Capítulo 29: Nueva amiguita y un traidor.
Los jóvenes Soldados se encuentran reunidos en el bosque del Claro Este, conversando y admirando el nuevo arco que Lizäri tiene. Ésta se emociona por su nueva arma, por lo que busca con la mirada a su amiga elfa, pero no la ve.
—¿Alguno de ustedes ha visto a Jena?
—Yo la vi caminar hacia allá —responde Clarissa, señalando el lugar.
"Que extraño" piensa Lizäri y decide ir a buscar a su amiga por el mismo trayecto que Won había ido. Al caminar, se percata de que Denathal viene caminando junto a Won y Jena, además de una niña de cabello blanco, muy parecida al vampiro.
—Denathal, dime, ¿es tu hermanita? —pregunta mientras mira a la niña con ternura.
La niña por su parte, la ve un poco rara y decide esconderse detrás de su hermano.
—Sí, ella es Vidia. Vampirina, saluda a Lizäri, es una muy buena amiga.
La niña vampira observa a Lizäri de abajo hacia arriba, hasta terminar en el cabello rojizo y luego en el arco que lleva la joven en las manos.
—Qué lindo es tu cabello y tu arco... ¿eres cazadora? —pregunta Vidia, aun detrás de Denathal.
—Gracias, tu cabello también es muy lindo, tus ojitos... —Por dentro Lizäri siente una ternura a nivel extremo—. Sí, soy cazadora. ¿Te gusta?
—¡Si! —mira a su hermano y este asiente—. ¡Quiero aprender a usarlo! —exclama, mientras sale de detrás de su hermano con menos timidez.
—Entonces, yo te enseño —extiende su mano desocupada hacia Vidia, y ésta, poco a poco se acerca a la joven arquera tomándole la mano sintiéndose a gusto con la joven.
Denathal camina y a su vez observa con detenimiento a la joven, mientras habla con su hermana, sintiendo en su frio corazón una razón más para protegerla y ser su ángel guardián, si eso puede atribuirse. Cada milésima de segundo a su lado se ha vuelto lo más hermoso que ha vivido jamás.
—Me encanta el color de tu cabello, es muy bonito —dice Vidia a Lizäri, haciendo que esta se retuerza de ternura en su mente y dándole un brillo único a sus ojitos.
Lizäri le da una sonrisa y dice:
—Vamos a conocer más amigos, ven —tira suavemente de Vidia y esta se deja guiar por la joven humana.
"Como quisiese haber tenido un hermano", piensa para sí, a su vez que camina hacia donde los demás chicos están.
Al llegar al sitio, la primera en percatarse de la niña vampira es Fauna, seguido de las demás chicas.
—¿Y esta linda niña quién es? —pregunta Fauna acercándose a Vidia.
La vampirina, como le llama su hermano, siente un poco de temor, pues siente un poco tenso el lugar. Ella además de camuflarse, puede detectar sentimientos de rabia y odio.
—No te preocupes, no te haremos nada, ven, ¿quieres miel? —pregunta Vía.
—¡¿Miel?! —pregunta la niña vampirina.
—Sí, es muy sabrosa, pruébala. —Le dice Denathal a su hermana, está asintiendo.
Vidia con su dedito, lo unta y lo lleva a su boca y la prueba.
—¡Oh, es muy dulce, que rico! —exclama y los demás sonríen, convidándola a que se integre a estos.
Edmund asqueado da una excusa para retirarse ya que le molesta que más seres lleguen y cambien todo. Lizäri lo ignora, muy por el contrario de Jena que lo sigue con la mirada más no hace nada por detenerlo.
—¿Cómo es posible que más intrusos entren y se apoderen de todo? —exclama el príncipe.
vPríncipe.
—¿Quién está ahí? —pregunta asustado el joven humano.
-Soy Albany, ¿por qué te sientes tan deprimido y molesto?
—¡Comandante! —exclama—. Pues...
—Príncipe, sé que puede resultar un poco molesto que personas o criaturas diferentes vengan e intenten cambiar las cosas. Ten calma, confía en tu padre, el no hará nada que perjudique nuestra paz.
—Es fastidioso que desde su venida haya perjudicado tanto a Lizäri, es la que más sufre y aun así ella sigue a su lado, hasta he pensado que... —Es interrumpido por la comandante.
—Joven Edmund, ¿piensa que los del oeste puedan estar manipulando a los demás?
Edmund queda en silencio, mirando hacia otra dirección.
—Es improbable, joven.
—¿Cómo puede estar tan segura?
—Lo sé, no te preocupes. No dejes que los celos y el odio te cieguen, eres el futuro de esta aldea. No te dejes envolver por la corrupción, eres un hijo de la luz.
El joven príncipe vira a los ojos de la noble elfa, quitando un poco de su preocupación, pero aun sintiéndose menospreciado y echo a un lado por sus amigos, por Lizäri.
—Lo acompaño al castillo, quiero hablar con tu padre el rey. —Le dice la comandante Albany.
—Claro, vamos y... Gracias por sus palabras —responde Edmund.
Albany asiente y se encaminan en dirección a la aldea.
.
Ya siendo de noche, los jóvenes aprendices se despiden en la entrada de la aldea en la puerta oeste, algunos para ir a las cabañas y otros como Denathal, Won y ahora, Vidia, para el recinto del Rey Peters Bryan.
—Hermano, sería bueno decirle al rey ya. Tengo un mal presentimiento.
—Lo sé, amigo. No encuentro como decírselo, aun no tengo confianza en él.
—¿En quién no confías? —dice una voz ruda de hombre.
—¡Rey! Este... —dice Denathal sin saber que palabras decir.
—Hijo, anteriormente ibas a decir algo sobre el asunto, ¿qué era? —cuestiona el rey.
—Mi señor, para mi es difícil en mi situación y con todo prácticamente en nuestra contra, por nuestra procedencia, raza o quizás porque piensen que usamos esencia negra para manipular... —dice, sintiendo la presencia del hijo del rey.
Edmund hace acto de presencia junto a la noble elfa, Albany y escuchan las palabras del vampiro, sabe que él ha estado pensando en ello y ha tenido mucha desconfianza en ellos.
—Mi rey, si me permite. Es cierto y es justificable que sientan recelo hacia nuestra presencia acá, pero no es por un mal, no es para traer caos, sino más bien tratar de evitarlo —habla el huargen—. Así como ustedes, nosotros también deseamos la paz en todo Archan, pero sabemos que hay criaturas que no, y usted lo sabe mejor que nosotros.
—Si hijo, es cierto. Además, jamás pensaría algo malo de ustedes. Sus padres no los educarían así.
—¡Oh, una reunión informal! —resuena la voz del comandante Tyron.
Esto hace que la pequeña vampirina, se esconda detrás de su hermano a lo que el rey se da cuenta. Ella señala hacia el comandante de los magos, diciendo:
—Ese es el hombre malo... ¡Es él, el aliado de Helthas!
Tyron se queda helado y el rey no comprendiendo el asunto, siente como todo se mueve y encaja algunas cosas.
En el sitio se encuentra en asecho, la comandante de los cazadores, impresionado por la acusación de la niña Vidia al humano Tyron.
—¡¿Tyron, eres el traidor?! —grita eufórico el rey.
—Majestad, es... es una niña, está bromeando seguramente... —dice asustado tratando de buscar una manera de escapar.
—No es ninguna broma, Tyron —dice Won—. Vidia ha dicho lo que nos ha estado sofocando.
—¡¡¡Guardias!!! —Vuelve a gritar el rey Peters.
—Rey... muy pronto nos volveremos a ver las caras, pagarás por todo. Prepárense —dice, desapareciendo del lugar y dejando una neblina de magia negra.
— No descansaremos hasta dar con ese traidor. ¡¡¡Atrápenlo!!!
//Tirone Ibars es un hombre humano de unos cuarenta y cuatro años de edad, mago arcano, estatura de unos ciento setenta y cinco centímetros, cabello corto castaño, barba tipo candado, ojos marrones, piel mestiza. Su vestimenta es una camisa gris, con un chaleco sin manga del mismo tono, pantalones de tela en gris oscuro. Usa una asta como báculo//
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