11. El Final Del Viaje.

Los días pasaron cuales pensamientos sin coherencia, visitaron diversos lugares algo simples, historicos y otros encantadores, Alemania sin duda es un país lleno de historia y modernismo, faltaba un día para que todos fueran de vuelta a su país, pero claro, Isaac no aceptaría a irse sin antes querer hacer una visita más. Posiblemente estuviera planeando una de sus naturales locuras, todos estaban en la sala donde Arthur permanecía sentado en el suelo editando en su computadora y los demás estaban hablando muy animados sobre lo que querían hacer.

-Yo sinceramente soy partidaria de no hacer nada, estoy muy agotada.- Obviamente Rachel tenía su vaga preferencia por descansar.

-Eres una vaga, yo e tenido que trabajar más que tú y no me estoy quejando.-

-Vuelve a llamarme así Arthur y te despido.-

-Venga!, despideme, veamos si consigues un editor tan fiel y guapo.-

-Tiene un buen punto cariño, mejor déjalo.- Isaac sin dudas sabía su gran conveniencia de tener a Arthur.

-Solo dices eso porque no quieres editar mis libros tú Isaac.-

-Yo estoy de vacaciones, mi trabajo es ser ama de casa para que mi reina esté cómoda, yo ya edite mucho en su momento.-

Elizabeth y Stefany estaban sentadas en un sofá comiendo juntas de un helado napolitano ya llevandolo casi a la mitad.

-Isaac, ¿por qué no decidiste ser escritor?.-

Todos guardaron silencio en ese momento, no por duda extraña de todos, sólo por intriga a la respuesta de este. Rachel ya sabía su respuesta pero quería ver si tenía algo más para decir.

-Lo llegué a pensar, pero no tengo esa motivación. Lo esencial de las palabras son el significado que les damos nosotros, cualquiera puede decirte un alago o una ofensa, como lo tomas o como te sientes al respecto es lo que debe importarnos, claro apartando el hecho de comunicarnos, las palabras con significados apegados a sentimientos son las que debemos tener en cuenta para no confundir un sentimiento de un alago. Yo soy fiel a mis palabras pero desde que tengo pareja mis alagos no serán plasmados en papel, serán dedicados a ella en persona.-

Las mejillas de las amigas quedaron levemente sonrojada, que él lo dijera de esa manera fue algo vergonzoso y más para Rachel quien tuvo que mirar a otro lado ocultando su avergonzado rostro. Él de verdad era tan sincero como un robot, por otro lado Arthur rio un poco a sus adentros y miró a Isaac algo sonriente.

-Esas fueron las mismas palabras que usaste en aquella clase donde revisarias por primera vez uno de mis libros.-

-Jaja, si, fue un día antes de conocer a Rachel, y la conocí gracias a ese libro ya que tuve que ir a una biblioteca, vaya nostalgia, ella quedó enamorada de mi belleza natural al instante, me sentía acosado.-

Las risas de los ya presentes fue inevitable, el egocentrismo de Isaac no conocía límites cuando de apreciarse a sí mismo se trataba, Rachel le dio un firme golpe en el abdomen y este supo que la vergüenza de ella era cada vez mayor.

-Bien, ¿y hoy quieren ir a un restaurante?. Es nuestro último día en Alemania y ya estoy más que hambriento, además, mi reina debe descansar al menos un día de su amor a la cocina.-

-Yo no tengo problemas, ya termine mi trabajo.- Comento Arthur cerrando su portátil y acostandose en el suelo.

-Claro que voy, espero sea algo lindo y no tan elegante, los lugares elegantes siempre tienen unos platillos de muy poca cantidad que no llenan a nadie.- Elizabeth realmente odiaba los lugares elegantes, ya que en estos no tenían lo que ella podía degustar como una buena comida.

-Concuerdo, sería gastar dinero a lo tonto y somos muchos.- Reafirmó Rachel quien compartía aquel detalle con Elizabeth.

Isaac tomó su celular y en secreto envio un mensaje a uno de sus contactos el cual decía en Alemán (Cancela la reserva, arregla un sitio más simple). Rachel por otro lado cayó en cuenta de algo y miro a Arthur.

-¿Terminaste tú trabajo?, te envié cinco capitulos para editar con un promedio de cuatro mil palabras, ¿cómo lo terminaste tan rápido?.-

-Leo más rápido que tú, además, ya no tienes tantos errores. No me sorprenderia si en unos meses ya no necesitas editor.-

-Muy cierto, tendrías que trabajar para mí entonces, jajajaja. Vayan a cambiarse, ya estamos por salir.- Afirmó Isaac quien parecía algo convencido.

-Ustedes son un desastre juntos.-

-Separados lo somos más princesa.-

Lizzy le dio un sape a Arthur antes de irse caminando a su cuarto, ella no parecía nada cómoda con las palabras de él, aquella tarde pasó sin anestesia, Rachel aviso a todos que no haría almuerzo para que la cena la pudieran disfrutar aún más. Llegando ya a la anciada noche todos se vistieron un poco más formales de lo normal, a excepción de Isaac quien estaba vestido con su natural ropa de salir, zapatos negros, camisa complementamente blanca y unos pantalones negros, al igual que Arthur no traía joyas ni tatuajes lo cual por primera vez en los pensamientos de Lizzy tomó en cuenta, la única joya en Isaac era su anillo de casado el cual orgulloso siempre tenía y mostraba con gran egocentrismo.

-Ya vámonos o el estómago de estas señoritas sonará aún más.-

Ni Elizabeth ni Stefany lo habían notado, pero sus estómagos sonaban cada par de minutos un poco leves y al estar junto a Arthur este lo notaba con gran impresión de lo extraño que le parecía esto.

-Vale, mientras bajamos ya estará el taxi, vamos a ir bajando por mientras.-

Rachel y Isaac iban en frente caminando cual pareja tomados de la mano, el pasillo de aquel departamento estaba casi completamente solo pero una chica de cabello rubio estaba parada en la puerta de su habitación la cual quedaba a unos pasos al lado del ascensor, Arthur estaba hablando con Elizabeth y eran los últimos de su grupo pero fue detenido por la voz de aquella chica rubia, una pregunta algo atrevida fue formulada por aquella chica y está misma pregunta no fue entendida por Elizabeth quien no sabía hablar Alemán, pero Arthur respondió rápido siguiendo su camino.

-¿Qué fue lo que te preguntó esa chica?- Ella lo habia notado muy bien, aquella rubia tenia unas curvas demasiado firmes y esbelta.

-Me pregunto si queria jugar un rato, y tambien dijo que tenia mucho para complacer. Jajaja, creo que era una fanatica celosa, eso o una puta muy egocéntrica.-

La risa de Elizabeth no se quedo pausada, a un par de metros de entrar al ascensor ella le hizo otra pregunta a Arthur.

-¿Y tú qué le dijiste?.-

Arthur miro un poco a su costado evitando mirarla a la cara y respirando con calma.

-Le dije que no juego con plástico, prefiero lo natural.-

La risa de Elizabeth crecio un poco más al escuchar esto, ¿cómo podia él ser tan poco cuidadoso?, algo no era normal en él. Ambos subieron al ascensor y bajaron junto a su grupo, al llegar al restaurante todos solo miraron algo irónicos a donde Isaac los habia llevado, era un restaurante de comida Italiana aunque parecia más un "Todo lo que puedas comer", platillos grandes, pocas personas y un frio igual de tedioso que todas las noches.

-Isaac, cuando te dijimos un lugar no muy elegante tambien nos referiamos a uno no lamentable.- Comentó Arthur algo sonriente por el lugar donde estaban.

-Estoy de acuerdo con él, aunque tampoco se ve mal la comida.- Simple y llanamente Elizabeth estaba más centrada en la comida que la estética de aquel lugar.

- Cariño, Isaac, por el amor de dios, te lo tomas todo muy literalmente.-

-Ustedes tenían hambre y aqui hay mucha comida, dejen de quejarse.-

Solo por aquel detalle tan importante ellos dejaron de quejarse y solo se ubicaron en una mesa pidiendo varias ordenes de platillos diferentes.

-Por cierto, ¿ustedes dos de dónde se conocen?.- Comento Arthur ya cambiando el tema.

Aquella pregunta fue para las amigas quienes lo miraron algo sonrientes, parecian estar hablando de varias cosas en voz baja.

-Nos conocemos desde adolescentes. Elizabeth estudio medicina, yo solo conseguí un trabajo aceptable cerca del de ella y para mí gran suerte somos compañeras de trabajo, no tuve tantas oportunidades de estudios universitarios asi que improvise un poco.-

-Y vaya suerte, ganas más dinero que yo y no tienes titulo.-

-Se resolver muchas cosas muy rápido, no soy tonta pequeña Elizabeth.-

Elizabeth le dio un pequeño golpe en el abdomen a su amiga para que no le dijera pequeña, los otros tres presentes solo podian reirse de ellas, grande era el Dilema de como se habian conocido.

-Vaya, y pensar que ya para mañana volveran su rutina de siempre, es una lastima.-

-Claro, como si tú fueras a hacer algo mejor Arth.-

-¿Disculpa?, yo señorita Rachel voy a ir de viaje a Latinoamerica por unos dias.-

Las miradas de todos los ya presentes en esa mesa se posaron sobre Arthur quien los habia dejado anonadados con su respuesta, pero la mirada de Isaac fue la más indagante de todas.

-¿Vas a visitar a tú familia?.- Preguntó Isaac quien no se sentía nada convencido por aquello.

-Voy a "Dialogar" con mi hermano, tenemos cosas que discutir. Tranquilos, sera en una semana, asi que no me ire tan rápido apenas llegar. Me tendras molestandote unos dias más princesa.-

Esto último fue casi un mensaje para Elizabeth quien miro a su amiga avergonzada. La cena llego en un par de segundos luego de aquella charla, la comida sin dudas era italiana ya que un Pasticho y un gran tazón de Ñoquis adornaban la mesa dejando un olor fascinante, el queso parmesano dejaba un toque especial a cada una de sus comidas y junto a aquella salsa en la cual resaltaba el olor a oregano solo volvia agua el sabor en la boca, una gaseosa llegó a la mesa tras unos segundos y todos solo se limitaron a comer, el silencio se hizo presente cuando empezaron a comer, parece que cada bocado solo era degustado y las simples ganas de hablar eran olvidadas por todos, tenian más que motivos para no querer hablar y solo comer. Después de todo, no habian comido en todo el día aparte del desayuno.

Al terminar de cenar solo un fantástico sentimiento de satisfacción llenaba a todos los presentes, el solo pensar que un restaurante local sirviera comida de ese estilo y de esa manera ya les parecia fantástico. Al salir del restaurante el caminar era complicado, aquella comida era bastante pesada pero inevitablemente deliciosa. Una charla se estaba dando entre Stefany, Isaac y Rachel mientras Arthur y Elizabeth se mantenian unos pasos más atras tomando su caminata con calma.

-¿Por qué no pedimos un taxi?, no quiero caminar más.- Elizabeth sin duda estaba muy agotada, aunque muchas razones no tenía para esto.

-Deberias disfrutar más de este lugar, es nuestro últimos día aquí. ¿Quieres volver ya al departamento?.-

-¡¿Qué no estamos yendo al departamento ahora?!.-

-Por supuesto que no, solo estamos caminando sin rumbo, tal vez lleguemos a una estación o amanezcamos en la calle hablándo cualquier cantidad de cosas.-

-No puede ser... Yo ya tengo sueño.-

Arthur rio un poco alto llamando la atención de quienes estaban caminando frente a ellos.

-Chicos, Elizabeth quiere volver al departamento, ¿nos acompañan o seguirán para pasar su noche paseando?.-

Ellos se miraron por un segundo casi discutiendo con la mirada.

-¿Nos acompañas o vas con ellos?.-

Aquella pregunta de parte de Rachel fue directamente para Stefany quien espero unos segundos para responder.

-Los acompaño, no quiero volver tan temprano.-

Al escuchar esto Isaac miro a Arthur y le sonrio algo travieso.

-Los vemos allá, llegaremos tarde, No se pierdan.-

-Vale, vale, no me perdere.-

Arthur se dio la vuelta y camino a paso lento siendo seguido por Lizzy, para ella fue algo raro irse sola con un chico y dejar a su amiga atras, pero no podia aguantar las ancias de llegar a su cama y dormir. Las calles estaban solas y el frio de la noche intenso, parecia que no dejaria de hacer frio en ningun momento. Nuevamente ella era cubierta por el suéter de Arthur quien lo dejo en sus hombros cubriendo la.

-No tengo frio...- Una leve mentira salio de ella, su orgullo no la dejaba aceptar la ayuda de él.

-Te estas abrazando a ti misma y estas titiritando, dejate consentir princesa.-

El silencio se hizo una vez más, las mejillas hicieron su propia fuente de calor y una calida presencia en su abdomen solo la dejaba algo inquieta. Sin notarlo pasaron frente a un bar donde un hombre que estaba en la puerta dejo salir un comentario al aire el cual fue respondido por Arthur de la misma manera con un tono de egocentrismo.

-¿Qué dijo?.-

Ella no entendia nada pero ese no era razón para no querer saber lo.

-Pregunto algo como, ¿Tienes frio cariño? .-

Nuevamente el nerviosismo crecio en ella pero ahora era por una duda la cual temia preguntar.

-¿Y. Y qué le respondiste?...-

- Dije algo como. Eso no te importa, Cabron.-

Ella rio un poco alto avergonzada de la extraña defensiva actitud de él, sin dudas aun no entendia el ¿por qué? de su actitud, sintio la mano de él en su cintura y su presencia más cerca de ella como si de un abrazo se tratase dejandola más que inquieta y algo calida.

-¿Qué estas haciendo?.-

Su seria mirada choco con los firmes ojos de él, al encontrarse tan cerca sus caras estaban a un par de manos de distancia.

-Tienes frio, te estoy manteniendo caliente... Y no quiero que alguno de esos sujetós se te acerqué.-

-No deberías tocar sin permiso.-

-Lo se, pero es más lindo si lo hago asi. Por cierto. Estas hermosa...-

Los ojos de ella titubearon y volteo su mirada caminando al frente sin tomarle importancia al calido tacto de él.

-Eres un idiota.-

-Esta bien, lo se... Disculpa princesa- él se aferro un poco más al tacto de ella asegurandose que no se alejé -Pero no me alejare, me tendras que soportar. Por cierto, sigues igual de hermosa.-

Aquella noche parecia seguiria asi, sin publico que los moleste, Arthur podia avergonzar a Elizabeth todo lo que quisiera y no perderia aquella oportunidad de estar solos. Aunque hasta él conocia sus limites con ella quien no dudaria en sacarle un diente de una firme bofetada.

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Gracias por leer.

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