Capítulo 35
Cuando el equipo de Quidditch de Slytherin llegó al Gran Comedor a la hora de la cena la mesa verde y plata estalló en vítores y burlas para Gryffindor. Draco sonreía con la arrogancia que lo caracteriza mientras caminaba hasta su lugar junto a su novia, el brazo del rubio estaba en la cintura de la chica.
Harry miraba de lejos la escena y deseaba levantarse e ir a felicitar a la que era su amiga por el triunfo obtenido pero su orgullo era tan grande que no le quedó otra opción que quedarse con las ganas.
― ¡Ha sido un partidazo! ―exclamó Blaise ni bien la pareja tomó asiento en frente de él y Theo
― Es verdad, solo les resta ganarle a Hufflepuff ―dijo Theo con una sonrisa
― Fue un gran partido, estoy agotada ―se quejó April
―Yo también ―suspiró Draco
― De que estás cansado si solo tienes que buscar una pelota, hurón flojo ―se burló Blaise mientras se servía un poco de carne
― A diferencia de ti Zabini yo hago mis deberes y soy prefecto ―lo miró molesto ― Y no te quito puntos porque eres de la misma casa que yo ―masculló antes de servirse ensalada
― Me amas por eso no me quitas puntos ―dijo el moreno y April rio
― ¿Cuándo va a ser el día que mantengamos la paz y no estén peleando como unos críos de primer curso? ―preguntó Theo cansado
― Ay que amargado eres Nott, seguro estás celoso del amor que nos tenemos el hurón y yo ―Blaise palmeó la espalda de su amigo
El domingo April lo dedicó para terminar la redacción que Snape les pidió y para ir a ver el partido de Gryffindor contra Hufflepuff el cual la casa amarilla y negra salieron victoriosos.
― Que te dije, sin Potter no son nada ―dijo Draco una vez que el partido finalizó
― La Weasley juega bien, tienes competencia April ―se burló Blaise y April lo fulminó con la mirada
― No me compares con esa, yo soy mucho mejor ―agitó su cabello engreídamente ― Cuando la pelirroja esa convierta más de cien puntos en un partido como yo lo hice avísame ―dijo
― Pero ella es buscadora ―dijo Blaise
― ¡Yo también puedo serlo! ―exclamó ― Deja de defender a una Gryffindor Zabini porque juro que dejaré de hablarte ―lo amenazó
― ¡No! ―exclamó el moreno aferrándose a su amiga ― Eres mi hermanita no puedo estar sin ti ―fingió un sollozo
― No voy a dejar de hablarte Blaise ―dijo April mientras palmeaba la espalda de su amigo delicadamente
― Por eso te adoro Apri ―sonrió antes de apretar su mejilla con cariño
― Fue un partido corto ―opinó Theo
― Si lo fue ―coincidió Draco ― Lo bueno será que este año la copa es nuestra ―el rubio sonrió
El lunes por la mañana April llegó al Gran Comedor cuando las lechuzas volaban entregando el correo, ni bien se sentó la lechuza de su familia le entregó un paquete de grajeas de todos los sabores y una carta de su padre, sonrió inconscientemente.
La azabache pudo ver como la mayoría de los presentes leían el nuevo número de la revista El Quisquilloso, frunció el ceño confundida y estuvo más confundida cuando vio a Harry con un tumulto de cartas. Presentía que tenía que ver cuando lo vio en Las Tres Escobas con Rita Skeeter.
― Buenos días mi pequeña madrugadora ―la saludó Draco antes de besarla ― Oh mamá me mandó mis golosinas ―sonrió al ver las ranas de chocolate en la mesa
― ¿Qué demonios pasa en la mesa de Gryffindor? ―preguntó April al ver como Umbridge se acercaba a paso apresurado a Harry
― Algo habrá hecho Potter, ignóralo ―dijo Draco concentrado en su tostada
El desayuno transcurrió en calma para Slytherin, no así para Gryffindor que les fueron descontados cincuenta puntos por la entrevista de Harry a El Quisquilloso.
A la mitad de la mañana, cuando se dirigían a su siguiente clase vieron a unos cuantos estudiantes acumulados en un pasillo.
― ¿Otro decreto más? ―preguntó Theo viendo el enorme letrero
― Porque no me sorprende esto ―dijo April poniendo sus ojos en blanco
POR ORDEN DE LA SUPREMA INQUISIDORA DE HOGWARTS
Cualquier estudiante al que se sorprenda en posesión de la revista El Quisquilloso será expulsado del colegio.
Esta norma se ajusta al Decreto de Enseñanza n° 27.
Firmado: Dolores Jane Umbridge
Suprema Inquisidora.
― ¿Quién querría leer esa revista para lunáticos? ―dijo Draco confundido
― ¿No lo sabes? ―preguntó Theo
― No sé a qué te refieres ―dijo el rubio frunciendo el ceño
― En el nuevo número sale una entrevista a Potter contando la versión de los hechos, lo que pasó con el Innombrable el año pasado ―explicó Theo y ahí April entendió todo, el porqué estaba con Rita Skeeter en Las Tres Escobas y hoy en el desayuno cuando lo vio con el montón de cartas recibidas.
La azabache se soltó del agarre de su novio y éste la miró confundido.
― ¿Qué ocurre? ―preguntó
― Voy al baño, te veo en clase ―dijo atropelladamente antes de besar a Draco. Salió a paso apresurado, quería felicitar a Harry a pesar de que su amistad no pasara por el mejor momento.
Cuando lo vio se acercó caminando como lo hace habitualmente, tratando de regular su respiración debido a su rápida caminata, pero Cho le ganó y la Slytherin se quedó estática en su lugar, vio como la Ravenclaw le murmuraba algo en el oído y Harry sonreía. Cuando Cho se alejó Harry se le quedó viendo bobamente, April estaba furiosa, lejos quedaron las ganas de felicitarlo por su valor a hablar y a contar las cosas como fueron realmente. Cuando se disponía a marcharse sin ser descubierta Harry voltea y choca su mirada verde con la marrón de ella, la Slytherin antes de perder el poco orgullo que le quedaba se dio la vuelta y se marchó rápidamente del lugar dejando a un Harry confundido por su actitud.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top