Cap 6
Cursiva y Negrita: Hablan en italiano
Solo Cursiva: Pensamientos de (T/N)
(C/O): Color de ojos
Negrita: "La Voz" o dar énfasis en alguna palabra
La luz entraba con mucha suavidad en aquella habitación, una luz fina que era suavemente retenida por una cortina. La habitación de un tamaño mediano dejaba a la vista suelos pulcramente limpios, incluyendo diversos objetos decorativos bien distribuidos por la habitación para dar un ambiente más ameno.
(T/N) permanecía dormida en aquella gran cama sin que nadie interrumpiera su agradable sueño. Muchas cosas habían ocurrido el día anterior, sucesos que podían llegar a ser bastante pesados como para agotar a una persona, más aún a la pobre chica que hace apenas un día estaba huyendo de un hombre que nunca en su vida había visto y que por enredos del destino utilizaba aquella extraña llama, la misma que ella utilizó en aquella habitación a la que nunca en su vida iba a regresar.
Un suave toque a la puerta resonó en la habitación, haciendo que la joven se despertara algo molesta.
—Señorita el desayuno ha sido servido por favor levántese.
—Voy en un momento—Se limpió los ojos dando un pequeño bostezo para poder sentarse bien.
El día anterior el tal Primo le había ofrecido una compensación por el maltrato que había recibido por parte de su tonto guardián, dicha compensación incluía una habitación donde pasar la noche, comida y ropa limpia, aunque tenía entendido que aún faltaban algunas cosas, ya que según el rubio un lugar donde quedarse no era suficiente, pero claro...ese hombre nunca entendería que para ella el solo hecho de recibir esos cuidados eran más de lo que podía pedir. Dando un largo suspiro se sentó mejor en la cama para luego admirar el vestido que amablemente Elena le prestó para que pudiera dormir cómoda, no era el vestido más hermoso del mundo pero si podía afirmar que era muy cómodo, el color de la tela resaltaba su pálida piel, además de que el tipo de tela era abrigadora y no dejaba a la vista nada de más, era una prenda de la cual podía llegar a acostumbrarse, y esperaba que Elena pudiera explicarle más cosas, ya que fue gracias a ella que supo el nombre de esa extraña prenda conocida como vestido.
Fue hacia el baño, que como toda la habitación era enorme y se dio un agradable baño con agua tibia que le habían preparado, antes no disfrutaba los baños por el simple hecho de estar en aquella pequeña habitación, pero ahora era tan agradable, aunque al principio fue complicado porque querían bañarla, y no entendía el porqué.
Salió de la tina, y luego de vestirse con sus típicas ropas que gracias al cielo Elena le había lavado, abrió la puerta para dirigirse al comedor.
Pasillo tras pasillo luchaba por no perderse, era un lugar enorme, pero de vistas hermosas, las ventanas levemente abiertas dejaban que el aire entrara y moviera suavemente cortinas que al tacto eran muy finas, dándole un ambiente elegante a aquel largo pasillo que no parecía tener final.
—Es un lugar muy bonito—había tantos colores que ella no conocía, el deseo de querer aprender era tan fuerte en ella que tenía ganas de brincar de felicidad, todo por el simple hecho de que ahora tenía la oportunidad de aprender sin el miedo de que la lastimaran, ahora ella era libre y podía hacer lo que quisiera.
Caminó por esos largos pasillos, sinceramente pensó que se perdería, pero justo antes de girar por una esquina vio una melena rubia ya conocida.
—¡Elena! —corrió con energía hacia ella, era la única con quien podía mantener una conversación normal.
—Ciao (T/N) ¿Dormiste bien? —Me sonrió suave y deslumbrante.
—eehh...
—Oh perdón pequeña, se me había olvidado que no hablas el italiano
—No te preocupes —Le restó importancia, la compañía de Elena resultaba muy agradable, además de que era la única chica entre tantos hombres.
—Y dime (T/N) ¿Qué tal tu noche? ¿Dormiste bien? ¿tuviste algún problema? — la asaltó de preguntas a lo que ella solo pude sonreír, Elena parecía una madre preocupada.
¿Así actúa una madre?
Ella no podía afirmar o negar esta pregunta, ni siquiera sabía cómo era su madre, tampoco sabía si alguna vez la quiso o la amó, los hombres que constantemente le llevaban comida a aquella triste habitación le decían que su madre nunca la quiso, pero ella prefirió hacer lo mejor, quedarse callada, si mostraba indiferencia entonces verían que ese tema no la lastimaba y la dejarían en paz, cosa que funciono exitosamente.
—¡¡¡(T/N)!!!!
—E eh? ¿Qué pasa Elena?
—Eso debería decirlo yo, te quedaste mirando un punto muerto, ¿aún te sientes mal? Sabes que si tienes inconvenientes puedo hablar con Giotto para que te deje descansar.
—Enserio no es nada Elena, son solo problemas insignificantes— Volvió a restarle importancia, no quería molestar a Elena con sus tontos problemas, podía arreglárselas sola como llevaba haciendo hasta ahora.
Si creyó que el sujeto que me secuestro estaba loco, entonces ahora podía afirmar que ¡¡Todas las personas en esta casa estaban locas de remate!! ¡¡Podía hasta asegurar que Elena y yo éramos las únicas cuerdas!!
La cosa era así, nada más entrar al que era el comedor se podía escuchar miles de gritos, por un momento se asustó, pero Elena le dijo que eso era cosa de todos los días y sin molestarle su cara de pánico entraron... ¡¡Solo para encontrarse un enorme caos!!
—¡¡Deja de sonreír imbécil de la flauta!! —G al que consideraba el más serio de los guardianes estaba gritándole a Asari como si no hubiera un mañana, solo porque el mencionado solo sonreía mientras los demás gritaban.
—ma ma, relajate G, molestarte así hará que te salgan arrugas.
—¡¡Arrugas tendrá tu abuela!! — Envuelto en ira el pelirrojo le había gritado al pelinegro.
—Bueno, es mi abuela es normal que tenga arrugas —Era curioso el cómo podía aún mantener esa sonrisa relajada.
—¡Cállate! ¡¡Y deja de reírte maldición!!
—Nufufufu ¿Que pasa G? ¿Te afecta tanto que no puedas callar a Asari? Nufufufu eres tan infantil.
—No deberías meterte en los problemas ajenos, Deamond, el señor no lo aprueba— Knuckle regañó al contrario, debía decir, prefería que hablara así a que grite.
—Yare yare tengo sueño
Su vista se paseó por toda la alborotada estancia, en ningún lugar estaba Alaude y eso para ella era extraño, podía jurar que era del tipo de persona que nunca falta a algo, de hecho, se veía como el tipo de persona que siempre llegaba temprano.
—Eres bastante obvia (T/N), Alaude-san no se encuentra, raras veces está aquí a menos que sea para alguna misión de Giotto.
—¿porque le hace caso? No parece que le caiga bien.
—Jajaja bueno... Es un tema algo complicado y aún hay cosas que debes de aprender, solo puedo decirte que la nube nos protege a la distancia.
—¿Nube? —Ladeó un poco la cabeza
—Todo a su tiempo (T/N) todo a su tiempo—Le sonrió con cariño
Suspiró resignada ante la falta de información que tenía y sin esperar más, tomó asiento; la comida era tan rica que se sentía en el paraíso, todo se veía delicado y preparado con el mayor cuidado del mundo, tanto... Que hasta dudó en comenzar a comer, gracias al cielo Elena le sonrió, dándole permiso de poder llenar su estómago de todos esos manjares.
Admitía que ese alboroto era confortante, en su encierro siempre había silencio a menos que ella hablara, lo que eran pocas veces, no le veía el sentido a hablar si solo ella se escuchaba. Al finalizar la comida fue arrastrada por Elena, notando justo en el momento en que salían, el cómo Giotto ingresaba al comedor, tan ensimismada estaba que ni cuenta se dio que el rubio no estaba, e igual le sorprendió que nada más entrar el enorme alboroto de la sala finalizó. Por lo visto su cara fue muy obvia porque Elena volvió a reírse.
—No lo parece, pero Giotto tiene el suficiente carácter como para calmarlos a todos, o por lo menos hacerlos callar bajo amenazas.
—¡¡E-Espera Elena!! ¡¡Corres muy rápido!!—Jadeó entre cortada.
—Te falta resistencia (T/N)—¡¡se estaba riendo de ella!!
—¡¡Pero no te rías!! — ¡¡Ella tenía una justificación valida!!—Tu corres muy rápido para llevar... Emm vestido, si eso, vestido.
La rubia río contenta
—Y eso que nunca he realizado algún tipo de actividad física—Ella nunca...
—¿¡Nunca!?
—No—Le dio palmaditas en la cabeza —Puedo ser de Vongola pero yo nací en la aristocracia (T/N)
—Aristo...
—Aristocracia, la alta sociedad en donde todo se mueve por el estatus social y el dinero, la cima de todo y en donde se nos restringe todo, entre ellos el trabajo físico, somos damas y a la vista delos hombres debemos ser elegantes y delicadas, recatadas y obedientes.
—¡¡Eso es una tontería!! ¡¡Las mujeres podemos hacer muchas cosas!!
—Lo sé (T/N) pero así es la sociedad— Su mano subió hasta su cabeza para dar una suave caricia, dedicándole esa sonrisa tan suave y calmada.
"Mi dulce lunita"
Llevó la mano hasta su cabeza por el repentino dolor que le dió.
—¿Segura estas bien (T/N)? —Le dio un poco de tristeza ver su expresión, no quería preocuparla.
—Sí, no te preocupes, ahora... ¿Me puedes explicar la razón por la que me sacaste de esa manera del comedor? — No quería molestarse, pero ya iban varias veces en la que Elena se reía sin decirle nada.
—A pasado un tiempo desde que estuve con una chica y hablaba con ella amenamente, lo he intentado con las mucamas, pero siempre me dicen señorita Elena o señorita y veo de forma lejana el que podamos hablar como amigas, ¿Qué te parece hablar un rato conmigo?
—¿Que dices Elena? Si ya estoy hablando contigo—Sonreí — podemos buscar un lugar para sentarnos— Rio contenta por la sinceridad de la chica.
La rubia guio a (T/N) a un bello jardín adornado con muchas flores de diversos colores, justo en el centro había una pequeña mesita con tres sillas en los costados de un brillante banco. Ambas chicas se sentaron hablando de forma amena.
—¿¡Eh!? El cabeza de melón también es de la Aris... Aristo
—Aristocracia, así es, él es hijo de un duque, lo dejaron unirse a Vongola porque esta pequeña organización ya ha ganado estatus.
—Disculpa que lo pregunte hasta ahora, pero, ¿Que es Vongola?
La rubia sonrió dulce
—Vongola es un grupo de vigilantes que sirve por y para el pueblo, nos encargamos de su seguridad y bienestar.
—Vaya y este grupo ¿lo fundaste tú?
—Jajajaja por supuesto que no (T/N)
—Vamos no te rías, se me hace insólito que alguno de esos locos lo haya fundado.
—Conociste a nuestro líder cuando mi hermano te trajo—Le sonrió sin dejar de reír.
—Primo— Quería pegarse en la cara, era muy obvio que él era el líder.
—Así es, Primo Vongola o Giotto, él es nuestro líder y quien fundó este grupo de vigilantes.
—¿Sabes que lo llevo a fundarla?
—Llegará el día en que te enterarás de todo, pero por ahora te enseñaremos lo básico.
—¿Cómo qué? —La vio confundida.
—Técnicamente todo, por lo visto tienes una severa falta de memoria y por eso no recuerdas nada de lo que una persona normal debería de saber—Pese a que le hablaba suave pudo notar un tono de voz serio en ella.
—Oye, no es que no recuerde, a mí nunca se me enseño nada de eso.
—Respóndeme una cosa (T/N) y con honestidad.
—¿Qué cosa?
—¿Cuándo es tu cumpleaños?
—Pues... No lo se
—¿Recuerdas algo de tu infancia?
—...No
—¿Algún familiar?
Bajó más la cabeza, ¿Quién era ella? No sabía absolutamente nada de su vida.
—No...
—A eso me refiero— Tomó con suavidad sus manos—Solo porque no sepas algo no significa que no se te fue enseñado, seguro lo sabes, simplemente no lo recuerdas y nosotros te ayudaremos a que lo hagas.
—Gracias Elena—Sonreió agradecida.
—No tienes que agradecer, ¿Somos amigas verdad?
—Si—Asintió contenta.
—También te explicaremos lo de las llamas, el cómo funciona todo por aquí, te llevare a comprar hermosos vestidos...
(T/N) se río por todo lo que decía la rubia, guardando silencio para poder saber sin interrupciones todo lo que le faltaba por aprender.
El sonido de riachuelos, la fresca brisa del campo, un cielo azul extenso y una persona a su lado.
—No corras mucho mi linda (T/N) te podrías caer— Una voz tan dulce, tan familiar y a la vez tan lejana, unos cabellos negros cual noche estrellada y unos ojos azulinos la miraban con cariño y dulzura como si solo existiera ella.
—Mira mi linda (T/N) los dientes de león terminaron por florecer, ¿son hermosos verdad? Los dientes de león son interesantes, son amarillos y esperan pacientemente a volverse blancos— la mano pálida se posó en su cabeza...pequeña, como si se hubiera encogido— hay un diente de león haya afuera esperándote mi linda (T/N) y lo sabrás cuando lo veas, lo sabrás cuando lo sientas y entonces verás este mundo con diferentes ojos, solo debes ser paciente.
Intentó hablarle, pero la voz no salía de su boca, no entendía la razón de querer llorar al escuchar a ese chico.
—(T/N) no olvides lo mucho que te quiero, siempre estaré a tu lado, aunque nunca puedas verme—sus manos, cálidas y protectoras tomaron las suyas mucho más pequeñas, dejando un tierno beso en su frente— Todo saldrá bien, tu estrella te protegerá mi linda luna.
Hasta aquí son los capítulos que llevaba publicados con anterioridad de llama de la luna completamente editados, dado a que aún tengo un maratón que publicar de "El último kiryuu" y aún no tengo computador haré lo posible por escribir los capítulos gracias por leer y no se olviden de comentar eso siempre me anima.
Se despide LilinyuXDbay-bay
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