Capítulo 38

Después de todo el revuelo la oficina que pertenecía al anciano director se fue vaciando lentamente. John Gallagher fue hasta donde se encontraba su hija.

― Estoy muy orgulloso de ti hija ―dijo John minutos después de la desaparición de Dumbledore

― No hice esto por gusto papá ―murmuró

― Lo sé cariño, pero gracias a este gesto no solo te has beneficiado a ti sino a mí en el trabajo ―la abrazó

― Por eso mismo lo hice papá, sonará egoísta pero no quería perjudicarte a ti ni a mi futuro por negarme a ayudar a Umbridge ―dijo angustiada

― John querido ―Fudge se acercó junto a Umbridge ― Déjame felicitarte por la maravillosa hija que has tenido junto a Emma ―dijo el Ministro sonriente

― Muchas gracias señor Ministro, April es mi orgullo y el de Emma también ―agradeció John

― Obviamente esta colaboración de April tendrá su recompensa para ella en sus TIMO y para usted mi querido John con un aumento de salario considerable ―dijo antes de marcharse

― Has hecho lo correcto April querida ―dijo Umbridge con una sonrisa dulce en su rostro de sapo ― Por eso eres recompensada ―habló

― Muchas gracias profesora ―la azabache fingió una sonrisa

A la mañana siguiente cuando April bajó a la Sala Común vio en el tablero de anuncios un enorme pergamino pegado.

POR ORDEN DEL MINISTERIO DE MAGIA

Dolores Jane Umbridge (suprema inquisidora) sustituye a Albus Dumbledore como Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Ésta orden se ajusta al Decreto de Enseñanza n°28.

Firmado: Cornelius Oswald Fudge

Ministro de la Magia

― Esto no puede estar pasando ―murmuró

― ¡Estamos jodidos! ―exclamó Blaise llegando de repente provocando el susto de April

― Mierda Blaise, me asustaste ―se quejó

― Lo siento pequeña April ―se disculpó el moreno

― No me digas pequeña que tengo la misma edad que tú ―masculló

― Si, pero de altura no ―reprimió una carcajada ― Eres tan enana que el hurón albino de Malfoy se tiene que agachar para besarte ―se burló

― Al menos alguien me besa no como a ti que terminarás solo como Filch ―se burló y salió de la Sala Común

― Sabes que te adoro enana ―gritó Blaise provocando la risa de April

Al salir de las mazmorras comenzó a cruzarse con estudiantes de las otras cosas y comenzaron a decirle cosas como «traidora» «típica serpiente que te da un puñal por la espalda » «nunca sería tu amigo», ella solo bajo la mirada y los ignoró por muchas ganas que tuviera de bajarles cincuenta puntos a cada uno, cuando llegó al Gran Comedor los murmullos se hicieron presentes provocando la incomodidad de la azabache, sus manos se formaron en puños y caminó hasta donde estaban Draco y Theo.

― Buenos días ―la saludó el rubio sonriente

― No tienen nada de buenos ―masculló de mal humor

― Ignora a esos perdedores, ellos no saben las razones de por qué hiciste lo que hiciste ―el rubio abrazó a su novia ― No quiero verte mal por esos idiotas ―besó la cabeza de la chica delicadamente

Apri no estés mal por ellos, solo hablan porque es gratis ―dijo Theo

― Pero me duele todas las cosas que me dicen Theo ―dijo todavía abrazada a su novio

― Debes ignorarlos amor, no me gusta verte así ―la apretó contra su pecho ― Mira, mejor llevamos un par de tostadas y desayunamos juntos frente al lago solos ¿Si? ―dijo y la azabache asintió con la cabeza

Draco se separó de April y comenzó a tomar algunas tostadas, las envolvió con las servilletas y las guardó en los bolsillos de su túnica.

― Vamos corazón ―tomó la mano de su novia ―Nos vemos en clase Theo ―le dijo a su amigo

― Claro, les guardo lugar ―sonrió Theo

La pareja comenzó a caminar y los murmullos se hacían más presentes, hasta que fueron extintos cuando salieron del Gran Comedor.

― Yo creo que hizo lo que hizo por alguna razón grave ―opinó Hermione mientras observaba como la pareja de Slytherins se iban del Gran Comedor

― Siempre la defiendes ―masculló Ron

― Es que hasta un troll se da cuenta que la chica lo hizo por obligación ―masculló la castaña de Gryffindor ― No me van a negar que no vieron lo mal que estaba recién ―dijo molesta

Harry sintió un poco de pena al verla tan vulnerable cuando llegó, las ojeras violáceas contrastaban tanto con su blanca piel que se preocupó un instante, cuando Malfoy la abrazó supo que no la estaba pasando bien, la conocía tan bien que sabía que si seguía cinco minutos más en aquel lugar se derrumbaría como un castillo de naipes. Se sentía un reverendo idiota al sentir que quería ser él quien la estuviera consolando y no Malfoy pero su orgullo y terquedad le decían que no debe volverle a hablar y que su amistad murió.

― Yo jamás hubiera traicionado a un amigo, preferiría el castigo antes de que me llamen traidor ―dijo Harry terco

― Bien dicho Harry ―lo felicitó Ron

― No sabes las razones de porque hizo eso Harry ―dijo Hermione ― Seguro que Umbridge la amenazó y tú odiándola a la pobre sin poder entenderla ―masculló

― Deja de defenderla Hermione, ella jamás volverá a ser mi amiga ―masculló ― Primero, empieza a ser la novia de mi enemigo lo cual lo dejé pasar, segundo su odio irracional a Cho y sus planteos de niña malcriada y ahora esto no puedo simplemente perdonarla.

― Es imposible hablar contigo ―se quejó Hermione

― Gracias por sacarme de ahí Draco ―agradeció April con la mirada perdida en el lago

― Hago lo que sea por ti April, soy capaz de cualquier cosa con tal de verte feliz ―tomó la mano de su chica

― Yo también haría lo que fuera por ti Draco ―correspondió

― ¿Lo que sea? ―preguntó ― Sería muy feliz si hicieras algo por mí ―tiró una piedra al lago

― ¿Qué quieres que haga? ―preguntó imitando la acción del rubio

― Que no te dejes influenciar por lo que digan los demás y debes prometerme que los ignorarás y si alguien te saca de quicio quítale puntos, eres prefecta y estás en todo tu derecho ―dijo ― Ah y también quiero que me regales una de tus sonrisas, es que son perfectas y las más lindas del mundo ―sonrió y provocó la sonrisa de la azabache

― Te lo prometo ―sonrió para luego unir sus labios a los del rubio que tanto amaba.

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