Niños (Pt. 1)

- ¡¿Qué?! - Fue se escuchó por toda la mansión.

¡¿Cómo había pasado eso?!

Flash back:

Todos se encontraban tranquilamente en la mansión Minami. Aika se había ido junto a Yami de viaje así que los hijos de esta se quedarían allí unos días.

Estaban relativamente tranquilos. Por el simple hecho de que ellos lograban controlar mas o menos a sus desastrosos "primos". Aun así Noah estaba por la mansión por si acaso, sin embargo dudaban un poco que fuera a ayudar.

Cada uno estaba en un lugar de la casa, jugando, cocinando o simplemente hablando.

- ¡Sei! ¡Mira lo que hago! - Exclamó Quartz haciendo el pino emocionado, había aprendido hace unos días y se moría por enseñarselo.

- Te s-sale muy bien - Dijo un poco sonrojado por las vistas que tenía del pecho del azabache.

- ¡Lo sé! ¡Y hasta puedo caminar!

- No creo que debas hacerlo. Puedes caerte.

- ¡No me pasará nada! ¡Ya verás! - Sonrió.

Con la cara de felicidad que tenía Sei no podía decirle que no.

El azabache movió una de sus manos hacia delante, después la otra y de nuevo la anterior ¡Lo estaba logrando!

*PLAF*

- ¡¿Q-Quartz?! - Exclamó levantándose preocupado.

Sin embargo cuando estuvo apunto de tocarle hubo una pequeña explosión.

- ¡Quart! - Lo llamó con fuerza intentando verlo entre el... ¿humo rosa?

- ¿Eh? ¿Dónde estoy? - Preguntó una voz infantil.

Cuando el humo se disipó Sei se quedó mudo.

- ¿? - El niño, que se parecía mucho a Quartz le miró - ...¿Se...i?

- ¿S-Sí?

Se lanzó a abrazarle.

- ¡Te he estado buscando! ¡¿Donde estabas?! ¡¿Por qué no has vuelto a nuestro sitio secreto?! - Preguntó con fuerza y Sei empezó a notar como su pecho humedecía.

- ¿Sitio... secreto...? - Repitió y algo hizo clic en su cerebro.

Ese no era el Quartz del presente atrapado en el cuerpo de un niño ¡Realmente era el Quartz del pasado!

- ¡¿Qué?! - Gritó con fuerza al mismo tiempo que otras voces por toda la mansión.

Actualmente:

Todos estaban en la sala mirándose entre si con preocuoación. Al parecer no solo Quartz se había vuelto un niño, si no todos los Minami.

- ¿Quieres soy vosotros? ¿Dónde estoy? - Preguntó un pequeño Kiri.

Katsu desvió la mirada al ser del pasado no les conocía. Y por lo que se veía a muchos les pasaba lo mismo.

- ¡Que damas tan bellas! - Exclamó Quartz y corrió a coquetear con Kiri. Claro que este le golpeó nada más tocarlo.

- N-No peleeis - Intervino Katsu.

Sei intentaba pensar lo más rápido que podía una solución. Pero era difícil cuando no sabía que había hecho que esto ocurriera.

- ¡N-Noah! - La voz de Allen le había sacado de sus pensamientos.

- ¡!

El niño le estaba apuntando con una katana aún estando lleno de cortes.

- ... -

Se miraron unos instantes hasta que Noah bajó el arma.

- Hm...- Murmuró guardandola.

- ¡No deberías amenazarme! ¡So-Solo intentaba ayudarte idiota! - Se quejó Allen aún sorprendido por lo violento que podía ser Noah.

El niño le miró con sus ojos vacíos.

- ...Puedo solo... - Dijo antes de caminar rumbo a la puerta.

- ¡Espera! - Allen lo detuvo agarrandole del brazo.

Se le quedó mirando sin emoción alguna. Lo que hizo que el albino temblara un poco.

- ...Q-Quedate hasta que descubramos que haces aquí.

Noah se soltó y siguió caminando.

- ¡Te ne-necesitamos! - Gritó tragandose su orgullo.

El niño se detuvo con un suspiro y se quedo allí, lejos de los demás.

- Chicos - Los llamó Kasumi con Hitomi colgada de su brazo - Tenemos que cuidarles hasta que sepamos como solucionar esto.

Todos asintieron. Decidieron separarse para cuidarlos.

Sei:

Había vuelto a la habitación de Quartz junto a él.

- Sei - Le llamó - ¿Por qué ya no vas a verme? ¿Tus padres te castigaron? ¡¿Hice algo malo?! - Empezó a soltar preguntas cada vez más preocupado.

Sei lo detuvo.

- No es eso. Eras increible y mi único amigo.

- ¿? ¿Era? - Repitió fijándose en él - ¡¿E-Eh?! ¡Sei eres mucho más alta! - Le señaló ¿cómo no se había dado cuenta antes?

Sei se debatió entre si contarle lo que ocurría o no.

- Estoy... ¿en el futuro? - Preguntó observando una de las fotos que había en las paredes.

- Sí... Aún no sé como.

- ¡Ese soy yo! ¡¿No?! - Se miró en una foto y Sei asintió - ¡Soy increiblemente sexy! ¡No por nada soy el asombroso Quartz!

El pelirrojo rió. Realmente no había cambiado demasiado desde su niñez.

- ¿Eh?... Conozco esta foto. Nos la hizo mamá el año pasado... - Mirando una foto de ellos dos de niños con los ojos cristalizados.

- ¿Q-Quartz? - Se acercó a él al verlo llorar.

El azabache lo abrazó con fuerza.

- Sei... Te hecho de menos a ti... y a mamá... - Susurró con la voz rota.

El mayor le acarició el pelo sin saber qué decir. Quartz nunca había hablado de la tía Aika de su tiempo ni de qué le pasó.

- Tranquilo, no estás solo. Tienes a tu padre ¿no? - Asintió contra su pecho - Y ahora yo también estoy aquí.

- ...G-Gracias... Sei t-te... ¡! - El pelirrojo lo pegó aún más a su pecho impidiendole hablar.

- Dejalo para cuando crezcas - Dijo pudiendo notar como las mejillas del azabache se hinchaban contra su cuerpo.

- Sei...

- ¿Sí?

- Aún sigues sin tener mucho pecho~ - Se burló Quartz haciendo sonrojar a Sei.

El lado positivo es que ya había vuelto a la normalidad ¿no?

Kane:

- ¡Seishi-chan es tan tierno! - Exclamó abrazando a un bebé de un año u dos.

- K-Kane-kun si le abrazas tan fuerte le harás daño... - Le dijo Ain intentando que se calmara.

- Pero... ¡Es tan tierno que no puedo evitar abrazarlo! - Exclamó apretandolo aún más.

- B... ¡BUAAAA! - Seishirou empezó a llorar con fuerza.

- ¡¿S-Seishi-chan?! - Le miró preocupado aflojando su agarre.

- Kane-kun te dije que no lo abrazaras tan fuerte... - Repitió su hermana tomando al bebé y poniendolo contra su pecho - Tranquilo, ya está, ya está - Le susurraba meciendolo.

Y sorpresivamente logró que dejara de llorar en unos pocos minutos. Incluso terminó dormido en sus brazos.

- Ain-nee es muy buena con los niños - Dijo el albino con una sonrisa - ¡Cuando tenga hijos con Seishi-chan llamaré a Ain-nee para cuidarlos! - Exclamó feliz haciendo sonrojar a su hermana.

- ¡B-Buaaa!

Y despertando de nuevo al bebé...

- ¿? ¿Dónde está Megami-sama? - Preguntó Ain buscandola con la mirada por toda la habitación.

Había logrado que fuera con ellos, pero se había quedado lo más lejos posible diciendo que no le gustaban los niños porque ensuciaban su ropa, y ahora no estaba por ningún lado.

- Iré a buscarla. Quedate aquí con Seishirou-kun - Le pasó el niño a Kane.

- ¡Seishi-chan! ¡Vamos a jugar los dos juntos! - Exclamó feliz mientras el niño le miraba con algo de desconfianza - ¡Tan tierno! - Le abrazó de nuevo y el pequeño hizo un puchero.

Evan:

Ikusu sentada en el suelo frente a él mirándole con curiosidad.

Él solo le devolvía la mirada, no quería asustarla. Aunque le parecía tierno volver a ver a esa pequeña niña lobo que supo reconocer nada más verla.

- ¡Gah! - Gruñó con sorpresa y su cola moviendose de alegría.

- ¿?... ¡! - Ahora era él quien miraba con curiosidad a la rubia sobre él.

- Grrrr~ - Ronroneó felizmente acariciando su mejilla contra su cuello haciendole cosquillas.

¿Le había reconocido? ¿Pero cómo?

Escuchó como Ikusu le olisqueaba. Así que era eso, su olor.

Sonrió, ella también parecía alegrarse de verle de nuevo

De repente un sonido procedente de las tripas de la pequeña los alertó.

- Ven, vamos a buscar algo de comida - Propuso el rubio levantandose y ella le siguió feliz.

Onix:

Aqua miraba atenta la ventana.

- Señor, Aqua se pregunta donde están los dinosaurios. Aqua los estaba viendo con padre - Preguntó buscandolos con la mirada.

Onix se quedó en silencio. Aqua parecía tener unos 6 o 7 años en ese instante y estaba hablando de dinosaurios. Entonces... ¿qué edad tenía realmente?

- ¿Señor? - Le llamó mirandole.

- Quizá... Fueran a descansar - Se inventó.

La niña asintió.

- Aqua agradece que sea tan amable cuidando de Aqua - Hizo una reverencia.

Al parecer hay cosas que nunca cambian.

- No tienes que agradecermelo - Negó.

- Pero el padre de Aqua dice que Aqua tiene que ser educada con el resto de especies.

- En ese caso, de nada.

La pequeña sonrió.

- Señor, Aqua se preguntaba otra cosa...

- ¿El qué?

- Aqua quiere saber si es un humano. Aqua nunca ha visto uno...

No supo bien que contestar. Había conocido a Aqua cuando era pequeño por eso ella decía que era el primer humano que conoció. Pero decirle que lo era en ese momento... ¿Cambiaría las cosas?

- ...Algo así - Dijo por fin.

- Aqua siente si lo incomodó... - Se disculpó ella.

- ¿Puedo preguntarte yo algo?

Asintió.

- ...¿Cuantos años tienes?...

Kenneth:

El pequeño Souta no dejaba de mirarle incomodandole un poco.

- ¿O-Ocurre algo?

- Te pareces a Kenny...

- ¿Kenny?

- Sí, la idol. Su nombre real es Kenneth, pero usa ese con sus fans - Explicó con tranquilidad - Te pareces a ella, pero eres un chico ¿no?

- S-Sí, lo soy - Intentó sonreir.

Aunque su asombro no le dejaba ¿Realmente en la dimensión de Souta había una idol con su nombre?

- No creo q-que nos parezcamos tant... - Souta le mostró una foto callandole.

Era una chica muy similar a él, podrían hasta ser gemelos, solo que con el cabello más largo.

- ¿Lo ves? Yo no miento.

- Lo sé - Sonrió - ¿Te gusta? - Señaló a la idol.

- Sí, no solo tiene una voz muy bonita. También es muy amable con sus fans - Dijo con una sonrisa inconsciente.

Kenneth no supo por qué pero eso hizo que se sonrojara.

- Yo también c-creo que tienes una voz bonita. Podrías ser un gran idol.

- ¿? - Se sorprendió durante unos segundos - Gracias - Agradeció con emoción en sus ojos - Eres tan amable como ella.

Marine:

Aún siendo un niño su corazón latía con demasiada fuerza cuando intentaba acercarse a él.

Aito mientras tanto solo leía con tranquilidad.

- ...Disculpa - Dijo de repente tirando un poco de su camisa asustandola.

- ¿S-Sí? - Trató de disimular.

- ¿Dónde está la cocina?

- ¿Tienes ha-hambre? ¡Y-Yo te traeré algo! - Exclamó antes de salir corriendo.

Marine se decidió por preparar crepes.

- ¿Dónde está la harina? - Preguntó buscando el los estantes - ¡Ahí! - Señaló y cogió un taburete para subirse.

Estaba bastante alto así que tuvo que ponerse de puntillas y estirarse todo lo que pudo.

- Ya casi... Un poco más... ¡Lo tengo! - Celebró feliz.

Hasta que se sintió resbalar y luego caer.

Sintió el frío suelo en sus piernas. Sin embargo el resto de su cuerpo había caído sobre algo blando.

- ¿? - Se giró a mirar - ¡! ¡A-Aito-sama! - Exclamó levantándose rápidamente - ¡¿E-Está bien?!

- Lo estoy ¿Y tú?

Asintió sonriendo avergonzada.

- Sí, g-gracias de nuevo...

El castaño se extrañó un poco por el comentario pero lo dejo pasar.

Marine continuó con su intento de cocinar. Sin embargo los nervios de tener a Aito ahí le jugaban una mala pasada.

- ¡Ite! - Se quejó apartando la mano del fuego.

- ¿Te has quemado? Dejame ver... - Pidió tomando su mano para ver la quemadura - Ponla en agua. Yo me encargo de los crepes

Marine asintió derrotada siguiendo sus indicaciones. Si no podía hacer nada bien con el pequeño Aito cerca ¿cómo lo iba a hacer con el adolescente?

- Aquí tienes... - Le dijo a los pocos minutos dejando un crepe frente a ella - Espero que te guste...

- Gracias - Marine probó un poco - ¡Delicioso! - Se sonrojó por su grito - C-Cocinas muy bien.

Agradeció con la cabeza.

- No lo sabía...

- Mi padre es un torpe. Así que tengo que hacerlo yo - Contestó empezando a comerse su crepe.

Una sonrisa boba se formó en los labios de la chica. Aito era perfecto, aunque no por nada era su príncipe azul.

Shion:

Shion observaba a la niña entre aburrido y confuso ¿Como no se había dado cuenta de que ya la conocía de antes?

Sintió como lo cargaba entre sus brazos y la miró.

- Eres muy tierno - Sonrió acariciándole.

- Prrr~ - Ronroneó relajandose.

Espera, ¿había hablado?

La miró.

- ¿? ¿Ocurre algo?

La siguió observando. Era muy diferente a la Akai normal, hablaba, sonreía mucho más y sus ojos se notaban más... vivos.

Shion volvió a acomodarse pensando en qué le podría haber pasado para sufrir ese cambio tan grande.

- Eres igualito al hijo de tío Kuro. Ambos sois tierno y dormis mucho - Dijo interrumpiendo sus pensamientos - Aunque Kiiro dice que es algo extraño y poco natural que duerma tanto...

¿Kiiro? Ese nombre le sonaba vagamente. Aunque le daba pereza tratar de recordar. Aún más cuando sus ojos se comenzaban a cerrar solos por las caricias.

- Prrr...

Akai sonrió al verle dormir.

- Buen gato.

Kasumi:

- ¡Hi-Hitomi baja de la lámpara! ¡Te harás daño!

- ¡Kasu-chan! ¡Ven a jugar! - Respondió columpiandose en el techo.

Kasumi aún se preguntaba como había subido allí arriba si no le había quitado ojo de encima.

- Hitomi Sutori. Baja aquí - Ordenó con autoridad.

- ¿? No soy solo Sutori. También soy Minami aunque no tenga mamá - Dijo aun columpiandose.

El corazón de Kasumi se encogió un poco. Quizá no debió decir eso.

- ¡Kasu-chan! ¡Atrapame!

- ¿?... ¡Hi-Hitomi! - Exclamó al verla saltar hacia ella.

Por suerte logró atraparla sin que se hiciera daño.

- ¡Que divertido! ¡Hagamoslo otra vez! - Intentó echar a correr, pero Kasumi fue más rápida cogiendole la mano - ¿Kasu-chan? ¿Qué ocurre? ¿También quieres venir? ¡Yo te llevaré!

- No voy a subir y tú tampoco.

- Mou~... Injusto... - Se quejó inflando las mejillas.

Sin embargo el enfado no le duró más de dos minutos y se fue a saltar por los muebles.

Kasumi suspiró. No sabía quién era más hiperactiva si la Hitomi pequeña o la normal.

- ¡W-Wah! - Escuchó gritar antes de que algo cayera al suelo.

- ¡¿Hitomi?! - Corrió a verla - ¿Te has hecho daño?

- ¡Nop! ¡Estoy bien! - Exclamó con una sonrisa levantandose de un salto.

- ¡! Hitomi... Tu nariz

- ¿? - La castaña se tocó - ¡Kasu-chan, mira! ¡Estoy sangrado! - Dijo feliz.

Kasumi la cargó.

- Vayamos a curarte.

- ¡Yey! ¡Kasu-chan es la mejor niñera! ¡Te quiero! - La abrazó.

La mayor se sonrojó.

- Aún así e-estas castigada...

- ...Mou~... Eso es injusto...

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