La Llamada

Años 2023…

Eran las 21:30 de la noche cuando el oficial Jackson Wang recibió aquella llamada.
—Diga. Pero no hubo respuesta.
—Por favor ayúdame —susurró una voz.
—¿De dónde llama? —pregunté levantándome de la silla.
Pero la voz al otro lado de la línea repetía una y otra vez la misma palabra en susurro apenas audible.
—¡Oiga! ¿me oye?
Comenzaba a molestarme, últimamente habíamos estado recibiendo este tipo de llamadas, pero solían colgar enseguida. Aunque esta llamada estaba durando más de lo normal.
Mientras que escuchaba la voz, comencé a tranquilizar a la otra persona al otro lado de la línea. Salí del despacho y me acerqué al nuevo.
Este nada mas oirme acercarme se giró hacia mí.
—¿Señor?
—Averiguame de dónde están llamando. —Susurre señalando mi teléfono.
El muchacho se levantó y se dirigió hacia la mesa donde estaban los aparatos, para poder intervenir las llamadas..
Lo seguí y se lo entregué.
Nada más conectarlo el mapa del ordenador comenzó a moverse , hasta que paró en una ubicación, la señal que llegaba era muy débil.
—¿No puedes hacer que no sea tan débil? —pregunte tomando la silla y sentándome a su lado.
El chico comenzó a teclear en el ordenador. La ubicación se volvió algo más clara.
Mientras navegaba por el mapa, paró de hacerlo de repente.
—¿Qué ocurre? —pregunte.
—Mmm qué raro —habló el chico acercándose a la pantalla. —Esta ubicación que marca.
—¿Si, qué pasa? —pregunte.
— Mire —dijo el chico señalando un punto parpadeante en el ordenador. —La llamada está siendo enviada desde el distrito de Cheongsong.
Me acerque a la pantalla, pude ver que marcaba aquel lugar que juré no volver a pisar, Eoreumgol Valley.

Me levanté de la silla.
—Esperame, emm —hable mirando al chico. No sabía su nombre, y este debió de notarlo.
—Me llamo Felix, señor —respondió.
—Ok, Felix. —Ahora vengo —dije dirigiéndome al despacho.
Tras ver aquella ubicación recordé aquel suceso de hace años. Entonces era un novato, como ahora era Felix.
Aun recuerdo aquella noche, recibimos una llamada misteriosa.
Entré al despacho y me puse a buscar aquella carpeta negra. Había decidido que solamente esa carpeta fuera negra, pues era un caso que aún no había sido resuelto, aparte de que fue también el que más me marcó.
Mientras lo buscaba entró Felix al despacho, llamándome.
—Señor —gritó Felix entrando todo apresurado  al despacho.
—¿Qué pasa? —pregunté girando hacia él.
–Mientras lo esperaba comencé a escuchar sonidos en el teléfono —comenzó a hablar.
—¿Si?
—Bueno eh pues me lo he puesto a la oreja para ver si decían algo, pero lo único que he escuchado ha sido una voz apenas audible, y de repente un grito desgarrador, seguido de varios más y la llamada se ha cortado. —Explico.
Lo mismo de aquella vez, pensé.
—Está bien —conteste. —Lo hiciste bien, muchacho.
Después de un rato encontré la maldita carpeta.
—¿Y esa carpeta? —preguntó Felix.
—Ven siéntate aquí —hable tomando la carpeta y dirigiéndome al sofá que tenía en el despacho.

Me senté junto a Felix y suspire pesadamente.
—¿Ocurre algo, señor?
—Mira este caso es de 1995 —comencé a explicar.
—¿Qué pasó en ese año? —preguntó mientras tomaba el expediente y le echaba un vistazo.
Comencé a contarle sobre lo que ocurrió aquella noche a finales de diciembre.
—Fue a finales de diciembre cuando recibimos una llamada en la comisaría, recuerdo bien que lo tome yo.

Finales de diciembre, año 1995…

—Diga.
—Ayúdeme, por favor —hablo una voz apenas audible.
—Joven, ¿de dónde llama? —pregunte tomando mi agenda para poder tomar nota.
Aquella voz volvió a decir lo mismo. “Ayúdeme, por favor” volvió a repetir lo mismo.
—¿Joven? lo escucho entrecortado. —¿Sabe a dónde está llamando? —pregunte.
La persona al otro lado de la línea comenzó a tartamudear.
—Joven, no se preocupe, todo estará bien —intente calmarlo, aunque sobre todo lo decía por mi.
Min Ho se acercó a mi mesa.
—¿Quién es? —preguntó.
—Creo que es un joven —susurre.
Volví a intentar que el chico al otro lado de la línea me dijera algo más, pero parecía que no iba a ver la manera, hasta que comencé a escuchar unos ruidos al otro lado.
—¿Joven me oye? —pregunte algo preocupado.
—¿Hola? —preguntó una voz ronca en un susurro.
—Si, joven sigo aquí —conteste.
—Estamos en Eoreumgol Valley —habló en un susurro.
Podía oír al otro lado de la línea a una persona sollozar, y como este le susurraba que se mantuviera en silencio.
Tomé mi libreta y me anoté en el lugar que me había dicho.
—¿Pueden venir a por nosotros? —pregunto en un susurro.
Iba a responderle, cuando escuche unos ruidos, y de repente un grito desgarrador, seguido de varios más.
—¡Oiga! ¡Me escucha! —grité poniéndome de pie, tomando mi libreta.

Me dirigí hacia la salida, dejando a Min Ho ahi sentado.
—¡Jakson! —grito Min Ho. —levantándose y saliendo detrás mío. —¿A dónde vas? —pregunto llegando a mi lado.
—Voy a ir a buscarlos Min —respondí dirigiéndome hacia el coche.
—¿Y si es una broma, como está siendo hasta entonces? —pregunto mirando hacia el cielo.
Había comenzado a llover de la nada.
—Las llamadas de las otras veces colgaban enseguida, pero esta vez querían que supieramos donde estaban —Explique. —Estaban pidiendo ayuda y he escuchado gritos de jóvenes Min.
Min suspiro.
—Está bien Jackson, vayamos a buscarlos —respondió empujándome hacia el coche.
Ambos nos subimos al coche, arranqué el coche y me dirigí hacia el distrito de Cheongsong, donde se encontraba el bosque que me había dicho.
Contra más nos acercabamos más fuerte lluvia, a un punto que casi no se veía nada a más de 10km.
—Joder con la lluvia —se quejo Min. —No se ve una mierda.
Asentí con la cabeza.

Después de un rato habíamos llegado a la entrada de aquel bosque. Estaba completamente negro todo, los farolillos del principio estaban rotos, supuse que habrian sido los jovenes.
—¿Vas a adentrarte? —pregunto Min.
—¿No me digas que tienes miedo? —pregunte observandolo de reojo, mientras avanzaba hacia el interior de aquel bosque.
—¡Qué dices! ¡No! —rio nervioso.
Comencé a reírme, cuando Min grito.
—¡Cuidado! —chillo señalando hacia delante.
Delante nuestro había un cuerpo tirado en el suelo, sujetando una linterna. Tras verlo
pegue un frenazo, haciendo que el coche patinase hasta chocar contra unos árboles de milagro no nos habíamos ido ladera para abajo.Cuando por fin pude controlar el coche, me gire hacia Min para ver cómo se encontraba este.
—¡Ey, Min! —hable sacudiéndolo. —¿Estás bien?
—Joder, joder —solto desabrochandose el cinturon y bajandose a toda prisa del coche.
Me quité el cinturón y lo seguí.
No se veía nada, por lo que comencé a llamarlo, cuando choque con él.
Estaba parado ahí en el medio de la carretera viendo hacia delante. Me asomé para ver lo que estaba viendo, era el joven.
Ambos nos miramos y fuimos de inmediato a socorrerlo, estaba ensangrentado, entre sus manos sujetaba una pequeña linterna, la cual estaba apunto de apagarse.
—Saca el coche de ahí —hable mientras miraba que el chico no tuviera ninguna herida más grave. A simple vista no se veía que tuviera nada.
Min me ayudó a mover al chico. Me senté y me apoye en el arbol detras mio, hice que pusiera el cuerpo del joven encima de mis piernas, y con su ayuda me quite la chaqueta y envolví el frío cuerpo del joven contra el mío, haciendo que tuviera un escalofrío, ¿cuanto tiempo habia estado ahi a la intemperie? me pregunté mientras lo tapaba con mi chaqueta y comenzaba a frotar su cuerpo. No quería que tuviera una hipotermia.
Min tomó la linterna del chico y se fue corriendo hacia el coche, estuvo un buen rato hasta que finalmente lo sacó de ahí. Después de sacarlo se acercó a donde estaba y bajó a ayudarme a subir al chico.
Dejé tumbado al joven en la parte de atrás, y fui a buscar unas mantas al capo, pues el chico estaba comenzando a temblar. Lo tapé con las mantas, mientras lo tapaba pude notar que estaba ardiendo de fiebre, por lo que me subí al coche y arranque, saliendo de aquel lugar.

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