Capítulo 59
Draco miraba con mucho odio a Harry, lo odiaba demasiado.
― No vuelvas a tocar a mi novia Potter ―masculló el rubio con odio
― Pensé que no querías saber nada de mí ―masculló April ― ¿Acaso Pansy se consiguió a otro y te ignoró? ―enarcó su delgada ceja
― ¡Lo dije sin pensar! ―exclamó ― Lo siento ¿Si?, es que me molesta que ayudes a Potter ―se cruzó de brazos
― Draco tú y tus malditos celos ―suspiró la azabache ― Luego hablamos en la Sala Común, quiero comer algo y hablar con Harry un poco ―dijo dándose la vuelta
Harry sintió como su corazón comenzaba a latir en una velocidad arrolladora, hasta temió que se saliera de su pecho.
― ¿Enserio quieres hablar con el culpable de la encarcelación de nuestros padres? ―preguntó y April volteó a mirar al rubio
― ¿Qué has dicho? ―preguntó
― Tu madre y mi padre están en Azkaban por culpa de tu querido amiguito ―dijo con odio ― Estás muerto Potter, vas a pagar todo el daño que le has hecho a nuestras familias ―se acercó a Harry
― Mira como tiemblo ―dijo el Gryffindor con sarcasmo ― Si están ahí es porque se lo merecen ―masculló ― Voldemort no se compara con la gran venganza que llevarás a cabo ―se burló Harry y ambos Slytherins se estremecieron al oír aquel nombre, especialmente April
― Harry detente ―le pidió April tratando de mantener la calma
― Te crees muy hombre Potter, espera y verás ―se acercó un poco más a Harry y lo empujó ― Te atraparé, no puedes enviar a nuestros padres a prisión...
― Eso fue justamente lo que he hecho ―lo interrumpió el Gryffindor, Draco iba a atacarlo de no ser por April, que se metió en medio de los dos y apartó a Draco con todas sus fuerzas
― ¡Ya basta! ―exclamó alterada
― Los Dementores volvieron a Azkaban, te aseguro que mi padre y mi suegra no tardarán en salir ―masculló tratando de zafarse del agarre de April
― No me sorprendería, al menos ahora todo el mundo saben que son unos asesinos ―masculló Harry y Draco hizo el intento de sacar su varita
Pero Harry al no ser retenido por nadie fue más rápido que el rubio y sacó su varita sin inconvenientes.
― ¡A mi madre no le hablas de esa forma! ―masculló April dolida
― ¿Qué pasa aquí? ―preguntó Snape llegando al lugar ― Con que peleando Potter ―dijo Snape con su tono habitual de voz
― Intento lanzarle una maldición a Malfoy sin lastimar a April, señor ―masculló Harry molesto
― Guarda inmediatamente esa varita Potter ―ordenó Snape ― Diez puntos menos para Gryffindor ―desvió su mirada a los relojes de arena y sonrió burlonamente ― Veo que no le quedan más puntos a Gryffindor, así que Potter tendremos...
― Que añadir unos cuantos ―dijo una voz femenina
― ¡Profesora McGonagall! ―exclamó Snape yendo hacia donde se encontraba la jefa de la casa Gryffindor ― Me alegra que ya haya salido de San Mungo ―dijo
― Muchas gracias, profesor Snape ―agradeció mientras se quitaba su capa de viaje ― Creo que Potter y sus amigos merecen cincuenta puntos cada uno por alertar el regreso del Innombrable, ¿Qué piensa usted? ―preguntó
― ¿Cómo? ―preguntó Snape atónito
― Serán cincuenta puntos para Potter, los dos Weasley, Granger y Longbottom ―una lluvia de rubíes cayeron del reloj de Gryffindor ― ¡Ah! y cincuenta puntos para la señorita Lovegood, también me enteré que la señorita Gallagher fue también al Ministerio acompañada por Zabini y Nott para ayudar, así que cincuenta puntos para cada uno también ―dijo y bajaron zafiros del reloj de Ravenclaw y esmeraldas del de Slytherin ― Usted quería quitarle diez puntos a Potter de modo que ― unos rubíes subieron nuevamente al reloj ― Potter, Malfoy y Gallagher vayan a afuera, es un día muy bonito ―se dirigió a sus alumnos
April rápidamente liberó a Draco de su agarre pero lo tomó de la mano y se encaminaron a la sala común. El camino fue silencioso.
― Siento que te enteraras de aquella manera lo de nuestros padres ―habló Draco ― Pero estoy demasiado molesto con todo ―se sentó en uno de los sofás de la sala común
― Lo sé y debes estar molesto conmigo también ―dijo April ― Pero debía ir Draco, mi madre estaba en peligro también aunque bueno ahora está en prisión ―dijo sin poder creérselo
― No estés mal Apri, saldrán lo más pronto posible, eso te lo aseguro ―dijo el rubio abrazando a la azabache ― No tengo que perdonarte nada, tú tienes que perdonar a este maldito hurón celoso que vive con miedo a perderte ―la abrazó más fuerte ― Perdóname por las idioteces que te he dicho, estaba celoso y cegado por la ira ―se disculpó
― Te perdono, pero no volvamos a pelear por favor ―cedió April y Draco sintió como el alivio se apoderaba de su ser
― No tienes idea de cuánto te amo ―respondió el rubio y sin pensarlo dos veces unió sus labios a los de la azabache
El anteúltimo día de clases fue el día que la profesora Umbridge se marchó del castillo, quiso pasar desapercibida pero Peeves la encontró y siguió al pie de la letra las instrucciones que le dejó Fred, la persiguió golpeándola con un largo bastón y le lanzó tizas. La gran mayoría de los estudiantes vitoreaban aquella acción del poltergeist. El banquete de fin de año se celebró en el Gran Comedor como era habitualmente.
― Voy a extrañar molestar a mi hurón ―dijo Blaise melancólico
― Lo verás en el verano y lo molestarás todo lo que quieras ―dijo April divertida
― ¡Amor! ―exclamó el rubio indignado
― ¿Qué? ―se hizo la tonta ― Me encanta cuando Blaise te molesta, es divertido ―rio y Draco besó su mejilla delicadamente
― Me alegra que hayan arreglado sus problemas chicos ―dijo Theo
― Y si, estaban insoportables los dos ―dijo Blaise con la boca llena de pan ― Una llorando peor que Myrtle la llorona y el otro con un humor podrido que daban ganas de golpearlo ―se burló el moreno
― Ahora mismo te golpearé si no te callas ―masculló Draco
― Enana, dale una alegría al hurón está muy estresado ―le guiñó un ojo y April se puso roja como un tomate
― ¿Qué harán en el verano? ―preguntó Blaise acomodándose en su asiento
― No lo sé, con esto de mi madre no sé qué pasará ―respondió April acomodando su cabeza en el hombro de Draco
― Vendrás a casa ―dijo Draco decidido ― Tu padre trabaja todo el día y no pienso tolerar que estés sola todo el día ―besó una de las sienes de su novia
― Los visitaré en el verano ―dijo Theo
― Yo igual iré a molestar al hurón ―dijo Blaise
April miró el paisaje, sabía que tiempos difíciles se acercaban y sobre todo tiempos oscuros, muy oscuros.
Este es el final de la primera temporada de Little secret, estén atentas que en un rato publicaré el prólogo de la nueva temporada.
Espero sus votos y comentarios xx
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