Capítulo 17: Decisión

La joven cazadora y Denathal se encuentran en la botica de la maga Daerys para conocer mejor a lo que deberán enfrentarse. Lizäri se siente con un gran peso encima al saber que este poder puede destruir todo a su paso.

—Mi niña hermosa, tu madre te amaba mucho, al igual que tu padre Lázaro, ellos siempre confiaron en ti. A pesar de que murieron cuando apenas eras una niña de seis años, siempre te amaron y creyeron en que lograrías muchas cosas.

Lizäri siente bonito, el escuchar las palabras de la maga, tiene de nuevo, una mezcla de emociones y sentimientos que la confunden, aun con lágrimas en sus ojos, piensa que será de ella en los próximos días.

—Como... que puedo hacer, a mí, que me cuesta mucho dominar la esencia arcana, crees que podría dominar algo que nadie antes ha manipulado.

—No te mentiré, no conocemos nada acerca de esta esencia, pero, si estoy segura de algo. —Daerys se acerca a Lizäri, por lo que la joven la mira a los ojos en los cuales se refleja un sentimiento de confianza y seguridad.

—Podrás dominarlo, porque a tu alrededor hay gente que cree en ti, solo necesitas algo —hace una pausa breve—. Debes creer en ti misma, alcanzarás muchas metas, lograrás convertirte en lo que desea tu corazón, porque eres Lizäri, eres hija de Flora y de uno de los mejores guerreros de todos los tiempos, Lázaro Ventura. Eres Lizäri.

Lizäri se queda atónita y su mente es despejada al escuchar las palabras que le dice la maga. Denathal que se encuentra presente, está en sus propios pensamientos, pensando en el arduo camino que les espera, en lo que deberán enfrentar, pues, siente que lo que anhelan aquellos enemigos, es el péndulo rojo que lleva la joven cazadora en su cuello.

—Denathal, hijo querido... hermosa Lizäri, no les miento, enfrentarán grandes peligros, pues, hay muchos que desean obtener ese poder —suelta un suspiro, sabiendo todo lo que conlleva, los riesgos que tendrán que soportar y superar—. Ese poder no puede llegar a manos equivocadas, o lo que conocen y todo a su alrededor, estará en grave peligro.

—Maga —pronuncia el joven vampiro—. ¿Cómo podemos evitar que Lizäri vuelva a reaccionar ante mi contacto?

La joven cazadora escucha con atención, puesto que es un peligro que vuelva a perder la compostura, esta vez podría a herir a otra persona, que no pueda regenerarse como el vampiro.

—Para eso deben controlar ese poder que yace dentro, primero, antes que todo. Lizäri deberá aprender a dominar lo que ya conoce, la esencia arcana, le será más "sencillo" por así decirlo —responde la señora—. Querido, para eso estas, tú deberás frenar el descontrol y calmarla.

—Hasta ahora he podido hacerlo, pero la última vez... —recuerda cuando Lizäri cayó inconsciente en el suelo, camino a entrenar y no pudo hacer nada—. No pude ayudarla.

—En ese momento... —pronuncia Lizäri —sentí la presencia de mi madre, ella me dijo...

INICIO FLASHBACK

—Daerys, ella te dirá

FIN FLASHBACK

—Gracias a eso, pude venir ante usted.

—Es un recuerdo que dejó tu madre, no se te olvide pequeña, Flora contuvo ese poder con su vida, su sangre y los sellos de Delmas son las pequeñas vetas azules en él.

—¿Sellos? ¿Así que mi padre me enseñó eso por este motivo? Jamás mencionó nada de este cristal, ni del poder.

—No podía, porque así llegarían más rápido a hacerse con él.

Luego de un rato de plática, los jóvenes deciden ir a donde están sus amigos esperando.

—Pequeña, espero verte pronto, debes tomar una decisión al respecto.

Lizäri no dice nada, aún le cuesta entender por qué su madre le dejo esa responsabilidad.

—Muchas gracias, Maga Daerys, pronto volveremos —dice Denathal

—A ustedes por venir.

Los jóvenes se marchan, era de tarde, pero aún podían entrenar un poco. Lizäri se siente confundida, pensando en todo lo que pasará, cruzan en su mente posibles desenlaces que afectaría no solo su vida, sino también a la aldea entera y el hogar de Denathal y Won.

—Lizäri

La joven cazadora es sacada de sus pensamientos por la llamada del vampiro.

—No te angusties tanto. Vamos, podremos llegar más rápido con mi velocidad.

—Pero... si te toco podría reaccionar otra vez.

—Eso no ocurrirá, si pasa, aquí estoy para retenerte. Ven sube —Denathal se puso de espaldas, delante de ella en posición para que se subiera a él.

La joven lo piensa por un rato, pero al fin se sube. En ese justo momento, el joven vampiro la sujeta bien y menciona.

—Sostente fuerte, ¿estamos?

Lizäri asiente y en cuestión de segundos, Denathal comienza a correr a una velocidad que ni el ojo humano podría seguir. Ella al principio se asusta, pensando en que puede llegar a descontrolarse nuevamente, pero solo fue momentáneo, la adrenalina sentida al básicamente volar, quita todo sentir de su mente y se deja llevar por el momento. Fue tan rápido que ni cuenta se dio, que ya llegaron al punto de encuentro con sus amigos.

—Llegaron —pronuncia Won.

—¿Quiénes llegaron? —pregunta extrañado el joven príncipe.

Al voltear, esta Denathal y Lizäri detrás de él.

—¡Lizäri! ¿Pero? —dice Edmund confundido.

Jena y Renfaz, vienen caminando de adentro del bosque Claro Este y ven que su amiga y el vampiro ya han hecho acto de presencia.

—Liiiz, amiga... —expresa la elfa, mientas trota hacia ella.

—Jena, Rem... los extrañaba —dice abrazándolos.

—Y nosotros a ti. ¿Qué pasó?

—Es mejor que aún no les contemos —interrumpe Denathal.

—Pero... —Jena fue interrumpida por Lizäri

—Prometo contarles luego, necesito calmarme y pensar bien las cosas. Además —hace una breve pausa—. Tengo hambre...

Jena hace un puchero, pero entiende que es mejor para Lizäri no perturbarla, ha sufrido muchos cambios últimamente. Tyreesa, Vía y los demás están entrenando su esencia, se les ve felices y disfrutando de la paz que abunda en el lugar. Lizäri observa a todos sus amigos, los nuevos integrantes de su grupo que ha crecido más. Mira sus manos, pensando en las palabras de la maga, de su madre, de las palabras del extraño hombre. Sabe y quiere proteger a los que mas ama y debe sacrificarse para conseguirlo.

—Denathal —susurra Lizäri, llamando la atención del vampiro.

Este también ha estado pensando en lo vivido, está sentado en otro lugar, mirando a la naturaleza, recordando a su padre y su familia, los pocos momentos felices que ha vivido. Al escuchar la voz de Lizäri llamarlo, sabe que ya ha tomado una decisión que cambiará por completo sus vidas. Se levanta de donde está y se aproxima a donde la joven, ya que ésta también se levantó de donde se había sentado.

Ya está oscuro, todos se encuentran alrededor de una fogata que, con mucho esmero, Renfaz ha logrado encender. Todos platican a gusto, hasta que Lizäri interrumpe, llamando la atención de todos los presentes, al llamar al joven vampiro, Edmund por su parte comienza a sentir celos e incrementar su inquietud y molestia por el joven vampiro.

Jena por su parte ve a Lizäri, totalmente perdida en sus pensamientos triste sin poder hacer nada por ella y esperando pacientemente, que su mejor amiga compartiese con ella sus problemas.

—¿Sí Lizäri? —pregunta Denathal.

—Ya tomé una decisión...

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