padre tenía cuando se quedaba toda la noche despierto, cuando el negocio estaba comenzando y él hacía todo trabajar. No pienso que Niall esté teniendo el mismo problema, pero hay algo que lo está molestando.
— ¿Sabes qué? Cepillar caballos es una muy buena forma de relajarse y aclararse la mente. Por alguna razón, te ves como si lo pudieras utilizar— le ofrezco, extendiéndole mi mano con el gran cepillo en ella.
Él inclina su cabeza a un lado y piensa acerca de ello antes de respirar hondo y acercarse a mí. Sé que él es una celebridad y que no debería preocuparme por él. Él solo está aquí para hacer a Rhonda más rica, pero él en realidad parece como si necesitara ayuda y sé que a Ares no le importará si el chico cepilla su pelaje.
Niall toma el cepillo de mi mano y acerco a Ares, así el chico de ojos azules puede comenzar a cepillarlo. Ares se ve complacido inmediatamente mientras Niall le coge el truco. Ninguno de nosotros dice algo y él se mira bastante concentrado, pero empiezo a ver como sus rasgos se relajan un poco y una sonrisa empieza a aparecer en sus labios. Inconscientemente, sonrío también y cuando ve mis ojos, me atrapa sonriendo.
—Gracias— dice suavemente y asiento. —En serio. Esto me ayudó más que el spa, la piscina y todas las otras cosas que traté hoy—. Asiento porque aunque esas cosas son buenas para relajarse, hay algo especial acerca de los caballos. —Todos nosotros vinimos aquí porque necesitábamos desconectarnos por un momento. Se estaba tornando demasiado loco y no lo estábamos manejando bien. Se nos estaba yendo de las manos, — inicia y miro a otra parte. No le pedí que me dijera estas cosas. —Estaba afectando hasta nuestras vidas personales. Nuestras relaciones, — continúa y quiero decirle que no quiero saber, pero he sido bastante ruda por un día. —Zoe y yo hemos estado peleando mucho por esto. Al principio ella estaba bien con esconderse, pero ahora no y no sé que hacer.
Bueno, ahora sé porqué se veía tan angustiado.
—Un descanso ciertamente ayudará, — digo y me sonríe, una linda y cálida sonrisa que me da una sensación rara. —Y ahora sabes que venir aquí con los caballos ayuda.
—Gracias, Ella— contesta y asiento, dando un paso atrás.
—Es mi trabajo, — le digo y por un segundo pierde su sonrisa y hasta para de cepillar a Ares. —Debo irme. Tengo cosas que hacer en el edificio principal. Mark debe de estar cerca si quieres quedarte más tiempo. Adiós. — agrego rápido y antes de que pueda decir algo más, me volteo y me voy.
No quiero que me siga contando acerca de su vida personal. No me intereso por las celebridades y solo estaba siendo amable porque me recordó a mi papá por un segundo. Pero él sigue siendo lo que hace a Rhonda feliz, la razón por la cual ella destruyó el negocio de papá para crear este circo. Hay límites y este es el mío.
Nota:
A un lado la foto de Olivia.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top