FRASE FAVORITA DE CIVIL WAR + Prologo

Los héroes viven entre nosotros. Caminan y vuelan entre nosotros. Luchan por nosotros, nos protegen, y nos mantienen a salvo. Los héroes pueden ser mutantes, o extraterrestres, o incluso dioses. Pero como el resto de nosotros, después de todo son solo humanos.

Es fácil olvidar que estos voladores, balanceadores, poderosos protectores no son siempre perfectos. Pueden fallar. Todo lo que se necesita es un fallo. Un fallo y ocurrirá una catástrofe que el mundo recordara para siempre.

Estos héroes han vivido entre nosotros durante años en una época maravillosa, en una época de seguridad, y en una época de inocencia. Cuando se pierde esa inocencia tras una tragedia, alguien tiene que estar allí para recoger los pedazos, alguien tiene que decir que es lo que fue mal, alguien se tiene que hacer responsable. Mientras una época termina otra debe comenzar...

Guerra Civil: disparo inicial, bloc de bocetos.

Narra Natasha

Con la cabeza entre las rodillas y las lágrimas cayendo lentamente por mi rostro me hace dar cuenta que es otro día desde la partida de Steve, en mis manos tengo una de sus camisetas, las que usaba para correr, olfateo su dulce aroma por muchos segundos, sonrío al tener la ilusión de el en vida pues no es muy extraño, mis pensamientos se revuelven, mi sonrisa desaparece y las lágrimas vuelven a aparecer.

Steve Rogers murió por la guerra mas estúpida del universo, según yo; mi pecho arde en llamas cada mañana al recordar que no amanecerá a mi lado y que lo que soñé (estar junto a el) es solo una ilusión, ES UN SUEÑO, eso lo dice todo, las palabras presentes salen mucho de mi al referirme a el, la vida nunca a sido buena para mi, supongo, estoy en casa de Clint, con su familia, el quiere asegurarse de que no me mate, eso claramente me parece improbable, pero si algo me matara estaría feliz con eso, volviendo a Steve, el simplemente no puede escapar de mi cabeza, recuerdo la noche del hospital, el estaba bien, pero aun así tuve miedo de perderlo, eso dolía, pero nada dolió tanto como perderlo de verdad, duele haberlo perdido. Steve Rogers simplemente era el chico que cualquier chica querría, y el chico que cualquier chica obtendría fácilmente, pero se quedo conmigo, el era romántico, y además todas quedaban en la ilusión de que era hermoso, honestamente un extraño espécimen que no conseguiríamos en cualquier esquina del mundo. Lo que me hace recordar a la primera vez que nos besamos, estábamos en un centro comercial, escapando de HYDRA y lo bese sin ningún tipo de sentimiento incluido pero deberás termino gustándome ese beso, pues cada día y cada noche termine necesitando uno, y ahora no los puedo obtener, el calor de sus labios carnosos no salen de mi cabeza, el no sale de mi cabeza, su muerte y que ahora alguien mas quiera tomar su puesto, para mi solo existe un Capitán América y es Steve Rogers, Tony Stark, se me había olvidado su existencia pero el es imposible de olvidar, termine aceptando sus disculpas cuando tome cordura suficiente, claramente el no tiene la culpa, simplemente mi oscuro corazón decidió entregársela, ¿la ley?, esa cosa fue cancelada cuando la bala entro en la nuca del amor de mi vida, solo y únicamente quiero saber si existe una forma de poder salir de esto, se que no la hay, olvidar a alguien como Steve es mas que difícil. pero la realidad es que ya ese momento acabo, el momento de Steve acabo.

La puerta de la pequeña habitación se abre y veo a Clint entrando con una dulce sonrisa, sorbo mi nariz.

-Buenos días Nat- dice.

-¿Que tienen de buenos?- digo -no respondas eso- limpió una lágrima que cae.

-Nat- se acerca y se sienta al frente de mi, pone un mechón de cabello detrás de mi oreja -¿Que tal si juegas con los niños? O ¿vamos a desayunar y luego al parque?.

-Que dulce oferta pero no- digo en señas, Barton y yo logramos comunicarnos muy fácil de esa manera.

-Pero al menos desayuna- señala.

-No tengo hambre- digo está vez con palabras.

-Si comeras- dice molesto -¡Nat! ¡Tu no cenaste anoche!, desayuna un poco, un par de tostadas.

-A Steve no le gusta que coma tostadas- suspiro -Gustaba.

-¿Por que?- pregunta Barton

-Que-Queria cuidar del bebe, eso es todo.

Sonríe.

-Bien, comerás una ensalada de frutas.

-¡Que asco! ¡No! ¡Me quedo con las tostadas!- grito.

El sonríe.

Y yo muestro una leve sonrisa.

-Vamos- murmura.

Muevo la cabeza negativamente.

-Deja que me duche y me cambie de ropa.

Asiente.

-Nos vemos entonces- dice sonriente.

Se retira y se va.

Me levanto, tomo una ducha rápida, y tomó una camiseta negra, unos shorts y unas botas simples, me cambio y bajo las escaleras.

-Chicos volveré a Nueva York mañana- digo -Quiero volver y Tony dijo que quería hablar conmigo.

-¿Quien se asegurara de que no te lastimes o de que dejes de llorar?- pregunta Clint, serio.

-¡Que chistoso!.

-Se que lo soy pero esto es serio, quiero que todos estén bien.

Suspiro.

-No hables en maldito plural y estaré bien.

-Nat puedes decir malas palabras cuando no estén los chicos pero están junto a ti.

-Lo siento- sonrío -¿No íbamos al parque?

-Después de que termines tu desayuno.

Sonrío levemente.

Y me como las tostadas que Clint me sirvio.

Me levanto y veo por la ventana como Clint, Laura y los niños se ven tan felices, quiero dejar de estorbar desde ahora.

He pasado aquí un mes, se que soy un estorbo.

Me mantengo cabizbaja y subo las escaleras.

Cambio mis shorts por unos jeans y tomó toda mi ropa y la lanzo a mi mochila.

Suspiro.

Camino lentamente a la puerta trasera y camino un poco hasta llegar a un lugar en el que pueda tomar un taxi.

NARRA CLINT

-Chicos, iré por Natasha se está tardando mucho- digo.

Camino a la casa poco a poco y veo que Natasha no está donde la deje, corro escaleras arriba y veo su armario vacío.

Bajo las escaleras rápidamente y veo la puerta trasera abierta.

-No me dejaste decirte adiós- digo

Tengo miedo de que le suceda algo.

Siendo honesto, todos los días del último mes veía a Natasha llorando en una cama, no sabía que hacer realmente, ni si quiera se que hacer ahora, ella es como mi hermana, siempre estuvimos juntos; verla así cada día a sido demasiado difícil.

Narra Natasha.

Después de un largo rato tratando de cambiar de vuelo, al fin logró cambiarlo, en conclusión, estoy en un avión en camino a New York.

New York, Steve nació allí, malditos pensamientos de mierda, Steve Rogers sigue en mis pensamientos es una tortura.

Su sonrisa cuando estaba nervioso, su rubor cuando lo besaba, como fruncía el ceño mientras nos gritábamos en la cara, sus ojos azules, brillaban cada noche ante la oscuridad, porque tuviste que irte Steve.

***

Holis, decidí subir el capítulo ahora, se que es tarde pero no logro dormir...

¡Espero que les gusté!

El segundo capítulo vendrá mañana o mejor dicho más tarde

Gracias por leer.

Por favor voten, comenten y compartan.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top