Capítulo 22: Bosque Brumar

Otro día comienza y los jóvenes Soldados se encuentran reunidos en la plaza central, esperando que los superiores se aboquen y ordenen nuevas tareas. Todos están presentes, incluidos los superiores, Tyron, Albany, Greta y Vargaz.

—Cualquiera piensa que es un buen tipo —murmura el joven huargen.

Denathal lo escucha y mofa un poco.

—Personas como él, no tienen nada en el corazón, si es que tiene uno.

—¡ATENCIÓN, SOLDADOS ARCANOS! —pronuncia a gran voz el Rey Bryan

—¡Si Señor!

—Ya que estamos todos reunidos en esta plaza, les tengo una nueva tarea, que será de nivel tres.

—¿Nivel tres? —murmuran algunos aspirantes.

—Sí, será una tarea de nivel tres, que consiste en adentrarse al bosque del Norte Brumar.

—¡Al Bosque Brumar! —exclama algunos jóvenes de las filas.

—¡CÁLMENSE! —vocifera el Rey—. Como Soldados Arcanos, deben aprender y estar listos para enfrentarse a cualquier reto y problema que pueda ocurrir. Dentro del bosque pueden encontrar miles de cosas, criaturas y animales salvajes, exóticos. ¡PERO! —aclara, a gran voz, el regente de la aldea—. Su tarea principal es entrar a un calabozo que está a unos 1000 kilómetros dentro del mismo bosque, llamado Calabozo Netherita.

Los presentes quedan atónitos por la siguiente tarea a realizar, no saben que es lo que pueden encontrarse allí dentro y sienten temor de todo.

—Majestad... —levanta la mano el joven Tián.

—Diga, joven cazador.

—¿Cuáles son los objetivos? Imagino que hay algo especial dentro de ese calabozo.

—Claro que sí, joven. La copista Kira y el joven aprendiz Newell, les estarán entregando los pergaminos con los jefes de dicho calabozo.

Los jóvenes van rotando los pergaminos a sus respectivos capitanes, esta vez Tián se siente satisfecho por una tarea de tan alto nivel, por lo que no cede el pergamino a nadie. Los compañeros de los demás grupos se unen para observar el contenido de estos, mientras el Rey sigue explicando.

—Este es uno de los calabozos más calmados, en su futuro, conocerán peores. Pero, para iniciar deben aprender cómo trabajar en grupo, usando sus esencias a la misma vez que sus habilidades raciales y el uso de su arma, en el caso de los que la usan.

»El primer jefe, Abejorro punzante, a pesar de su nombre no lo subestimen, tienen una mecánica muy complicada de entender, deben analizar sus movimientos y armar estrategias que sean funcionales. Recuerden, TRABAJEN JUNTOS...

»El segundo jefe, Cuellilargo. Un jefe bastante problemático, irritable y en su momento, puede confundirte.

»El tercer y último jefe, Pezuña del lodo. Para finalizar este jefe, le encanta el agua y en ella se maneja muy bien. Mucha precaución, espero mucho de ustedes. En esta ocasión, Vargaz será el encargado de ustedes, pero solo ustedes podrán entrar y salir victoriosos de este calabozo.

* * * * * * *

Ya terminada la reunión, los jóvenes se encuentran hablando con sus respectivos compañeros, algunos anonadados, otros felices por tal tarea y en el caso de Tián, muy seguro de sí. Lizäri por su parte conversa con sus amigos, quienes siempre se reúnen para hablar y entenderse.

—Vaya misión. ¿Cómo haremos esto? —dice el joven Renfaz.

—Sí que me tomó por sorpresa, no sabía nada de esta tarea —menciona el príncipe.

—Será complicado, pero lo lograremos, hay que seguir indicaciones y las recomendaciones del pergamino —habla el joven vampiro.

—Me da un poco de susto —queja la joven enana Narva.

—No nos quejemos, para eso elegimos ser Soldados, debemos estar preparados para todo —alienta la joven Jena.

Denathal escucha mientras lee con atención el pergamino.

—Primer jefe, Abejorros punzantes... —deja de hablar y lee en su mente para analizar con mayor facilidad—. Mecánicas, pero no dice nada más.

—Seguramente esperan que descubramos eso nosotros mismos —dice el joven huargen que está sentado en un banco, más atrás de los demás.

—¿Cuándo debemos iniciar? —cuestiona Lizäri.

—No dijeron nada —responde Vía.

El joven vampiro cierra el pergamino, guardándolo dentro de su ropaje y levantándose de donde estaba sentado.

—Vargaz es nuestro encargado, ¿no? —pregunta el vampiro

—Sí, creo que nos escoltará... —dice Edmund

—No lo creo. Se me hace que ya deberíamos estar en el calabozo —sugiere Jena, la joven elfa.

—¡Ay no, vámonos! ¡El rey no dijo nada de escoltarnos! —expresa la joven cazadora, tomando su arma y caminando hacia la salida Norte, siendo seguida por los demás compañeros y amigos de otros equipos. Uno de los jóvenes magos se acerca a Lizäri, para saludarla y presentarse.

—Hola Lizäri...

—¿Hola? ¿Eres Nola? —pregunta la joven.

—Sí, un gusto, Nola Lago. ¿Cómo te sientes con esta nueva tarea?

—Ay, un poco asustada, pero me gusta, sé que será una gran experiencia. Solo espero que todo salga bien —sigue caminando hacia el lugar de la tarea, siente una sensación de hormigueo en el estómago, como calambres que van incrementando.

—Cualquier cosa, dime —dice Nola, mientras se agrupa con sus compañeros de equipo.

Lizäri asiente con una pequeña sonrisa, siguiendo su rumbo al calabozo Netherita con sus compañeros y amigos.

Mientras tanto en el castillo del Rey Peters, los superiores y generales van conversando, entre ellos Albany quien está pensativa por la tarea que él Rey ha dispuesto.

—¿No crees que sea muy pronto para un calabozo? —cuestiona Greta.

—La verdad, no sé qué decir... —observa de reojo a los demás superiores, incluyendo a Tyron—. Es una manera de que los chicos sepan a lo que pueden enfrentarse.

—Sí, tienes razón. Son muy capaces de ello.

—En especial ella... —murmura Sonia que va detrás de las superiores.

—¿Quien? —indaga la comandante de los sacerdotes.

—Lizäri —responde Albany

—Ah, la chica cazadora. Fue la que despertó la esencia arcana verde, ¿no?

—Sí... Es extraño. Me recuerda a Flora —dice Sonia con melancolía.

—Claro, ella también lucho por dominar la esencia, le costaba hacerlo, pero luego de que despertó, fue elevándose hasta ser la Gran Sacerdotisa, un ejemplo a seguir —agrega la sacerdotisa Gretta.

Hubo silencio por un gran momento, estas se habían frenado un poco para hablar. Albany, que ha comenzado la investigación, va deduciendo a todos los posibles, sin descartar a nadie.

.

Simultáneamente, los jóvenes soldados se encuentran caminando dentro del Bosque Brumar Norte. Denathal, Jena y Edmund están agrupados leyendo las indicaciones en los pergaminos y la trayectoria para llegar al sitio.

—Deberíamos irnos por este sendero, dice que queda cerca de la costa Brumar —dice Edmund indicando el camino.

—Vamos, tú conoces mejor este lugar. No se separen, nunca sabemos que puede pasar —advierte el joven vampiro.

Algunas de las chicas que están en el grupo comienzan a sentir temor, pues a pesar de todo, siempre han dicho que del Bosque Brumar, casi nadie regresaba con vida, jamás hallaban los cuerpos y todo quedaba a incógnitas.

Lo que no dijo el Rey es que, además del calabozo, enfrentarían otras amenazas. ¿Cuáles posibles amenazas aguardan a nuestros jóvenes Soldados Arcanos?

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