"Newt fue parte del grupo que enviaron primero al laberinto."

Aquella noche, Eli, Minho y Thomas se habían acomodado cerca de una fogata que habían encendido más adentro en el bosque, donde los dos chicos le habían prometido a ella que le contarían sobre su hermano.

No lo habían hecho temprano porque Thomas se puso muy sensible, y Minho, reacio a demostrar algún sentimiento, le prometió a Eli que hablarían de ello más tarde. Y aquí estaban.

"Newt era el segundo al mando en el Área," continuó Minho "antes era un corredor, pero..."

"¿Se hirió?" Preguntó Eli.

"Algo así." Contestó Minho, desviando la mirada.

Eli no pudo evitar notar que Thomas se quedó mirando a su amigo, con ojos culpables, como si ocultara algo.

"Ah, yo me encargaba de los jardines," empezó Eli, cambiando el tema, "era como la líder de esa zona." La chica miró al suelo mientras recordaba sus momentos en el laberinto.

"Yo era el guardián de los corredores." Dijo Minho con cierto orgullo. "Newt y yo éramos compañeros de sección. Uf, parece que eso hubiese sido hace siglos."

Y así, Thomas y Minho le contaron a Eli la historia de su hermano. Cómo es que él había sido muy querido por los demás. Cómo es que él era el pegamento que los había mantenido unidos durante todo este tiempo.

Pero, aunque no querían, llegaron a la parte difícil.

"Newt estaba en la lista de los no inmunes." Thomas dijo con ojos tristes. Minho bajó la mirada.

"Oh."

Eli asintió lentamente, asumiendo aquella nueva información. Ella había pensado durante el día miles de formas en las que su hermano podría haber muerto. Un penitente lo atacó. Un crank lo devoró. Un rayo lo alcanzó en el desierto. Uno de aquellos monstruos de luz acabó con él antes de que pudiera llegar al Berg. Un muro lo aplastó en el escape de CRUEL. Miles de formas, y Elizabeth no se había puesto a pensar en que quizá su hermano poseía aquel virus que te comía el cerebro y te volvía en alguien que no eras. Había imaginado que Newt, al haber muerto, estaba perdiendo la oportunidad de tener una nueva vida aquí. Pero si tenía la Llamarada, entonces Eli se dio cuenta que su hermano nunca había tenido un futuro por delante.

Recorrió dentro de su memoria, donde podía ver a un soldado de CRUEL separándola de su hermano.

"Son las reglas, niña. Infectados en un lado, inmunes del otro."

Eli no podía recordar en que momento había sido eso. Probablemente cuando recién se los habían llevado a los cuarteles de CRUEL. Cuando les estaban haciendo unas pruebas iniciales.

"Y... ¿qué pasó después?" Preguntó en voz baja. "¿Newt recobró sus recuerdos?"

Minho negó.

"No quiso. Nosotros tampoco."

"Ah."

"Luego de eso escapamos de CRUEL. Fuimos a Denver a buscar al Brazo Derecho. Newt se quedó en el Berg, y cuando volvimos se lo habían llevado."

Thomas, que seguía sin hablar, se dedicó a ver a Minho. Se notaba que extrañaba a Newt. Era su mejor amigo, después de todo. Thomas recordó como Minho había estado dispuesto a poner en espera todo el asunto de derrotar a CRUEL por ir a rescatar a Newt del palacio de los cranks. Y él lo había matado.

"Fuimos a buscarlo al Palacio de los Cranks." Siguió Minho.

"¿Qué es eso?" Preguntó Eli.

"Es un lugar donde ponen a los infectados. El caso es que fuimos por él, pero se negó a ir con nosotros. Unos cranks nos atacaron y tuvimos que huir. Esa fue la última vez que lo vimos." Minho se rascó la cara después de hablar, con la excusa de que se le había metido algo al ojo, pero Eli sabía que no era eso.

Thomas se veía cada vez más nervioso, pero si su amigo se dio cuenta de eso, no dijo nada.

Reinó el silencio hasta que Eli habló.

"Lo siento."

"No, no," dijo Minho poniéndose de pie, "yo lo siento. Creo que ambos te debemos una disculpa. Deberíamos haber sacado a Newt de ahí. Tu hermano merecía más de lo que tuvo."

Eli asintió.

"No debe ser fácil contar esa historia."

"No."

Escucharon unos pasos que se acercaban por detrás. Los tres se voltearon.

"¡Eli! Fry me mandó a buscarlos a los tres, dice que la cena ya está lista." Era Alicia.

"Ya vamos." Contestó Thomas.

Cuando llegaron al claro donde vivían ahora, Eli quedó admirada. No había prestado mucha atención a las construcciones que empezaban a hacer los inmunes, pero ya tenían dos pequeñas cabañas hechas, y se podía ver las luces de las antorchas desde donde estaban.

Elizabeth no sabía por qué, pero ese pequeño cambio le daba esperanzas de que quizá, solo quizá, las cosas podrían empezar a mejorar.

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Y... quedó super corto, lo sé :/

Pero al menos subí el capítulo un día antes de lo que debía jeje.

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