ღ EXTRA ღ
¡Hola, hola!
Sé que han esperado mucho por esta actualización, pero lamento decirles que no es una actualización como tal conforme a la historia. Se podría decir que esto ocurre en alguna línea paralela pero dentro del mismo universo y...
ESTO NO TIENE SENTIDO Y ES BIEN RANDOM, SE LOS ADVIERTO JAJAJA esto nació a partir de mi pripia adicción.
Así que si quieren leer y reírse un rato, sean bienvenid@s
(¬‿¬)r
- Antes de Sakura -
Sasuke tiene una adicción.
Y no, no es algo de que arrepentirse. Orgullosamente lo admite ante cualquiera que lo atrape con las manos en la masa y no piensa dejarlo prontamente (ni loco, gracias, le quita el estrés que le provoca su padre y secretario juntos). Por más que le digan que no, va contra todo sentido común. Naruto no para de decirle que debería ir a un psiquiatra para que lo ayude (pero él sabe que no lo dice en serio, ¿verdad?) que incluso cuando lo ve teniéndolo en la boca, rueda los ojos y enarca una ceja con su típica frase:
—¿Sabes lo ridículo que te ves bebiendo Danonino Luch en horas laborales?
A respuesta, Sasuke sorbe más de la boquilla del plástico que sostiene entre los dientes mientras que sus manos se mueven rápidamente sobre el teclado de la computadora. Lo ignora olímpicamente, incluso el aleteo de un mosquito hubiera sido más ruidoso.
—¿Qué te importa? —logra responder entre dientes y encogiéndose de hombros.
Naruto entra completamente a la oficina y se cruza de brazos, sin apartar su vista de él. Siente su mirada pero está más centrado en sorber de la boquilla (digo, trabajando diligentemente) que ladea la cabeza y apenas le dirige una mirada diciéndole: "¿Se te ofrece algo?".
Por supuesto esos cinco años de secretario infernal no son de gratis, rápidamente lo lee.
—Sí, que des el ejemplo a tus empleados. Eres su jefe y no se vería nada bien que entren y te vean... con eso. —Naruto hizo un ademán desdeñoso al objeto de adicción de su jefe, mirando como si se tratase de la más repugnante droga.
—Como jefe, si ordeno que me ignoren, lo harán. Ahora lárgate y deja de estar jodiendo —espetó Sasuke separándose momentáneamente de la boquilla para dar un largo sorbo ruidoso a narices de Naruto sólo para colmarle la paciencia.
A su secretario se le hinchó una vena en la frente y dio una respiración profunda antes de marchar a la guerra.
Rápidamente se abalanzó al frente y agarró sin remordimiento el dichoso Danonino del cual su jefe se ha vuelto adicto desde hace dos meses. Sasuke aprieta los labios en la boquilla e impide que se lo saque utilizando de apoyo la mesa, aferrándose como si su vida dependiera de ello.
—¡Deja de morder y dámelo!
—¡Deja de estar jodiendo y lárgate! ¡Arruinas mi momento glorioso de paz!
—¡Momento de paz mi trasero!
Y esa pelea se escucha en el último piso del edificio dónde la única presente es la recepcionista, Temari, que hojea sin prisas la revista de moda sobre el mostrado. Apenas dirige sus ojos a la puerta de su jefe y vuelve desinteresadamente la vista a las hojas mostrando el más mínimo interés que una benefactora de Danonino's daría.
(¬‿¬)r
- Después de Sakura -
Sasuke tiene 3 lugares específicos para esconder su adicción cuales las enumera con una sola mano:
1 – En las orillas de su escritorio.
2 – Debajo de su teclado.
3 – En el bolso de Temari (no la obligó, como benefactora debe mantener su negocio. Así que, si su único cliente le pide que lo esconda, entonces felizmente lo hará).
Y recientemente se añadió una cuarta: su saco.
No había llegado a tal extremo pero la situación lo amerita. Desde que conoció a Sakura tiene que dejar de lado su sabrosa adicción para mantener "la apariencia" frente a la chica, lo cual sinceramente le entristece un poco. ¿No se supone que cuando se aman se aceptan tal como son? Él ya hizo su sacrificio, convivió con su futuro-más-pronto-cuñado sin sacarse las tripas en el proceso. Sasori le estuvo gruñendo desde el otro lado del sillón como perro rabioso, y él dignamente lo ignoró a pos de ser bien portado y así Sakura le llenara de mimos y abrazos y-
¡Céntrate, Sasuke! Ese no es el punto.
El punto es que ahora es el turno de Sakura en hacer su sacrificio en aceptarlo con todo y adicción a Danoninos.
(Y no, no lo dejará sólo por Sakura... quizás... ah, no quiere pensar en eso aún).
En fin, la pregunta ronda por su cabeza: ¿Cómo decirle "oye, tengo una adicción al Danonino" a la cara sin parecer un loco e infantil?
Como sea, tiene planeado decírselo pronto. Entre su Danonino y Sakura... elegir no es una opción. O son ambas, o es ninguna. Así de simple.
... Bueno, no es tan simple como parece.
Aunque le ha planteado la idea a Naruto un par de veces, este lo mira tan escandalizado y con los ojos saliéndose de las orbitas.
—¿Le dirás a la chica, cual besas el piso por el que camina, que estás obsesionado con un maldito Danonino para niños? —preguntó el rubio casi histérico. Sasuke asintió totalmente serio, como si estuviera hablando de cerrar un importante contrato—. ¿¡Te has vuelto loco!?
Sasuke enarcó una ceja con cara impasible.
—La cordura es una construcción social.
—Oh, sólo cállate —murmuró derrotado su secretario hundiendo el rostro entre sus manos, gimiendo lamentablemente. ¿De que sirvieron todos sus intentos para evitar que Sasuke conociera a Sakura, si después de casi medio año encontró algo llamado "Danonino" que ha estado comiendo de contrabando durante dos meses y seguramente afectará su imagen con la chica?
(A este punto ya se resignó de prohibírselo durante el trabajo. Para su desgracia a nadie le pareció importarle en realidad, maldito suertudo).
Naruto sigue en búsqueda de la persona quién le vende a Sasuke, ni loco él se pararía a comprar una de esas porquerías en un supermercado.
Quién sea el culpable pagará con crees las horas de estrés que viene cargando.
Desde recepción, Temari estornudó.
—... Seguramente el jefe me pedirá otro lote de Danonino, tendré que conseguir más.
(¬‿¬)r
- Y... mucho después -
—... ¿Eso que tienes ahí es un Danonino?
La pregunta de Sakura es inocente cuando ve a Sasuke sacar uno de esos desde el interior de su saco, pero el aludido y Naruto se tensan en sus lugares. El primero con horror en su rostro y el segundo también con horror (mentira, secretamente siente cierta satisfacción, ya quiere llegar a la oficina y decirle a su jefe-amigo en la cara "¡Te-lo-dije!". Ah, ese será su glorioso momento).
Sasuke casi tiembla ante la incredulidad de Sakura mientras apunta a dicho alimento con asombro y, para su estupefacción, emocionada.
—Eh... ¿eso creo? —En lugar responder, termina preguntando dudoso.
—¡Awww! ¿Cómo supiste que me gusta el Danonino?
El grito arrebatador de Sakura desconcierta a los dos mayores quienes ven como la chica pelirrosa se acerca a pasitos para quitarle a Sasuke el Danonino y lo abre sin remordimiento dándole un pequeño sorbo. Sasuke está gritando silenciosamente en su mente y Naruto... bueno, casi se cae de espaldas y sólo puede seguir hundiendo su rostro entre las manos murmurando un: "No, por favor, otra adicta no".
Sakura le dirige una mirada llena de ternura y amor a Sasuke agitando su objeto de deleite.
—Comía de estos cuando era niña, mi mamá los compraba para mí y me siguen gustando —dice tan casual como si frente a ella no tuviera a un azabache a punto de explotar de los nervios. Luego sus ojos verdes centellan y se pone de puntitas para darle un beso en la comisura de sus labios. Tan cerca, tan cerca—. Gracias por cumplirme mi capricho infantil.
Sasuke no sabe que es mejor: si haber recibido un casi-beso de la chica que (a palabras de Naruto, besa el piso en el que camina y está a nada de hacerle un altar) le gusta y gracias a Dios (Oh gracias a favor de su cordura mental) es mutuo; o haber saboreado el Danonino por hoy.
¿Ambos? No está nada mal tenerlos a los dos. ¡Problema resuelto!
Le dedica una sonrisa suave mientras la ve disfrutando en sorber delicadamente y parloteando sobre los diferentes sabores que comía de niña, le recordaba a su infancia. Lleva su mano alrededor de su cintura y le da un tierno beso en su cabeza, escuchando su jovial y gratificante risa. Nada mejor en el mundo.
Y si le lanzó a Naruto una mirada triunfadora sobre la cabez de su casi-próximamente-novia, bueno, ella no tenía porque saberlo.
(Por dentro, Naruto maldice sus vidas pasadas porque está seguro de qué algo hizo mal para vivir este calvario llamado: mis-amigos-son-adictos-al-Danonino. ¿No hay algo más infantil y estúpido en el mundo?).
(¬‿¬)r
- Extra -
—¿Uh? ¿Si me gusta el Danonino? Por supuesto, ¡sabe delicioso! —comentó alegre Hinata en su primera cita.
Naruto casi se ahoga con su café y llora internamente. ¿¡Es que acaso no puede rodearse de personas normales!? ¡¿Es mucho pedir!? Todavía no ha descubierto quién rayos le vende a Sasuke su mercancía como para que Hinata se una a la locura.
(No, no quiere escuchar de nuevo la idiotez de "la cordura es una construcción social" ¡Social su trasero!).
Al día siguiente Sasuke estará riéndose como loco al saber que el interés amoroso de su secretario le gusta lo que él odia con tanto desprecio gracias a su jefe y pedirá a Temari (que no ha sido descubierta gracia a sus influencias) producto para vendérselo al rubio y así vea su rostro contraído de resignación y renuencia.
(Y sí, es karma).
(¬‿¬)r
La autora quiere decir:
LES DIJE QUE SERÍA MUY RANDOM. Últimamente he tenido adicción con estas cosas, ahahaha y dije ¿por qué no escribirlo para este universo? (y también para que vean que no me he olvidado de este fic, todavía planeo continuarlo en algún moment).
Por si tienen dudas esto es un Danonino Lunch:
Como dato extra ocurrente: Antes de conseguir su "mercancía" con Temari Sasuke iba al supermercado y los compraba el mismo, cuando la gente se le quedaba mirando repetía como mantra "es para mi hija".
El men es adivno ;)
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