Bajo el mar

- Es precioso... - Susurró Onix impresionado viendo el mar.

- Aqua también lo cree.

- Nunca había visto un agua tan cristalina - Dijo observando a la perfección unos peces que nadaban cerca de la orilla.

Aqua asintió.

- El padre de Aqua se encarga de cuidar y proteger los mares todo lo que puede.

- Eso es increible.

- Aqua quisiera ayudarle. Pero Aqua es muy débil para eso... - Agachó un poco la cabeza - Es por eso que Aqua decidió hablar con los humanos.

- Para hacernos ver el daño que hacíamos al mar. Eres muy amable, estoy seguro de que los peces te lo agradecen.

Aqua le sonrío.

- Es por eso que Aqua debe esforzarse por todos los habitantes del mar.

- Estoy seguro de que lo lograrás.

- Aqua agradece los ánimos de Onix-san ¿A Onix-san le gustaría bañarse?

- ¿Bañarme? Pero... No tengo bañador...

- ¿? Aqua no entiende porque eso importa tanto. Aqua nunca usó uno cuando vivía en el mar.

Onix se sonrojó al imaginarse eso.

- E-Eso es porque...

- Aqua entiende. Las hermanas de Aqua le explicaron que es porque los humanos son cuidadosos con sus cuerpos y no les agrada que otras personas los vean.

- S-Sí... Algo a-así...

- Aun así Aqua quería mostrarle el mar a Onix-san...

- ... - Él desvió su mirada hacia el este - No sé si será posible. Yo no puedo estar mucho tiempo bajo el agua.

- Aqua lo comprende...

- Sí que puedes. Solo tienes que encontrar una forma de hacerlo - Les interrumpió una voz.

- ¿Padre? - Preguntó Aqua.

- Me dijeron que habías venido - Salió del agua, por suerte para Onix llevaba ropa - Así que quise verte - Le acarició la cabeza - Aunque no sabía que traerías visitas.

Onix se tensó un poco. Sabía que el padre de Aqua era algo protector con ella, sobretodo si se trataba de los humanos.

- ¿Padre?

- ¿Si?

- ¿Aqua puede saber a que se refería antes?

- Ah, eso. No paso mucho tiempo en el mundo humano pero sé que tienen formas de respirar bajo el agua.

- ¿Quiere decir que Onix-san podrá nadar con Aqua? - Le miró con emoción.

- Claro - Le sonrió - Aunque tendrá que buscar la forma él mismo - Le retó con la mirada.

Es posible que estuviera... ¿probandole? ¿Pero por qué? No tenía sentido.

- Mientras tanto ¿puedes venir conmigo? Hay algo de lo que debemos hablar.

- P-Pero a Aqua le gustaría acompañar a Onix-san.

Eso extrañó a Takeru, su hija nunca se había negado a nada. Y todo por un humano. Suspiró no podía enfadarse con ella.

- En ese caso puedes ir. Pero tendrás que venir a hablar conmigo cuando vuelvas.

- Aqua lo agradece, padre - Hizo una reverencia.

- ¿Nos vamos? - Preguntó Onix. Seguía sin sentirse cómodo estando frente al hombre.

Aqua asintió y se fueron.

Takeru les siguió con la mirada. Seguía sin agradarle Onix. No por como era, sabía que cuidaba y ayudaba a su hija en todo lo que podía. Sin embargo, seguía siendo un humano. De esos que desaparecen con tanta facilidad...

- ¿Aqua puede preguntar que es lo qué es lo que buscamos?

- Un equipo de buceo

- Aqua no había escuchado nunca sobre ese ser.

- No es un animal. Son instrumentos que permiten a los humanos respirar bajo el agua por un tiempo.

- Aqua entiende. Aqua ayudará a buscar.

- ¿Seguro que está bien que me acompañes? Parecía algo importante.

- El padre de Aqua aceptó. Aqua no cree que haya ningún inconveniente si acompaña a Onix-san ¿O es que a Onix-san no le agrada la idea?

- Yo no he dicho eso. No me molesta que vengas.

- Aqua se alegra de oír eso - Sonrió.

Caminaron un rato hasta que vieron una tienda de buceo.

- Que oportuna - Comentó Onix - Entremos.

Ambos entraron y miraron la tienda con curiosidad.

Onix se acercó un momento al mostrador mientras Aqua seguía mirando esas cosas nuevas y desconocidas para ella.

- ¿Se puede alquilar? - Preguntó señalando los productor de buceo.

- Por supuesto. Ve por ahí - Señaló una puerta a su izquierda - Son los cambiadores busca un traje de tu talla y pruebatelo.

- Gracias - Agradeció con la cabeza - Aqua, ahora vuelvo. No salgas de la tienda.

- Aqua esperará aquí.

Entró a la habitación para buscar un traje lo antes posible. No quería dejarla sola mucho tiempo.

- Aqua nunca había visto cosas así... - Pensó en voz alta mirando las bombonas de oxigeno.

- Ey... - Escuchó la voz de un hombre.

Onix se miro al espejo.

- No está tan mal. Aunque es algo apretado - Se quejó moviéndose - Espero no haber tardado mucho...

Salió del vestuario. Observó la tienda, pero no veía a Aqua.

- Disculpa - Se acercó al mostrador - ¿Has visto a donde a ido la chica que venía conmigo?

- ¿? Se fue hace unos minutos con un hombre

- ¿Pero qué...? ¿Cómo se le ocurre dejarla irse con un desconocido? - Preguntó molesto.

- No es mi culpa que tu amiga sea tan tonta para irse con cualquiera.

Ya no pudo resistirse más y le dio un puñetazo en toda la cara.

- ¿Hacia donde fueron? - Preguntó amenazante tomándolo de la camisa.

- F-Fueron camino a la playa...

- Bien... - Lo soltó y salió de allí.

Corrió lo más rápido que pudo hacia la playa.

Cuando llegó seguía sin verla. No había nadie ¿Dónde se podía haber metido?

- No me digas que... - Susurró mirando el agua.

¿Qué probabilidades podía haber de eso? ¿Y si se equivocaba y ella estaba en otro lado? Aqua no podía correr peligro en el agua. Tenía a su padre... ¿No?

Aún así saltó hacia el mar.

- "Suerte que gracias el agua es tan cristalina que el sol ilumina fácilmente" - Pensó al abrir los ojos.

La buscó con la mirada. Nada.

Se adentró más a dentro. Seguía sin verla.

Subió, necesitaba aire. Y volvió a sumergirse.

- ¡! - Dejó escapar un poco de aire al verla.

Tuvo que volver a subir para recuperar el oxigeno perdido. Se hundió lo más que pudo acercandose poco a poco a ella. Ya le empezaban a doler los oídos por culpa de la presión.

- "¿Quién ha podido hacer esto?" - Pensó al verla atada y encadenada al fondo.

- ¿Onix... san? - Le llamó abriendo poco a poco los ojos - Onix-san tiene que subir. Aqua está demasiado abajo. Es peligroso para Onix-san - Pidió preocupada.

Negó e intentó desatarla.

- "Está muy duro" ¡! - Se tapó la boca. El aire ya escaseaba.

- Onix-san vete. Aqua estará bien...

Siguió intentando liberarla.

- Por favor... Aqua te lo suplica. Aqua no quiere que Onix-san corra peligro...

- N-No... - Negó como pudo.

- Por favor...

Onix siguió intentandolo. Era imposible. Si solo estuvieran en tierra...

- "Resiste... Un poco más. Tienes que..." - Su vista empezó a nublarse - "Sacarla... de aqu..."

Todo se volvió oscuro.

- ¡Aqua! - Su padre apareció justo a tiempo - ¡¿Qué ha ocurrido aquí?! - La soltó.

- O-Onix-san... ¡Aqua debe ir por él! - Exclamó nadando hacia una gruta en la que había caído el cuerpo del chico.

Cuando lo encontró estaba totalmente inconsciente. Lo sujetó entre sus brazos.

- ¡Aqua t-tiene que darle oxigeno!

Tomó mucha agua y se concentró sin soltarla.

- Aqua lamenta esto... - Se disculpó poniendo sus manos en sus mejillas.

Y juntó sus labios con los suyos. Transmitiendole todo el oxígeno que podía.

- Aqua espera haberlo hecho bien... - Susurró preocupada.

- Lo haz hecho bien. Ahora tenemos que llevarlo a la superficie cuanto antes - La felicitó su padre cargando al chico en su espalda.

Aqua asintió y nadaron hacia arriba. Nada más llegar lo dejaron sobre la arena.

- Aqua no escucha su respiración ni el latido de su corazón... - Murmuró con la cabeza en su pecho - O-Onix-san... P-Padre... ¿Aqua ha hecho algo mal?... - Preguntó apunto de llorar.

Takeru la miró con lástima. Es por esto que no le agradaba que ella estuviera con un humano. Ellos mueren fácilmente o no viven tanto como Aqua o él. Aún así Onix había intentado salvar a su hija.

Con un movimiento de mano hizo que todo el agua que había en los pulmones del chico subiera.

- ¡Cofcofcof! - Tosió él con fuerza sacando toda esta de su interior - ¿A-Aqua?

- O-Onix-san... - Le abrazó con fuerza haciendo sonrojar al chico - Onix-san debió hacer caso a Aqua. Aqua... Aq-Aqua creyó q-que... - Estaba llorando.

- L-Lo siento... No quería hacerte llorar... - Se disculpó abrazandola intentando consolarla.

Un rato después, cuando Aqua ya estuvo más calmada, se separaron.

- Aqua quería enseñarle el mar a Onix-san... Pero no así... - Agachó la cabeza triste.

- Aún puedes hacerlo - Habló su padre - Solo que Onix se asegure de usar la bombona de oxigeno esta vez.

- Pero Aqua no c-cree que Onix-san quiera...

- Sí, quiero - La interrumpió - Quiero ver todo lo que querías mostrarme.

Aqua sonrió.

- Aqua lo agradece.

Y esta vez, con la bombona de oxigeno y las gafas, Aqua pudo mostrarle las maravillas del mundo marino a Onix.

- "Es hermoso..." - Pensó viendo como la peli-azul jugaba con unos peces.

Justo en ese momento la imagen de Aqua besándosele bajo el mar llegó a su mente.

- "S-Sigo sin entender p-porqué soñé eso mientras estaba inconsciente..." - Pensó sonrojandose.

Sintió como le tomaban de la mano.

- ¿A Onix-san le gustaría jugar con los peces? - Le sonrió y él asintió con una sonrisa.

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