Compatibilidad entre hermanos

Durante aquellos días estaba ocurriendo algo un poco extraño. Los hermanos empezaron a pasar el tiempo con otros con los que no parecían tener mucho en común. Sin embargo, parecía ser que se equivocaban...

~¤~

Los dos que más extrañaban al resto eran Quartz y Kiri.

Al parecer emperazon a llevarse un poco mejor una vez que Kiri le pidió que le enseñara a dejar de ser tan tímido.

- Kiri~ - Le llamó Quartz acorralandolo contra la pared.

El chico levantó la cabeza y le pateó el estómago mandándolo lejos.

- ¡AU! ¡Eso duele idiota! - Se quejó el azabache desde el suelo - ¡¿Cómo quieres que el asombroso Quartz te ayude si no paras de golpearme?!

- ...Inútil... - Murmuró el peliazul caminando hasta el sofá.

- Por lo menos he tenido sexo con Sei y no me sonrojo cuando se me acerca~ - Se burló aún desde su posición.

- ¡C-Callate! - Le tiró un libro a la cabeza.

- ¡¿Ahora eres Noah?! - Gritó acariciandose el chichón que posiblemente le saldría.

Kiri solo lo ignoró y suspiró dejando caer la cabeza.

Su hermano le vio con algo de preocupación y se acercó a él.

- ¿Por qué te importa tanto todo esto? Podeis ir poco a poco, siempre lo habeis hecho ¿No?

Kiri asintió.

- ¿Entonces?

Levantó la cabeza.

- ...¿Qué debería hacer?

El azabache soltó una pequeña carcajada.

- Solo sé tu mismo. Si le enamoraste con esa personalidad de obseso de la limpieza que tienes dudo que deje de hacerlo por algo así.

- ...Inútil - Le golpeó con suavidad el hombro.

- Admitelo, me amas~ - Sonrió de forma pícara guiñándole un ojo.

Kiri le pateó haciendo que cayera al suelo.

- Callate - Sonrió levemente.

~¤~

Dos híbridas se encontraban en el gran laboratorio de la mansión. Una de ellas parecía estar experimentando con algo mientras que la mayor solo dormía a su lado.

- Chii~ - Dio un pequeño bostezo Namichi.

- ...¿Gr?... - Abrió un poco los ojos la rubia.

- Todo está perfecto~ - Le sonrió y continuó con su trabajo.

Ikusu se le quedó mirando y volvió a cerrar los ojos.

Al poco rato la conejita volvió a bostezar.

- Grrr grrr - Ikusu tiró un poco de su ropa.

- No tengo sueño. Puedo seguir trabajando ¡Soy la mejor después de todo~! - Infló el pecho con orgullo.

La rubia frunció el ceño y tiró aún más de su ropa.

- ¡P-Para! ¡Me vas a hacer caer! - Gritó tambaleandose sobre la butaca donde estaba de pie.

- ¡Grrrrrrrr! - Ikusu dio un último tirón haciendo que cayera hacia atrás.

Namichi, como pudo, sujetó las dos probetas que tenía en las manos contra su pecho.

- ¿Gah? - La rubia ladeó la cabeza haciendo que Namichi abriera los ojos.

- ...Menos mal... Chi~ - Suspiró aliviada al ver que nada se había roto.

Ikusu se acurrucó en su espalda.

- ¿Q-Qué? - Se tensó - ¡¿Que ha-haces?!

- Grrrr~... - La rubia acarició su mejilla contra la de la más pequeña y la abrazó más.

- P-Para... Chi~... - Se sonrojó dejando caer sus orejas.

Ikusu la ignoró lamiendo su mejilla.

- ¡Va-Vale! ¡Ya p-paro! ¡Tu ganas! - Exclamó consiguiendo que la soltara.

- ¡Gah! - Sonrió feliz.

Namichi suspiró aliviada y se acercó a dejar sus cosas en la mesa.

Una vez que lo hizo, Ikusu saltó sobre ella de nuevo.

- ¡De-Dejame! - Intentó soltarse.

- Grrrr~ - Bostezó la rubia acurrucandose sobre el pecho de su hermana pequeña.

- ...O-Odio esto... - Murmuró completamente sonrojada.

Un rato después, ella ya se encontraba dormida. Después de todo, se había pasado tres días enteros sin descansar ni cinco minutos.

~¤~

- ¡¡¡Aoki, vamos a jugar!!! - Se podía escuchar desde cualquier lugar de la mansión seguido de unos estrepitosos pasos.

Hitomi llevaba todo el día arrastrando al chico de un lado a otro por toda la ciudad ¿Por qué? Bueno, Kasumi y el resto de sus primos estaban de viaje y Aoki era el único que no estaba haciendo nada así que decidió jugar con él.

- Um~... - Aoki suspiró dejándose arrastrar, le daba demasiada pereza quejarse o moverse.

De repente Hitomi lo soltó hacia delante haciéndole rodar por el suelo.

- ¡Yey! ¡Pleno! - Celebró feliz al ver como el chico derivaba un par de lámparas que estaban en su camino.

- Um~... - Dijo tras chocar contra una puerta.

Escuchó como la castaña corria hacia él.

- ¡Aoki, vamos! - Tiró de su pierna - ¡Hay que ir a derrotar a todos esos extraterrestres!

- Que~ pereza~... - Se quejó.

- ¡Mou~! ¡Tenemos que ir o invadirán la Tierra!

- No~...

- ¡Pero SuperHitomi tiene que salvar a la gente! ¡Y necesita ayuda de su compañero Aokicat!

- Um~... Nop~

- P-Pero... Es injusto... - Hizo un puchero.

- Hai~ hai~ - Bostezó.

- B-Buuuu... - Se le aguaron los ojos.

- ¿Um~?... - Aoki la miró por unos instantes - ...Solo~ esta vez~

- ¡Yey! ¡Vamos, vamos! - Lo tomó de la pierna y volvió a arrastarlo hacia el exterior.

~¤~

Leiko y Aqua por su parte, se encontraban en el jardín pasando un día tranquilo.

- ¿Aqua lo está haciendo bien? - Preguntó mostrando la corona de flores que estaba haciendo.

- S-Sí, muy bi-bien - Asintió la azabache saliendo de sus pensamientos.

- Aqua cree que Leiko actua extraña ¿Aqua se equivoca?

- ¡! - La azabache se sonrojó tensandose - ¡L-Lo siento! ¡Lo si-siento! ¡Lo s-siento! - Repitió varias veces junto a unas reverencias.

- Aqua cree que Leiko-san no necesita disculparse. Aqua solo quería saber si había algo en lo que pudiera ayudarla.

Leiko se tranquilizó un poco aún sonrojada.

- Y-Yo... N-No estoy segura si l-le gustará a Chrono-san... - Movió con nerviosismo la corona de flores entre sus manos.

Aqua puso su mano sobre la de la chica.

- Aqua cree que le gustará mucho. Aqua piensa que Chrono-san apreciará cualquier cosa que Leiko-san haga para él.

- ...¿Y-Y si n-no le gusta? ¿O si se e-enfada?... Va a o-odiarme... - Agachó la cabeza con tristeza.

- Aqua no cree que te odie. Aqua siempre ve como Chrono-san sonríe al ver a Leiko-san.

- ¡¿?! - La azabache se sonrojó con fuerza - ¡¿So-So... S-Sonríe?! - Preguntó tambaleándose levemente aún estando sentada.

Aqua asintió sin entender lo que ocurría del todo.

Y... Leiko terminó desmayada en el suelo.

~¤~

Por otra parte, en el centro comercial, un chico y una chica discutían a gritos por a saber el por qué.

- ¡Deja de seguirme! - Gritó Seishirou.

- ¡¿Jishi?! ¡Una princesa no sigue a los plebeyos!

- ¡Pues no has parado de hacerlo!

El ojo visible de Sayumi comenzó a moverse en un pequeño tic.

- Ji... Jishishishi~... ¿Quieres que te corte la lengua plebeyo?... - Le amenazó intentando sacar algo de sus bolsillos - ¿?

- ¡Pfff~! - Se burlo de ella - ¿Olvidas que Yashiro te obligó a dejar tus armas en casa?

El tic en el ojo de la rubia aumentó.

- ...Te mataré... Jishishishi~ - Corrió hacia él.

- ¡! ¡C-Como si fuera a dejarte! - Gritó escapando.

Estuvieron un rato persiguiendose el uno al otro hasta que un guarda les detuvo y se los llevó a una habitación.

- Todo esto es por tu culpa... - Se quejó el pequeño bufando.

- ¡Una princesa nunca tiene culpa de nada! ¡Es culpa de los estúpidos plebeyos!

Seishirou suspiró.

- No sé como Sya-senpai te soporta...

Sayumi lo miró amenazante.

- Jishishishi~ Hoy cenaré tsundere Jishishishi~ - Sonrió de forma sádica.

- ¡No s-soy tsundere! ¡Tú lo eres! - Gritó ruborizado.

La chica rió con fuerza.

- Siento algo de lástima por ese plebeyo hiperactivo. Seguro que nunca le has dicho que lo quieres a la cara Jishishishi~ - Se burló.

Seishirou frunció el ceño completamente sonrojado.

- ¡¡¡Seguro que t-tu tampoco se lo has dicho a Sya-senpai!!! - Gritó con toda la fuerza de sus pulmones.

Tras eso Sayumi volvió a perseguirle por toda la habitación intentando estrangularlo hasta que unos policías los detuvieron.

~¤~

Aito y Akai también estaban por el centro comercial. Habían ido a acompañar a Sayumi y Seishirou a comprar unas cosas que les hacían falta. Pero les habían perdido de vista y ahora no los encontraban.

- "¿Dónde pueden estar?" - Escribió Akai en su libreta.

- ...No lo sé. Quizá decidieron volver a casa...

Akai negó un poco dudosa.

- "Busquemosles un poco más"

El castaño mayor asintió.

Estuvieron dando vueltas y vueltas por todo el centro comercial por más de dos horas, pero ni rastro de ninguno.

Aunque, tampoco se les había ocurrido preguntar a nadie si los habían visto. Eran demasiado callados y reservados como para hablar con desconocidos.

- ...No están... - Concluyó el mayor sentándose a descansar.

- ... ... ..."¿Les habrán secuestrado?"

- ...No lo creo. Sayumi sabe defend...

Ambos se dieron cuenta de dos cosas. Primero, Sayumi no tenía sus armas encima y segundo, habían dejado a una loli y un shota paseando solos por ahí.

Se hizo el silencio entre ambos.

- ...Nos van a matar... - Murmuró Aito preocupado y su hermana asintió.

De repente una música se hizo presente desde los megáfonos.

- ¡Aviso para Aito y Akai Minami! - Al oír sus nombres prestaron atención a la voz - ¡Sus hermanos pequeños se encuentran en la entrada del recinto! Por favor pasen a busc...- La voz se vio interrumpida de la nada.

- Ji... Jishishishi~ Estúpido plebeyo... ¿Cómo te atreves a llamar pequeña a una princesa?

- ¡Yo n-no soy pequeño! ¡Tú eres un maldito gigante!

- ¡A-AYUUUDAAAAA! - La emisión se cortó tras ese grito de terror.

Se miraron entre ambos. Y segundos después echaron a correr, no querían que sus hermanos entraran en la cárcel por asesinar a alguien.

~¤~

Mientras tanto, en un bar había una guerra que mantenía a todos bien atentos.

Un chico y su acompañante se encontraban bebiendo sin tregua mientras no paraban de mirarse de forma desafiante.

- ¡Otra! - Gritaron a la vez al haber terminado de vaciar sus jarras.

- Rindete humano, nunca serás capaz de ganar a una diosa - Dijo ella con aires de superioridad aunque ya empezaba a arrastrar las palabras.

- ¡¿Ah?! ¡Lo único que vas a ganar es que te mande de una patada al cementerio! - Respondió en el mismo estado que ella.

¿Cómo habían llegado a eso? Resumamoslo en que Yashiro había obligado al pelirrojo a pasar tiempo con su hermana. Él la llevó a ese bar de mala muerte, como ella lo catalogó. Kai le dijo que no duraría nada bebiendo en un sitio como ese. Y así empezaron con una competición apostando que el que perdiera tendría que admitir delante de todos que el otro era mejor.

Les trajeron unas nuevas jarras de cerveza y la competición se reanudó.

- ¡Otra! - Repitieron una y otra vez durante otra hora.

- *Hip* Rindete *Hip* ...hu-humano - Dijo de nuevo Megami mientras su cabeza se tambaleaba un poco de un lado al otro.

- ¡¿Ah?!... ¡C-Como si fuera a hacerlo...! - Kai se encontraba más o menos en su mismo estado, pero lo disimulaba mejor.

- Tch... Humano débil... *Hip* - Le miró amenazante sin poder contener su hipo.

- ¡¿Ah?! ¡¿Quién es la que está perdiendo aquí?! - Kai gritó con tanta fuerza sin querer que a ambos les dolió la cabeza.

- Bien... Tengamos un toho o nada humano... - Propuso terminandose su jarra ya sin poder vocalizar del todo.

- Te voy a dar una paliza... - Aceptó aún algo adolorido.

- ¡Humano! - Llamó al camarero que se acercó algo temeroso - Traele a la diosa l-lo más fuerte que tengas... *Hip*...

Este asintió y corrió a la barra. Instantes después volvía con unos vasos de quien sabe qué.

Sin embargo, justo antes de dejarlos en la mesa la puerta fue abierta.

- "La poli..." - Pensó Kai chasqueando la lengua hasta que se dio cuenta de una cosa y miró a su hermana - "...Mierda..."

A Kai le esperaría una gran multa o quizá varios días en la cárcel por emborrachar a una menor...

~¤~

Por último, estaban Yashiro y Souta, por raro que parezca tenían muchas cosas en común. Ambos no eran humanos, estaban enamorados de demonios, que justamente eran hermanos entre si, y nunca nadie sabía lo que se les pasaba por la cabeza.

Se encontraban en la biblioteca de la mansión. Mientras la albina investigaba sobre una raza poco conocida que había descubierto hace poco Souta se paseaba por los pasillos observando todo con normalidad.

- ¿Oh~?... ¿No te aburres? - Preguntó de la nada su hermana apareciendo en su camino para dejar su libro.

- He estado en sitios peores - Contestó con una sonrisa.

- Oh... Entiendo - Le correspondió el gesto.

Esa era otra de sus cosas en común. Ambos podían sonreir en cualquier momento, incluso si se estaban muriendo por dentro, esa máscara haría que todo pareciera estar bien.

- Aunque ya lo sabías

- ¿Oh~?... ¿Eso crees~? - Preguntó haciendose la inocente.

- Nos investigaste a todos antes de encontrarte con nosotros

- Oh~... Eres más inteligente de lo que demuestras... Interesante~

- He creido rodeado de vampiros crueles y astutos. Ellos hubieran hecho lo mismo.

- ¿Oh~?... Gracias por el halago - Sonrió - Sin embargo, tú no lo hubieras hecho ¿cierto? - Souta se quedó en silencio - Aceptaste a venir sin saber nada de mí ni de lo que iba a hacer solo por matar tu aburrimiento ¿Me equivoco?

- ¿No es eso lo mismo que haces tú? - Sonrió como si nada.

- Supongo que esto empieza a explicar porqué nos enamoramos de dos demonios unidos con sangre~

- Kencchi es mío - Respondió con una mirada de seriedad aunque continuara sonriendo.

- ¿Oh~?... Lo sé - Lo miró de la misma forma - Así que no te acerques a mi Ethy.

Después de esas palabras cada uno volvió a lo que estaba haciendo sin tomarle mucha importancia a la presencia del otro.

Quizá... Yashiro iría a molestar un rato a Kenneth solo para disfrutar del lado yandere de su hermano. Y de paso quizá pondría celoso al tsundere de Ethan

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top