La noche termino con una cena a solas por parte de Arthur, el día llego tan rápido como repentino. Lizzy estaba tan agotada que nada más despertar estiró su espalda notando como esta dejaría escuchar el sonido de los huesos tronar, se levantó notando que Stefany seguía aún dormida y camino hasta su maleta sacando su cepillo de dientes para luego ir hasta el baño. Al salir del baño ya tenía su rostro levemente mojado, su cabello es un completo desastre pero no le tomó importancia y salió de la habitación cerrando con cuidado y sintiendo tan rápido como repentino el olor a mantequilla tan embellecedor que amaba.

-Dios, que rico- Camino hasta la sala donde vio a Arthur tirado en el sofá dormido. "¿A qué hora habrá llegado?" pensó.

Camine hasta la cocina y obviamente me tienen que doler los pies, caminar tanto ayer fue agotador, vi a Rachel en la cocina cocinando algo parecido a un desayuno.

-Buen día Rachel, ¿qué haces?.-

-Durmiendo... No ves que estoy cocinando boba, jajajaja, ¿qué tal dormiste?.-

-Vaya, dormí bien, estas camas son increíbles.-

-Lo sé.-

-¿A qué hora llego Arthur?, ¿no le paso nada?.-

-Llegó muy agotado y con demasiada hambre para estar de ánimos, pero extrañamente no estaba tan enojado.-

-Vaya, que extraño...-

-Claro, claro... Mmm- llegue a escuchar a Arthur despertar, para cuando me di la vuelta a ver al sofá él ya estaba de pie, estiró sus brazos a su costado para luego unir sus manos sobre su cabeza y estirar su cuerpo. Juro. Pero juro que escuche hasta los huesos de sus dedos sonar muy fuertes, todo su cuerpo dejó un gran sonido de crujido en el camino para luego exhalar agotado y voltear a ver la cocina, posiblemente pudo oler el desayuno de Rachel.

-Que linda estás aún sin estar arreglada.- Él me guiño un ojo y yo solo voltee a ver a Rachel quien lo estaba mirando algo divertida.

-Eso es para ti, señorita hambrienta.-

No volví a voltear, sentí mis mejillas algo calientes y solo espere con Rachel unos segundos.

-Oye, ¿y qué haremos hoy?, también hablé con Stefany y queremos ir a sacar algo de dinero a una casa de cambió.-

-Vaya, pensé que ustedes ya tenían algo con lo que salir a comprar.- Arthur no parecía ni enojado y mucho menos agotado, -(¿será que no se enoja o qué?, yo ya habría dado una paliza a alguien)-.

-Yo igual, vaya, que complicado. ¿Ya tú tienes tarjeta Arthur?.-

-Obvio, ayer mientras caminaba hasta aquí me quedé en una casa de cambio de moneda y solicité una tarjeta para hoy, aunque fue algo complicado encontrarla.-

-¿Cómo pediste una tarjeta?, ¡¿hablas Alemán?!.-

Sinceramente no tenia palabras, vi que Rachel rio colocando otro panqueque en un plantó el cual ya tenía muchos de estos.

-Claro que hablo Alemán, o al menos un poco. Como editor de ella tengo que estudiar el idioma de cada país al que ella va a ir solo por si algo surge y necesita ayuda de un traductor.- explicó él algo egocéntrico.

-Pero nunca lo e necesitado.- comento ella igual de egocéntrica, ¿serán siempre así?.

-Claro, claro. Como aquel día en el que casi te vuelves empleada de un burdel en Francia.-

-Yo pedí un café.-

-Pediste un empleo rápido, jajaja jajaja, Isaac paso toda esa semana sentimental pensando que te habías aburrido de su relación.-

- Esta bien, si me ayudas. Aveces.-

No pude evitar quedarme callada por unos segundos, se que es malo solo escuchar una conversación de intermedio pero, este chisme estaba muy bueno. Después de aquel raro momento de experiencias pasadas todos fuimos a desayunar, Isaac se despertó después de un rato y Stefany casi veinte minutos luego de él, el día se sentía tan fresco pero yo solo tenía emoción por salir a ver todo lo que haríamos, me sentía como una niña cuando le daban su regalo de navidad.

-¡Dios!, tenía años sin comer panqueques, gracias Rachel, ¡Te amó!.-

Ella es tan exagerada como siempre, pero con esa actitud me daban unas repentinas ancias de pellizcarle las mejillas hasta que le duelan.

-Yo también te amo Rachel.- Comento Isaac algo competitivo, realmente me hacia mucha gracia siempre verlo tan apegado a ella.

-No hay de que, bien. Arthur lleva a las chicas a una casa de cambio y explícales el proceso para que puedan sacar algo de dinero, yo saldré con Isaac a una firma de libros en otra ciudad cercana, Te envío con ellas ya que me imagino que no querrás ir con nosotros.-

Voltee a ver a Arthur quién se levantó de un salto y nos miró más alegre de lo que estaba.

- Si, tienes razón, no quiero. Chicas nos vamos de fiesta, pónganse algo lindo... Pero no tan revelador o las dejo.-

En esto último pude notar que lo dijo con duda y vergüenza, yo no pude evitarlo, tenía que responder. Estoy tan emocionada que de verdad me es imposible pensar en otras cosas.

-Bien, por mi esta perfecto.-

Él camino hasta el cuarto de Isaac y Rachel y entró sin cuidado o vergüenza, ¿qué iría a hacer?.

-Vayan a ducharse, salimos en cuarenta minutos.-

¿Cuarenta minutos?, ¡Somos dos chicas!, eso es muy poco tiempo. Salí corriendo hasta nuestro cuarto y entre sin cuidado, Stefany seguiría comiendo por lo que me adelantaría lo más posible. Él no parecía estar bromeando y no lo quiero confirmar.

El tiempo pasó muy rápido y ya para cuando lo pude notar Stefany se había duchado y cambiado, ¡¿cómo lo hizo tan rápido?!, ella suele tardar demasiado maquillandose y eligiendo su ropa pero esta vez, solo llevaba ropa muy casual, su maquillaje no era nada exagerado, casi parecía no estar llevando este. Arthur nos llamó a la sala donde él ya estaba esperando preparado.

-Identificación y pasaportes en mano, no quiero tener que volver a buscarlo todo.-

-Ya tengo todo guardado, sabemos como se hace esto.- Yo habia preparado nuestros papeles en un bolso, así que no se nos quedarían por nada.

-Recuerda que no somos niñas anciano.- Stefany se veía más animada de lo normal, estaba más... Como decirlo. ¿Natural?.

-No soy viejo idiotas.-

-¿Y por qué vistes como uno?.-

No pude evitar reír al igual que Stefany, adoraba hacer esta broma pero él tampoco se quedó callado riendo igual que nosotras.

-Yo Debería de dejarlas al otro lado de la ciudad sin dinero para que se sigan riendo... Venga, vámonos antes de que me pongan más molesto aún.-

Arthur camino con gran rapidez fuera del departamento dejando un grito a sus espaldas despidiéndose de Rachel y Isaac, yo y Stefany tuvimos que salir casi corriendo a sus espaldas alcanzandolo en el ascensor, este idiota nos haría correr mucho hoy. Por muy extraño que parezca él había pedido un taxi, aún no puedo creer que él sepa hablar alemán.

-¿Queda muy lejos?.-

-Caminando como a media hora, en carro talvez menos o más. Depende del tráfico.-

-Creí que veríamos un poco la ciudad hoy.- Realmente yo estaba muy ansiosa por ver todo pero necesitaba dinero primero.

-Cuando tengan dinero pueden ir a donde quieran, yo solo voy a comprar algo de ropa y comida para pasar la semana que estaremos aquí.-

-Yo no puedo caminar mucho, aún me duele demasiado el pecho.- eso no era de extrañar, no había sido algo simple.

-A ver, no es para menos, jajaja, a la noche Rachel nos llevará a un lugar turístico donde ustedes entrarán y verán todo.-

-... ¿Y tú a dónde irás?.- ¿Siempre sera tan distante?.

-¿Yo?. Bueno pues yo tengo trabajo, los esperaré en un bar cercano y probaré una cerveza extranjera mientras trabajo.-

¿Por qué siempre hacia lo mismo?, no se si le gusta ser dramático o solo prefiere estar solo... Pero no me gusta esta parte de su actitud... Esta faceta de él no me es agradable de ninguna manera.

Arthur las llevo a ambas hasta la casa de cambio y aprovecho de retirar su tarjeta, después de estar unos cuarenta minutos en aquel lugar, todos pudieron salir ya habiendo arreglado todo, se habían tenido que tardar sólo porque Arthur tenía que traducir todo los datos de las chicas. Ya estando fuera solo pidieron un taxi y con motivo de ir a un lugar donde comprar ropa, Arthur las llevo a un centro comercial. Ellas tomando en cuenta que no sabían hablar alemán solo se quedaron pegadas a él arrastrandolo hasta tiendas de ropa de chicas, el peor error de Arthur era saber hablar otro idioma.

-¿No tienen hambre?, vamos por algo de comer chicas.-

-Espera que terminemos, no falta mucho.-

Arthur sabía que esto era una cruel mentira normal en las damas, ahora sin más que hacer solo se limitó a revisar la ropa de mujeres que tenía enfrente fijándose que a sus espaldas había un estilo de ropa más revelador el cual tomó en sus manos.

-Oye Elizabeth, ¿creés que podrías probarte este?, se ve lindo.-

Ambas chicas voltearon incrédulas pero su sorpresa llegó al ver que él tenía ropa interior negra en sus manos, él se acercó a Lizzy y con poca vergüenza lo midió a la distancia, solo al estirarla un poco notó que esta misma se transparentaba con gran descaro, Lizzy con toda la vergüenza tomó aquella ropa interior de manera brusca y la lanzó a su sitio mirando a Arthur con gran enojo.

-No te pases, eso es demasiado idiota hasta para ti.-

Stefany no pudo evitar reír pero cada vez que la vergüenza de Lizzy crecía más, unas inertes ganas de golpearlo se presentaban en ella y y un ligero ardor en sus mejillas creban enorme tensión en ella que se empezaba a notar.

-Oooh, mi bebé, vez lo que haces idiota.- Stefany abrazo a Lizzy cual niñita a lo que está se calmo demasiado rápido evitando explotar, extrañamente ella no lo demostraba, pero tenían un enorme temperamento, no es que fuera la vergüenza, sino la tensión se saber que muchos la veían y se reían de ella, una gran presión y preocupación nacían en ella al estar frente a ese momento dándole la inevitable sensación de llorar involuntariamente.

-A ver, me secuestraron en una tienda de ropa, además si se le veria muy lindo a ella, ¿no creés?.-

-Aún si se le ve lindo tú no lo sabrás, no verás más allá de su ropa normal.-

-Mejor vamos a comer... Ya no quiero estar aquí.-

Solo un pensamiento recorrió la mente de Arthur con gran desquicio y poco entendimiento de ellas.

-(¡¿Acaso son bipolares?!) Bien, bien, como ustedes quieran... Te compraré un helado como disculpa. ¿Feliz?.-

Menciono esto último dándole un ligero toque a la frente de ella con su dedo anular.

-Solo si es de chocolate estaré mejor.-

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Gracias por leer.