Capítulo 57
April, Theo y Blaise arribaron a un desierto Ministerio de la Magia.
― Esto es muy raro ―dijo April saliendo de la chimenea por la que llegó
― Opino lo mismo, está muy silencioso todo ―dijo Theo imitando la acción de la azabache
― Yo solo pienso que tengo hambre ―dijo Blaise
― Siempre tan oportuno ―Theo puso sus ojos en blanco
― No te enojes TheThe que te me arrugas como una anciana ―se burló el moreno
― Debemos ir al Departamento de Misterios ―April comenzó a caminar
― ¿Sabes dónde queda? ―preguntó Blaise
― Si, vamos caminen ―masculló la azabache acelerando su paso
Al llegar a los ascensores, April oprimió el botón con el número nueve. Recordó cuando su padre decía que odiaba el ruido que hacían y ahora le dio la razón. El ascensor se detuvo y una voz femenina anunció «Departamento de Misterios».
Al llegar al destino las rejas doradas se abrieron y los Slytherins salieron del ascensor, una puerta color negra estaba en frente de ellos.
April decidida entró y se encontró en una enorme sala circular, observaba todo con detalle y apretaba su varita con demasiada fuerza. Una mano se posó en el brazo de la azabache provocando que se sobresaltara, iba a conjurar un hechizo cuando vio de quien se trataba.
― ¿Señor Black? ―preguntó frunciendo el ceño
― ¿Qué haces aquí niña? ―Sirius la miró de mala manera ―Es peligroso ―la regañó
― Harry y mi madre están en peligro ―respondió
― Aquí hay mortífagos April, no dudarán en matarte a ti y a tus amigos a sangre fría ―dijo con preocupación
― No nos harán nada, los tres somos hijos de mortífagos señor Black ―dijo April
― ¿No se irán verdad? ―preguntó resignado
― Por supuesto que no ―respondió April terca
― Bien pero manténganse detrás de mí siempre por favor ―dijo y el trío de amigos asintió
La puerta de entrada se cerró y la habitación quedó completamente a oscuras, April rápidamente se aferró del brazo de Blaise que se encontraba a su lado.
― Lumos ―dijo la azabache y su varita iluminó parte de la sala
Siguieron caminando hasta que se toparon con una puerta.
― Voy a abrirla ―avisó Sirius
Los Slytherins asintieron y Sirius abrió la puerta con facilidad. Al entrar a la nueva habitación rectangular era todo lo contrario a la que dejaron atrás, era muy luminosa y en medio de la habitación había un gran tanque de vidrio con un líquido color verde en su interior en el cual nadaban unos objetos de color blanco nacarado.
― ¿Qué demonios son esas cosas? ―preguntó Blaise mirando detenidamente el tanque
― No lo sé Blaise, debemos apurarnos ―dijo April comenzando a caminar a la par de Sirius ― ¿Cómo supo que Harry estaba aquí? ―preguntó
― Tutéame April, no soy tan viejo ―rio y la Slytherin sonrió ― Por mi elfo doméstico ―respondió a la pregunta
― Harry cree que el señor tenebroso te tiene secuestrado por eso está aquí ―dijo dejando de sonreír ―Yo le advertí que era una trampa pero no me escuchó, es muy terco cuando quiere y me odia no iba a creerme ―mordió su labio inferior
― ¿Cómo supiste que era una trampa? ―preguntó Sirius ― Y él no te odia hija, simplemente está dolido por todo lo sucedido, él está muy lejos de odiarte ―la consoló
― Yo alguna que otra vez sueño con este tipo de situaciones y con el tiempo se cumplen, me pasó el año pasado cuando soñé que el señor tenebroso volvía, pasó y mató a Cedric, no quiero que a Harry le pase lo mismo ― apretó su puño libre debido a la impotencia ― Sabes es raro que me digas hija cuando has creído por tantos años que lo era ― dijo curiosa
― Para mí siempre serás mi hija April ―dijo Sirius ― Tal vez no sea tu padre biológico pero te considero una hija ―miró a la azabache
― Jamás pensé que me considerarías como su hija -dijo
― Quince años creyendo que era tu padre no se olvidan de un día para el otro ―dijo divertido ― Además te tomé mucho cariño todos estos años, espero que no te moleste todo esto ―dijo al ver el rostro ilegible de April
― Supongo que sería lindo tener dos papás ―sonrió tímida y Sirius le devolvió la sonrisa
― Puedes venir a mi casa cuando gustes ―dijo entusiasmado
― Por supuesto que iré ―respondió sonriente
Sirius sonrió demasiado feliz, por fin podría tratar a April como su hija del corazón, el animago deseó poder tener una buena relación con la hija de Emma y después de tantos años por fin se concretó.
Siguieron buscando a Harry por un par de habitaciones más hasta que escucharon bullicio cerca.
― Manténganse detrás de mí por favor ― dijo Sirius con su varita en mano
April, Blaise y Theo tenían sus varitas en sus manos, listos para defenderse de cualquier ataque.
― ¿Qué demonios haces aquí Black y con un trío de mocosos? ―masculló Ojo loco Moody llegando hacia donde se encontraban
― ¿Creías que iba a quedarme de brazos cruzados cuando mi ahijado está en peligro? ―preguntó molesto
― ¡¿Y trajiste a tres niños?! ―bramó Tonks molesta ― Son hijos de mortífagos Sirius ―le reprochó
― Eh te me vas calmando cariño, que nosotros hemos venido por voluntad propia ―se defendió April
― April, Theodore y Blaise es muy peligroso que estén aquí ―dijo Lupin tranquilo
― No nos pasará nada, somos hijos de mortífagos como dijo la loca de pelo rosado ―dijo Blaise burlón y April liberó una risotada
― Mientras ustedes nos reprochan que estemos aquí, Potter puede estar muerto ―dijo Theo con frialdad
― De acuerdo pero escóndanse, no queremos lamentar heridos ―dijo Lupin resignado
Entraron a la sala y vieron como mortífagos tenían tomados a Hermione, Neville, Ron, Ginny y Luna y los apuntaban con sus varitas. Harry estaba frente a Lucius Malfoy, April se sintió decepcionada cuando vio que su madre tenía apresada a Hermione.
― Escóndete Apri, están tu madre y tu suegro ―susurró Blaise
― Ex suegro ―corrigió
― No tienes alternativa Potter, dame esa profecía ―dijo Lucius extendiendo su mano
― ¡No se la des Harry! ―exclamó Hermione
― ¡Cierra la boca maldita sangre sucia! ―exclamó Emma
Harry no quería que sus amigos sufrieran o murieran por su causa no tenía alternativa. El Gryffindor extendió su mano y depositó la profecía en manos de Lucius.
― Has hecho lo correcto ―dijo
― Aléjate de mi ahijado ―Sirius se acercó a Lucius y le golpeó un puñetazo en la mandíbula, provocando que cayera al piso y la profecía se rompiera
Por la puerta de entrada se encontraban Lupin, Tonks, Moody y Kingsley. Los mortífagos se encontraban distraídos atacando a los miembros de la Orden que April aprovechó para esconderse en un mejor lugar para atacar.
― ¿Dónde crees que vas? ―preguntó Blaise protegiéndose de los ataques
― No pienso perderme la diversión ―respondió la azabache con una sonrisa
― ¿Estás loca? ―preguntó Theo
― Estoy más cuerda que nunca ―dijo mirando al mortífago que se acercaba hacia donde se encontraban
― ¡Desmaius! ―exclamó y el mortífago cayó aturdido al suelo
― ¡Hay alguien allí! ―gritó Bellatrix como loca ― Emma ve a fijarte ―masculló
La castaña rojiza se acercó hacia donde se encontraban los Slytherins, April rezó para que no los vieran porque cuando llegara a su casa le haría la vida imposible.
― ¡No hay nadie estúpida! ―gritó Emma molesta
Bellatrix iba a responder pero Tonks la atacó, y ambas comenzaron a pelear. Emma apuntó a Sirius con su varita, ambos se miraron incapaces de atacarse.
― ¡Maldita traidora! ― chilló Bellatrix que había derribado a Tonks
― No soy ninguna traidora ―se defendió Emma
― Amas al traidor de mi primo, para mí eres una asquerosa traidora ― dijo desquiciada
― ¡Eso no es verdad! ― exclamó Emma
― Entonces mátalo ―una sonrisa de maldad se dibujó en el rostro de Bellatrix
Emma empalideció completamente.
― ¿No quieres hacerlo? ―preguntó ―Entonces te mataré, ¡Avada Kedavra! ― exclamó la mortífaga
La maldición iba directamente hacia Emma, pero alguien se interpuso salvándole la vida.
― ¡No! ―exclamó Emma al borde del llanto
― ¡Sirius! ―exclamó April con lágrimas en sus ojos
Sirius trastabilló porque la maldición no lo golpeó de lleno, cayó en aquel arco del velo y se perdió de vista.
Bellatrix gritó de felicidad, Emma cayó de rodillas al suelo con lágrimas en sus ojos y April se llenó de odio y rencor hacia ella. Salió de su escondite decidida a vengarse, podía haber conocido muy poco a Sirius pero por lo poco que lo conoció supo que fue una gran persona.
― Ni se te ocurra ―Theo la tomó del brazo
― ¡Suéltame! ―gritó con lágrimas en los ojos
― No, estás muy loca si crees que te dejaré ir detrás de Bellatrix ―dijo Theo firme
― Yo hago lo que quiero ―se soltó del agarre de Theo y comenzó a correr
― ¡Vuelve aquí! ―exclamó Blaise comenzando a perseguirla
Harry estaba en shock, iba ir a buscar a Sirius a aquel arco pero Lupin lo detuvo.
― No puedes hacer nada Harry ―dijo Lupin
― ¡Vamos a buscarlo, solo se ha caído del otro lado del arco hay que ayudarlo! ―gritó con desesperación
― Es demasiado tarde Harry ―dijo Lupin tratando de no sonar débil, había perdido a su último amigo que le quedaba
― ¡No es tarde! ―gritó ― Todavía puedo alcanzarlo ―trataba de zafarse del agarre de Lupin
― Es demasiado tarde, se ha ido Harry ―repitió
― No se ha ido ―dijo terco ― ¡Sirius! ―gritó con todas sus fuerzas
April corría detrás de Bellatrix que gritaba eufórica.
― Yo maté a Sirius Black ―canturreaba la mortífaga
― ¡Maldita perra! ―gritó April furiosa ― ¡Desmaius! ―gritó y pudo aturdir a Bellatrix que cayó al suelo
La azabache llegó hacia donde Bellatrix se encontraba tirada.
― Disfrutas mucho asesinando y torturando ¿No? ―dijo con furia ― Disfruta un poco de tu propia medicina, asquerosa perra ―le apuntó con su varita ― ¡Crucio! ―gritó y la mortífaga comenzó a chillar del dolor ― Sufre lo que mucha gente ha sufrido por tu culpa maldita loca, ¡Crucio! ―dijo con odio y Bellatrix gritaba del dolor
― Joder como pudo correr tan rápido ―masculló Theo preocupado
― Todo por tu culpa, si no te hubiese esperado no estaría acá ―se quejó Blaise
― Lo siento, estaba en shock ―se disculpó ― ¡Petrificus totalus! ―exclamó al ver que un mortífago se acercaba dispuesto a atacarlos
― ¡Desmaius! ―gritó Blaise ― Démonos prisa Theo, Apri corre peligro ―dijo Blaise y siguieron corriendo
Harry corría en busca de Bellatrix, quería asesinarla, quería que sufriera por haberle quedado la única familia que le quedaba.
Corría y corría hasta que escuchó gritos desesperantes y de dolor, cuando llegó vio a April torturando a Bellatrix. Ahí entró en razón.
― Despídete de tu asquerosa vida ―dijo con los ojos llenos de furia y hambrientos de venganza ― ¡Avada Ke...! ― fue interrumpida
― ¡Apri no! ― Harry corrió hasta donde estaba ella y la abrazó ― No vale la pena Apri, tranquilízate tú no eres una asesina como ella ―le acarició las mejillas y pudo ver como April comenzaba a llorar en silencio
― Se lo merece Harry ―dijo entre sollozos
― Si, se merece lo peor del mundo pero tú no te mereces manchar tus manos de sangre ―dijo y April lo abrazó
Harry que estaba frente a Bellatrix vio como la bruja se levantaba y apuntaba a April con su varita.
― ¡Protego! ―gritó Harry
― Vaya, vaya miren lo que tenemos aquí lo tenías bien oculto querida April ―dijo Bellatrix completamente recuperada
― ¡No es asunto tuyo! ― exclamó furiosa
― ¡Apri! ―gritó Theo llegando hacia donde se encontraba su amiga
― ¿Estás bien enana? ―Blaise abrazó a su mejor amiga ― Me tenías preocupado boba ―dijo aliviado
― Estoy bien ―dijo tranquila mientras abrazaba a su amigo
― Zabini, Nott por favor llévensela de aquí ―dijo Harry
― ¡Ni pienses que me iré! ―exclamó April
― Lo harás ―dijo Harry ― No quiero más muertes por mi maldita culpa ―apretó sus puños
― Pero... ―dijo April
― Sin peros April, vámonos de aquí ―dijo Theo tomando del brazo a su amiga y comenzando a caminar
― Bien Potter, creo que solo somos tú y yo ―dijo una voz fría y sin sentimientos
Harry que veía como April se alejaba junto con Theo y Blaise volteó y se encontró con otra figura que no era Bellatrix.
― Tú ―masculló Harry
― Sí, yo ―dijo burlón
Y allí estaba Lord Voldemort en frente de Harry, listo para atacarlo.
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