—¿¡Prometido?..¿No se te ocurrió nada más?!

Este chico me tiene hasta los cojones, que por cierto no tengo.

—¡¿Qué querías que dijera!? ¡Disculpen, este chico es un fantasma al que ayudó para volver a ser humano!—use un diferente tono de voz.

—Pues hubiera sido más útil que «¿Qué están haciendo con mi prometido?»

—¡Yo no sueno así! Además..¿Porque te molesta tanto que yo sea tu «prometida?»?—dije algo dolida.

El se quedó callado.

—Malditos humanos con sentimientos tan frágiles.

—¡Para tu información! ¡TÚ FUISTE UN HUMANO! ¡Y más nunca lo serás!—grite enojada dándole la espalda para empezar a caminar lejos de allí.

—Pero..¿De qué hablas?

—¡Toma tus malditas patas de araña!—arroje el bote de vidrio al suelo haciendo que se rompa.

—Lau-

Lo interrumpí, que ni se atreva a decir mi nombre.

—¡Hasta la vista! ¡Busca tus malditos ingredientes solo!—arrugue la lista y se la arroje—Y espero que no te vuelvas a topar conmigo, esto lo hago por lo ignorante, arrogante y estupido que eres, mira lo que te has ganado..¡SOLEDAD!—grite para irme de ahí hacia mi casa.

[***]

Me encontraba acostada en mi cama. Había trancado ventanas, puertas y terrazas para que Ross no entrará. Estoy harta de su arrogancia. Sé que no he pensando mucho en ello, pero siempre lo hace. No sé porque me lo tomé tan a la ligera y siempre se lo dejaba pasar.

Sé que no es algo tan grave, pero hirió mi orgullo de mujer. ¿Qué mujer no se siente mal al saber que no es querida por al menos un hombre?

Él fue humano y el deberia saberlo. Y más si se trata de los sentimientos de una mujer.

Maldito Ross.

Espero no verte nunca más.

"Y después de esto pasaron más de 2 semanas llenas de soledad para Ross y Laura"