Capítulo 54

Al día siguiente April no vio a Harry en lo que iba del día y eso la alteraba más, debía encontrarlo cuanto antes y advertirle.

A la hora del almuerzo la Slytherin vio a Harry pero no iría a decirle delante de todo el colegio, tenía que ser a solas o a lo sumo con Ron y Hermione.

― Has estado muy rara ―dijo Draco preocupado

― No es nada, solo dormí mal ―sonrió sin mostrar la dentadura

― Eso es porque no has dormido conmigo ―el rubio abrazó a April

― Ya empezaron ―murmuró Blaise

― Tú como siempre quejándote de todo, consíguete una novia Zabini ―masculló Draco

― No gracias, Blaise es de todas no tiene dueña como cierto hurón que no quiero nombrar ―dijo el moreno arrogante

― Al menos tengo alguien que me ama ―dijo Draco

De reojo April observó cómo Harry se levantaba junto a Ron, Hermione, Neville, Ginny y Luna desde la mesa de Ravenclaw , sin pensarlo dos veces se levantó de su asiento.

― Voy al baño, los veo en la Sala Común ―dijo la azabache antes de marcharse del Gran Comedor

Caminó rápido y pudo ver que se dirigían al despacho de Umbridge, supuso las intenciones del Gryffindor.

― ¡Potter espera! ―exclamó April

― ¿Qué es lo quieres? ―preguntó molesto

― Hablar contigo, es muy importante ―dijo

― Ahora no puedo y tampoco quiero hablar contigo ―masculló

― ¡Es importante maldición! ―exclamó

― Deja de chillar Gallagher ―dijo Ron

― Ronald ―Hermione lo reprendió con la mirada

― ¡Tú cállate maldita comadreja! ―exclamó molesta

― Se le contagió el gen Malfoy ―murmuró Ron al oído de Ginny

― No quiero seguir perdiendo mi tiempo contigo mejor vete con tu noviecito ―masculló Harry y siguió caminando

― Es sobre quien tú sabes ―dijo y los Gryffindor y la Ravenclaw detuvieron su caminar y voltearon a verla

― ¿Qué? ―preguntó

― Lo que oíste, ¿Vas a escucharme o vas a seguir insultándome? ―enarcó su ceja izquierda

― Ven con nosotros ―suspiró Harry y Ron lo fulminó con la mirada

April se puso al lado de Harry y siguieron caminando.

― ¿A dónde vas? ―preguntó

― No puedo decirte ―respondió seco

― Es importante Potter ―lo tomó del brazo para detener su caminar ― Necesito saber si no harás una locura ―apretó su agarre del brazo

― ¿Cómo sé que no es una de tus tantas mentiras? ―preguntó

― Yo no miento ―se defendió ― Tú si lo has hecho ―le reprochó

― De acuerdo ―suspiró ― Voldemort tiene a Sirius y lo está torturando, debo ir al Ministerio ―dijo de manera rápida

― No debes ir ―dijo April

― ¡Mi padrino está en peligro! ―bramó molesto

― ¡Te están tendiendo una trampa Harry! ―gritó

― ¿Cómo lo sabes? ¿Eres adivina? ―dijo irónico

― ¡Porque lo soñé y vi como mi propia madre te asesinaba! ―gritó

― Sirius está en peligro y debo ir April ―dijo Harry volviendo a caminar

― Entonces voy contigo ―dijo firme

― Ni lo pienses ―comenzó a caminar más rápido

― No voy a cambiar de parecer ―dijo caminando al lado del Gryffindor con terquedad

― Somos dos ―dijo Harry

Al llegar al despacho de Umbridge detuvieron su caminar.

― Ron, ve a distraer a Umbridge ―dijo Harry

― No te olvides de Filch y esa maldita Brigada Inquisitorial ―dijo Hermione

― ¿No te da miedo de que tu novio te descubra y te deje por Parkinson? ―preguntó Ron

― ¿A ti no te da miedo morir gracias a mí? ―preguntó apuntando al pelirrojo con la varita

― Lo asesina lo llevas en la sangre ―dijo Ron

― Y tú lo patético ―masculló furiosa

― ¡No peleen! ―exclamó Luna ― Perdemos tiempo ―dijo con ese tono sonador típico de ella

― Ustedes distraigan a los demás ―masculló Harry

Ron se marchó decidido y Ginny se marchó por la dirección contraria.

Un grupo de estudiantes de sexto se acercaban hacia donde se encontraban.

― Por aquí no se puede pasar, tendrán que tomar otro camino porque han tirado gas agarrotador en este pasillo ―dijo Ginny

― Yo no veo gas por ninguna parte

― Porque es incoloro, pero si quieres pasar adelante hazlo y tu cuerpo me servirá de prueba para otro idiota que pregunte lo mismo ―dijo la pelirroja

Con el correr de los minutos el rumor del gas se fue expandiendo porque el pasillo se encontraba desierto.

― ¡Ve ahora Harry! ―exclamó April

― Recuerda la señal ―dijo Hermione

― ¿Cuál señal? ―preguntó

― Cantaremos «A Weasley vamos a coronar» ―respondió Hermione

Harry se colocó mejor su capa de invisibilidad y entró al despacho de Umbridge. April iba a seguirlo pero alguien la tomó del brazo.

― ¡Hasta que apareces mujer! ―exclamó Draco algo molesto

― Draco ―murmuró completamente pálida

― ¡Theo, Blaise y yo te hemos buscado por todas partes! ―masculló ― Estábamos preocupados por ti April, y tú hablando con la impura de Granger ―dijo con asco

― ¡No la llames así! ―exclamó molesta ― Lo siento ¿Si?, me encontré con Granger en el baño y comenzamos a hablar, ni que me fueran a secuestrar Draco ―masculló

Hermione le hacía señas para que sacara a Draco de allí, April comprendió y eso haría.

― Fue un grato momento hablar contigo Granger ―sonrió sin mostrar la dentadura ― Vamos a la Sala Común Draco, a decirle a los otros dos que no me secuestraron ―tomó la mano del rubio ― Hasta luego Granger ―se despidió y comenzó a caminar junto a su novio

April caminaba a paso rápido para alejarse de ese lugar, rogaba que Harry pudiera contactarse con Sirius.

― ¡Pero que es todo esto! ―exclamó la chillona voz de Umbridge

― ¿Qué le sucede? ―preguntó Draco volteándose a ver

― Ignórala y vamos a la Sala Común ―siguió caminando pero Draco no ― Draco amor, ven ―insistió

― Espera quiero ver qué ocurre ―dijo con la mirada en la escena

― Draco ―se acercó más al rubio ― Vamos a la Sala Común ―murmuró y luego comenzó a darle pequeños besos en los labios, el rubio cedió rápidamente cuando la azabache comenzó a besar su punto débil, el cuello

― Aquí no, nos pueden ver ―dijo apretando la mandíbula

― Vamos a la Sala Común entonces ―dijo y el rubio la besó fogosamente en los labios

April perdió la noción del tiempo, amaba cuando Draco la besaba de aquella forma, sus manos se enredaron en aquel cabello rubio que tanto amaba mientras que las manos de él estaban firmes y rígidas en las caderas. Gimió sobre los labios de su novio cuando él apretó su trasero.

― Vámonos ya, no aguanto más soy capaz de hacértelo aquí mismo ―dijo agitado

La azabache asintió y cuando comenzaron a caminar un grito los detuvo.

― ¡Ustedes dos! ―chilló Umbridge ―Vengan a ayudar si no quieren que los castigue y avise a sus padres por ese comportamiento tan desubicado en los pasillos del colegio ―masculló

Draco tensó la mandíbula, necesitaba ir a la Sala Común con April y es interrumpido, la frustración se apoderó de él.

― Ya vamos profesora Umbridge ―masculló Draco tratando de no lanzarle un crucio a aquella mujer

April caminaba detrás de Draco y tomó a Hermione del brazo.

― ¿Qué ocurrió? ―murmuró

― Nos atraparon ―respondió ―Distrajiste muy bien a Malfoy ―dijo

― Por culpa de eso ahora estoy frustrada y tengo que fingir que ayudo a esta vieja ―masculló ―Harry pensará que lo traicioné de nuevo ―murmuró con preocupación

― Él no pensará eso ―la tranquilizó Hermione

Entraron al despacho y allí estaban los miembros de la Brigada Inquisitorial conteniendo a Ron, Ginny, Luna y Neville.

― ¿Creías que no me daría cuenta? ―preguntó Umbridge ― Quítale la varita ―ordenó a Draco que hurgó en los bolsillos de la túnica de Harry ― Y tú a ella ―la bruja le clavó su mirada de sapo a April

April revisó los bolsillos de la túnica de Hermione y sacó la varita. La castaña estaba tranquila porque sabía que ella le devolvería la varita en cualquier descuido de Umbridge.

― Ahora díganme que hacían en mi oficina ―ordenó

― Quería... recuperar mi Saeta de fuego ―mintió Harry

― Eso es ¡Mentira! ―chilló ― Tú sabes perfectamente que tu escoba se encuentra en las mazmorras, no quieras tomarme el pelo querido ― lo zarandeó y April sintió como la ira se acumulaba en su cuerpo ― ¿Con quién te estabas comunicando? ―preguntó

― Con nadie ―volvió a mentir el Gryffindor

― ¡Mentira! ―gritó la bruja y estrelló su mano contra la mejilla de Harry

April se mordía la lengua para no maldecir a aquella mujer, Millicent Bulstrode como vio que la azabache no sujetaba a Hermione y ella tenía una gran necesidad de violencia acumulada, empujó a su compañera de casa con tal fuerza que Apri cayó de rodillas al piso. Rápidamente Draco, que se encontraba jugando con la varita de Harry, la ayudó a levantarse del piso.

― ¡¿Qué te pasa maldita perra infeliz?! ―gritó April adolorida

― Si no cumples con tu trabajo, yo lo haré ―dijo Millicent reduciendo a Hermione contra la pared

― ¡Yo no estoy en la Brigada estúpida! ―gritó

― ¡Basta las dos! ―gritó Umbridge ― Señorita Gallagher, tengo entendido que usted no está en la Brigada pero debe hacer lo que le ordeno por estar a los besos con su novio en medio del pasillo ―dijo

Harry quien en ese momento creía que April había abierto la boca pudo comprender que Malfoy la encontró y lo distrajo. Sintió celos al imaginarlos a los besos en el pasillo pero estuvo feliz al saber que ella no abrió su boca.

― Muy bien Potter, has puesto vigilancia en todo el perímetro de mi oficina pero has cometido un error al enviar a este payaso ―señaló a Ron ― A que me inventara que Peeves estaba destruyendo el departamento de Transformaciones cuando en realidad él estaba manchando con tinta los telescopios, lo sé porque Filch lo vio, por lo que mi teoría de que querías hablar con alguien no está tan errada ― dijo con una sonrisa victoriosa ― ¿Con quién quería hablar? ¿Con Dumbledore o con ese híbrido de Hagrid? Dudo mucho que sea con la profesora McGonagall porque por lo que tengo entendido sigue muy enferma para hablar con alguien ―dijo y los miembros de la Brigada rieron

― Qué le importa, yo hablo con quien se me dé la gana ―masculló Harry furioso y Umbridge empalideció

― Muy bien Potter, no me dejas alternativa Draco, April vayan a buscar a Snape ―ordenó y la pareja salió del despacho

April ni bien salió del despacho gritó por la frustración.

― ¡Maldita perra! ―gritó furiosa ― La odio con todo mi ser ―masculló

― Tranquilízate que el molesto tendría que ser yo ―dijo Draco serio

― ¿Por qué? ―preguntó

― ¡Porque estabas ayudando a Potter a hacer no sé qué no soy estúpido April! ―exclamó molesto

― Yo no estaba ayudando a nadie ―se defendió

― Si claro, hablando con Granger donde Potter estaba usando la chimenea y cuando llegué querías quitarme de allí a toda costa pero tranquila no estabas ayudando a Potter ―dijo irónico

― ¡Vete a la mierda Draco Malfoy! ―exclamó furiosa

― ¡Y tú vete con San Potter que te va a recibir más que feliz es sus brazos! ―exclamó furioso igual

― ¡¿Qué son esos gritos?! ―Snape se puso enfrente de la pareja

― Este maldito hurón idiota que se hace el ofendido conmigo ―masculló

― Vete con el cara rajada de Potter nos harás un favor a los dos ―masculló molesto ― ¡No te soporto más! ―gritó

April sintió como su corazón se rompía en cientos de pedazos, sus ojos comenzaron a aguarse y no dudó en estrellar su mano en la mejilla del rubio.

― Eres una mierda ― dijo al borde del llanto y se fue corriendo rumbo a las mazmorras

― ¡April espera! ―exclamó Snape al ver a su ahijada tan dolida ― Te has pasado Malfoy, olvídate de tus créditos y puntos extras en mis clases, a mi ahijada nadie la hace sentir mal ―dijo en un tono más frío que un tempano de hielo

― Da igual, lo busca Umbridge está en su despacho ―dijo ignorando las palabras de Snape

― De acuerdo vamos, pero esta charla no termina aquí mocoso ―dijo Snape

Mientras se dirigían al despacho de Umbridge la culpa de haberle dicho eso a April se hizo presente en Draco, verla al borde del llanto le rompió el corazón. Pero su orgullo no le permitía pedirle disculpas a su novia, ella ayudó a su enemigo a que hiciera de las suyas y eso le molestó muchísimo. No iba a ceder tan fácil aunque por dentro se esté muriendo por pedirle disculpas, él era un Malfoy y los Malfoy no se disculpan.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top