4. Tres Razones.

Todo estaba en silencio, la tensión se sentía en el ambiente y la calma de ambos era más que escasa, ella estaba sentada en un sofá muy tensa mientras Arthur estaba con "Diálogo" en sus piernas y una taza de café en mano.

-¿Con qué te compró Isaac?, ¿qué te ofreció?.-

-Nada, pero mira el lado bueno, ¡nos vamos de viaje!.-

-Nada de "nis vimis di viiji", siempre que viajo con Isaac terminó pagando la mitad de todo, o tal vez ¡más!, y alguna locura siempre hace para que el viaje salga más caro. La última vez salto desde un tercer piso con su novia hacia una piscina. ¡TERCER PISO!.-

-Jajaja ja, suena divertido. ¿Su novia es tan loca como él?.-

Lizzy intentaba alejar un poco el tema para que Arthur pudiera convencerse un poco más de ir, las mujeres tiene estrategias para convencer muy sutiles.

- No, ni un poco, Rachel es un amor de persona, Isaac la cargo como a una princesa y salto desde el tercer piso con ella, luego Rachel le dio una paliza y pagamos una multa. Aún me pregunto como se consiguió una chica tan linda como Rachel.-

-Claro.- Un tic impropio de ella le dio en el pecho y luego notó que nuevamente la mirada de él se clavó fijamente -¿Qué?, ¿Quieres pelea?. -

-¿Por qué quieres ir tú de viaje?, ¿a dónde quiere ir Isaac esta vez?.-

Lizzy lo pensó por unos segundos y movió ligeramente sus manos algo inquieta hasta que habló lentamente y un poco tímida.

-¿Alemania?...-

Arthur la miró más que extrañado jugando con "Diálogo" en una de sus manos mientras asimilaba todo.

-Bien, dame tres razones. TRES, razones para que yo vaya a Alemania.-

-Va, va. La primera es que te gusta viajar.-

-Cuando solo pago lo mio si me gusta.-

-Calla. Segundo es que yo voy a ir, esto será más divertido si estoy yo.-

-Oh, si que bien, vas a ir, yeeey.- La ironía era más que evidente, Arthur dejó a "Diálogo" en el suelo y se levantó caminando hasta la cocina lavando su taza de café.

-Deja tu sarcasmo en otro lado. Por último, si no vas voy a venir a diario a molestarte.-

-¿Eso sería un castigo o un premio?.-

Lizzy no pudo evitar incomodarse un poco, él habló desde la cocina buscando algo en la nevera.

-A ver, dame motivos para que yo no quiera ir.- esta vez habló lizzy algo decidida.

-Em, no se. Posiblemente no pediste permiso en el trabajo, el único Alemán que sabes hablar es el que te inventaste y eres tan distraída que seguro te pierdes.-

-¿Disculpa?, distraídas tus nalgas, yo se defenderme sola en lugares que no conozco. Aunque no pedí permiso al trabajo.-

-Tranquila, de seguro si Isaac te soborno es porque él arreglará todo para que vayas, es muy controlador ese cabron. ¿Quieres pizza o ramen?.-

Lizzy lo miro por unos segundos, no pretendía quedarse hasta tarde ya que tenia trabajo temprano.

-De hecho ya me tengo que ir...-

-Oh no, nada de eso, si quieres que vaya al menos regálame una cena juntos.-

Un brillo natural creció en la mirada de Lizzy y unos ánimos más que intensos crecieron en ella.

-Entonces, ¡si vas a ir!.-

-Depende de como termine nuestra cena, elije, ¿pizza o ramen?.-

-Pizza.-

-Vaya, gusto americano, que clásica eres. -

Arthur tomó su celular y tras un par de toques pidió una pizza para luego sentarse en un asiento frente a Lizzy.

-Eres un dolor de trasero, dime ahora, ¿con qué te soborno Isaac específicamente?.-

Lizzy guardo silencio por unos segundos mientras pensaba que decirle sin que suene muy simple.

-Bueno. Me ofreció acompañarlos a Alemania y una gran variedad de chocolates de gran categoría para degustar.-

Por más que lo intento, no pudo sonar como que haya costado mucho sobornarla, Arthur solo empezó a reir un poco para luego notar que hablaba en verdad y esta vez burlarse de su compañera aun más sin cuidado.

-jajajajaja, No puede ser que fue tan simple, eres muy fácil.-

-No siempre, animal. Sólo cuando me gusta la oferta y no tengo mucho por perder.-

-Vale, uff, está bien.- Arthur estaba terminando de reír algo agitado aún, escucho la puerta de su piso ser tocada y se acercó a esta tomando un billete que tenía en una mesa junto a la puerta. Al abrir la puerta había un chico con una caja de pizza en mano, después de recibir la pizza pagó por esta y volvió a cerrar la puerta para después dejar la pizza frente a aquella chica - Provecho princesa, voy por la gaseosa.-

Arthur fue a la nevera tomando una gaseosa y un par de vasos volviendo a la mesa donde Lizzy ya estaba por la mitad de su primera rebanada.

-Oye pero que rápido comes, te vas a poner gorda a ese paso. Aunque eso no te importa, ¿verdad?.-

Ella negó con la cabeza y siguió comiendo, Arthur colocó los vasos bajo una pequeña nevera que estaba junto al televisor y estos se llenaron de hielo, sirvió la gaseosa para ambos y se sentó en uno de los sofás dejándole un vaso a ella y empezando a comer.

-Tienes muy buena figura para comer tanto, ¿acaso el chocolate te adelgaza o qué?-

-Yo si cuido de mi figura... A mi manera pero la cuido.-

Ambos rieron ante este último comentario aunque ella estaba algo avergonzada, tenía mucho tiempo sin comer acompañada. Al terminar aquella animada cena en la cual no dejaron de hablar, Lizzy se disponía a irse a casa, la noche ya había llegado y el sol ya se había ocultado, alrededor de las ocho de la noche se hizo sin darse cuenta. Arthur ante el anuncio de la partida de ella la detuvo.

-Vamos, te llevo.-

Lizzy no quería ser acompañada, siempre había tomado esto como una estupidez ya que de igual manera él tendría que volver caminando pero Arthur rio ante esto.

-¿De verdad crees que te voy acompañar caminando?, tas pendeja linda, yo voy en mi carro.-

Arthur tocó un botón que estaba en un tablero de la cocina y tras tomar a "Diálogo" salió con Lizzy de la habitación, bajaron por el ascensor, él llevaba a "Diálogo" cual bastón, al llegar a la recepción dejó la llave de su habitación con la chica de la recepción y luego salió del departamento con Lizzy viendo su auto.

-Esta es mi belleza, mi querido bebé.-

Lizzy no pudo evitar reírse ante lo que estaba viendo, ya que él le estaba dando porras a un auto tan... ¿Simple?.

-Eso es una familiar (minivan) , pensé que tendrías algo mejor.-

-¿Qué?, ¿cómo que algo mejor?, tiene mucho asientos, huele rico y tiene mucho espacio, literalmente es lo mejor que hay.-

Lizzy siguió riendo sin cuidado, él se subió a su carro con completo cuidado, colocó a "Diálogo" en un sujetador que tenía a un costado del techo del auto y bajo la ventanilla del lado de atrás.

-Súbete atrás.-

-¿Qué?, ¿por qué?.-

-Alguien que no aprecia a "Sofía" no puede montarla de piloto ni copiloto. Vete atrás.-

Nuevamente ella había perdido la discusión, y claramente prefería ir en auto a ir caminando, así que solo se subió sin cuidado alguno y se acosto a lo largo en los asientos cerrando la puerta con los pies.

-Que ingrata eres con mi reina.-

-No te escucho, estoy en los asientos de atrás.-

-Nos voy a chocar si no te sientas bien.-

-Te faltan huevos. -

- ¡Pues valimos mierda!- Arthur aceleró el carro y giro de un lado a otro gritando sin cuidado a lo cual Lizzy también grito y se sentó bien sujetado el asiento de enfrente - así esta mejor- comento esto último tomando el control del carro con una sonrisa y colocando música de la radio - Por cierto... ¿Dónde vives?. -

Lizzy estaba empezando su tan agradable día y para su sorpresa, estaba llegando tarde al trabajo, salió de su departamento sin cuidado alguno por su alrededor, tenía esperanzas de poder llegar a tiempo a su trabajo pero hasta ella misma notó que eso sería imposible. Ella bajo del taxi pagando y entrando al hospital aún sin tener cuidado alguno, por alguna razón no estaba Stefany en la recepción y su jefe estaba atendiendo el puesto de su amiga muy enojado.

-Elizabeth, ¡¿dónde está Stefany?!.-

Lizzy lo miro extrañada, su amiga siempre debía llegar antes que ella, era su horario pero aún no estaba.

-¿Acaso se fueron de fiesta?, hoy ambas llegan muy tarde. ¡Que descaro!.-

-Disculpé, em. Estuve ocupada ayer hasta tarde, pero yo no estuve con Stefany.-

-¿Cómo que no?, ¡¿entonces dónde demonios esta esa chica?!. Ve a cambiarte, tomaras su lugar mientras ella llega y luego hablaré con ambas.-

Lizzy camino hasta los vestidores pero pudo ver antes de entrar que Isaac había llegado al hospital, ya habiendo entrado a los vestidores sólo decidió cambiarse a toda velocidad para intentar tomar el puesto de su compañera rápido y que el jefe de ambas no se enoje más, fueron varios minutos que duro en el vestidor hasta que salió ya cambiada con la ropa del trabajo viendo a Isaac charlando con su jefe animadamente.

- Niña Lizzy, vaya, justo la pequeña que necesitaba ver.-

Lizzy suprimió sus impulsos por decirle alguna palabra fuerte a Isaac ya que su jefe estaba aún lado, así que con su voz más simple saludo al mayor.

-Hola Isaac, ¿qué necesitas?.-

Lizzy notó rápidamente que el jefe de ella la miró algo descolocado, Isaac tomó un poco de aire y espero unos segundos.

-Nada del otro mundo, vine a preguntarle a tu jefe si puede permitirme una semana libre para esta empleada.-

Joseph lo pensó por unos segundos rápidamente, parecía más que impactado por ver lo cercanos que eran Isaac y Lizzy, tomando en cuenta la posición de él.

-S~señor Isaac, usted no puede tomar a los empleados como si nada, tendría que buscar suplentes temporalmente y eso es complicado.-

-Oh vaya, que mal.- Isaac miro a su alrededor para luego tomar unos documentos que tenía en su bolso de mano y ponerlos en la mesa -Pero mire nada más, una lista de personas buscando empleo, que oportuno, ¿no cree?.-

Lizzy estaba parada en mitad de ambos cual niño viendo la pelea de sus padres los cuales parecían discutir en otro idioma.

-Aún teniendo a los remplazos, el hospital no pagará días no laborales.

-No se preocupe, todo eso está cubierto con...- Isaac sacó un sobre algo grueso pero no mucho y lo dejo sobre los documentos -Esto. Nueve días y sin miedo al éxito, ¿todo bien?.

Él jefe de la chica lo pensó por unos segundos, sabía que solo el hecho de negociar con aquel sujeto ya era peligroso para su propio trabajo, debía aceptar o tendría problemas.

- Esta bien señor Isaac, todo está cubierto. Gracias por su amena visita de hoy y disculpe las molestias.-

Isaac no pudo evitar reír un poco y le guiño el ojo a Lizzy la cual estaba sonriendo.

-Ya convencíste a Arthur, eso me lo dijo él cuando me llamó. Bien hecho niña, eres muy controladora.-

-Y tú conque derecho lo dices, jajaja. Gracias.-

-Oye, por cierto, vaya mala suerte la de tu amiga, según me contó Arthur le dieron una paliza tan grande que solo a estado dormida.-

Esta vez la sonrisa se borro de los labios de Lizzy, un cosquilleo intenso agredió su estómago conforme pasó el tiempo y las palabras de él tomaban forma, nervios indescriptibles llegaron a ella y unas leves lágrimas se formaron en sus ojos.

-¿D~Disculpa?.-

*11 Horas Antes*

La noche estaba más que viva, la música alocada y luces de todo tipo se repartían por el lugar, las personas bailaban sin control y el alcohol junto a una que otra sustancia se repartieron en la pista ardiendo aún más la joven noche la cual parecía que no acabaría muy pronto. Todos estaban bailando con euforia, algunos sin conciencia en mitad de la pista y otros sólo pasando la noche cual día natural. En una de las mesas estaba una chica la cual se mantenía oculta con la poca luz que llegaba, estaba junto a un chico muy apegado a ella.

-¿Por qué no quieres ir a bailar?, ¿qué te sucede hoy?.-

-Estoy cansada, mi trabajo toma mucho tiempo y. Es complicado.-

Ella se notaba con sueño, sua animos eran mínimos y sus ansias de estar en aquel lugar eran mucho menores.

-Si no querías venir bien podías decírmelo y pude haber venido solo.-

-No seas tan imbécil, podemos pasarla bien aún estando aquí.-

-Si como digas, quieres un poco.- El chico sacó dos pastillas de color azul ofreciéndole una a aquella chica que estaba tomando de su vaso de cerveza.

-Esta noche no. Voy un momento al baño, ya vuelvo.-

-Bien, como quieras.- él se trago las dos pastillas y se tomó todo el vaso de cerveza, Stefany fue al baño por unos segundos, estaba algo agotada pero no quería dejar de salir a fiestas, aun así no podía evitar estar cansada, su cuerpo estaba en su límite. Cuando salió del baño volvió a la mesa pero su pareja no estaba, aquel chico con el que ella estaba ya se encontraba bailando en la pista, Stefany tomó un poco de calma y se sentó en su asiento, aún estaba muy agotada.

-Tal vez. Debería irme.-

Ella miró su celular por unos segundos notando que eran las 10:30 de la noche, aun temprano para una noche de fiesta y aun así parecía que la noche ya estaba en su climax. Cuando alzó la mirada nuevamente se encontró con quien estaba siendo su pareja pegado a otra chica, paseando el cuerpo de ella con sus manos, paseando sus labios por la comisura de ella hablando tan pegados como sus cuerpos se lo permitían.

Stefany ante esto desvío levemente la mirada, cerró los ojos y respiro con calma. Segundos después ellos seguían igual, casi al borde de besarse, Stefany solo fue a la barra y pidió una botella del producto más caro haciendo que lo anoten a nombre de su pareja, con la botella en mano lleno su vaso de el mismo licor y luego se lo lanzó a aquellos dos que descaradamente bailaban frente a ella   saliendo rápidamente asqueada y cansada de aquel lugar. Aquella noche se fue de las manos de ella... Aunque en ningún momento las noches podían ser controladas por unas manos tan pequeñas, solo podían avivar un resultado peor.

-Malditas fiestas... Malditas drogas y ese... ¡imbécil!.-

Ella dio una gran pisada casi cual berrinche, estaba enojada y con un gran coraje circulando por su cuerpo, ya estaba perdida por la ciudad entre las calles vacías de personas. Estaba tan sumida en sus pensamientos que para cuando sintió el primer impacto ya estaba en el suelo, un golpe fuerte y sin cuidado le llegó de sorpresa seguido de otro el cual le llegó ya estando ella en el suelo aún sin procesar el primero, un tercer golpe fue aun más fuerte pero esta vez le dio en el abdomen.

Stefany pudo verlo, quien era su pareja, quien fue su pareja, aquel chico que hace unos minutos estaba besando a otra frente a ella.

-Eres una mardita puta, ¡tienes idea de cuanto cuesta una de esas botellas!.- Las palabras de aquel sujeto salían tan torpes como ningún otra, no podía hablar claramente. Aquel sujeto tomó el cabello de ella y sin cuidado alguno la llevó a un callejón tirando cada vez más brusco del cabello de ella, ella gritaba casi como si no tuviera aire, aquel golpe la dejó tan adolorida que no podía dejar de sujetar su estómago, no podía dejar de respirar con euforia, sus gritos eran ahogados y poco perceptivos.

-Deja~me.-

-Me vas. a pagar primero.- él tomó el bolso de ella y reviso en este sin cuidado. Al notar que ella no llevaba nada de dinero. Al notar esto él se lanzó aún con más coraje sobre ella dándole dos golpes en la cara sin cuidado de medir su fuerza -Te voy a matar, ¡maldita!- él la sujeto del cuello apretandola cada vez más fuerte, firme y más fuerte, mientras más la veía más fuerza aplicaba, no quería, no podía parar -Y te voy a hacer mía cuantas veces yo quiera, maldita. ¡MALDITA!-

Él cada vez apretaba más fuerte, ella con sus brazos sujetaba las manos de él. No podía emitir palabra alguna, sus ojos desprendían lágrimas sin descanso y su mirada lentamente perdía su brillo, él no pretendía parar, por aquel momento solo tenía ansias de asesinar. Simplemente el extasis de pensar en matarla lo hacía necesitar apretar más fuerte, ella dejó de agitar sus manos haciéndolo cada vez más lento, cada vez menos, sus pies los cuales intentaban buscar una salida ya no se movían descontrolados, su mirada perdía su brillo llevándola a ver todo de color casi negro. Golpes contra el metal se escuchaban desde la misma entrada del callejón donde el sujeto arrastró a Stefany. Aquel chico en un arranque de cordura dejó de ahorcarla viendo como ella buscaba respirar descontrolada.

El chico volteo hasta la entrada del callejón viendo quien era el culpable de los golpes metálicos notando a un chico con lo que parecía ser una barra de hierro o algo parecido dando cada vez pasos más cerca de la pareja, el objeto giraba en su mano y extrañamente su risa y dientes se veian claramente en la oscuridad del callejon.

-Ella me estafó, es una puta.-

-Tranquilo, yo no te juzgo, a mí no me importa pero tú y yo vamos a... "Dialogar".-

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Gracias por leer.

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