Capítulo 50
Una vez finalizado el examen todos los alumnos salieron del Gran Comedor un poco aliviados al quitarse de encima uno de los tantos exámenes.
― ¿Qué tal les ha ido? ―preguntó April ni bien se acercó a Draco, Theo y Blaise
― Muy bien, respondí todas las preguntas ―respondió el rubio abrazando a su chica ― ¿A ti cómo te fue? ―preguntó
― Bien, respondí todo ―respondió y besó la mejilla de Draco
― No empiecen, hacen que me den arcadas ―dijo Blaise
― A alguien le fue mal ―canturreó Theo
― No me fue mal, solo me faltó responder dos preguntas ―se defendió el moreno
― Zabini ―murmuró Draco enarcando una de sus cejas
― Está bien solo me faltaron cinco preguntas ¿Felices? ―puso sus ojos en blanco
― Mucho, y por si quieren saber he respondido todo ―dijo Theo sonriente
― Soy amigo de unos malditos nerds ―masculló el moreno
Los alumnos de quinto y séptimo almorzaron junto a los demás, las cuatro mesas habían vuelto a su lugar. Al finalizar la comida, entraron a una pequeña sala que estaba al lado del Gran Comedor, allí tenían que esperar a ser llamados para que dieran el examen práctico. Eran llamados en pequeños grupos y por orden alfabético; el nerviosismo se sentía en el ambiente, la gran mayoría de los presentes murmuraban los hechizos y practicaban los movimientos con sus varitas provocando que se golpearan entre sí por el reducido espacio.
― Lo bueno de que mi apellido sea con Z es que soy el último y tengo más tiempo para repasar ―se burló Blaise
― Bien por ti Blaise, necesitas ese tiempo como el aire que respiras ―dijo April mirando a la nada
― ¿Qué te has fumado? ―preguntó Blaise al ver a su amiga en ese estado
― Nada idiota, solo repaso los hechizos mentalmente y no hago como esos bobos que mueven la varita y por poco me dejan sin ojo ―masculló April
― Eres rara ―dijo Blaise
― Lo sé ―respondió la azabache volviendo a su estado anterior
― TheThe no hará esas cosas raras ¿Cierto mi TheThe? ―volteó a ver a su amigo que estaba con los ojos cerrados y murmuraba palabras que no llegaban a oírse ― Bueno, me queda el no tan normal hurón albino ―clavó su mirada en el rubio que leía un pedazo de pergamino ― ¡Me rindo son todos unos anormales! ―exclamó el moreno rendido
Harry observaba a April detenidamente, hacia unos segundos que había salido de ese extraño trance y comenzaba a mordisquear su labio inferior, Harry en ese momento supo que estaba nerviosa, siempre hacía eso cuando lo estaba; rápidamente tomó la mano de Malfoy, que la miró y le sonrió para tranquilizarla y ella le devolvió la sonrisa. Al ver esa imagen, el Gryffindor pudo sentir como el malestar se expandía por cada fibra de su ser, deseaba ser Malfoy en esos momentos y poder calmar los nervios de April pero lo único que le quedaba era disimular la molestia y enfocarse en el examen práctico.
― April Gallagher, Hermione Granger, Anthony Goldstein, Gregory Goyle y Daphne Greengrass ―la voz chillona del professor Flitwick
April se tensó debido a los nervios y no podía moverse.
― Tranquila mi amor, te irá excelente ― la tranquilizó Draco ― Mucha suerte hermosa ―murmuró antes de besar los labios de su chica fugazmente
― Gracias, suerte a ti también ―murmuró antes de dirigirse al Gran Comedor
― La profesora Marchbanks la evaluará señorita Gallagher ―le avisó el profesor Flitwick
April asintió con la cabeza y se acercó a la bruja que la miraba fijamente.
― Con que April Gallagher ¿No? ―preguntó y la azabache asintió con la cabeza ― No estés nerviosa linda, sé que lo harás muy bien ― la bruja trató de tranquilizar a la Slytherin ―Bien, trata de hacer levitar esa copa de cristal ―señaló la copa
El encantamiento levitatorio le salió a la perfección al igual que el de cambio de color, estaba muy satisfecha con su examen.
― Estoy molesto, si no fuera por el estúpido de San Potter mi examen práctico de Encantamientos hubiera sido perfecto, pero no él como siempre arruinando todo ―se quejó Draco
― Deja de quejarte como un hurón viejo ―habló Blaise ― La gente inteligente como TheThe, la enana y el sexy Blaise, o sea, yo estamos estudiando para el examen de Transformaciones de mañana ―se burló
― Vete a la mierda Zabini ―masculló el rubio molesto antes de volver a su lectura y Blaise solo rio al verlo molesto.
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