Capítulo Cinco - Preparaciones

Todos están emocionados por el baile pero yo le tengo miedo a ese momento. Trato de echarme para atrás pero Charlie ni siquiera me deja decir una excusa. Él reconoce la mirada en mis ojos y antes de que pueda abrir mi boca dice “no”. Solo así.

Esa es una de las malas cosas sobre que tu mejor amigo te conozca como se conoce a sí mismo. Él ni siquiera te deja protestar. ¡Maldito seas, Charlie!

Rhonda me hace dejar invitaciones en cada habitación con una semana de anticipación y tengo que ayudar con las preparaciones. Todo el equipo del centro está dondequiera trabajando en las preparaciones y las celebridades, por otro lado, hasta dejan el lugar para ir de compras. El Baile de Verano, como a Rhonda le gusta llamarlo, es bastante popular. Cualquiera que sepa de este centro también sabe de esta celebración. Este año todo se ve bastante sofisticado.

Liv me llama un par de veces para verificar mi vestido. No me quiere dejar ver mucho de él, así que aún no tengo idea de lo que vestiré, pero sé que tiene un color crema, como té con leche. Me gusta eso, al menos. Sé que será hermoso porque Olivia lo está haciendo, pero sigo pensando que es una mala idea y que estallará en mi rostro. Estoy un poco asustada.

He tratado de evadir a todas las celebridades, especialmente a Niall después de esa tarde en el establo con los caballos. No quiero que me diga sus problemas, tengo suficiente conmigo. Estoy haciendo un buen trabajo porque no me he chocado con ninguno de ellos o cualquier otro artista, aunque Jenny y Kimmy siguen diciéndome que mantenga un ojo encima de los cantantes.

Por cierto, Jenny confirmó que su amado Niall, el amor de su vida, tiene novia y es una modelo. Pensé que lloraría por tres días, pero se recuperó de eso cuando se encontró con que Logan Lerman también está aquí. Supongo que su amor nunca fue puro. Niall está a salvo. Aunque lo lamento por Logan Lerman. Mi hermanastra estará sobre él.

Desde mis encuentros con Niall y Harry, me extra aseguro que nadie esté en la habitación cuando entre. Siempre he hecho esto, pero ahora soy más cuidadosa de lo que era antes. Especialmente con las habitaciones de One Direction.

Hoy ya terminé con las habitaciones de Niall, Zayn, Louis y Liam, ahora solo falta la de Harry en este piso así que me apuro a limpiar su desastre y a dejar la invitación. Estoy apunto de irme cuando las puertas se abren.

¡No!  Estaba tan, tan cerca. Casi lo logro.

Mis ojos se encuentran con unos verdes y suspiro pesadamente, tratando de no ser tan ruda.

—Ella— exclama sorprendido. Estoy impresionada con que él aún recuerde mi nombre. —Que linda sorpresa. No te he visto desde ese día que estaba en la ducha.

—Desde que te nombré chico polilla—, le digo y él ríe. Ella, recuerda, no seas tan ruda. —Ya terminé aquí, así que no te molestaré.

Él asiente, pero luego nota el sobre en mis manos. — ¿Qué es eso? ¿Una carta de amor?— ¿Está lleno de sí mismo o qué?

—Uh, no. Es una invitación para el Baile de Verano. Estoy dejando una en cada habitación. — Respondo y él abre su boca en una ‘O’ que refleja entendimiento. —Aquí está la tuya. Es uno de los eventos durante el verano. Este año es una fiesta de máscaras.

Él se mueve más cerca y toma el sobre de mis manos. Trato de caminar al lado de él pero se mueve, bloqueando mi camino mientras abre el sobre y lee la invitación.

—Dice que puedo llevar una cita. ¿Estás disponible esa noche?— pregunta y ruedo mis ojos.

—No se me permite llegar— contesto y me mira con sospecha. —Trabajo esa noche.

—Que lástima. Quería llevar una linda cita conmigo— dice dulce con una linda sonrisa. ¿Habla en serio o solo se burla de mí?

—Uh… sí, claro. Bien, tengo que irme. Ten un lindo día, — digo antes de finalmente abandonar su habitación.

Manejé eso bastante bien. Me pregunto si es así de coqueto con todas. Si él hasta coquetea conmigo, ¿qué pasa con el resto de la población? Lo sé, él es bastante guapo y hay algo realmente adorable acerca de él, ¿pero no es eso mucho? Hay límites y yo soy el límite. Tú no coqueteas con la Chica Lavabo. Tú coqueteas con alguien como Olivia.

Salgo de esa habitación y de ese piso, y sigo con mi trabajo. No choco con ninguna otra celebridad ese día y cuando estoy casi terminando con mi turno, Rhonda me llama a su oficina. Tengo una muy mala sospecha sobre esto, pero no puedo evadirlo.

 Su oficina es gigantesca y pomposa. Grita vanidad y me abruma cada vez que entro, y también me hace sentir bastante triste. Esta solía ser la oficina de papá y solía ser un acogedor e íntimo lugar, donde pasaba horas viendo el montón de libros que tenía en las libreras. Él tenía tantos libros para mí… ahora todos ellos se han ido. No es que lea cuentos de hadas aún, pero eran regalos de papá para mí, y no los tengo más. No tengo idea de donde están.

—Arabella, estás finalmente aquí— ella dice cuando entro en la habitación, dejando su lapicero y viéndome. —Te ves terrible hoy ¿Has tomado una ducha? No puedes ir así por el lugar.

Ruedo mis ojos. Sé que soy un desastre. He pasado el día limpiando habitaciones y baños, ayudando con la decoración para el baile y evitando celebridades. Fui a los establos, también. Sé que luzco terrible, ella no tiene que decirlo. Creo que tengo pájaros viviendo en mi cabello.

—He estado muy ocupada limpiando para tus huéspedes para tomar una ducha— respondo. —Si quieres tomar mi lugar así yo puedo tomar una ducha, adelante.

Ella jadea y me ve con desaprobación. —Eres demasiado ruda. Ese es el porqué no puedes trabajar con ninguno de nuestros huéspedes. Si fueras más amable, te pondría en una mejor posición.

—Prefiero ahogarme en caca de caballo— le digo y Rhonda se mira bastante disgustada que no puedo evitar la sonrisa en mi rostro. — ¿Es eso de lo que querías hablar?— pregunto, aunque podría seguir diciendo cosas para molestarla, pero no quiero ver su rostro hoy. Ya ha sido bastante.

—Claro que no, niña repugnante. No eras así de horrible cuando tu padre estaba vivo, — me condena y estoy así de cerca de saltar sobre ella y estrangularla. Pero luego me recuerdo que si voy a la cárcel, no puedo ir a la U. Rhonda no vale una vida en prisión.   

—Y tú no eras así de venenosa cuando mi padre estaba vivo. Eras más amable. Nos tonteaste a ambos. — le espeto y por un segundo ella sonríe.

Rhonda siempre pretende ser una linda mujer quien está luchando con la carga que papá le dejó, ella pretende que le importa y que no sabe que tan mala y horrible ella es. Pero a veces puedo ver ella es consiente de todo lo que está haciendo y disfruta las cosas que me hace pasar.

Tú ves como en estas películas de Cenicienta la madrastra es siempre representada  como una estúpida mujer rubia que es solo estúpida, engreída y ridícula. Rhonda solo comparte lo rubio. Ella es mala, lista y manipuladora. Ella sabe exactamente lo que está haciendo. Desearía que ella fuese algo así como la madrastra de la película con Hilary Duff.

—Te llamé porque Jenny y Kimmy me han contado que no las estás ayudando. Tu principal trabajo aquí es asistirlas en todo lo que necesiten, — Rhonda dice, volviendo a su farsa de mujer inocente. Que perra.

—Me están pidiendo que espíe a tus huéspedes. Creo que eso no les gustaría, — le digo cruzando los brazos y ella no dice nada por unos segundos.

Estoy convencida que ella estará de acuerdo conmigo pero luego dice:

—Tienes que ser cuidadosa. Los huéspedes no pueden saber que los estás espiando. Usa tu cerebro ¿A caso no eres una estudiante de solo As?

Suspiro pesadamente. Aún cuando estoy obviamente en lo cierto, ella no puede estar de acuerdo conmigo. Ella encontrará una manera de hacerme hacer lo que no quiero hacer.

—Y mejor si no escucho ninguna queja acerca de tu comportamiento. De nadie, eso incluye a mis hijas. Tú las ayudarás a obtener la atención de jóvenes millonarios y seguirás haciendo tu trabajo. Si no lo haces, entonces desearás volver a limpiar baños porque te pondré a limpiar los establos, — Rhonda me amenaza y sé que lo dice en verdad.

Amo a los caballos en el centro y amo visitarlos, pero limpiar su popo todos los días se llevará ese amor. Aunque si hago eso no tomaría el riesgo de chocarme con ninguna celebridad… hmm… elecciones, elecciones.

—Está bien— acepto al final, dándome cuenta que no encuentro la idea de limpiar la caca de caballo placentera. —Pero no creo que les ayude demasiado.

—Tú solo haz cualquier cosa mis hijas te digan que hagas. Si te piden que te disfraces como un payaso para la llamar la atención de esos chicos, entonces lo haces.

—Eso es peligroso. Ellos tal vez se enamoren de mí si me ven vestida como un payaso— desafío y ella ríe, en serio se ríe.

—Por favor, nadie podría enamorarse de la chica lavabo. No me hagas reír porque consigo arrugas.

—Muy tarde para eso— murmuro pero Rhonda tiene oído biónico.

— ¿Disculpa?— escupe.

—Nada. Haré lo que digan ¿Es eso todo?— pregunto porque en serio quiero irme antes de que la mate.

No puedo ir a la cárcel, no puedo ir a la cárcel, no puedo ir a la cárcel, coreo en mi cabeza.

—Sí— me doy la vuelta para irme cuando ella habla otra vez. —Espera, una cosa más. — Suspiro pesadamente ¿Qué otra cosa puede ella posiblemente querer? —Sé que el Baile de Verano ya viene, así que solo quería recordarte que no puedes estar ahí. Tienes que permanecer en la cocina, limpiando toda la noche, como siempre. Y estaré comprobando si estás donde se supone debes de estar.

La mira sobre mi hombro, entornando los ojos, preguntándome… ¿Sabe ella lo que estamos planeando con Charlie y Liv? ¿Puede posiblemente ella saber? No le hemos dicho a nadie más y no hemos hablado de eso desde ese día. Es un secreto, hemos sido cuidadosos con eso. Ella no puede saber. Pero la manera en que me ve me hace creer que sabe y eso me asusta un poco.

—Claro que no voy, — digo tratando de sonar lo más desafiante como normalmente lo hago. — ¿Por qué iría? Estará lleno con celebridades y tú sabes cuanto las odio.

Me mira fijamente por unos pocos segundos más antes de que su sonrisa vuelva a sus labios. —Bien. No puedes olvidar tu lugar en esta casa. Deberías de estar agradecida de que yo te cuide y de que te de un trabajo para pagar por tu educación.

No puedo ir a la cárcel, no puedo ir a la cárcel.

Quiero gritarle que todo esto debería de pertenecerme, que ella no está haciendo caridad, porque por esto es lo que ella firmó cuando se casó con papá. Quiero hacerla retractarse de haber dicho eso. Ella no me está ayudando, ella me está torturando y lo sabe. Ella lo disfruta.

—No tienes de que preocuparte, — digo entre dientes y quiero borrar es sonrisa de su rostro con mis puños. — ¿Puedo irme ahora?

—Por favor hazlo. No quiero verte. — Me doy la vuelta y estoy en la puerta cuando ella habla nuevamente. —Y Arabella, por favor, toma una ducha. Apestas.

—Lo haré, señora. — Y finalmente abandono la habitación. Evité la prisión exitosamente una vez más. Charlie estará orgulloso de mí.

Nota:

A un lado la foto de Rhonda. Ahora saben como se ve a quien tienen que odiar. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top