Diez años en el futuro (I)
Esta vez nos encontramos junto con los hijos de Yami. Todos estaban en la mansión realizando distintas cosas sin tomar demasiada importancia al resto. Ese día tanto Sei como Allen se encontraban presentes. ¿El por qué? Quartz había tenido que regresar a su dimensión por unos días a petición de su padre, mientras que Allen... Lo de siempre, una discusión con Noah.
- De verdad que no quiero ni pensar como será en el futuro si seguimos peleando así... - Murmuró el albino entre preocupado y molesto.
- Si tan preocupado te tiene ¿Por qué no lo averiguas? - Sugirió Marine escuchando su queja.
- ¿Averiguarlo? No digas tonterías. Eso es imposible...
- No con una máquina del tiempo... - La castaña hizo un puchero hacía poco había visto una película sobre eso.
- Eso no existe.
Justo en ese momento Sei paso al lado de ambos y estos se miraron entre ellos hasta que se fue.
- ¿Dijiste imposible? - Repitió la chica intentando molestarle.
- Callate. Aparte... Prefiero no saberlo - Agachó un poco la cabeza - ...¿Y si resulta que en el futuro termina odiandome?
- ¡O quizá esteis casados!
La idea hizo sonrojar al chico ¿Él? ¿Casado con Noah? No es que no quisiera. Pero dudaba que fuera posible.
- ...Eso no pasará
- ¡Sí lo hará! ¡Y te lo demostraré! - Exclamó antes de correr en dirección a la habitación del pelirrojo.
- ¡V-Vuelve aqui! ¡Si tocas algo acabarás haciéndonos explotar! - La persiguió.
Al final Marine logró llegar poco antes a la habitación y la cerró con llave lo más rápido que pudo.
- ¡Marine! ¡Abre! - Gritó su hermano desde el otro lado golpeando con fuerza la puerta.
- ¡No! ¡Te demostraré que tu shipp con Noah es más real de lo que crees! - Se negó mientras buscaba algo que le pareciera una máquina del tiempo.
En el armario de Sei encontró un pequeño robot que le resultó curioso y tierno. Así que lo tomó entre sus manos.
- ¡Bienvenida! ¡Bip! - Se encendió este de la nada haciendo que lo soltara por la sorpresa.
- Ho-Hola... ¿Qué eres?
- ¡Salusdos, soy Time modelo 145! Un robot creado por el científico Sei Sawano dentro de diez años ¡Bip! - Explicó.
- ¿Un robot del futuro? ¡Eso es increíble! ¿Cómo es todo en el futuro? ¿Que clase de ropa se lleva?
- ¿Desearía comprobarlo usted misma? ¡Bip!
- ¡¿Puedo?!
- Puedo llevarla junto al resto de formas de vida de esta mansión si así lo desea ¡Bip!
- ¡Sí! ¡Nos encantaría! - Aceptó sin dudar.
- ¡Programando portal temporal! - El robot empezó a brillar y a moverse de forma extraña - ¡Destino diez años en el futuro! ¡Bip!
Una fuerte ráfaga de luz, procedente del robot, hizo que Marine cerrara los ojos con fuerza.
- ¡Iniciando viaje temporal! ¡Qué disfruten de su visita! ¡Bip!
~¤~
Marine:
- M-Mis ojos... - Se quejó frotandoselos, le molestaban un poco por culpa de toda esa luz.
Miró a su alrededor. Ya no se encontraba en su casa. Si no en unos jardines llenos de flores muy bonitas.
- ¿Dónde estoy? ¿Esto es el futuro? - Se preguntó - Me gustaría ver al Aito del futuro. Seguro que sigue pareciendo un príncipe - Dijo con un sonrojo al imaginarlo.
Justo en ese momento sintió como tiraban de su pantalón.
- ¿? - Cuando se giró vió a una pequeña niña de cabellos castaños y ojos azules. Era tan tierna que se estaba conteniendo para no abrazarla.
- ¿Que ocude? ¿Esta pedida senonita? - Le preguntó. Con su aspecto y su forma tan adorable de hablar Marine no sabía como no la estaba abrazando ya.
- C-Creo que me he perdido... - Admitió algo avergonzada.
- ¿Pedido?... ¡Papá adudará a la senonita! - Dijo sonriendo.
- No qu-quiero ser una molestia
- Papá y mamá dicen que hay que adudar a la gente que esta pedida
Marine sonrió.
- Entonces está bien.
- ¡Pod ati! - Tomó su mano guiándola por todo ese inmenso jardín.
A medida que se acercaban a la salida Marine pudo apreciar una gran edificación. Era como...
- ¡¿Un c-castillo?! - Exclamó al estar frente a la puerta.
- Potito ¿No?
- Sí... Es hermoso... - Contestó aún sin creerselo.
Entró junto a la niña quedandose aún más impresionada. Todo era increible y combinaba perfectamente. Los padres de esa niña debían trabajar en el mundo de la moda para hacer algo tan bonito.
Ambas se sentaron en el perfecto y cómodo sofá de terciopelo de la enorme sala.
- Papá y tabajando. Llegada en un dato.
Ella sonrió.
- Tu dopa potita - La felicitó la pequeña haciendo que se ruborizara.
- Gr-Gracias. Tú vestido también lo es.
- Mamá me lo hito.
- ¿Ella también decoró este lugar
Ella asintió emocionada.
- ¡Mamá ed la megor!
Marine rió suavemente. Era tan tierna.
- Estoy segura de que sí. Ahora que lo pienso no me he presetado. Me llamo...
Justo en ese instante una voz la interrumpió.
- Mitsuki, ya he vuelto - Avisó una voz masculina desde la entrada.
- ¡Papá! - Ella corrió para ir a verle.
Marine mientras tanto solo se quedó en su sitio pensando que le diría ¿Qué venía del pasado? Pero eso no sonaba para nada creíble.
- "¡T-Tengo que pensar en algo o-o seguro que terminará llamando a la policía!"
- Papá he traido a alguien que decesita a papá - Escuchó la voz de Mitsuki acercandose y se levantó totalmente tensa mirando al suelo.
Permaneció así hasta que las pisadas estuvieron cerca de ella.
- ¡D-Disculpe por estar aquí. Es que m-me perdí y necesitaba ayuda!
- ...¿M-Marine?
Se sorprendió al haber sido reconocida y levantó la cabeza rápidamente. Allí se encontraba el hombre más apuesto que había visto en su vida. Sus ojos, cabello, forma de hablar, todo en él era tan elegante y perfecto.
- ¡¿A... A... Aito?! - Le reconoció totalmente sonrojada.
- ¿Qué haces aquí?
- Y-Yo em... - No sabía que responder.
- ¿Papá? ¿Da onoces? - Le preguntó Mitsuki.
Marine se puso aún nerviosa al comprender lo que ocurría. Aito era su padre. Eso explicaba que fuera tan tierna. Pero había algo que no dejaba de rondar por su cabeza. Si Aito era su padre... ¿Quién era su madre?
- Mitsuki, ¿puedes ir a tu habitación? Tengo que hablar con nuestra invitada a solas.
Ella asintió sin entender del todo.
- ¿Vendas a gugar conmido espues? - Le preguntó a la castaña y ella asintió sonriendo - ¡Eate a domer! ¡Mamá estada feliz de onocer a una dica dinda con su ombre! - Propuso la pequeña antes de subir las escaleras.
Marine se sonrojó con fuerza ¡¿Su madre se llamaba igual que ella?! Eso sginificaba que... Miró a Aito disimuladamente, él también tenía un rubor en su rostro.
- "Tiene q-que ser un sueño... Es demasiado her-hermoso para ser real" - Pensó cubriendose el rostro.
~¤~
Kane:
- Hace un momento estaba en la mansión... ¿Como he llegado hasta aquí? - Se preguntó el albino frente a un gran edificio - ¡Seguro que ahí sabrán indicarme el camino a casa! Se dijo a si mismo entrando felizmente al lugar.
Miró a su alrededor nada más entrar todo lo que había ahí parecía muy costoso, al igual que la gente. Todos llevaban ropa formal y caminaban totalmente serios de un lado a otro.
- ¿Estás perdido? - Le preguntó una mujer desde un mostrador cercano.
- ¡Sí! - Se acercó a ella sonriendo - ¿Podría decirme donde estoy?
Ella le miró algo confundida.
- ¿No sabes que sitio es este? - Él negó - Es la empresa Akashi. Una gran empresa a nivel...
- ¡La empresa del padre de Seishi-chan!
- ¿Seishi-chan? - Repitió la mujer - ¿Se refiere al jefe Seishirou?
- ¡¿Seishi-chan es el jefe?! - Preguntó emocionado - ¡Seishi-chan es increible!
- ¿Puedo saber de qué conoce al jefe?
- ¡Soy el novio de Seishi-chan! - Contestó.
- ... -
- ¡No es justo! ¡Yo quiero ver a Seishi-chan trabajando! - Se quejaba mientras unos hombres lo llevaban a fuera.
- La próxima vez piensatelo dos veces antes de hacerte pasar por alguien que tiene una relación con el jefe - Le dijeron soltándole y volvieron a dentro.
- ¡Es la verdad! No voy a dejar que alejen a Seishi-chan de mí... - Dijo poniendose serio.
Así fue como empezó a intentar entrar de todas las formas que se le ocurrían. Pero siempre terminaban descubriendole y echándole de nuevo.
- Para de una vez chico o tendremos que llamar a la policía.
- ¿Se puede saber qué curre aquí? - Preguntó una voz a su espalda.
- ¡Je-Jefe! ¡Este crío intentaba colarse!
- ¿Jefe?... ¡Seishi-chan! - Relacionó rápidamente girándose para abrazarle - ¿? - Se detuvo al verle - ¿Seishi-chan?
Realmente había cambiado mucho. Ahora llevaba gafas y parecía mucho más maduro. Aunque su altura apenas había variado.
- ¿Kane?
- ¡Seshi-chan! - Le abrazó con fuerza - ¡Estás tan tierno!
- ¡S-Sueltame! - Gritó sonrojado.
Sus trabajadores empezaron a reirse debido a lo extraño que les parecía ver a su jefe actuar así.
- ¡V-Vamonos! - Se soltó y le tomó del brazo guiandole a dentro de la empresa.
El pelirrojo lo llevó hasta una habitación bastante lujosa y ordenada. Seguro que era su despacho.
- Por estas cosas te tengo prohibido venir aquí... - Murmuró suspirando.
- ¿Prohibido?
- Sí, aunque no sueles hacerme caso.
- ¿? - Le miró sin entender.
- ...Esto es el futuro Kane
- ¡¿Eso signfica que seguiré siendo novio de un Seishi-chan tan tierno?! ¡Estoy tan feliz! - Le abrazó de nuevo.
- ¡S-Suelta! ¡Y n-no soy ti-tierno! - Se quejó sonrojado, aunque sonrió levemente viendo el anillo que desde hacía poco adornaba su mano.
~¤~
Kenneth:
- ¿Seguro que es por aquí Ren? - Le preguntó a la niña con la que iba caminando de mano.
- ¡Eso creo! - Contestó sonriendo.
Se había encontrado con esa niña un rato antes cuando andaba perdido por el parque. Cuando la vió por primera vez ella estaba en su misma situación así que decidieron ayudarse mutuamente. Aunque llevaban rato andando sin resultado.
- Creo que nos hemos perdido - Comentó al volver a estar en la entrada del parque - Que extraño. Juraría que papá siempre toma ese camino para llegar a casa...
- Tranquila, seguiremos buscando hasta que lo encuentres.
- ¡Gracias señor! ¡Yo también le ayudaré a buscar a su familia!
- Gracias - Se sonrieron mutuamente.
De repente un ruido procedente del estómago de la chica los alertó.
- Lo siento - Dijo con una sonrisa y un poco de vergüenza.
Kenneth negó amablemente.
- Vamos a por un helado.
- ¡Sí! ¡Helado! - Exclamó feliz siguiendole hasta el puesto.
- ¿De qué quieres el tuyo?
- Melón ¡Es mi sabor favorito!
- "El mismo que el de Souta..." ¡! - Se sonrojó levemente al pensar en él sin darse cuenta.
- ¿Ocurre algo señor?
- N-No. Estoy bien
Una vez que pagaron sus helados fueron a sentarse.
- Ese sabor le gusta mucho a mi otro papá - Comentó la chica viendo su helado - También es muy delicioso.
- ¿Quieres un poco?
- ¿Puedo?
- Claro, no me molesta.
- ¡Entonces yo le daré un poco del mío también! - Aceptó sonriendo.
Permanecieron allí hablando de las cosas que les gustaban a ambos mientras comían.
- Señor, espere aquí un momento - Le dijo antes de marcharse corriendo sin que él pudiera detenerla.
Pasaron unos minutos y Kenneth ya estaba totalmente preocupado.
- Me dijo que esperara... ¿Pero y si le ha ocurrido algo malo?
- ¿Algo malo? ¿A quien? - Cuando se dio cuenta Ren estaba frente a él mirándole con curiosidad y las manos en la espalda.
- No na-nada... ¿A dónde habías ido?
- Hice un regalo para usted. Cierre los ojos - Pidió y Kenneth lo hizo.
Abrió un poco los ojos cuando notó que ponía algo en su cabeza.
- ¿Una corona de flores? ¿La has hecho tú?
- Sí, pensé que estaría muy tierno con ella y no me equivoqué - Sonrió haciendole sonrojar.
- N-No creo que...
- Kencchi, hazle caso nuestra hija nunca se equivoca al decir que te ves tierno - Dijo una voz desde detrás del banco.
- ¿Nuestra hi-hija?... - Preguntó confundido a la vez que se giraba y se sonrojó al ver a quien le pertenecía la voz, Souta.
Su cabello ahora era mucho más largo. Cosa que le quedaba perfectamente. Bueno, todo en él le parecía perfecto. Ahora entendía por qué Ren le había estado recordando a alguien todo este tiempo que estuvo con ella.
- ¿Sorprendido? - Sonrió.
- Y-Yo... ¿Re-Ren es...? - Balbuceó completamente nervioso.
- Así es - Continuó sonriendo mientras la niña solo los miraba con curiosidad.
~¤~
Ain:
Cuando Ain llegó al futuro se encontraba en un camerino junto a... Megami.
Por sus ropas intuía que estaba en un descanso de una sesión de fotos sobre algo militar o eso creía.
Ella suspiró viéndola.
- Supongo que tendré que conformarme contigo... - Se acercó a la puerta de la habitación - Ni se te ocurra fallar o recibirás un castigo divino, humana - La amenazó antes de salir.
Sin embargo, no le había explicado que tenía que hacer ¿Como se supone que no fallaría?
De repente tocaron la puerta.
- Quizá a Megami-sama se le olvidara algo... - Pensó en voz alta abriendo la puerta.
- ¡Ain! ¡Espero que tengas listos los conjuntos, la sesión empieza en cinco minutos! - Dijo un hombre y después se fijó en ella - ¿Quién eres tú? ¿Y qué haces en el camarote de Megami-sama? - Le preguntó con dureza.
- M-Megami-sama me d-dijo que... - Intentó explicar pero sus nervios y miedo no ayudaban.
El hombre la tomó del brazo con fuerza haciendole daño.
- ¡Tendré que llamar a seguridad para que te lleven a fuera! - Exclamó arrastrándola.
- N-No - Intentaba resistirse pero no podía.
- Humano, ¿qué crees que haces? - Ain reconoció inmediatamente la voz de Megami.
- Megami-sama, esta chica estaba en su camerino.
- Lo sé. Yo le ordené que preparara mis cosas. Ahora fuera de mi vista antes de que la diosa decida castigarte - Le amenazó.
- ¡S-Sí! ¡D-Disculpeme señorita, es un placer tenerla aqui!- Se disculpó con Ain soltandola antes de salir a paso acelerado.
- Humanos estúpidos...
- G-Gracias Megami-sama. Prometo que me es-esforzaré para no decepcionarla - Agradeció con una sonrisa.
- Ve a buscar las cosas de una vez, por tu culpa la diosa tendrá que trabajar aún más.
- L-Lo siento... A-Ahora mismo las traigo - Entró de nuevo al camerino.
Unos minutos después se encontraban en la sesión. Ain estaba emocionada, pero se sentía muy incómoda. Nada más entrar junto a Megami todo el mundo empezó a hablar sobre ella.
- Humana - La llamó la modelo - Ven aquí.
La albina se acercó.
- ¿Ocurre a-algo?
- Haz tú trabajo - Contestó señalando hacia una parte que se había roto de su camisa.
- P-Pero Megami-sama n-no debería quitarse la ropa fr-frente a tanta gente...
- No digas estupideces humana. Hazlo mientras la tengo puesta. Es una orden y más te vale no clavarme una aguja.
- S-Sí - Aceptó.
Aunque apenas podía concentrarse haciendo que sus manos temblaran, estaba tan cerca de la chica que podía sentir su respiración.
- ¿Y esa chica? ¿No se suponía que Megami-sama solo confiaba en Ain para arreglar su ropa? - Escuchó a alguien hablar y se puso aún más nerviosa.
¿Megami-sama confiaba en ella? ¿Había escuchado bien?
Sintió como unas manos se posaban en sus mejillas.
- Deja de prestar atención a esos humanos inútiles. Yo soy a la única que debes mirar - Dijo mirándole fijamente a los ojos.
- ¡! - Se quedó en silencio por no saber qué responder y continuó trabajando. Nunca se imaginó que ella le diría algo así - Ya e-está... - Murmuró al terminar.
- Has tardado. Sabes que las diosas odiamos esperar.
- L-Lo siento.
- Recibirás un castigo divino.
- ¿C-Catig...?- Ain se vio interrumpida al ser tirada del brazo por Megami - ¿M-Megami-sama?
- Solo no seas demasiado ruidosa - Sintió como bajaba un poco el cuello de su camisa - O tendrás otro castigo... - Tras esas palabras notó como ella se acercó a su cuello haciendo que se estremeciera.
- ¡! - Ain se tapó la boca conteniendo un grito. Megami estaba ¡¿mordiendola?!
- Tu sangre ya era mejor que la de cualquier otro humano desde hace años... - La escuchó murmurar para seguido lamer el lugar donde había clavado sus colmillos.
- Megami-sama, hay que continuar - Avisó alguien.
- ¡La diosa trabajará cuando a ella le plazca! ¡Y no cuando un humano lo diga! - Exclamó a la vez que volvía a recolocar la camisa de la albina.
Ain se quedó allí paralizaba mientras veía como la modelo volvía a sus fotos. Se tocó el cuello con los dedos. Había dejado de dolerle.
- "...¿Será p-por lo que hizo Me-Megami-sama?" - Pensó poniéndose roja al recordar como había lamido su herida.
~¤~
Katsu:
El chico paseaba intentando encontrar algún lugar que pudiera reconocer para así regresar a casa. Sin embargo, no había logrado nada.
Pasó cerca de un hospital. Quizá allí le podrían dar alguna indicación de como volver.
- "Hay mucha gente en este lugar..." - Pensó observando a todos los enfermos que allí se encontraban.
- ¿Necesita ayuda? - Preguntó una enfermera.
- S-Sí, creo que m-me he perdido...
- Oh, claro. Digame donde vive y podré indicarle como llegar - Contestó amablemente.
Katsu iba a contestar, pero alguien le interrumpió.
- Yo sé donde vive - Dijo un niño.
- ¿De v-verdad? - Preguntó Katsu dudoso.
- Sí, pero antes venga conmigo - Dijo y empezó a caminar.
La enfermera le sonrió.
- Haga lo que dice es un chico muy inteligente y amable dudo que quiera hacerle algo malo.
- S-Sí. Gracias... - Agadeció antes de seguirle.
El niño estaba detenido frente a una puerta cuando lo alcanzó. Al acercarse a él tocó la puerta.
- Adelante - Se escuchó una voz desde dentro.
- Acompañeme.
Katsu entró a la consulta seguido del niño. En el escritorio de esta se podía apreciar un montón de papeles y una cabeza de vez en cuando entre ellos.
- Papá...
- Kairi, sé que te aburres. Pero no puedes entrar a verme trabajar todo el rato. No es sano para un niño de tu edad.
- Papá está conmigo.
- Sí, lo estoy... - Contestó el hombre como si fuera obvio.
- Me refiero a tu marido.
- Imposible, ya sabes que Katsu está en... - Al levantar la cabeza y verle se quedó mudo.
- ¿K-Ki-Kiri-san? - Le nombró Katsu entre sorprendido y avergonzado. Se veía muy bien.
Kiri miró a su hijo.
- ¿Qué ha hecho Rihan esta vez?... - Suspiró ajustandose sus gafas.
- No lo sé ¿Por qué crees que ha sido culpa suya?
- Conozco a su madre y su padrino. Y él ha sacado todo lo malo de ellos... - Volvió a suspirar cansado - ¿Como sabías que era tu padre?
- Las abuelas me han enseñado muchas fotos vuestras.
Katsu se sonrojó ¿Realmente él era su hijo con Kiri?
Eso tiene sentido... - Se giró hacia Katsu - Siento todo esto
- N-No es cu-culpa de Kiri-san...
Kiri le sonrió y él hizo lo mismo. Kairi les miró feliz, hasta él podía notar todo lo que se amaban aún en esa situación.
- ¿Te queda mucho trabajo? - Preguntó el niño.
- Algo así...
- ¿P-Puedo ayudar a Kiri-san? A-Así podrá descansar...
- Yo también ayudaré. Trabajaremos en familia - Sonrió haciendo que Katsu volviera a sonrojarse.
Kiri se lo pensó un poco y asintió. No es como si hubiera podido negarse ¿O sí?
~¤~
Onix:
No sabía como ni por qué pero actualmente se encontraba en una barca en el lago junto a una mujer que se le parecía mucho a Aqua.
- Aqua no le miente a Onix-san. Aqua es Aqua - Intentaba convencerle ella.
- Eso es imposible. Aqua tiene más o menos mi edad. Aparte es una semidiosa, por lo que no envejece igual que los humanos.
Ella se quedó en silencio.
- Aqua no puede decir el por que ahora Aqua es así... Pero Aqua jamás le mentiría a Onix-san... - Agachó la cabeza con tristeza.
Ahí fue cuando comenzó a sentirse culpable. Quizá ella decía la verdad ¿Pero como era posible?
- Te creo... - Dijo aún dudando bastante en el fondo.
- ¿Onix-san cree a Aqua? - Asintió - Aqua lo agradece - La mujer le sonrió.
- ¿Por qué estamos en el lago? - Preguntó viendo el agua.
- Onix-san y Aqua estaban teniendo una cita
- ¡! - El azabache trató de disimular su sonrojo.
- Justo ahora Onix-san iba a hacerle una pregunta importante a Aqua. Pero el Onix-san del pasado apareció frente a Aqua.
- ¿Una p-pregunta importante?... - Repitió pensando en qué podía ser - "Si ahora Aqua y yo so-somos... no-novios, quizá fuera a-a..." - Se sonrojó aún más.
- ¿Onix-san sabe cual era la pregunta que le iba a hacer a Aqua?
- C-Creo que sí...
- ¿Aqua puede escucharla?
Él negó rápidamente. Aún no estaba preparado para eso.
- M-Mejor que te lo di-diga el otro y-yo...
- Aqua entiende ¿Aqua puede preguntar algo más?
- ¿El qué?
- Aqua quiere saber qué hace Onix-san aquí
- Sinceramente no lo sé...
- Aqua lamenta haber sido tan curiosa
- No tienes que disculparte. No me molesta.
- A Aqua le alegra oír eso - Le sonrió de nuevo.
- Este sitio apenas a cambiado - Comentó observando el lugar.
- Eso es porque Onix-san y Aqua se han encargado de conservarlo.
- ¿Nosotros?
Ella asintió.
- ¿Onix-san ve aquella casa de allí? - Le señaló una casita a unos metros del lago.
- La veo ¿Qué le ocurre?
- Es la casa que Onix-san y Aqua comparten
En ese momento Onix se quedó en shock con muchas preguntas en su mente ¿Qué tantas cosas habían cambiado en esos años? ¿Realmente haría todo eso con Aqua? ¿Eso es que ella también llegará a amarle? ¿Y de ser así, como puede llegar a lograrlo?
~¤~
Kasumi:
- ¿Segura de que estás bien? - Volví a preguntarle a la niña que cargaba a la espalda.
- ¡P-Perfectamente! - Contestó a la vez que trataba de atrapar su paleta antes de que cayera.
Cuando me di cuenta había aparecido en un parque de atracciones. Junto a esta niña. La cual tenía una rodilla herida. Según me dijo por haberse tropezado al estar corriendo.
- ¿No recuerdas por donde se fueron tus padres?
- ¿Mis mamis? ¡Estaba jugando con ambas! ¡Pero me perdí! - Exclamó tan feliz - ¡Montemonos en eso! - Señaló hacia la montaña rusa.
- No, primero hay que curar tu herida y encontrar a tu familia.
- No vale... - Vi como hizo un puchero - ¡Yo quiero montar!
- Eres demasiado pequeña
- ¡Mi mami me dijo lo mismo!
- ¿Lo ves? Eso es porque se preocupa por ti. Estoy segura de que ahora debe estar buscandote por todas partes.
- ¡¿Como en el escondite?! ¡Entonces me esconderé muy bien! - Se escondió tras su espalda.
- No me refería a eso - Rió suavemente - "Es igual de hiperactiva que Hitomi"
- Aun no me has dicho tu nombre ¡Yo soy Kae! - Se presentó con una sonrisa - ¿Y tú?
- Kasumi, encantada de conocerte.
- ¡Como mi mami! ¡Seamos amigas Kasumin!
- Está bien, pero si me ayudas a encontrar la enfermería.
- ¡La capitana Kae a su servicio!
- ¿Capitana?
- ¡Sí de un barco pirata! ¡Algún día seré la Reina de los siete mares! ¡¿Quieres ser una de mis reclutas?! ¡Te divertirás mucho!
- De acuerdo, pero si me quieres abordo tendrás que encontrar la Isla de las medicinas
- ¡Sí! ¡Allí hay un gran tesoro! ¡Pongamos rumbo a la isla! - Ordenó.
Estuvieron un rato más jugando hasta que encontraron la enfermería.
- Esa niña se ha perdido ¿Podría llamar a sus madres? - Le pidió Kasumi a la enfermera.
- Ahora mismo - Le sonrió - Toma, para ti. Por haberte portado tan bien - Le entregó un dulce.
-¡Gracias, por el regalo amable sirena! - Le sonrió.
Ambas volvieron a quedarse solas de nuevo. Continuaron hablando y riendo hasta que les avisaron de que habían ido a buscar a Kae.
- ¡Ven! ¡Quiero que conozcas a mis mamis! - Tiró de ella hacia la puerta.
- ¡Ka-chan! - Exclamó una voz femenina y una mujer castaña la abrazó con fuerza.
- ¡Mami! - Le devolvió el abrazo.
- ¡Muchas gracias por traerla, la había perdido jugando a las carreras!
Ahí fue cuando Kasumi pudo apreciar bien el rostro de la mujer.
- ... -
- ¿? ¡Kasu-chan! - La reconoció al instante y se separó de su hija para abrazarla - ¡Estás tan tierna!
- N-No es a-así... - Negó sonrojada.
- ¡Si que lo es! ¡¿Verdad que tu mami es preciosa Ka-chan?!
- ¿Su m-madre...? - Se puso como un tomate al comprender la situación - ¿Y-Yo?
- ¡Sip! - Confirmaron ellas sonriendo felices.
~¤~
Chrono:
El pelinaranja se encontraba en la sala de lo que parecía ser una modesta casa. El problema ahora era de quién era y cómo había llegado hasta allí.
Tocaron la puerta poniendo tenso al chico.
- C-Cariño ¿podrías ayudarme? La b-bolsas pesan mucho... - Oyó una voz femenina provenir desde a fuera, no parecía ser mala.
Aun así con cuidado se acercó a la puerta.
- ¿Cariño?
Parecía necesitar ayuda, ¿Pero y si era una trampa?
- Quizá se haya ido... Ahora q-que tenía buenas noticias...
Chrono tomó aire y se puso en posición de ataque antes de abrir la puerta. Una vez lo hizo pudo ver a la mujer a la que pertenecía la voz. Tenía un rostro muy amable, además de que era muy hermosa.
Ella se le quedó viendo y se sonrojó con fuerza.
- ¿C-Chrono-san? Y-Yo... E-Em... - Fue lo único que llegó a decir antes de caer al suelo inconsciente.
El nombrado corrió a socorrerla y la entró dentro de la casa. La dejó descansando en el sofá mientras él colocaba la compra que había hecho.
- Es-Espero que se en-encuentre bien... - Pidió observandola luego de haber terminado.
Al poco después ella comenzó a abrir los ojos.
- ¿Ca-Cariño?... - Preguntó al verle.
- T-Te eq-equivocas... - Negó sonrojado.
- Y-Yo... ¡L-Lo siento! ¡Lo s-siento! ¡Lo siento! - Se disculpó rápidamente.
Esa forma de disculparse le recordó a alguien.
- ¿L-Leiko-san?
- S-Sí - Le sonrió amablemente - S-Siento haberte a-asustado
- No t-tienes que di-disculparte ¿Te e-encuentras bien?
La azabache asintió.
- Gracias por haberme ayudado.
Chrono tuvo la sensación de que algo había cambiado en ella aparte de su apariencia. Parecía más... ¿Confiada de si misma? Se alegró por eso.
- D-De nada. A-Antes estabas llamando a-alguien...
- Sí, a mi esposo - Sonrió acariciando el anillo en su dedo.
Chrono apartó un poco la mirada.
- "Era obvio L-Leiko-san encontraría alguien me-mejor que yo tarde o t-temprano"
- Puedes quedarte aquí el tiempo que desees.
- ¿Y t-tu marido? N-No quiero ser un-una molestia para ti...
Ella dejó escapar una leve risa.
- Dudo que le moleste. Más bien todo lo contrario - Se puso en pie - Haré algo de comer, seguro debes tener hambre.
- N-No hace falta qu-que...
- Insisto. Puedes hacer lo que quieras. Como si fuera tu casa - Le sonrió amablemente por última vez antes de irse a lo que supuso que sería la cocina.
Chrono se quedó allí. No quería hacer algo que pudiera llegar a molestarla.
- ¿? - Se fijó en una foto en una mesa a su lado y con curiosidad la tomó.
Era una foto de lo que parecía ser la boda de Leiko. Estaba verdaderamente hermosa con ese vestido y ese sonrojo en su rostro. Miró hacia el que sería su marido. Ahora el sonrojado era él. El marido de la azabache era idéntico a él. Dejó la foto en su lugar con el corazón a cien.
Vio algo negro en donde Leiko había estado descansando. No quería acercarse, pero la curiosidad le pudo.
- ¿? ¿Una ec-ecografía? - Pensó en voz alta.
Cuando comprendió lo que sucedía estuvo apunto de desmayarse de los nervios ¡Estaba casado con Leiko e iban a tener un bebé!
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Creo que no hacía capítulos tan largos desde que actualizaba V.A.F. XD
Como sea, esto salió de mi total aburrimiento. Quería descubrir como actuarían mis sobrinos ante su futuro. Creo que me terminó saliendo muy tierno ¿No creeis? ¿Y bien? ¿Cual ha sido vuestra parte favorita?
Ya solo me queda escribir la segunda parte con el resto. Espero que no salga tan larga como esta o no acabaré nunca.
¡Esto es todo! ¡Espero que os haya gustado! ¡Nos vemos en el siguiente cap! Bye-by~
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