Alcohol (2)
Khalil:
El pelirrojo observaba la espalda de Aoki mientras este jugaba a un videojuego. No parecía tener nada raro.
Se acercó con un poco de curiosidad.
- "¿A que j-juegas?" - Preguntó por lenguaje de signos.
Aoki escondió la consola tras su espalda extrañando un poco a Khalil.
- U-Um~... A nada~ importante~.
Él asintió no quería seguir preguntando si con eso iba a lograr molestarle.
Ambos volvieron a como estaban al principio.
- Um~... - El peli-celeste tenía cara de concentración. Parecía que estaba jugando a algo muy difícil.
De repente suspiró.
- No~ lo entiendo~... - Murmuró dejándose caer sobre la cama.
- "¿Puedo a-ayudarte? Aunque n-no soy muy bueno en los juegos..." - Se ofreció.
Aoki se le quedó mirando.
- Dime~... - Desvió la mirada - ¿Que pensarías~ si yo~ me hubiera vuelto~ un shotacon~?
El pelirrojo se le quedo mirando sin entender.
- Um~... Nada~. Olvidalo~ - Regresó al juego.
Khalil se inclinó un poco, desde esa posición podía ver a que jugaba. Parecía un juego de citas. Pero el personaje con el que interraccionaba Aoki tenía apariencia de chica y no paraba de sonrojarse.
De repente el personaje empezó a llorar y Aoki pareció preocuparse un poco.
- Imposible~... - Apagó la consola - Por mucho~ que lo intente~ ninguna cita~ sale bien~... - Suspiró y se giró hacia el pelirrojo - ¿U-Um~?...
- "L-Lo siento" - Se disculpó sonrojado - "So-Solo tenía un poco de cu-curiosidad por ver a que j-jugabas..."
- ...No importa~ - Contestó dejando de mirarle.
El silencio regresó.
- Si yo~ te pidiera~ una cita~... ¿A donde~ q-querrías ir~? - Preguntó de la nada con un pequeño rubor.
Khalil se sonrojó ante la pregunta.
- "C-Cualquier sitio estaría bien..."
- Um~... - La respuesta no pareció complacerle.
- "Aunque m-me gusta i-ir al lago. Es a-agradable..."
- Um~... No~ es mala idea~ - Se levantó de la cama y caminó hasta la puerta.
- "¿A-Adonde vas?"
- ¿Um~?... ¿No dijiste~ que querías~ ir al lago~? - Preguntó con una leve sonrisa haciendo que Khalil volviera a transformarse en un tomate.
~¤~
Evan:
El rubio se encargaba de cuidar de Ikusu. Al parecer el gas le había provocado un gran dolor de cabeza. Por lo que apenas se movía.
- "Debe estar sufriendo mucho..." - Pensó preocupado acariciando su cabeza con cuidado.
- G-Gr... - Se quejó levemente.
Evan se levantó. Iría a buscar algo de agua para Ikusu. Sin embargo, algo sujetandole la pierna le detuvo.
- Ahora vuelvo. Tu quedate aquí - Le dijo a Ikusu suavemente.
- Grrr... - Negó sin soltarle.
- ...Está bien. Me quedaré - Le sonrió.
Evan se sentó en el suelo e Ikusu se recostó en sus piernas.
- Te pondrás mejor... - Susurró acariciandole la cabeza.
- Gah... - Murmuró abrazandole.
Evan se sonrojó levemente. Eso le había parecido tan tierno.
- Duerme un poco...
- Arf... Arf... - Asintió débilmente cerrando los ojos.
- "Yo estaré aquí cuidandote" - Pensó poniendo un mechón del cabello de la chica tras su oreja.
- Prrr~ - Ronroneó contra su mano.
El rubio sonrió y continuó acariciandola. Se pondría bien y él se quedaría a su lado hasta que eso ocurriera.
~¤~
Amethyst:
Kitsu estaba perfectamente. Como si nada hubiera ocurrido. El único que estaba con algo de dolor de cabeza era el pequeño Tori.
- ¿Seguro que te encuentras bien? - Preguntó acariciando la cabecita del pájaro.
- ¿Mn~?... ¿Te preocupas por mi~? - Sonrió de forma arrogante.
- Lo hago. No quiero que te ocurra nada malo - Contestó con normalidad haciendo que Kitsu suspirara levemente.
- Estoy acostumbrado a estas cosas.
- ¿Acostumbrado?
- Pues claro. Es más simple seducir a alguien si hay alcohol de por medio~.
Amethyst le miró sin comprenderlo del todo.
- Aunque es una pena no poder ver a papá. Él no tiene ninguna resistencia al alcohol y se pone a llorar de nada~ - Se rió.
- No digas eso. Estoy segura de que a él no le agrada todo esto.
- Puede. Pero es divertido ¿No crees~?
- No le veo lo divertido.
- Aun así lo es~ - Se quejó levemente - Tori, controla tu dolor de cabeza. Cada vez es peor.
- L-Lo lamento... - Susurró adolorido.
- Intenta descansar un poco... - Le aconsejo la chica colocandolo cobre la almohada sin dejar de acariciarle.
- Mn... Me pregunto si también me acariciarías así si yo enfermara. Quizá debería probar~ - Sonrió de forma pícara.
Amethyst no contestó. Seguía sin entender las indirectas del chico. Kitsu rodó los ojos.
- Al menos puedo sentirlas a través de Tori...
- ¿Sientes todo lo que le ocurre?
- Desgraciadamente...
- No creo que sea malo - Ella sonrió levemente - Estais muy conectados.
- ...Supongo - Se encogió de hombros - Oye, no hagas eso - Dijo viendo por la ventana.
- ¿Eso?
- Sí, estás tocando su cuello ¿No?
Ella quitó su mano.
- Lo siento. No pensé que se sintiera molesto.
- Más bien todo lo contrario...
- ¿?
Él negó.
- Solo diré que tienes unas manos muy suaves. Ya quiero que me toques con ellas~ - Le guiñó un ojo.
~¤~
Kenneth:
El pobre Kenneth estaba en un rincón de la habitación totalmente asustado ¿Cómo había ocurrido esto?
Todo parecía normal cuando llevó a Souta a su habitación. Incluso hablaban del próximo concierto que tendría el chico.
- ¿Vendrás a vernos? - Preguntó sonriendo.
- Me encantaría - Le devolvió el gesto.
Sin querer se movió un poco en la cama haciendo que una de las almohadas cayera al suelo.
- Lo s-siento... - Se disculpó tomándola entre sus brazos.
Souta no le respondió. Se había puesto muy serio de repente.
- ¿S-Souta? - Apretó la almohada más contra su pecho por la preocupación.
De la nada el peliverde le arrebató el objeto y lo estampó contra el suelo. Para instantes después empezar a apuñalarla una y otra vez con sus tijeras.
Llevaba ya un rato sin parar de apuñalarla. Las plumas de su interior estaban por toda la habitación.
- S-Souta... - Le llamó con algo de miedo.
Este le miró haciendo que se tensara.
- Kencchi... - Se acercó a él hasta colocar su mano sobre su mejilla.
- ¿S-Si?...
- ... ... ...¿Me tienes miedo?
Kenneth se sorprendió por la pregunta.
- Sé que sí... Lo siento. No quería que nada ni nadie tocara a Kencchi... - Confesó mirando lo que antes era una almohada - ...No me pude contener...
Así que era por eso.
- No te tengo miedo - Admitió sonriendole - Me alegra que te preocupes por mí.
- ¿De verdad?... ¿No estás mintiendo?
Tomó su mano sonrojado.
- Y-Yo nunca te m-mentiría...
Souta lo abrazó con fuerza.
- Kencchi es tan tierno.
- N-No lo soy. Yo creo que t-tu eres más tierno.
- No lo soy - Se separó un poco sonriendole - Ahora que lo recuerdo tengo algo que darte - Se levantó y fue a su armario a buscarlo.
- ¿? - Kenneth se levantó con curiosidad.
Cuando fue a acercarse al chico se tropezó cayendo al suelo. Por suerte un peluche bastante garnde de una de las fans de Souta hizo que no se golpeara.
- ... ... ... - El peliverde se le quedó mirando en completo silencio desde arriba.
- ¿S-Souta? - Preguntó alejandose un poco del peluche.
- ...Espera aquí Kencchi... - Tomó el juguete por el cuello - ...En un rato vuelvo... - Avisó saliendo de su habitación tijeras en mano.
Kenneth asintió lentamente deseando que al peluche no le ocurriera algo demasiado malo.
~¤~
Onix:
Todo estaba bastante normal. A excepción de que Aqua estaba más animada de lo usual. Pero eso no era un problema.
- Onix-san, Aqua ha encontrado el libro - Le llamó subida a unas escaleras de la biblioteca.
- Me alegro. Pero ten cuidado al bajar.
Asintió sonriendo.
- Aqua lo tendrá.
La chica empezó a bajar con cuidado. Sin embargo, una parte de la escalera estaba algo suelta y al poner peso sobre ella terminó de romperse haciendo que Aqua cayera.
- ¿E-Estás bien? - Preguntó Onix preocupado logrando atraparla por los pelos.
- Aqua está bien. Aqua agradece a Onix-san por ayudarla - Le sonrió.
- N-No hace falta... - Contestó sonrojado dejándola en el suelo.
- Onix-san ¿Aqua puede hacer una petición?
- Pide lo que quieras.
- ¿Onix-san podría leer este libro para Aqua? - Preguntó - Aqua no comprende muy bien algunas cosas.
- Sí, no hay problema - Aceptó.
Ambos se fueron a sentar en una de las mesas.
- "La Sirenita ¿Por qué quiere que le lea este cuento?" - Pensó observando el libro.
- ¿Ocurre algo Onix-san?
- ¡! - Onix volvió en si - No. Empezaré a leer...
Estuvieron así un rato hasta que el cuento finalizó.
- Aqua tiene una pregunta... - Onix esperó a que continuara - ¿Por que la Sirena-san decidió volverse humana?
- Por amor... S-Supongo... - Contestó algo inseguro.
- Aqua sigue sin entender... ¿La Sirena-san no podía seguir siendo como era y estar con el príncipe?
- ...No lo sé. Quizá es porque eran de dos mundos diferentes...
Ella agachó un poco su mirada.
- Aqua entiende... A Aqua le gustaría que ambos hubieran podido ser del mismo lugar...
- Sí... Todo hubiera sido más sencillo. Aunque, eso no significa que fuera igual.
- ¿? ¿A que se refiere Onix-san?
- El príncipe se enamoró de ella porque lo salvó ¿No? Y esto ocurrió porque ambos eran diferentes. No creo que eso sea un problema.
La peliceleste sonrió.
- Onix-san dice palabras muy bonitas.
- ¡! - Se sonrojó al darse cuenta de lo que había dicho - N-No es así.
~¤~
Ain:
Megami salió de su vestidor con un vestido de noche puesto.
- M-Megami-sama está hermosa - Aplaudió la albina con un rubor.
- Por supuesto. Una diosa siempre está hermosa - Dijo arrogante.
Al menos ese día parecía no molestarse tan fácilmente como normalmente. Ain sonrió ante eso.
- Aunque no está tan mal para ser una simple humana... - Comentó mirándose al espejo.
La realidad es que un rato antes Ain vio el vestido algo roto y decidió arreglarlo y hacerle algunos retoques.
- G-Gracias, Megami-sama... - Agradeció con timidez totalmente sonrojada.
- ...¿Cómo sabías que me sentaría tan bien el detalle del pecho?
- ¡! - Ain se tensó un poco. Solo había convertido el vestido en un palabra de honor con algo de escote pensando que le sentaría bien.
- Contesta humana - Ordenó.
- ...Y-Yo... - Jugó con sus manos.
- ¡Tch! Humana insolente ¡¿Cómo te atreves a desobedecer a una diosa?! - Gritó - ¿Qué importa? Lo dejaré pasar por esta vez.
- ¿? - Eso sí que le había sorprendido. Megami no era el tipo de persona que se rendía tan fácilmente.
- Humana - La llamó y le tiró algo que Ain a duras penas logró atrapar.
- "¿Una f-falda?" - Pensó.
- Arreglara - Ordenó volviendo al espejo - Si la estropeas en lo más mínimo recibirás un castigo divino.
- S-Sí... - Asintió nerviosa. Esperaba hacerlo bien no quería que Megami se enfadara ahora que empezaban a llevarse bien.
~¤~
Sya:
- Sayumi-sama, debería cambiarse. Su ropa esta sucia.
- ¡No quiero! - Exclamó inflando las mejillas - ¡Dejame en paz, eres aburrida!
- Pero Sya solo quiere ayudar a Sayumi-sama...
- ¡No me importa! ¡Jum! - Se cruzó de brazos.
- Sya siente lo que está apunto de hacer... - Se disculpó de ante mano.
- ¿Eh?... - La rubia bajo la guardia un momento.
Sya aprovechó esto para lanzarse sobre ella logrando quitarle la camisa.
- ¡¿Q-Qué haces?! ¡S-Soy una princesa! ¡Una p-plebeya no pu-puede hacerme esto! - Pataleó con las mejillas rojas.
- Sya solo trata de ayudar. Sya pide que se este quieta solo un momento - Pidió desabrochandole la falta.
- ¡! - Intentó empujarla, pero los efectos del gas la habían debilitado mucho - ¡P-Pervertida!
- Sya lamenta mucho tener que hacer esto - Dijo bajandole la falda - Sya no quiere molestar a Sayumi-sama. Pero Sya quiere ayudarla en todo lo que pueda.
- ¡Q-Que digas eso no q-quita que me estés desnudando mi-mientras! ¡Pervertida! - Gritó sonrojada intentando taparse.
- Sya lo siente... - La miró con tristeza.
- ¡N-No me mires! - Le tapó la cara - ¡No e-eres nadie pa-para ver a una p-princesa así! ¡Ahora s-sueltame o te convierto e-en cactus!
Sya empezó a subirse la camisa.
- ¡¿Q-Qué te crees que ha-haces?! - Exclamó deteniendola rápidamente.
- Sayumi-sama quiere ropa, pero Sya no puede dejar que se vaya. Así que Sya le prestará su ropa - Le sonrió intentando volver a quitarse la camisa.
- ¡No m-me iré a ninguna parte! ¡Pa-Para de u-una vez! - Ordenó imponiéndoselo.
- ¿Sayumi-sama se lo promete a Sya?
La rubia miró hacia otro lado. No podía mantenerle la mirada si la veía de esa forma.
- L-Lo prometo... - Murmuró avergonzada.
- ¡Sya irá a buscar ropa! ¡Sya volverá en un segundo! - Exclamó corriendo al armario.
- T-Tonta... Podrías haber he-hecho eso desde u-un principio... - Susurró Sayumi con un puchero escondiéndose bajo las mantas de su cama.
~¤~
Ethan:
- Dime... ¿Qué ocurrió realmente? - Preguntó Ethan de la nada.
- ¿Oh~?... Ethy, me dueles ¿Crees que te mentiría acaso~? - Se hizo la ofendida.
Ethan la miró sin contestar y ella sonrió.
- Oh... Interesante~. Veo que ya empiezas a ver cuando estoy metida en algo - Le felicitó - Sí, todo esto fue idea mía.
- ¿Por qué?
- Descubrí el otro día por curiosidad que Namichi estaba creando ese gas. Yo solo cree la fuga porque me pareció divertido ver como reaccionarían todos. Y eso estoy haciendo~ - Señaló hacia su ordenador.
- ¿Los e-estas espiando?
- Error. Grabando. Lo necesito para mi nueva investigación~.
- ¿Qué estás investigando?
- Los efectos del gas de la verdad en la gente~
- ... ... ...¿No habías di-dicho que...?
- Oh~... Sé lo que dije. Pero no hubiera sido lo mismo si vosotros lo sabíais~ - Aumentó su sonrisa - Aparte, mirales, parecen muy felices.
Ethan suspiró.
- Vamos, Ethy... - Se acercó a él peligrosamente - No te enfades conmigo. Yo solo quería ayudar~
Él desvió la mirada.
- ¿Cómo e-es que a ti no te a-afecta? - Preguntó ruborizado.
- Oh... Buena pregunta. No quería terminar violandote por culpa en el gas~ - Ethan se sonrojó aún más - Seguro que después te molestarías. Así que decidí purificar el aire a mi alrededor con mis poderes.
- Y-Ya veo...
- Sin embargo... Aún hay un poco en un frasco podría usarlo si quieres~ - Susurró seductoramente pasando los dedos lentamente por su pecho.
- E-Eso... N-No po-podemos...
- Lo sé. Es por eso que celebramos que nos vamos a casar~.
- Así que por eso era la fiesta. Espera... ¿Celebramos?
- Oh... Pensé que no era justo que solo nosotros nos divirtieramos hoy~
- C-Creo que nunca me acostumbraré a tus planes...
- ¿Quién sabe~? - Le sonrió - Aún con ellos te enamoraste de mí~ - Le besó la mejilla.
Ethan volvió a sonrojarse.
- Tierno~.
- N-No lo soy... - Se negó con un leve puchero.
Horas más tarde, ya de noche, todos habían vuelto a la normalidad. Aunque los afectados por el gas no recordaban mucho de lo que habían hecho.
- Oh~... Yo tengo una solución para eso~ - Interrumpió la albina haciendo que todos la miraran con curiosidad.
Tras eso le repartió un disco a cada uno.
- Id a ver esto~ - Les dijo y todos volvieron a las habitaciones.
En su mayoría acabaron completamente sonrojados al ver las grabaciones de aquella tarde. Casi no podían mirar a su pareja o simplemente la ignoraban o les gritaban como los tsunderes que eran.
- Así que te prometí ser el uke... - Mencionó Quartz tras ver el vídeo.
- N-No tenemos qu-que hacerlo si no qu-quieres...
Quartz le besó de forma apasionada.
- ¡! - Sei se puso rojo al no esperarse el gesto.
- No me importa ser el pasivo mientras sea contigo - Le respondió con una sonrisa pícara después de separarse - Te amo, mi fresa~ - Le besó la frente.
- Y y-yo a ti - Le abrazó.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top